La Nakba nunca acabó

Historia/Palestina

El asesinato de Shireen Abu Akleh, y los ataques en su funeral, exponen la realidad de los palestinos: que la Nakba que se conmemora este fin de semana nunca terminó.

Ben Jamal *
Jacobin, 

Hoy, domingo 15 de mayo, los palestinos de todo el mundo volverán a recordar la Nakba: la limpieza étnica de más de 750.000 palestinos de sus tierras y hogares que condujo a la creación del Estado de Israel, y la destrucción de más de 500 pueblos palestinos que fueron borrados del mapa a causa del nuevo país.

No hay palestino que no tenga una historia sobre lo que le ocurrió a su familia en 1948. La mía es la de mis abuelos: obligados a dejar su hermosa casa en Jerusalén Occidental –que ahora está ocupada por una familia judía– para ir a Beirut, donde murieron en el exilio.

La Nakba no es un momento fosilizado de un trauma histórico, sino una catástrofe ininterrumpida, un neocolonialismo continuo que sigue desplazando a los palestinos que han conseguido conservar sus tierras e impidiendo el regreso de los expulsados.

La Nakba continuó cuando, recién el 4 de mayo, el más alto tribunal de Israel dictaminó que era legal –en violación de la Cuarta Convención de Ginebra– que Israel iniciara la expulsión de más de 1.000 palestinos de la aldea de Masafer Yatta para crear una «zona de tiro» militar. Desde 1970, Israel ha declarado hasta el 18% de la Cisjordania ocupada ilegalmente «zonas de tiro» necesarias para realizar ejercicios militares.

Una semana después, mientras los palestinos conmemoraban el aniversario del bombardeo israelí de 2021 sobre Gaza, las excavadoras entraron en Masafer Yatta, demolieron edificios y desplazaron por la fuerza a 45 personas. Muchos de ellos eran niños. El mismo día, embarcándose en lo que Sarit Michaeli, directora de promoción de B’Tselem, la principal organización israelí de vigilancia de los derechos humanos, calificó de «demolición», Israel destruyó la casa de la familia al-Rajabi en Silwan, en la Jerusalén Oriental anexionada. Soldados de las FDI [policía israelí] fueron filmados agrediendo a un niño que protestaba por la destrucción. La casa de al-Rajabi es una de las más de ochenta que han sido demolidas en Silwan, y al menos 1.500 palestinos se han quedado sin hogar por las condiciones impuestas por el Estado.

Mientras las excavadoras entraban en Masafer Yatta, las tropas de las FDI iniciaban su última incursión en Yenín, a unos 120 kilómetros al norte, dentro de la Cisjordania ocupada. En poco tiempo, aparecieron imágenes del asesinato de la destacada periodista palestina Shereen Abu Akleh. Numerosos testigos presenciales vieron que un francotirador de las FDI le disparó en la cabeza. Israel comenzó a desbaratar la máquina de noticias falsas, afirmando que las imágenes mostraban a palestinos armados como culpables, una afirmación rápida y forzosamente desmontada por los investigadores de campo de B’Tselem.

Estos son sólo los últimos momentos, imágenes e historias que se entretejen en el tapiz de la Nakba. La Nakba se mantiene gracias a la complicidad de los organismos públicos, las empresas y las corporaciones gubernamentales que siguen escudando a Israel de su responsabilidad mientras proporcionan apoyo material y diplomático. Obligada a reconocer la muerte de Shereen Abu Akleh por su prominencia en las noticias, la ministra de Relaciones Exteriores británica Liz Truss tuiteó su tristeza por la muerte, como si Shereen hubiera sucumbido a una enfermedad repentina. Ni indignación, ni condena, ni petición de una investigación independiente. David Lammy, secretario de Asuntos Exteriores, no pudo levantarse a comentar, sino que se apoyó en un impactante retweet.

Además, mientras Israel avanzaba a lo largo de la semana con sus incursiones, demoliciones y asesinatos de palestinos, el gobierno del Reino Unido confirmó su intención de presentar un proyecto de ley contra el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones diseñado específicamente para garantizar que, mientras el gobierno decida no mantener a Israel responsable por sus violaciones, los organismos públicos tampoco puedan tomar sus propias decisiones de no invertir en empresas cómplices de las violaciones israelíes del derecho internacional y los derechos humanos. Ya existen leyes similares en Europa y Estados Unidos.

La estrategia de Israel durante los 74 años transcurridos desde que impuso su sistema de apartheid a los palestinos se ha centrado en aplastar la resistencia palestina mediante la violencia continuada; internacionalmente, consiste en demonizar al pueblo palestino y así cortar el oxígeno necesario del apoyo de los movimientos de solidaridad de todo el mundo. Esto se hace en un intento de estigmatizar la causa de la liberación palestina para que se separe de las causas progresistas más amplias. El ex primer ministro israelí Ben Gurion resumió una vez la estrategia como «los viejos morirán y los jóvenes olvidarán».

Pero la estrategia ha fracasado y está fracasando.

La historia palestina de la Nakba no es simplemente una historia de trauma colectivo y continuo, sino de resistencia y rechazo a la sumisión. Es un espíritu manifestado esta semana por Yara al Rajabi, la hija de 10 años de la familia de Silwan que, tras ver su casa destruida, habló con valentía ante las cámaras sobre la negativa de su familia a ser expulsada de Jerusalén. Es el espíritu manifestado por los palestinos –incluidos algunos de tan sólo 14 años– que encabezará la marcha de la Nakba que se celebrará alrededor del mundo, portando el potente símbolos de las llaves: representación de la negativa palestina a renunciar a su derecho inalienable a regresar a los hogares de los que fueron expulsados en 1948.

Al final de la marcha conmemorando la Nakba, los principales manifestantes palestinos se reunirán en el escenario para sostener sus llaves, mientras se leerán en voz alta las palabras del poema de Remi Kenazi, Nakba. Es un poema que narra la traumática historia de la expulsión de su abuela de su casa en 1948 y su muerte en el exilio. Es un poema de resistencia. Termina con estas palabras:

No hemos olvidado, no olvidaremos.
Venas como raíces de olivo volveremos.
Esto no es una amenaza,
no un deseo, una esperanza o un sueño,
sino una promesa.

* Ben Jamal es el Director de la Campaña de Solidaridad con Palestina

Alkontzan ez dago inor soberan

Dakizuenez, ALCONZAn greba mugagabean daramate otsailaren 28tik, enpleguaren eta lantegiaren etorkizunaren alde.
Apirilaren 5ean, enpresak enplegu-erregulazioko espedientea gauzatu zuen, 25 ikastaro kaleratuz.
Hilabete hauetan etengabe borrokatu dute kalean.
Epaiketaren eguna hurbiltzen ari da, hasiera batean data maiatzaren 24a da, baina aldatu egin daiteke sindikatuen aurkaratzeak bateratzean.
Epaiketaren atarian, kalera irten eta indar-erakustaldia egitea dagokigu, ez bakarrik kaleratzeengatik, baita gure industrian gertatzen ari den desegite progresiboak kezkatzen gaituelako ere.
Horregatik, idazki honen bidez, maiatzaren 20an 19: 00etan Berengon egingo dugun manifestaziora lagun gaitzazuen eskatu nahi dizuegu.
Une erabakigarri hauetan, zuek guztiok behar zaituztegu.
Asmoa da deialdia zuen enpresetan zabaldu eta animatzea, eta egun horretan denok zuen laneko arropekin etortzea.

Egin diezaiegun aurre guztion artean eraso horiei guztiei.
Egun horretan ere nabari dadila klase altuenekoak garela, langile-klasekoak.

Mila esker

Como ya sabéis, en ALCONZA llevan en huelga indefinida desde el 28 de febrero en defensa del empleo y el futuro de la planta.
El 5 de Abril la empresa ejecutó el ERE despidiendo así a 25 currelas.
Durante estos meses no han parado de luchar en la calle.
Se acerca el día del juicio, en un principio la fecha es el 24 de Mayo, aunque puede modificarse al unificar las impugnaciones de los sindicatos.
A las puertas del juicio, nos toca salir a la calle y hacer una demostración de fuerza, no sólo por los despidos sino también por que nos preocupa el desmantelamiento progresivo que se está dando en nuestra industria.
Por eso, mediante este escrito os queremos pedir que nos acompañéis el 20 de Mayo a las 19:00 en Berengo a la manifestación que vamos a hacer.
Necesitamos en estos momentos cruciales de tod@s vosotr@s.
La idea es que animéis y difundáis las convocatoria en vuestras empresas y ese día vengáis tod@s con vuestra ropa de trabajo.

Hagamos frente entre tod@s a todos estos ataques.
Que ese día también se note que pertenecemos a la clase más alta, la clase obrera.

Mila esker

Declaración universal de los derechos del poder corporativo

Hablar en serio de derechos humanos implica radicalizar la democracia, construir proyectos socioeconómicos en colectivo, fortalecer los procesos de autoorganización social desde la base y reconfigurar nuevos espacios de contrapoder a nivel local y global

Juan Hernández Zubizarreta / Pedro Ramiro 
Tomado de CTXT

No se pueden establecer límites a la propiedad privada y a la acumulación de riqueza porque hay que garantizar la seguridad jurídica de los contratos, pero el gobierno español ha anunciado la incautación de un yate a un oligarca ruso y el alemán la expropiación de la filial de Gazprom. Se lleva diciendo dos meses que hay que intervenir el mercado de la energía, apenas se tardó unas horas en cambiar el presupuesto para poder enviar armas para la guerra. Es imposible juzgar a Repsol en España por el desastre ecológico provocado por su vertido de petróleo en Perú, pero la empresa sí pudo demandar al Estado argentino ante tribunales internacionales cuando hace una década fue nacionalizada su subsidiaria en el país.

El gerente del taller textil de Tánger en el que murieron 28 trabajadoras hace un año ha sido condenado por un tribunal marroquí, aunque la sentencia no hace mención a Inditex ni a Mango, que eran las firmas para las que fabricaban las prendas. Ucrania tiene todo el derecho a defender su soberanía nacional frente a la invasión de las tropas rusas, mientras el Sáhara Occidental tiene que convertirse en una provincia de Marruecos porque es la única solución realista. Los grandes propietarios obtienen golden visas sin ningún control y a buen precio en el mercado oficial, a la vez que millones de personas se someten a las burocracias migratorias y quedan atrapadas en limbos jurídicos infernales. 

En el ámbito institucional, los debates se centran en la discusión sobre leyes y normas. Pero en esta disputa jurídica todo lo que está en juego, básicamente, es una cuestión de voluntad política; dicho en términos clásicos, de relaciones de fuerza. La asimetría normativa, no en vano, ha sido la base de la globalización neoliberal: frente a la fortaleza de la armadura jurídica construida para blindar los “derechos” de las grandes corporaciones, la extrema fragilidad de los mecanismos para el control de sus obligaciones. O lo que es lo mismo: a la vez que continuamente se re-regulan los negocios privados transnacionales, sigue avanzando la desregulación en la tutela de los derechos fundamentales.

La huida hacia adelante en busca de la rentabilidad perdida solo va a servir para profundizar en la lógica de expulsión, desposesión, violencia, encierro y necropolítica

Nada de eso hubiera sido posible sin la conformación de una gran alianza público-privada entre los Estados centrales y las corporaciones transnacionales. Y el derrumbe del capitalismo global, por sí solo, no va a cambiar este estado de cosas. Al contrario, la huida hacia adelante en busca de la rentabilidad perdida solo va a servir para profundizar en la lógica de expulsión, desposesión, violencia, encierro y necropolítica. El derecho internacional, con toda su catarata de pactos y acuerdos globales en defensa de los derechos humanos, se ha convertido en papel mojado ante la guerra desatada por los grandes poderes económicos para tratar de asegurarse su parte del botín en medio de la tormenta perfecta.

Colapso de los derechos humanos

Con la guerra se profundiza en la dinámica de crisis energética, subida de precios y materias primas, desigualdad social, empobrecimiento generalizado y agravamiento del desorden climático, pero la crisis estructural del capitalismo viene de más lejos. Hoy hablamos de la espiral de inflación, endeudamiento y desabastecimiento; hace tiempo que venimos haciéndolo de sus causas: una lógica de crecimiento ilimitado y acumulación imposibles, un modelo de financiarización insostenible, la emergencia de un cambio climático desbocado, el agotamiento acelerado de energía y materiales. De ahí que las grandes corporaciones y fondos de inversión transnacionales se hayan lanzado a la destrucción de cualquier barrera que impida la mercantilización a escala global. En este marco, la necesidad de ampliar los dividendos empresariales hace que se extremen las prácticas contra las personas, las comunidades y los ecosistemas.

Algunas de estas prácticas afectan a la propia configuración de los derechos humanos. Eso es, al fin y al cabo, la necropolítica: dejar morir a miles de personas racializadas y pobres. También están la fragmentación de derechos según las categorías de personas, las prácticas racistas y heteropatriarcales, los tratamientos excepcionales a determinados colectivos, las políticas migratorias con sus muros y fronteras, la trata de seres humanos, las deportaciones en masa, la criminalización de la solidaridad y la desobediencia civil, la división de la sociedad entre asimilables y exterminables. 

Otras destruyen en bloque los derechos de las personas, los pueblos y la naturaleza. Es el caso de la crisis climática y la destrucción de ecosistemas, los feminicidios de mujeres y disidentes de género, el hambre que sufren millones de personas, los nuevos campos de concentración, la persecución y eliminación de la disidencia, el encarcelamiento de pueblos y comunidades, el endurecimiento de los usos coloniales y las guerras de destrucción masiva.

Están, por último, las prácticas que afectan al núcleo central de los derechos colectivos. Como la apropiación de los bienes comunes, la explotación laboral, la consolidación de la precariedad en el núcleo constituyente de las relaciones laborales, el trabajo infantil y el trabajo esclavo, la reorganización capitalista de la producción y la reproducción, las expropiaciones colectivas por medio del pago de la deuda, las expulsiones de millones de personas de sus territorios porque las grandes corporaciones se apropian de los bienes comunes. Recientemente, Amnistía Internacional las ha recopilado y el panorama es demoledor: no son fallos del sistema, es el avance del neofascismo global.

En este contexto, el poder corporativo se articula en torno a una serie de principios que desplazan y fulminan los fundamentos que sustentan el derecho internacional de los derechos humanos. Son principios formalmente ocultos, no regulados, pero que gozan de la máxima imperatividad y transversalidad. Vienen a constituirse, en la práctica, como una declaración paralela a la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Parafraseando los treinta artículos de la declaración proclamada por Naciones Unidas en 1948, la Declaración Universal de los Derechos del Poder Corporativo bien podría concretarse en el articulado que sigue.

Principios generales

1. La vida ha de ser mercantilizada. Todo puede comprarse y venderse. Los derechos humanos y los derechos colectivos, incluyendo al medio natural en su conjunto, se someten a la regla de la oferta y la demanda.

2. La propiedad privada y la especulación carecen de límite alguno. Y ambas se sitúan en el vértice de la jerarquía normativa.

3. Lo privado prevalece frente a lo público-comunitario. Frente a los bienes comunes, privatización; frente a lo colectivo, lógica de mercado.

4. La desigualdad se consolida como elemento central de la arquitectura corporativa de dominación.

5. La libertad despótica de “hacer lo que quiera, cuando quiera y como quiera” y la igualdad como mera “igualdad de oportunidades” actúan como valores ético-jurídicos que sustentan los diferentes espacios de dominación de las relaciones sociales.

6. La violencia estructural, la pedagogía de la sumisión y la lógica de la guerra apuntalan la estructura del poder corporativo.

7. El racismo institucional impregna todo el orden jurídico global.

8. La naturaleza se concibe como un instrumento al servicio del capitalismo, sin derecho alguno.

9. La división sexual del trabajo se reinterpreta y se consolida jurídicamente.

10. El trabajo comunitario no valorado, el implementado en el interior de los hogares y los cuidados de las personas dependientes, aunque resultan imprescindibles para el mantenimiento de la vida cotidiana, se sitúan fuera de la pirámide normativa.

11. El neocolonialismo se incorpora al ordenamiento jurídico-económico global.

Desechos humanos

12. Los derechos humanos se vacían como categoría sustantiva al perder espacio normativo frente a la mercantilización de la vida.

13. Se produce una descomposición radical y progresiva de los núcleos centrales de los derechos. La paz, la democracia, la alimentación, la vivienda, la educación, la cultura, el trabajo, la migración, los cuidados y la salud transitan hacia la retórica jurídica.

14. La desregulación en masa de derechos, la expropiación por parte de las élites de los bienes colectivos y la destrucción global de derechos reconfiguran sustancialmente los derechos humanos.

15. Los desechos humanos reemplazan a la dignidad de las personas. 

Re-regulación corporativa

16. La mercantilización de las normas jurídicas conlleva que los aspectos económicos aparezcan como autosuficientes, autorregulables y blindados jurídicamente, mientras los derechos humanos lo hacen como aspiraciones vacías.

17. El derecho corporativo global equivale al derecho constitucional universal. La supuesta fragmentación de los ordenamientos jurídicos no es tal, ya que la acumulación de riqueza se sitúa en el vértice de la jerarquía normativa, desplazando los derechos humanos a los márgenes regulatorios.

18. El derecho privado prevalece sobre el derecho internacional de los derechos humanos y sobre las normas constitucionales sobre derechos y libertades.

19. El poder corporativo se construye sobre la re-regulación de derechos, lo que significa más poder, más protección, más reglas e instituciones jugando a su favor, con más derechos y más riqueza cada vez en menos manos.

20. El derecho internacional de los derechos humanos se interpreta en favor del poder corporativo. Solo resulta aplicable a las empresas transnacionales a través de la acción estatal: los derechos corporativos se tutelan en marcos nacionales, regionales e internacionales, lo que consolida la asimetría jurídica como principio corporativo universal. 

21. Se consolida una nueva expertocracia, que crea esquemas contractuales ad hoc y reinterpreta las normas jurídicas desde las nuevas exigencias del capital y las élites: las consultoras, las agencias de calificación, los grandes despachos de abogados y los tribunales arbitrales son instrumentos para desplazar lo público por lo privado.

Arquitectura jurídica de la impunidad

22. Los derechos de las empresas transnacionales se tutelan mediante un ordenamiento jurídico global basado en reglas de comercio e inversiones de carácter imperativo, coercitivo y ejecutivo (derecho duro), mientras que sus obligaciones se remiten a ordenamientos nacionales sometidos a la lógica neoliberal, a un derecho internacional de los derechos humanos manifiestamente frágil y fracturado, sin exigibilidad ni justiciabilidad, y a una “responsabilidad social” y una diligencia debida voluntarias, unilaterales y no exigibles jurídicamente (derecho blando). 

23. El carácter de contrapeso del derecho se difumina en favor del poder corporativo, modificando las garantías formales de la democracia. Se generalizan la pulverización del derecho legislativo, la privatización y contractualización de la ley y las relaciones económicas, la prevalencia de los anexos a las reglas en los acuerdos de comercio e inversión, la destrucción del paralelismo en las formas, la inflación de las normas administrativas, la quiebra del imperio de la ley, la prioridad de la seguridad jurídica de los contratos frente a la seguridad de las personas y comunidades. 

24. La lex mercatoria se compone de normas que subordinan lo público a lo privado, y lo constitucional a lo puramente administrativo, colonizando todas las esferas normativas y arrinconando los derechos humanos, sociales y medioambientales en los márgenes de la jerarquía normativa. 

25. Los tratados de comercio e inversión, los acuerdos de protección y promoción de las inversiones, los contratos de explotación y comercialización, las políticas de ajuste, los préstamos condicionados, los dictámenes de los tribunales arbitrales y las disposiciones nacionales, regionales y multilaterales protegen la propiedad privada y los negocios transnacionales, configurando una constitución económica global.

26. Se impone una constitución económica no formalizada en ningún texto jurídico. Es una suma de reglas, normas, disposiciones, decisiones, pactos, tratados, resoluciones judiciales, planes, recomendaciones, rescates, deudas soberanas, indicadores riesgo-país y laudos arbitrales. Todos ellos entrelazados, “amontonados” y superpuestos, de tal forma que se desacoplan las reglas de la jerarquía normativa, la separación de poderes y el Estado de derecho.

27. Los Estados donde las transnacionales tienen su casa matriz, lejos de controlar al poder corporativo, crean pistas de despegue para su internacionalización. Les apoyan a través de subvenciones y créditos blandos, acción exterior y misiones político-empresariales, puertas giratorias, lobby en instituciones internacionales y diplomacia económica.

28. Los Estados huéspedes articulan pistas de aterrizaje para el poder corporativo, desregulando sus obligaciones y aprobando normas en favor de sus intereses. La alianza entre los gobiernos y las élites empresariales consolida el cheque en blanco a favor de la acumulación de riqueza de unos pocos, frente a los derechos de las mayorías sociales.

29. La idea de “seguridad jurídica”, en el marco de la lex mercatoria, tiene como fundamento central la protección de los contratos y la defensa de los intereses comerciales de las multinacionales. Es una concepción que únicamente hace referencia a las miles de normas, acuerdos y tratados promovidos en las últimas décadas por las instituciones comunitarias e instancias como el Banco Mundial, el FMI y la OMC.

30. La negativa de las empresas transnacionales a aprobar un código externo de carácter vinculante en el seno de Naciones Unidas o un tribunal internacional para el control de sus operaciones, así como la oposición a que pueda crearse un centro que fiscalice sus prácticas, inspeccione sus incumplimientos y articule las denuncias, colisiona con sus reiterados llamamientos al respeto de los derechos humanos y el medio ambiente.

Uso alternativo del derecho

El debate sobre la legislación pro-derechos se viene circunscribiendo, de un tiempo a esta parte, únicamente al marco estatal. Y mientras tanto, en el plano internacional, avanza con fuerza esa constitución económica global que no está formalizada en ningún sitio pero es ley. Aunque la sucesión de disputas declarativas en la política institucional parezca delimitar el Estado como el único terreno de juego posible, la Declaración Universal de los Derechos del Poder Corporativo impregna todos los textos legislativos nacionales y se impone al conjunto de las políticas públicas.

Muchas normas que hasta anteayer aparecían como inmutables, cuando las necesidades del capital así lo han demandado, se han modificado

Sin embargo, muchas normas que hasta anteayer aparecían como inmutables, cuando las necesidades del capital así lo han demandado, se han modificado. No hay más que ver lo que ha pasado con la suspensión del techo de gasto y de la limitación del déficit público (para subvencionar a las grandes corporaciones, no para invertir en servicios públicos), con la regularización exprés de personas refugiadas (provenientes de Ucrania, no de Siria o Afganistán), con la eliminación de trabas administrativas (para constructoras y promotoras inmobiliarias, no para poder recibir el ingreso mínimo vital), con las nacionalizaciones de empresas y la intervención del Estado en los sectores estratégicos de la economía (para rescatar a los grandes propietarios, no para transformar un modelo especializado en el turismo y el ladrillo). 

Con la pandemia y la guerra, la acción del Estado se ha vuelto imprescindible para que no se produzcan quiebras en cascada y se venga abajo el sistema económico-financiero. Pero el relato de las “propuestas de futuro para la recuperación”, pese a toda la retórica gubernamental fundamentada en los valores europeos y concretada en los fondos Next Generation, pasa por reforzar la arquitectura jurídica de la impunidad y continuar con su lógica de expulsión, desposesión y necropolítica. Como ha señalado Miguel Mellino, “para las élites y clases dirigentes ha llegado el momento de la destrucción creativa del capitalismo. Están desmontando viejas estructuras para crear las bases de una nueva lógica de acumulación”.

Está en juego una fase de recomposición capitalista y es ahí donde efectivamente toca intervenir. Un contexto donde las rivalidades geopolíticas, los conflictos bélicos, la competencia económica, la militarización del comercio y la preocupación por asegurar las ganancias empresariales nos asoma a nuevas maneras de reinterpretar los derechos humanos. Muchos de sus imperativos universales conectan con la emancipación y la resistencia de los pueblos, pero otros colisionan con la falta de empatía de las categorías de derechos y las maneras de entender las relaciones humanas. 

El uso alternativo del derecho implica el uso legal, alegal e ilegal del mismo; la reinterpretación conceptual de la legalidad frente a la legitimidad vuelve a aparecer en el marco de la defensa de los derechos de las mayorías sociales. Hablar en serio de derechos humanos implica radicalizar la democracia, construir proyectos socioeconómicos en colectivo, fortalecer los procesos de autoorganización social desde la base sin renunciar a la disputa de ciertos espacios institucionales y reconfigurar nuevos espacios de contrapoder a nivel local y global. 

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Juan Hernández Zubizarreta (@JuanHZubiza) y Pedro Ramiro (@pramiro_) son investigadores del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) – Paz con Dignidad.

EN DEFENSA DEL EMPLEO Y EL FUTURO ¡EN ALCONZA NO SOBRA NADIE!

ENPLEGUAREN ETA ETORKIZUNAREN ALDE. ALCONZAN EZ DAGO INOR SOBERAN!

Gaur 61 egun bete dira gure lanpostuen eta Alconzaren etorkizunaren aldeko borrokari ekin genionetik.

Eta gaur, atzo bezala, hartu genuen erabakia berresten dugu. Ez zen erabaki erraza izan, baina enpleguaren suntsipenari aurre egiteko modu bakarra izan zen, Irizarrek aurrera eraman nahi duena eta Eusko Jaurlaritzaren utzikeria gure industria apurka-apurka eraistearen aurrean .

Irizarrek argi utzi du zein den bere eredu kooperatiboa. Lan-baldintzak prekarizatzen  dituena, enplegua suntsitzen duena eta langileak klinex gisa tratatzen dituena.

Hasiera-hasieratik argi utzi dugu egoera beste modu batean ekitea posiblea zela eta behar dela. Irtenbidea ezin da enplegu-erregulazioko espedientetik igaro. Enplegu suntsiketa eta, batez ere, ekoizpenaren zati handi baten suntsipena ez du egoera konponduko, eta lantegiaren etorkizuna arriskuan jartzen du.

Bestalde, enplegu-erregulazioko espedientearen aurrean, langileok hainbat bilera egin ditugu Legebiltzarreko taldeekin, lan-sailarekin eta industriarekin.

Eusko Jaurlaritzarekin, EAJrekin eta PSOErekin egindako bilera horietan, hitz hutsalak baino ez ditugu entzun, eta gaur egun ez dugu haien berririk.

Halaber, Irizarreko ateetara gutun bana helarazi diegu bai zuzendaritza batzordeari bai  kontseilu sozialari, bilera bat eskatzeko helburu bakarrarekin, gure egoeraren berri zuzenean emateko eta gure kezka adierazteko. Beste behin, Irizarrek ez ditu gutunak jaso nahi izan eta ez dio gure eskaerari erantzun. Irizarrek Alconzako langileak gutxiestea ohiko bihurtu da.

Irizarren eta Eusko Jaurlaritzaren mespretxu horren aurrean, langileoi borrokan jarraitzea besterik ez zaigu geratu. Guri bai axola zaigulako gure industria eta enplegua.

Gure herrian bizi izan berri diren aurreko gatazketan ikusi dugunez (Tubacex, PCB,…), poliziaren jazarpenaren eta errepresioaren bidez, gure aldarrikapenak isilarazi nahi dituzte. Hau al da Eusko Jaurlaritzak aipatzen zuen bitartekotza?

Astelehenetik, Ertzaintzaren mehatxuak, irainak eta kolpeak jasan ditugu. Gure delitu bakarra gure lanpostuak defendatzea izan da.

Horri guztiari CCOOren birajea gehitu behar diogu, enpleguaren eta Alconzaren etorkizunaren defentsa egitetik, kaleratzeak baliozkotzea, zuzendaritzarekin lerrokatzea eta eskirol batzuk izatera igaroz.

Horregatik guztiagatik, honako hau azpimarratu nahi dugu gaur:

  1. Egun hauetan jasaten ari garen polizia-errepresioa salatu nahi dugu, eta Eusko Jaurlaritzari exijitzen diogu polizia lantegitik ateratzeko eta Alconzaren enplegua eta etorkizuna defendatzeko bitartekoak jartzeko.
  2. Irizarri eskatzen diogu kaleratutako lankideak berriz har ditzala eta eser dadila Alconzaren enplegua eta etorkizuna bermatuko duen industria-planari ekiteko.
  3. Langileok ez gara geldituko kaleratutako lankideak berriz onartu arte.Borrokak Aurrera darrai.

Jasotzen ari garen babes eta elkartasun guztia eskertu nahi dugu. Mila esker Bihotzez.

Amaitzeko, hemendik gure babesa eta elkartasuna helarazi nahi diegu Irizar E-mobilityko gure kideei, lan-baldintza duinen alde borrokan ari baitira.

ZUEKIN GAUDE!!

ENPLEGUAREN ETA ETORKIZUNAREN ALDE.  ALCONZAN EZ DAGO INOR SOBERAN!

Hoy se cumplen 61 dias desde que dimos comienzo a la lucha en defensa de nuestros puestos de trabajo y el futuro de Alconza.

Y hoy, igual que ayer, nos reafirmamos en la decisión que tomamos. No fue una decisión fácil, pero fué la única manera de hacer frente a la destrucción de empleo que quiere llevar a cabo Irizar y a la dejadez del Gobierno Vasco ante el desmantelamiento progresivo de nuestra industria.

Irizar, ha dejado claro cual es su modelo cooperativo. El que precariza las condiciones de trabajo, destruye empleo y trata a sus trabajadores como klinex de usar y tirar.

Desde el primer momento hemos dejado claro que la situación se podía y se debía abordar de otra manera. La solución no puede pasar por el ERE. La destrucción de empleo y sobre todo, la destrucción de una parte importante de la producción no soluciona la situación, sino que hace peligrar el futuro de la planta.

Por otro lado, ante el ERE, l@s trabajadores/as hemos llevado a cabo durante este tiempo diferentes reuniones con los grupos parlamentarios, departamento de trabajo e industria.

En esas reuniones por parte del Gobierno Vasco del PNV y del PSOE, solo hemos oído palabras huecas y a día de hoy no tenemos noticias de ellos.

También hemos hecho llegar a las puertas de Irizar, sendas cartas dirigidas tanto a la junta rectora como al consejo social, con el único objetivo de solicitar una reunión para informarles de primera mano de nuestra situación y mostrar nuestra preocupación. Una vez más, Irizar ni ha querido recibir las cartas ni ha respondido a nuestra solicitud. El menosprecio de Irizar hacia l@s trabajadores/as de Alconza se ha convertido en una práctica habitual.

Ante tal desprecio por parte de Irizar y Gobierno Vasco, a l@s trabajadores/as solo nos ha quedado seguir luchando. Porque a nosotros si que nos importa nuestra industria y la defensa del empleo.

Como hemos visto en anteriores conflictos recientemente vividos en nuestro pueblo (Tubacex, PCB,..), mediante el acoso y la represión policial, quieren acallar nuestras reivindicaciones. ¿Esta es la mediación de la que hablaba el Gobierno Vasco?

Desde el lunes, hemos sufrido amenazas, insultos y golpes por parte de la Ertzaintza. Nuestro único delito ha sido defender nuestros puestos de trabajo.

A todo esto, tenemos que añadir el viraje de CCOO, de hacer una defensa del empleo y del futuro de Alconza, a validar los despidos, alinearse con la dirección y ser unos esquiroles.

Por todo ello, hoy queremos remarcar lo siguiente:

  1. Queremos denunciar la represión policial que estamos sufriendo estos dias y exigimos al Gobierno Vasco que retire a la policia de la fábrica y ponga medios para defender el empleo y el futuro de
  2. A Irizar le exigimos la readmisión de nuestros compañeros despedidos y a que se siente para abordar el plan industrial que garantice el empleo y el futuro de
  3. Los trabajadores no vamos a parar hasta que readmitan a nuestros compañeros despedidos. La lucha continua

Queremos agradecer todo el apoyo y solidaridad que estamos recibiendo. Mila esker bihotzez.

Para acabar, desde aquí nuestro apoyo y solidaridad a nuestros compañer@s de Irizar E-mobility que están en lucha en defensa de una condiciones laborales dignas.

ZUEKIN GAUDE!!

EN DEFENSA DEL EMPLEO Y EL FUTURO ¡EN ALCONZA NO SOBRA NADIE!

Maiatzak 1 – Gatazkan antolatu. Prekarietatearekin amaitu

1 de Mayo – Organizarnos en el conflicto. Poner fin a la precariedad

Maiatzaren 1ean, urtero bezala, langileen nazioarteko eguna ospatuko dugu. Badakigu data honek sinbolismo handia galdu duela urteetan zehar, atsedenik hartzen ez duen ofentsiba neoliberal baten ondorioz, gaizki deituriko bake sozialaren alde egiten duten burokrazia sindikalei esker eta Euskal Herriko eta munduko milioika langileren lan baldintza negargarriak direla medio. Baina gogorarazi nahi dugu egun seinalatu hau ospatzen dugula Chicagoko Martiriak gogoratzeko eta ohoratzeko, 8 orduko lanaldia lortzeko borroka-jardunaldietan parte hartzeagatik exekutatutako sindikalista anarkistak. Orduz geroztik, Maiatzaren 1a mundu osoko langileen eskubideak aldarrikatzeko eguna bihurtu zen.

Maiatzaren 1ak gogorarazten digu borroka dela bide bakarra eta klase bezala antolatu behar garela.

Aurten Ukrainako gerra inter-inperialistak markatuta dator eguna. Milaka pertsona hiltzen ari dira zentzugabekeria inperialista eta belizistaren ondorioz, eta gure lehen oroitzapena Ukrainan eta Errusian erail, torturatu eta jazarritako pertsona guztientzat da. Herrien arteko gerrari ez, klaseen arteko bakeari ez!

Euskal Herrian eta Espainiako Estatuan, gainera, modu esponentzialean larriagotu da krisi ekonomiko eta soziala. Kapitalismoaren gainbehera erakusten du munduaren begien aurrean. Pribatizazioek eta osasuna negozio kapitalista bihurtzeak osasun-sistema publikoa  prekarizatu du. Bide berean, hezkuntza publikoa, administrazioen utzikeriarekin, prekarizatzen arida eskola pribatuak eta itunpekoak indartzen diren bitartean. Finantza- eta enpresa-eliteek inflazioaren gorakada larriaren erantzukizunetik libratu nahi dute. Horrela, «Errenten ituna» -ren eufemismoaren pean, langileen soldatak izoztu nahi dira, euren bizitza garestitzearen kostua beren gain har dezaten. Eta bitartean, enpresa handien emaitza ekonomikoak errekorrak hauste ari dira. Kapitalismoa bizitza beraren aurka zuzenean jotzen duen sistema harraparia da; konplexurik gabe jarduten du bizitzaren existentziaren aurka, eta oraindik ezezagunak diren dimentsioak dituen krisi ekosozial eta klimatiko batera eramaten gaitu, atzeraezin bihurtzeko ahalmena galtzeko zorian gaudelarik.

Aurten ere kaleak hartuko ditugu gainerako erakunde sozial eta sindikalekin batera, ez baitiogu uko egiten sistema sozial justu eta berdintasunezkoa aldarrikatzeari. Aberastasunaren banaketa ekitatiboa, eta guztiaren erdigunean bizitzaren sostengu duina jarriko duen sistema aldarrikatzen dugu. Maiatzaren 1ean, beti bezala eta gaur indar handiagoz, arlo publikoa eta komuna aldarrikatuko ditugu, irakaskuntza publikoa eta kalitatezkoa guztiontzat, garraio publikoak, adinekoen egoitza publiko eta kalitatezkoak, osasun publiko, unibertsal eta kalitatezkoa.

Aberatsek lapurtzen digute. Horrek esan nahi du gehien duenak gehiago ordaindu behar dutela. Enpresa handiek erantzukizuna beren gain hartu behar dute eta gizarteari ateratzen dioten aberastasuna itzuli. Zerga-politika sakon bat berrikusi behar da, eta milioi askoko irabaziak dituzten enpresentzat debekatu zerga-kenkariak baliatzea.

Maiatzaren 1ean, beste behin ere kapitala erreskatatzen ez duten eta inor atzean uzten ez duten neurri ekonomikoak eskatzen dizkiegu gobernuei. Milioi askoko etekinak dituzten enpresei ERTEak eta/edo EREak baliatzeko debekua exijitzen diegu. Aurten, gainera, galaxiako gobernu aurrerakoienari gogorarazi behar diogu Zapateroren, Rajoyren eta Diazen lan-erreformak indargabetzeko eskatzera behartzen gaituztela. Gaur, beti erakutsi dugun irmotasun berarekin, azken 3 lan-erreformak berehala indargabetzea eskatzen dugu eta Bidezko kontratu sozial berri bat.

Jendearen bizi-baldintzen prekarizazio dramatikoa ikusita, eta KPIren igoera bortitz horren eta energia-kostu onartezinen aurrean, hipotekak eta alokairuak etetea eskatzen dugu, baita ura, argia eta gasa bezalako hornidurak ordaintzea ere, gaur egun beren gastuei aurre egin ezin dieten langile guztientzat. 1.080 €-ko gutxieneko pentsio ez-ordaintzaileak eskatzen ditugu. 1.200 euroko LGSa eta astean 32 orduko lanaldiak eskatzen ditugu. Bizitza duinari eustea bermatuko duen oinarrizko errenta bat zutik jartzea eskatzen dugu.

Atzerritar legea indargabetu egin behar da. CIEak itxi, eta herrialde honetako migratzaile guztiak erregularizatu, guztiontzako giza eskubideak bermatuz.  Migratzaile eta/edo errefuxiatu guztientzat, inor baztertu gabe.

Neurri horiek beharrezkoak dira milaka pertsona miseria eta etsipenera behartuta egon ez daitezen.

Langile guztiei dagokigu bizi-baldintza duinen, lan-eskubide justuen eta aberastasunaren bidezko banaketaren alde borrokatzen jarraitzea, osasun-sistema publiko osoa, hezkuntza, zerbitzuak eta prestazio publikoak indartzeko. Antolatzea tokatzen da, sindikatuan edo gizarte-mugimenduetan.

Maiatzaren 1k gogorarazten digu borroka dela bide bakarra, eta antolatu beharra dugula, euren etekinak bizitza duin ororen gain jartzen dituztenen erasoetatik defendatzeko.

Gure bizitzek beren onurek baino gehiago balio dute. Gora langile klasearen borroka! Gora langileon borroka!

El 1 de Mayo, como todos los años, celebraremos el día internacional de las y los trabajadores. Sabemos que es una fecha que ha perdido mucho simbolismo a lo largo de los años fruto de una ofensiva neoliberal que no descansa, unas burocracias sindicales que abogan por la mal llamada paz social y unas condiciones muy precarias para millones de trabajadoras en Euskal Herria y el resto del mundo. Pero queremos recordar que celebramos este día señalado para recordar y honrar a los Mártires de Chicago, sindicalistas anarquistas ejecutados por participar en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de 8 horas. Desde entonces, el 1 de Mayo se convirtió en una jornada reivindicativa de los derechos de las y los trabajadores en todo el mundo. El 1 de mayo es una fecha para recordar(nos) que sólo la lucha paga y que necesitamos organizarnos como clase.

Este año viene fuertemente marcado por la guerra inter-imperialista de Ucrania. Miles de personas están muriendo debido a la sinrazón imperialista y belicista, y nuestro primer recuerdo es para todas esas personas asesinadas, torturadas y perseguidas en Ucrania y Rusia. ¡No a la guerra entre pueblos, no a la paz entre clases!

En Euskal Herria y el Estado español, además, se ha agravado de manera exponencial una crisis económica y social que viene de muy lejos, y cuyo alcance es todavía incuantificable. A nivel global, muestra ante los ojos del mundo la decadencia del capitalismo. Los sistemas públicos de salud, precarizados por las privatizaciones y la transformación de la sanidad en un negocio capitalista. La educación pública en la misma senda, con un abandono por parte de las administraciones para fortalecer las escuelas privadas y concertadas. Una inflación desbocada de cuya responsabilidad quieren zafarse las élites financieras y empresariales del país. Así, bajo el eufemismo de “pacto de rentas”, se pretende congelar los salarios de las trabajadoras para que asuman el coste del encarecimiento de la vida. Y mientras, los resultados económicos de las grandes empresas baten récords. El capitalismo es un sistema depredador que atenta directamente contra la vida misma; opera sin complejos contra la existencia de la vida, llevándonos a una crisis ecosocial y climática de dimensiones aún desconocidas y al límite de convertirla en irreversible.

Este año volveremos a pisar las calles junto al resto de organizaciones sociales y sindicales, porque no renunciamos a reivindicar un sistema social justo, igualitario, con un reparto equitativo de la riqueza, y donde pongamos en el centro de todo, el sostenimiento digno de la vida. Este 1 de Mayo igual que siempre y hoy con más fuerza, reivindicaremos lo público y lo común, la enseñanza pública y de calidad para todas, transportes públicos, residencias de mayores públicas y de calidad, una sanidad pública, universal y de calidad. Son los ricos quien nos roban, y esto implica que quien más tiene, más pague y que las grandes empresas asuman su responsabilidad, que empiecen devolviendo la riqueza que extraen a la sociedad y aporten mucho más en el reparto fiscal de la riqueza. Es necesario una revisión profunda de la política fiscal y la prohibición de acogerse a ningún tipo de deducción tributaria para empresas con beneficios millonarios.

Este 1 de Mayo exigimos a los gobiernos medidas económicas que no rescaten una vez más al capital y que no dejen a nadie atrás. Exigimos la prohibición a acogerse a ERTEs y/o EREs a empresas con beneficios millonarios. Este año además, debemos recordarle al gobierno más progresista de la galaxia que nos obligan a pedir la derogación de las reformas laborales de Zapatero, Rajoy y Díaz. Hoy, con la misma firmeza que hemos demostrado siempre, exigimos la derogación inmediata de las 3 últimas reformas laborales. Exigimos ya un nuevo contrato social justo.

Ante la dramática precarización de las condiciones de la vida de la gente, y ante este IPC debocado y unos costes de energía inasumibles, exigimos la suspensión de hipotecas y alquileres, así como el pago de suministros como agua, luz y gas, para todas las trabajadoras que hoy no pueden hacer frente a sus gastos. Exigimos pensiones mínimas no retributivas de 1.080 €. Exigimos un SMI de 1.200€ y jornadas laborales de 32h/ semanales. Exigimos poner en pie una renta básica que garantice el sostenimiento de una vida digna.

Se debe derogar de la ley de extranjería, el cierre de las CIEs, y la regularización de todas las personas migrantes de este país garantizando para todos/as los derechos humanos. Para todas las personas migrantes y/o refugiadas sin exclusión.

Estas medidas son necesarias para que miles de personas no se vean abocados a la miseria y la desesperación.

Nos corresponde a todos y todas las trabajadoras no cejar en el empeño de luchar por unas condiciones dignas de vida, derechos laborales justos, un reparto justo de la riqueza que fortalezca todo el sistema público de salud, la educación, servicios y prestaciones públicos. Toca organizarse, en el sindicato o en asociaciones de defensa de lo común.

El 1 de Mayo nos recuerda que sólo la lucha paga y la necesidad de organizarnos para defendernos de los ataques de quienes quieren hacer prevalecer sus beneficios a toda vida digna.

Nuestras vidas valen más que sus beneficios. ¡Viva la lucha de la clase obrera! Gora langileon borroka

oka!

Francisco Louçã: “La salud pública es la gran conquista de la Revolución de los Claveles”

<Tomado de VS>
ALBERT PORTILLO

Lisboa es una ciudad excepcional, sus miradouros recuerdan los montes de Roma y proporcionan al visitante una emotiva panorámica del conjunto de la ciudad, además del río Tajo en su desembocadura al Atlántico. Una gastronomía perfectamente a la altura, si no más, de la cocina mediterránea puede terminar conquistando al visitante. Y si se aliña el oído con algún fado nocturno difícilmente podrá evitarse que el visitante se rinda completamente a la capital de Portugal. Ahora bien, si los aspectos turísticos de Lisboa son mundialmente conocidos, no se puede decir lo mismo de su situación política. Que esto pase en lejanos lugares se puede entender, pero en el caso de los vecinos ibéricos de Portugal resulta, como mínimo, llamativo. Y esto a pesar de que Portugal ha salido de vez en cuando en la conversación mediática a raíz de la formación de un gobierno progresista, el llamado gobierno de la geringonça.
Así pues, una vez terminado de visitar el Museo do Aljube –Resistência e Liberdade, un museo de memoria democrática contra la dictadura que buena falta que hace en el Estado español-, me dirijo a casa de Francisco Louçã para conocer de primera mano qué se cuece en los debates políticos portugueses; desde las últimas elecciones hasta la opinión sobre la invasión de Ucrania pasando por el evanescente futuro del iberismo.
Louçã es el histórico líder del Bloco de Esquerda, ha sido diputado en varias ocasiones, además de candidato presidenciable en las elecciones de 2006. De joven participó en la lucha contra la dictadura de Salazar y en 1999 fue uno de los fundadores del Bloco, una fuerza que hoy tiene 5 diputados y casi 245.000 votos después del traspié en las elecciones del 30 de enero de este año.
Economista de formación con una trayectoria académica brillante, Louçã ejerce de profesor en la Universidad de Lisboa y ha relucido por una notable actividad editorial que le ha llevado a publicar numerosos ensayos. Buena parte de ellos dedicados a la Revolución de los Claveles, como por ejemplo Ensaio para uma Revolução (1984), pero también sobre el republicanismo, véase Herança Tricolor (1989). Otra de sus obras ha abordado uno de los temas más peliagudos en el sur de Europa, ofreciendo una crítica radical del funcionamiento de la Unión Europea y, por lo tanto, planteando una alternativa al euro, como indica el título A solução Novo Escudo (Lua de papel, 2014). Motivo por el cual, pese a terminar esta entrevista con una conclusión escéptica sobre el papel del iberismo, soluciones como las planteadas en su última obra necesariamente obligan a repensar el papel de «la balsa de piedra» en esta Europa en crisis. Cabe mencionar también su coautoría con Michael Ash de Sombras. El desorden financiero en la era de la globalización, publicado por Sylone y viento sur en 2019
Albert Portillo: La primera pregunta tiene que ver con ciertos debates estratégicos que se han producido en el Estado español a raíz del llamado ejemplo portugués. Viendo los resultados electorales en Portugal que, pese a sus giros a la derecha,  han reforzado a la socialdemocracia portuguesa y debilitado al Bloco de Esquerda y al Partido Comunista Portugués, ¿cuál es la valoración que se puede hacer tras este desenlace?
Francisco Louçã: Siempre he considerado que no había ningún modelo portugués por la sencilla razón que los modelos son una ficción, una ficción instrumental para la retórica política y con poca relación con la correlación de fuerzas práctica. La utilización del ejemplo portugués como un indicador de la política española tiene poco sentido. ¡Igual al revés! Utilizar la discusión en España entre las izquierdas no tiene otro contexto que el de España, nada más.
Para nosotros, este debate sobre modelos en sí mismo no es una referencia política. En el mundo de la propaganda todo es muy sencillo, porque todo es igual; en la política real, todo es distinto porque lo interesante es la experiencia práctica. El acuerdo con el Partido Socialista, como también hizo el Partido Comunista, lo decidimos en 2015 y fue muy importante hacerlo porque era la única posibilidad parlamentaria de abrir un nuevo ciclo político e impedir la extensión por un período de cuatro años de un gobierno de derechas.
En 2019, el Partido Socialista ya no quería prolongar el acuerdo, ya había planteado en la campaña electoral que prefería una mayoría absoluta para no depender de las izquierdas. A pesar de eso, el Bloco salió de las elecciones con la misma fuerza, el 10%, el Partido Comunista perdió un poco pero no afectó a su capacidad política. Los dos años siguientes fueron mucho más difíciles porque no había ningún acuerdo y la pandemia cambió el mapa social. Eso implicaba que el Partido Socialista tenía como único punto de la agenda provocar una crisis política para imponerse como partido mayoritario.
Cuando empezó la pandemia, la discusión sobre la salud se transformó en el debate más importante. Por muchas razones. Una de ellas, se debe a que el sistema de salud pública es la gran conquista democrática de la revolución de abril, vinculada a la conquista de la democracia política, el pluralismo, la libertad de prensa, el derecho de organización sindical, etc. Y por ello, el sistema de salud es muy valorado por la gente. El problema es que, a cuarenta años de la revolución del 25 de abril, hemos llegado a un agotamiento: hay miles de personal médico y de enfermería que se están jubilando; después de las huelgas masivas de las y los trabajadores sanitarios, al final del primer año de pandemia teníamos menos médicos en el servicio de salud que al inicio de la pandemia. ¡Y eso era un drama! Como no se ha producido una reformulación del sistema de salud, el sector privado ha crecido destruyendo los hospitales públicos porque contrata a sus médicos y sus enfermeros.
Esta polémica, además de estratégica, es muy importante, porque entraña una discusión sobre cómo se protege el bien público, cómo se organiza y cómo se gestiona. En ese tema la diferencia entre el Bloco y el Partido Socialista fue antagónica y no hubo ninguna posibilidad de llegar a un acuerdo.
Cuando empezó la pandemia el asunto ya no era importante sino dramático. No fue posible el acuerdo a pesar de que la propuesta que planteaba el Bloco la había elaborado junto con el fundador del Partido Socialista, António Arnaut, que justamente había sido el ministro de salud que había creado el sistema nacional de salud en los años setenta. Era una propuesta de convergencia, organizada en conjunto entre él y João Semedo, que ha sido dirigente del Bloco, una iniciativa que no tenía precedente en Portugal.
A pesar de esto, el Partido Socialista la rechazó y eso hizo imposible el acuerdo sobre los presupuestos que deberían financiar ese proyecto. De hecho, el Partido Socialista lo rechazó por el impacto que tendría al afectar al sector de la salud privada, con el que el Partido Socialista tiene muchos vínculos, y porque no quería llegar a un acuerdo con la izquierda. Por su parte, el Partido Comunista votó el presupuesto para 2021 pero ya no lo hizo para 2022 y eso provocó la crisis política.
El Partido Socialista planteó la situación a la población como una cuestión de salvación nacional y ganó esa pelea; obtuvo la mayoría absoluta, la izquierda perdió mucho. Además, presionaba al electorado de izquierdas el hecho de que, por primera vez, la extrema derecha consiguiera una presencia con relieve y la percepción de que el gran partido de la derecha, el PSD, se aliaría con la extrema derecha si podía formar gobierno. Fue una tempestad perfecta para el Partido Socialista y de ahí salió con una victoria aplastante y con una derrota de la izquierda.
A. P.: A nivel económico, la crisis de la Covid se ha saldado con un mayor endeudamiento de los países del Sur de Europa. Según los datos del Eurostat, la deuda pública española ha aumentado un 26% entre 2019 y 2021, alcanzando el 122% del PIB, casi tanto como la deuda de Portugal que supera el 130% del PIB. Sin embargo, la denuncia del coste de la deuda ya no está tan presente en las izquierdas del Sur de Europa, ¿por qué?
F. L.: Claro, es natural. Porque el nivel de stock de la deuda tiene importancia, pero no es el factor decisivo. Lo importante es la tasa de interés sobre ese stock. Una parte importante de ese crecimiento reciente de la deuda es por emisiones compradas por el Banco Central Europeo, con una tasa muy baja y además presionando sobre la tasa de mercado, permitiendo que Portugal, y España también, hicieran emisiones de deuda a medio plazo con una tasa negativa. Lo que importa realmente es el peso que la deuda pública tiene sobre los flujos de una economía. Y la deuda privada, que puede ser mucho mayor que la deuda pública.
El Quantitative Easing practicado desde 2014 con la compra de emisiones por parte del Banco Central Europeo no sólo conducía a un interés mucho más bajo, sino también a una presión mayor sobre los mercados financieros que dejaban de poder cobrar una tasa tan especulativa, como hicieron en 2011. Eso explica por qué la presión ha sido mucho menor.
Además, que el Banco Central Europeo salvara el euro utilizando otros mecanismos, llamados no convencionales, que rompían con el dogma tradicional del monetarismo, probó que era posible no depender completamente del mercado financiero. Es una situación aún muy inestable porque se encuentra en los límites de interpretación de los tratados europeos. Unos tratados que tienen una concepción tradicional monetarista que presiona a los Estados endeudados a privatizar y a endeudarse aún más.
Por eso, el problema de la deuda es un problema político a nivel europeo, si bien su presión ahora es menor; pero puede volver. Si el Banco Central Europeo, como la Reserva Federal de los Estados Unidos, cambia de orientación y empieza a subir las tasas de interés o a reducir la compra de emisiones de deuda, este problema volverá a entrar por la puerta como un bulldozer.
A. P.: La negociación de los Fondos Europeos Next Generation ha dejado de lado temas como este, además del fraude fiscal de los paraísos fiscales del norte de Europa, y en cambio ha impuesto fuertes contrapartidas. En España lo hemos visto con la reforma laboral condicionada para la adquisición de dichos fondos. En Portugal, ¿se han impuesto condiciones semejantes para obtener los fondos?
F. L.: Fue algo distinto, porque en Portugal el gobierno rechazó cambiar la ley del trabajo y eso fue, además de la salud, el gran punto de confrontación con el Bloco. El gobierno rechazó cambiar la ley incluso en los puntos en que el Partido Socialista había votado en contra cuando la Troika impuso su reforma laboral. Las instituciones europeas, además de la OCDE, presionan mucho en favor de la flexibilización laboral y la posición del gobierno portugués garantizaba la continuidad neoliberal.
A. P.: Respecto a la invasión de Ucrania, se puede constatar una oleada belicista en Europa mientras que las críticas al militarismo han quedado aparcadas. Llamativa omisión, porque el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI en sus siglas en inglés) señala a España y a Portugal como séptima y vigésimo quinta economías exportadoras de armas. ¿Se ha tenido en cuenta este aspecto en los debates en Portugal? ¿El Sur de Europa podría jugar un rol diferente?
F. L.: Esta guerra tiene la misma crueldad de todas las guerras. Además, Putin la justificó de una forma totalmente límpida, argumentando que Ucrania no tiene derecho a ser independiente, no es un pueblo, ni una nación y, por lo tanto, debe ser incorporada al imperio ruso. No había ninguna máscara en la justificación de la invasión. Pero hay una diferencia con guerras anteriores: esta es la primera guerra que vemos en prime time a la gente que sufre la invasión. Eso no pasó cuando Israel bombardeó el Líbano o cuando los estadounidenses invadieron Irak. Veíamos la guerra filmada por el ocupante, por el invasor.
Es decir, ahora vemos el sufrimiento de los invadidos y lo vemos en directo todos los días. Eso es mejor así, es mejor que cada guerra se vea por la gente que sufre, habrá más razones para uno de oponerse al exterminio. A pesar de toda la manipulación de la información, se impone la verdad de que hay gente que sufre, que la guerra es la destrucción de la humanidad. Si lo hubiéramos visto en Irak la protesta contra la guerra aún habría sido mayor. Porque eso cambia mucho la percepción que tenemos sobre la guerra, así como el debate político sobre la guerra.
En Portugal, hay una fuerte división. Hay gente que dice que ahora es el momento de la OTAN. Pero hace seis meses la OTAN estaba en la peor situación de su historia, el ejército norteamericano había sufrido su segunda derrota. Sólo en Vietnam y en Afganistán se había visto el ejército estadounidense obligado a retirarse. Esta derrota, y el fracaso político que implica, representó un paso atrás para la OTAN. Pero ahora la invasión de Ucrania les permite recuperar todo: autoridad política y estratégica, así como capacidad de plantar sus fuerzas al este de Europa. Es decir, la OTAN, sin un tiro, ya se ha convertido en el gran vencedor de esta guerra.
Putin es un oligarca, es un conservador religioso, quiere un imperio, tiene las mejores relaciones con la extrema derecha europea, ha favorecido la victoria de Donald Trump… No tiene ningún sentido pensar que ahí hay alguna contraposición estratégica o política al imperialismo de Washington. Tiene razones de potencia regional y eso favorece mucho la compra de armas. No es sorpresa que la prensa internacional haya revelado que Francia, Alemania y otros países vendieron armas a Putin hasta 2021, aun cuando estaba prohibido tras la ocupación de Crimea.
Se puede analizar lo que sea sobre provocaciones o el cambio de actitud de la OTAN a la hora de expandirse, contrariando los acuerdos establecidos, pero hay una invasión de Ucrania por Rusia, no hay ninguna forma de ocultarlo. Y la invasión es para destruir un país, hay que rechazar la invasión, los rusos deben salir, Ucrania tiene derecho a ser independiente.
A. P.: En España y Catalunya el envío de armas ha generado enconadas polémicas. Por un lado, hay quien defiende el apoyo al pueblo ucraniano desde un punto de vista exclusivamente militar y belicista y, por el otro lado, quien defiende la solidaridad con Ucrania con una salida diplomática y pacifista. Pero, aunque Europa podría plantear esta última opción, los países mediadores están siendo otros, ¿cuál es la razón?
F. L.: Macron, más por razones electorales que por convicciones políticas, lo intentó hacer al comienzo, incluso anunció una conferencia que nunca se realizó entre los distintos países; Ucrania, Rusia, Estados Unidos, Francia, etc. Nadie se lo tomó en serio, ni los países en guerra ni Estados Unidos. En el caso de Estados Unidos, porque no quieren que Francia tenga ningún papel, ni siquiera en Europa. De hecho, cuanto más se prolonga la guerra, más gana la OTAN, porque Estados Unidos han impuesto a Europa un cambio de estrategia energética y económica.
El razonamiento de Merkel, que hace dos meses era presentada como la gran figura del siglo XXI en Europa y ahora es prácticamente tratada de traidora, tenía lógica económica, pero fracasó. Para Alemania es más barato importar gas de Rusia que importar gas a través del Atlántico desde Estados Unidos. Esa lógica económica estaba basada en la posibilidad de un acuerdo político. Eso fracasó a causa de la invasión. Si bien el problema de Europa sigue siendo que su seguridad implica paz, implica un acuerdo con Rusia que, por supuesto, conlleva que Rusia no puede invadir Ucrania. Europa debería tomar parte de diálogos para interrumpir la guerra, pero no hay ninguna indicación que lo quiera hacer.
Luego, hay los debates nacionales que son muy distintos en cada país sobre la cuestión de las armas. España tiene una historia concreta, la del movimiento antimilitarista y antiOTAN, tiene historias brillantes de lucha popular por la paz y toda una izquierda influida por esta cultura. Pero el debate es distinto en Portugal. En Portugal no hay debate sobre si se deben enviar o no armas a Ucrania.
A. P.: En Catalunya, y en menor medida, pero también en el conjunto de España, se ha producido un revival del republicanismo de cuño popular. En el caso de Portugal, ¿es posible encontrar unas tradiciones semejantes, y anteriores, a la Revolución de los Claveles?
F. L.: La historia de la República portuguesa es muy distinta de la del Estado español porque una vez derrocada la monarquía en 1910, nunca más ha sido restablecida. El republicanismo tiene cien años como régimen en Portugal. La monarquía estaba tan aislada en ese tiempo, era tan detestada, que la reacción pro-monárquica en los años siguientes fue muy débil. Hubo algunos intentos militares, pero muy marginales. El Ejército, toda la estructura política, de izquierdas y de derechas, estaba de acuerdo con la solución republicana.
La Primera República, que va de 1910 hasta 1926, cuando empieza la Dictadura, fue muy conflictiva desde el punto de vista social y se basó en un republicanismo popular, pero también en un republicanismo institucional de las elites y la burguesía. Incluso durante la Dictadura, al contrario de Franco que mantiene la monarquía a modo de reserva, Salazar nunca quiso que los débiles herederos de la monarquía tuvieran algún rol político. La República se estructuró como una institución a lo largo de ciento doce años como un hecho de la vida, no tiene ninguna posibilidad de retroceso. El monarquismo en Portugal es una ficción.
A. P.: El iberismo parece ahora mismo un tema secundario en el radar de las izquierdas del conjunto de la península. A nivel estratégico, ¿el iberismo podría tener un futuro?
F. L.: No, en la historia política portuguesa sólo recientemente hay algunas expresiones de un iberismo de izquierdas. Saramago, por ejemplo, escribió una novela, La balsa de piedra (1986), una ficción sobre una península que se separa de Europa, sobre un iberismo en contra de la hegemonía de la Unión Europea. Pero eso es una cultura localizada.
Hay que tener en cuenta que Portugal es la única nación de la península ibérica que se independizó del poder de la corte de Madrid. La única frontera terrestre y la amenaza militar de toda la vida es España, no hay otra. Por eso en Portugal la formación de la identidad nacional, y de Estado, se ha forjado mirando con suspicacia a España.
No olvidemos que el trabajo de final de curso de Franco consistía en un plan militar para invadir Portugal. Salazar, que se encontró dos veces en su vida con Franco, tenía miedo de Franco. ¡Y eso en la dictadura! Por supuesto, en la democracia es distinto. Por otra parte, la relación histórica y emocional con Catalunya es muy fuerte porque cuando hubo la ocupación española de Portugal, entre 1580 y 1640, la posibilidad militar de lograr de nuevo la independencia la dio Catalunya con su revuelta simultánea con la portuguesa. Y, por supuesto, Catalunya era más rica y las fuerzas militares del rey fueron hacia Barcelona y no hacia Lisboa. Así se estableció la independencia casi sin guerra. Comprenderás que en esa historia España es un Estado gigante y, por eso, el iberismo no tiene impacto en Portugal, la diferencia es muy marcada entre el pequeño y el grande.
Por eso, el iberismo tiene muy poca capacidad organizadora del pensamiento político portugués. No está presente. Otra cosa es que bajo la dictadura hubiera relaciones políticas, por supuesto, con Comisiones Obreras, con la lucha antifranquista… Pero para la cultura nacional, como sentido común de la vida pública portuguesa, España tan sólo es el otro lado de la frontera.
21/04/2022
Albert Portillo es historiador y colaborador de viento sur

Ukraina eta Errusiako sozialistei elkartasuna adierazteko kanpaina

Campaña de solidaridad con las socialistas de Ucrania y Rusia

Antikapitalistak Euskal Herrriak argi eta garbi erakutsi dugu gure jarrera Errusiak Ukrainaren aurkako erasoa hasi zuenetik: Putinen erregimenari exijitzen diogu tropa errusiarrak erretiratzea, NATOren interbentzionismoaren aurka jartzen gara eta ukrainar herriari elkartasuna adierazten diogu. Gerra honen aurka mobilizatu gara internazionalismo sozialistaren ikuspuntutik.

Ikuspuntu horrek esan nahi du ahal den guztia egin behar dela bertan dauden ukrainar eta errusiar sozialistei babesa emateko. Badakigu Ukraina ez dela askea eta independentea izango errusiar inperialismoaren uztarripean, baina ez da aske izango AEBen, EBren eta NATOren interesen mende badago. Zentzu horretan, Errusiaren inbasioari bere bitartekoekin aurre egingo dion eta Zelenskyren gobernu pro-kapitalistatik independentea izango den alternatiba bat babestea betebehar bat da antikapitalismoarentzat. Indarrak sendotzea da alternatibarik onena gerraren inguruan eskuin muturreko indarren hazkundearen aurrean.

Errusian, Putinen erregimen erreakzionario, diktatorial eta eskuin muturrekoak areagotu egin du oposizioko kideen, bakezaleen, ezkerraren, mugimendu feministaren eta LGTBI mugimenduaren aurkako errepresioa. Gerraren aurkako mugimenduari elkartasuna adieraztea eta sektore antikapitalistak indartzea funtsezkoa da Putinen erregimenak bultzatutako inperialismoarekin amaitzeko eta, horrela, indar erreakzionarioak indartzen ez jarraitzeko. Putinen erregimenak behera egin behar du eta langile klasea izan behar da aldaketaren protagonista.

Horregatik, Antikapitalistak erakundeak abiatu dugun Ukrainako eta Errusiako militantzia sozialistarekiko elkartasun kanpaina hau, eta horretarako, bildutako funtsak Ukrainan Mugimendu Soziala (Sotsialnyi Rukh) eta Errusian Mugimendu Sozialista erakundeetara bidaliko ditugu.

Argi dago bi erakundeak beren gobernuen presio handiaren menpean daudela. Horregatik, elkartasun internazionalista inoiz baino garrantzitsuagoa da gaur egun.

Zure ekarpena helbide honetara bidal dezakezu:

IBAN: ES25 1491 0001 2221 7799 8321
Kontuaren titularra: Asociación Anticapitalistas
Ekarpenaren kontzeptua: elkartasun Internazionalista

Desde Anticapitalistas, hemos mostrado con claridad nuestra postura desde el inicio de la agresión rusa contra Ucrania: exigimos a régimen de Putin la retirada de las tropas rusas, nos posicionamos contra el intervencionismo de la OTAN y en solidaridad con el pueblo ucraniano. Nos hemos movilizado contra esta guerra desde el punto de vista del internacionalismo socialista.

Este punto de vista implica hacer todo lo posible para apoyar a los socialistas ucranianos y rusos que están sobre el terreno. Sabemos que Ucrania no será libre e independiente bajo el yugo del imperialismo ruso, pero tampoco lo será si está subordinada a los intereses de EEUU, la UE y la OTAN. En ese sentido, apoyar una alternativa que resista a la invasión rusa con sus propios medios y que sea independiente del gobierno pro-capitalista de Zelensky es una obligación para el anticapitalismo. Fortalecer sus fuerzas es la mejor alternativa frente al crecimiento de fuerzas de extrema derecha al calor de la guerra.

En Rusia, el régimen reaccionario, dictatorial y de extrema derecha de Putin ha intensificado la represión contra sus opositores, contra los pacifistas, la izquierda y el movimiento feminista y LGTBI. Solidarizarse con el movimiento anti-guerra y fortalecer a sus sectores anticapitalistas es fundamental para acabar con el imperialismo impulsado por el régimen de Putin, y así evitar que las fuerzas reaccionarias sigan fortaleciéndose. El régimen de Putin debe caer y es la clase trabajadora la que debe ser protagonista del cambio.

Por eso, desde Anticapitalistas lanzamos esta campaña de solidaridad con la militancia socialista ucraniana y rusa, que se concretará en el envío de los fondos recaudados a las organizaciones Movimiento Social (Sotsialnyi Rukh) en Ucrania y el Movimiento Socialista en Rusia.

Es evidente que ambas organizaciones están bajo una gran presión de sus propios gobiernos. Por eso, la solidaridad internacionalista es hoy más importante que nunca.

Puedes enviar tu aportación a:

  • IBAN: ES25 1491 0001 2221 7799 8321
  • Titular de la cuenta: Asociación Anticapitalistas
  • Concepto de la aportación: Solidaridad Internacionalista

BURUJABETZA NAZIONALAREN ALDE

Aberri Eguna 2022

Igande honetan, apirilaren 17an, urtero bezala Aberri Eguna ospatuko da Euskal Herria osatzen duten zazpi probintzietan, historikoki subiranotasun nazionalerako eskubidearen aldarrikapena ospatzen dugun eguna. Egun garrantzitsua da muga demokratikoak zabaldu nahi ditugun guztientzat, herri bezala gure etorkizuna erabakitzeko eskubidea dugula baieztatzeko.

Aurten, gainera, Covid19aren munduko pandemiak markatuta dator. Pandemia honek irismen handiko osasun, ekonomia eta gizarte krisia ekarri du. Mundu mailako pandemiak, kapitalismoaren gainbehera munduaren begien aurrean erakutsi du. Osasun publikoko sistemaren pribatizatzeagatik prekarizatuak, eta osasuna negozio kapitalista bezala erabiltzeagatik kutsatutako pertsonen kopurua izugarri haundia egin dute. Kapitalismoa sistema harraparia da, eta koronabirusen krisiarekin gizadiaren existentziaren krisia eta bizitzaren beraren hauskortasuna eragin ditu. Krisi humanitario, ekosozial eta klimatiko baten aurrean gaude.

Aurten, gainera, Ukrainako gerraren eragina azpimarratu behar dugu, non pandemia globaletik irten gabe gaudenean, energia krisiari, hornikuntza kateen kolapsoari eta inflazio handi bati aurre egin behar diogu. Osasun, ekonomia, gizarte eta ekologiaren krisia areagotu egin da. Kapitalismoa sistema harraparia da, eta koronabirusen krisiarekin gizadiaren existentziaren krisia eta bizitzaren beraren hauskortasuna eragin ditu. Krisi humanitario, ekosozial eta klimatiko baten aurrean gaude.

Askatasun zibilei dagokienez zerumuga beltza da. Gaur egun, autoritarismoa, poliziaren errepresioa, Estatuaren zentralizazioa eta militarismoa normalizatu dira.

Eta Euskal Herrian, oasi bat ez garela egiaztatzen dugu beste behin. EAEn, Urkulluren gobernuak erabakiak berandu eta gaizki hartzen jarraitzen du, Espainiako gobernuak eta Estatuko beste herrialde batzuek hartzen dituzten erabakien atzetik. Hala ere, Eusko Jaurlaritza eta Nafarroako gobernua, eta EAEko eta afarroako erakunde gorenak mobilizatu egiten dira kapitalari erabateko immunitatea bermatzeko, osasunaren aurrean, pertsonek bizitza duina izateko dituzten eskubideen aurrean, bizitzaren aurrean, azken batean. «Oso espainiarrak» diren lan erreforma, pribatizazioak eta langile klasearentzat kaltegarriak diren lege ekonomikoak ez dira kontraesan bat izan jeltzaleentzat eta PSOE-PSE-PSN osatzen duten sozialliberalentzat. EAJk egun hau bere fasto nazionalista eta postureo independentistarako erabiltzen du, baina eroso dago autonomismoan, eta aldi berean erregimenaren makulu bezala balio du txandakako alderdiarentzat (PP-PSOE), emakida kosmetikoen truke egungo status quo-ari eusteko funtsezko zutabea baita,. EAJ ez da inoiz benetako aliatua izango helburu demokratiko eta sozialetarako, bere interesek ez baitute zerikusirik behekoekin. Inork ahaztu behar ez lukeen zerbait da.

Horregatik, kezkaz ikusten dugu Euskal Herri osoan ezkerra bezala jardun behar duen euskal ezkerrarik ez egotea. Podemos Ahal Dugu Gobernuan eta EHBildu oposizio baliogabe baten bidez gobernuaren sostengarri bezala, Estatuko aurrekontu orokorrei alfonbra gorria jarriz edo berriki Next Generation funtsei argi berdea emanez. Korporazio handientzako milioka euroz ureztatzeko funtsak, murrizketa sozialak eta zerbitzu publikoen murrizketak argi eta garbi baldintzatuta. Ez da egia, Euskal Herriko ezker instituzionaleko alderdietako buruzagiek esan duten bezala, politika keynestarrak direla. Gutxiengo arriskutsu bat gizarte-sistema autoritarioa ezartzen ari da bere pribilegioak ziurtatzeko, apurrak banatzen dituen bitartean.

Ezker instituzionalak ez zukeen gobernagarritasunera eta ultraeskuindarrari eta/edo faxismoari eustera jolasteko tranpan erori behar, baldin eta horrek politika prekarizatzaile eta neoliberalei alfonbra gorria jartzea badakar, eta politika horiek herri klasearen bizitza gehiago pauperizatuko badu. 180º-ko bira behar da, eta aurrez aurre jarri sistema kapitalista hori.

Guk uste dugu, ezker alternatiboko indarrek lurralde ereduari aurre egin beharko diogula. Errepublika konfederala, subiranotasun partekatuak dituena, non gure burua errepublika konfederatua bezala aldarrikatzen dugu.

Gure herriaren borrokaren historiak zuri beltz jarri du herrien burujabetzak 1978an ezarritako ereduari aurre egin beharko diola eta Estatu espainiarreko herrien borroka bateratua eta solidarioa soilik izango dela gai eredu nazional-zentralista apurtzeko eta gure herrien askatasun bideak irekitzeko.

Inboluzio demokratiko ziklo batean gaude, non arku politiko osoa jarrera erreakzionatzaileagoetara jo duen. Alarma Estatuaren menpe Euskal Herriaren nahi demokratiko zilegiak bortizki erreprimituak izan dira eta hainbat instituziok, alderdi politiko eta ezkerra oro har kolpatuta utzi ditu, non estatuaren ahalmen faktikoak argi eta garbi bideratu dira rezentralizazio autoritario batera.

Euskal Herria ez da oasia; Euskal Herriko ezkerreko indar guztiei (alderdiak, sindikatuak, aktibistak …) esaten diegu Euskal Herria ez dela uharte bat. Bizi baldintza duinen aldeko borroka, lan eskubide justuak, eta hezkuntza sistema, RGI eta zerbitzu eta prestazio publikoak ahaztu gabe, osasun sistema publikoa indartzen duen aberastasunaren banaketa justua, Espainiako lurralde mailan ere jokatzen da.

Euskal Herrian gainontzeko lekuetan gertatzen den bezala, nazio mailako bi eraikuntza-proiektu daude aurrez aurre, haien interes ekonomikoak «defendatzen» dituena bat, eta behekoentzat Euskal Herria eraiki nahi duena bestea. Gure subiranotasun nazionala indartzen dugun bitartean Estatu espainiarreko gainerako lurraldeekin klase, borroka eta anaitasun lankidetzak lotu eta saretzeko modua aurkitu behar dugu.

Rezentralizazio eraso hauen aurrean Antikapitalistaketik apustua egiten dugu egun honetan politika egiteko inboluzio honen aurka eta mahai gainean subiranotasun popularrean oinarritutako irteera bat eraikitzeko, dena erabaki ahal izateko. Erabakitzeko eskubidean sinistu eta erabili nahi dugun pertsona eta indar guztion artean, aniztasun eta pluralitatetik eraikitzen den burujabetza bat, demokrazia lokarritzat duten borroken batasunetik. Soilik lurraldetasunera mugatzen ez den autodeterminazio bat defendatuz, maila popularrean eztabaida planteatuz eredu sozial eta ekonomikoan aurrera egiteko. Autodeterminazio bat behekoetatik behekoentzat.

Egun honetan ukraniar herriari elkartasuna adierazi nahi diogu, inperialismoek eta kapital handiek beren aberastasunak banatu nahi dituzten bitartean gerra lotsagabea jasaten ari den ukrainar herriari, baita Putinena bezalako erregimen autokratiko baten eskutik inboluzio autoritario eta errepresiboa jasaten ari den errusiar herriari ere. Gure herriarentzat bezala, Ukrainiako herrien eta Errusiar Federazioaren herrien autodeterminazio eskubidea eskatzen dugu.

BURUJABETZA NAZIONALAREN ALDE

ERREPUBLIKA KONFEDERAZIO BATEN ALDE

EUSKAL ERREPUBLIKAREN ALDE

Este Domingo, 17 de abril, se celebrará como cada año el Aberri Eguna en las siete provincias que conforman Euskal Herria, día en el que históricamente se celebra la reivindicación del derecho a la soberanía nacional. Fecha importante para todas aquellas que aspiramos a ampliar los límites democráticos afirmando nuestro derecho a decidir nuestro futuro como pueblo.

Este año viene además fuertemente marcado por la guerra de Ucrania que, sin salir de la pandemia global, intensifica más y nos enfrenta a una crisis de energía, al colapso en las cadenas de suministro y a una inflación que se ha disparado, intensificando más la crisis sanitaria, económica, social y ecológica a unos niveles de gran alcance. La decadencia del capitalismo muestra ante los ojos del mundo un sistema depredador que ha provocado una crisis de existencia de la humanidad y una fragilidad de la vida misma. Nos hallamos ante una crisis humanitaria, ecosocial y climática.

El horizonte es negro en cuanto a libertades civiles. Hoy somos ciudadanas/os infantilizada/os donde se está normalizando el autoritarismo, la represión policial, la centralización del Estado y el militarismo.

Y en Euskal Herria, constatamos una vez más que no somos un oasis. En la CAV, el ejecutivo de Urkullu sigue tomando las decisiones tarde y mal y siempre a rebufo de las decisiones que toman el gobierno de España y otras regiones del Estado. Sin embargo, el gobierno vasco y navarro y las máximas instituciones de la CAV y Navarra sí se movilizan para garantizar la inmunidad total al capital frente a los derechos de las personas a tener una vida digna, frente a la vida, en definitiva. El PNV aprovecha este día para su fasto nacionalista y postureo independentista, pero se encuentra cómodo en el autonomismo a la vez que sirve como muleta del régimen con el partido de turno (PP-PSOE), siendo un pilar fundamental para el mantenimiento del actual status quo a cambio de concesiones cosméticas. El PNV nunca será un aliado verdadero a las aspiraciones democráticas y sociales, pues sus intereses nada tienen que ver con los y las de abajo. Esto es algo que nunca debería nadie olvidar.

Es por eso que observamos con preocupación la ausencia de una izquierda vasca que ejerza como tal en toda Euskal Herria. Podemos Ahal Dugu en el gobierno, y EHBildu sosteniéndolo mediante una oposición de facto nula y alfombra roja a los presupuestos generales del Estado o más recientemente dando luz verde a los fondos Next Generation. Fondos que vienen destinados a regar de millones de euros a las grandes corporaciones y que vienen condicionados a recortes sociales y de servicios públicos. No es cierto como han dicho dirigentes de las formaciones de izquierda institucional de Euskal Herria que son una suerte de políticas keynesianas. Una minoría peligrosa está imponiendo sistemas sociales autoritarios para asegurar sus privilegios mientras va a repartir migajas. La izquierda institucional no debería haber caído en la trampa de jugar a la gobernabilidad y a la contención de la ultraderecha y/o fascismo poniendo alfombra roja a políticas precarizadoras y neoliberales que sólo van a pauperizar más la vida de las clases populares. Urge un giro de 180º y confrontar de cara este sistema capitalista.

Creemos que habrá que afrontar desde las fuerzas de izquierda alternativa, un modelo territorial confederal, con soberanías compartidas, donde nos reivindiquemos como una república confederada. La historia de lucha de nuestro pueblo ha puesto blanco sobre negro que la soberanía de los pueblos se va a enfrentar con el modelo instaurado en 1978 y que solo la lucha común y solidaria de los pueblos del Estado Español será capaz de romper el modelo nacional-centralista.

Euskal Herria no es un oasis; les decimos a todas las fuerzas de izquierda de Euskal Herria (partidos, sindicatos, activistas…) que Euskal Herria no es una isla. La lucha por unas condiciones dignas de vida, de unos derechos laborales justos, de un reparto justo de la riqueza que fortalezca todo el sistema público de salud sin olvidarnos de la educación, RGI y servicios y prestaciones públicos, también se juegan en el ámbito territorial español. Sólo tenemos que observar la tramitación parlamentaria de la Reforma Laboral.

En Euskal Herria como en el resto de los lugares, se enfrentan todos los días dos proyectos de construcción nacional, el de los que defienden “sus “intereses económicos y el que quiere construir una Euskal Herria para las de abajo. Tenemos que buscar la forma de afianzar nuestra soberanía nacional a la vez que tejemos alianzas de clase, de lucha, de confraternidad con los demás territorios de Estado español.

Ante la ofensiva recentralizadora desde Antikapitalistak apostamos por hacer de esta fecha un día para hacer política contra esta involución y poner sobre la mesa una salida basada en la soberanía popular para poder decidirlo todo. Una soberanía que se construya desde la pluralidad de todas las personas y fuerzas que creamos en el derecho a decidir y queramos ejercerla, desde la unión de las luchas que tengan en la democracia su nexo común. Una autodeterminación que no se circunscriba solo a lo territorial, sino que plantee el debate a nivel popular y avance en el modelo social y económico. Una autodeterminación desde y para las de abajo.

Aprovechamos esta fecha señalada para solidarizarnos con el pueblo ucraniano que está sufriendo una guerra indecente mientras los imperialismos y el gran capital pretenden repartirse sus riquezas, así como con el pueblo ruso que sufre una involución autoritaria y represiva de manos de un régimen autocrático como el de Putin. Igual que para nuestro pueblo, exigimos el derecho a la autodeterminación de los pueblos de Ucrania y la Federación Rusa.

POR LA SOBERANIA NACIONAL

POR UNA CONFEDERACION DE REPUBLICAS

POR LAS REPUBLICA VASCA

Contra el imperialismo ruso

DECLARACIÓN CONJUNTA IZQUIERDA RUSA Y UCRANIANA
 
Si bien la izquierda ha condenado mayoritariamente la invasión rusa en Ucrania, a día de hoy no existe una posición unitaria. Quisiéramos dirigirnos a quienes, desde la izquierda, se aferran a la posición relativista que concibe la guerra como un conflicto ínter-imperialista.
Ya va siendo hora de que la izquierda despierte y emprenda un análisis concreto de la situación concreta en lugar de reproducir los marcos de análisis obsoletos de la Guerra Fría. Pasar por alto el imperialismo ruso es un grave error. Es Putin, no la OTAN, quien está librando una guerra contra Ucrania. Por eso es fundamental redirigir la atención del imperialismo occidental hacia el imperialismo agresivo de Putin, que cuenta con una base política e ideológica además de económica.
El imperialismo ruso consta de dos elementos. En primer lugar, el nacionalismo ruso revisionista. Después de 2012, Putin y su establishment pasaron de un concepto cívico de la nación (como rossiysky: relacionado con Rusia) a un concepto exclusivo de identidad rusa basado en la etnia (como russkiy: étnica/culturalmente ruso). Las agresiones de 2014 y de 2022 se justifican con el pretexto de recuperar tierras originalmente rusas. Además, este concepto de identidad rusa (étnica) resucita el concepto imperial de la nación rusa del siglo XIX, que reduce las identidades ucraniana y bielorrusa a identidades regionales. Según esta perspectiva, lxs rusxs, lxs bielorrusxs y lxs ucranianxs son un solo pueblo. El uso de este concepto en la retórica oficial implica la negación de un Estado ucraniano independiente. Por eso no podemos tener la certeza de que Putin solo quiera el reconocimiento de la soberanía rusa sobre Crimea y el Donbás. Putin puede desear anexar o someter toda Ucrania, tal y como amenaza en su artículo «Sobre la unidad histórica de rusos y ucranianos» y en su discurso del 21 de febrero de 2022. Finalmente, la perspectiva de las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia se anuncia bastante sombría, ya que el equipo de negociación de Rusia está presidido por el exministro de Cultura Vladimir Medinsky, uno de los más fieles creyentes de la ideología del russkiy mir (el mundo étnico ruso), un mundo en el que os podemos asegurar que nadie será feliz.
En segundo lugar, aunque es difícil de explicar racionalmente la agresión de Putin, los acontecimientos actuales han demostrado que no es en absoluto descabellado tomar la retórica imperialista rusa al pie de la letra. El imperialismo ruso se alimenta del deseo de cambiar el llamado orden mundial. Por tanto, la demanda de Putin de que la OTAN se retire de Europa del Este puede sugerir que Rusia no se detendrá en Ucrania, y  que Polonia, Letonia, Lituania o Estonia podrían ser sus próximos objetivos. Es muy ingenuo exigir la desmilitarización de Europa del Este, porque a la luz de las circunstancias actuales, ello alentará a Putin y hará que los países de Europa del Este sean vulnerables a su agresión. El discurso sobre la expansión de la OTAN oculta el deseo de Putin de dividir las esferas de influencia en Europa entre Estados Unidos y Rusia. Para un país, pertenecer a la esfera de influencia rusa implica su subordinación política a Rusia y su sometimiento a la expansión del capital ruso. Los casos de Georgia y Ucrania demuestran que Putin está dispuesto a usar la fuerza para influir en los asuntos políticos de los países que sospecha quieren abandonar la esfera de influencia rusa. Es importante comprender que para Putin solo Estados Unidos y China son actores determinantes del orden mundial.  No reconoce la soberanía de otros países, que considera satélites de uno de estos dos agentes del orden internacional.
Putin y su establishment son muy cínicos, utilizan el bombardeo de Yugoslavia por parte de la OTAN, la intervención estadounidense en Afganistán y la invasión de Irak como justificación para el bombardeo de Ucrania. En este contexto, la izquierda debe ser consecuente y oponerse a todas las agresiones imperialistas del mundo. Hoy el agresor imperialista es Rusia, no la OTAN, y, si no se la detiene en Ucrania, Rusia continuará sin duda con su agresión.
Además, no debemos hacernos ninguna ilusión sobre el régimen de Putin que, en tanto que capitalismo oligárquico y autoritario, no ofrece ninguna alternativa al capitalismo occidental. Las desigualdades en Rusia han aumentado significativamente durante los 20 años de su mandato. Putin no es solo enemigo de la clase trabajadora, sino también de todas las formas de democracia. La participación política y asociativa es una actividad sospechosa en Rusia. Putin es esencialmente anticomunista y enemigo de todo aquello por lo que luchó la izquierda en el siglo XX y por lo que lucha en el XXI. Según su visión del mundo, lxs fuertes tienen derecho a cargar contra lxs débiles, lxs ricxs tienen derecho a explotar a lxs pobres y los poderosos tienen derecho a tomar decisiones en nombre de lxs desposeidxs. Esta visión del mundo debe llevarse un golpe duro en Ucrania. Para que se pueda producir un cambio político en Rusia, es necesario derrotar al ejército ruso en Ucrania.
Queremos abordar una demanda muy controvertida, la de la ayuda militar a Ucrania. Entendemos las repercusiones de la militarización para el movimiento de la izquierda progresista en todo el mundo y su resistencia a la expansión de la OTAN o la intervención occidental. Sin embargo, es necesario contextualizar para hacerse una idea más completa de la situación. En primer lugar, los países de la OTAN han proporcionado armas a Rusia a pesar del embargo de 2014 (Francia, Alemania, Italia, Austria, Bulgaria, la República Checa, Croacia, Eslovaquia y España). Por lo tanto, la discusión sobre si las armas que se envían a la región terminan en las manos correctas o equivocadas llega un poco tarde: ya están en malas manos, y los países de la UE solo estarían corrigiendo sus errores anteriores enviando armas a Ucrania. Además, las garantías de seguridad alternativas que ha propuesto el gobierno ucraniano requieren la participación de varios países, y probablemente solo se puedan lograr con ella. En segundo lugar, como han enfatizado numerosos artículos, el regimiento Azov es un problema. Sin embargo, a diferencia de 2014, la extrema derecha no está desempeñando un papel destacado en la guerra actual, que se ha convertido en una guerra popular, y nuestrxs camaradas de la izquierda antiautoritaria de Ucrania, Rusia y Bielorrusia están luchando juntxs contra el imperialismo. Como ha quedado claro en los últimos días, Rusia está tratando de compensar su fracaso en tierra con ataques aéreos. La defensa aérea no le dará ningún poder adicional a Azov, pero ayudará a Ucrania a mantener el control de su territorio y a reducir las muertes de civiles, incluso si las negociaciones fracasan.
En nuestra opinión, la izquierda debería exigir:

  • La retirada inmediata de todas las fuerzas armadas rusas de Ucrania.
  • Nuevas sanciones dirigidas personalmente a Putin y a sus multimillonarios. (Es importante entender que Putin y su establishment se preocupan únicamente de sus propias riquezas; el estado de la economía rusa en general les es indiferente. La izquierda también puede usar esta demanda para evidenciar la hipocresía de quienes han patrocinado el régimen y el ejército de Putin e incluso ahora siguen vendiendo armas a Rusia)
  • La sanción al petróleo y al gas ruso.
  • Un mayor apoyo militar a Ucrania, en particular la provisión de sistemas de defensa aérea
  • La introducción de fuerzas de paz de la ONU de países no miembros de la OTAN para proteger a las civiles, incluidas la protección de los corredores verdes y la protección de las plantas de energía nuclear (el veto de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU se puede sortear en la Asamblea General)

La izquierda también debería apoyar a lxs camaradas ucranianas que están resistiendo dándoles visibilidad, dándoles la palabra y apoyándolxs financieramente. Reconocemos que son los millones de trabajadorxs esenciales y voluntarixs de ayuda humanitaria ucranianxs lxs que hacen posible que la resistencia continúe.
Otras demandas (apoyo para todxs lxs refugiadxs en Europa independientemente de su ciudadanía, la cancelación de la deuda externa de Ucrania, sanciones contra los oligarcas rusos, etc.) son ampliamente aceptadas por la izquierda, por lo que no es necesario tratarlas aquí.
La invasión rusa de Ucrania sienta un terrible precedente para la resolución de conflictos que implican un riesgo de guerra nuclear. Por lo tanto, desde la izquierda debemos forjar una visión propia de las relaciones internacionales y de la arquitectura de la seguridad internacional que podría incluir el desarme nuclear multilateral (vinculante para todas las potencias nucleares) y la institucionalización de respuestas económicas internacionales a cualquier agresión imperialista en el mundo. La derrota militar de Rusia debe ser el primer paso hacia la democratización del orden mundial y la formación de un sistema de seguridad internacional, y la izquierda internacional debe contribuir a esta causa.
7/04/2022
El Movimiento Socialista Ruso  es una organización política cuya visión del socialismo democrático se basa en la propiedad comunitaria, la libertad política y la autodeterminación. Creen que solo un movimiento de masas (de socialistas, sindicatos, feministas, antifascistas y ecologistas) armado con solidaridad de clase e igualitarismo puede acabar con el dominio del capital en Rusia.
Sotsialnyi Rukh (Movimiento Social en ucraniano) es una organización de izquierda socialista democrática ucraniana que lucha contra el capitalismo y la xenofobia. Sotsialnyi Rukh une a activistas sociales y sindicatos en la lucha por construir un mundo mejor libre de la dictadura del capital, de patriarcado y de discriminaciones.
https://lefteast.org/against-russian-imperialism/
Traducción: Elisa Moros
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Orain, inoiz baino gehiago, ERREPUBLIKAK!

Apirilaren 14an, urtero bezala, Bigarren Errepublika aldarrikatzeko 91. urteurrena gogoratuko dugu. Udal hauteskundeetan eta probintziako hiriburu nagusietan Errepublikako hautagaiek garaipena lortu ondoren, jendea kalera atera zen monarkiari amaiera emanez.

Horrela, iragan beltz bati amaiera eman zizaion, non erregeak Eliza eta Armadaren laguntzarekin bere burua betikotua zuen, eta askatasunak eta konkistak handitzeko esperientzia hasi zen, langileen mugimenduaren antolaketari eta borrokari esker: hezkuntza eta kultura tresna emantzipatzaile gisa, sufragio unibertsala, dibortziorako eta abortatzeko eskubidea, eliza-estatu bereizketa, lan eskubideak aitortzea eta aberastasuna Nekazaritzako Erreformaren bidez hobeto banatzeko saiakerak izan ziren . Hala ere, aurrerapen horiek Eliza, etsaiaren armadaren zati bat, industria handiak, lurjabeak eta eskuin muturreko alderdiak 1936ko estatu kolpea ekarri zuten, eta horrek ere bertan behera utzi zituen autonomia estatutu ezberdinen garapena.

Historiak iraganeko akatsak irakasten dizkigu eta oraina ulertzeko aukera ematen digu. Eta pandemia eta heriotza garai hauetan, milaka gorpuren gainean eraikitako demokraziaren ahultasunak eta genozidioen zigorgabetasuna nabaritzen dira. Modu honetan bakarrik ulertzen da Errege Emerituaren inpunitate onartezina, urteetan bere «erregealdi eredugarrian» iruzurraren bitartez aberastu dena, bere erregealdian euren aberastasuna handitu duten elite ekonomikoak gure adimena iraintzera mugatzen diren bitartean, langile klaseentzako espoliazioa izan den erregealdi ustela defendatuz.

Milaka errepresaliatu eta euren hildakoak lurperatu ezin izan zutenentzat behin eta berriro Justizia, Egia eta Erreparazioa eskatzen jarraituko dugu.

Hala ere, eskain diezaiokegun omenaldirik onena, askatasuna, berdintasuna eta justizia sozialaren alde borrokatzen jarraitzea da. Errepublika, Res Publica, hitzaren zentzurik zabalenena aldarrikatzen dugu, erregearen aurrean guztioi dagokiguna, Estatu eta Armadako burua diktadorearen oinordeko zuzena izateaz gain, boterea banatzeko forma zentralizatua eta antidemokratikoa adierazten duena, elite ekonomikoen alde.

Guk, bestalde, herriarengandik eraikitako Errepublika nahi dugu. Euskal Errepublika aske eta konfederatua Estatuko gainerako Herriekin. Lehendabizi gutxi batzuk baino ez ordezkatzen dituzten egungo instituzio guztiak eraistea eta herritarrak etorkizun hobea eta bidezkoagoa eraikitzen hastea. Justizia soziala bandera gisa, feminismoa pankarta gisa eta bizitza eta zaintza eskubidea erdigunean jartzea, finantza diktadurari amaiera eman. Errepublika langile klasearen kateak apurtzeko, Eskola Publiko eta Laiko baten bermea izateko. Osasun publiko eta unibertsala derrigorrezko errealitate bihurtzen duen Errepublika. Banku guztiak eta pribatizatutako zerbitzu estrategiko eta funtsezko enpresak nazionalizatzen dituen eta klase popularren zerbitzura jartzen dituen Errepublika. Egungo Estatuko nazio bakoitzak bere etorkizuna erabakitzeko eskubidea libreki baliatzea eta ondorengo harremana penintsulako gainerako herriekin, langile errepublika sozialista konfederalaren alde.

Ahora, más que nunca, ¡REPÚBLICAS!

El 14 de abril, como cada año, recordamos el 91 aniversario de la proclamación de la II República. Tras el triunfo en las elecciones municipales de las candidaturas republicanas en las principales capitales de provincia, el pueblo salió a las calles precipitando el fin de la monarquía.

Se ponía así fin a un pasado caciquil en el que el rey se perpetuaba con el apoyo de la Iglesia y el Ejercito, y comenzaba una experiencia de aumento de libertades y conquistas, gracias a la organización y las luchas del movimiento obrero: la educación y la cultura como herramientas emancipadoras, el sufragio universal, el derecho al divorcio y al aborto, la separación de Iglesia-Estado, el reconocimiento de derechos laborales y los intentos de una mejor distribución de la riqueza a través de la Reforma Agraria fueron ejemplos de ello. Sin embargo, tales avances contaron con la conspiración constante de la Iglesia, una parte del ejercito, grandes industriales, los terratenientes y los partidos de ultra derecha que terminarían dando el golpe de estado de 1936, con el que también se abortaría el desarrollo de los distintos Estatutos de Autonomía.

La Historia nos enseña los errores del pasado y nos permite entender el presente. Y en estos tiempos de pandemia y muerte es cuando más se evidencian las debilidades de una democracia construida sobre miles de cadáveres y la impunidad de los genocidas. Sólo así se entiende la impunidad indecente del Rey Emérito, quien se ha enriquecido fraudulentamente en el periodo de su “reinado ejemplar”, mientras toda esa élite económica que ha aumentado su riqueza bajo su reinado se limita a insultar nuestra inteligencia defendiendo un reinado que ha sido un expolio a las clases trabajadoras del país.

Para todos aquellos represaliados y sus familiares que nunca pudieron enterrar a sus muertos seguimos reivindicando justicia, verdad y reparación.

Sin embargo, el mejor homenaje que podemos hacerles es seguir defendiendo los valores por los que ellos lucharon de libertad, igualdad y justicia social. Una Res Pública en el sentido más amplio de la palabra, lo que nos pertenece a todas frente a un rey, Jefe del Estado y del Ejercito, que además de ser sucesor directo del dictador, representa una forma de distribución del poder centralizada y antidemocrática, en favor de las élites económicas.

Nosotras, en cambio, queremos una República construida desde abajo, desde el pueblo. Una República Vasca libre y confederada con el resto de las Repúblicas de los pueblos del Estado. Que primero derribe todas y cada una de las actuales instituciones que no representan más que a unos pocos, y que la ciudadanía se ponga a construir otras nuevas que adivinen un futuro mejor y más justo. Repúblicas que tenga la justicia social como bandera, el feminismo como estandarte y que poniendo el derecho a la vida y a los cuidados en el centro, sea el fin de la dictadura financiera. República que rompan los grilletes a las clases trabajadoras, que sea garante de una Escuela Pública y Laica. Una República que haga de la sanidad gratuita y universal una realidad obligatoria. Una República que nacionalice la banca y todas las empresas privatizadas, estratégicas y de servicios esenciales y las ponga al servicio de las clases populares. Que cada nación del actual Estado ejerza libremente el derecho a decidir su futuro y su posterior relación con el resto de los pueblos libres de la península en pro de una República confederal socialista de trabajadores y trabajadoras.