25 de noviembre de 2.024

Nos encontramos de nuevo ante otro 25N, día internacional contra las violencias machistas. Hoy no es sólo un día de conmemoración, es un día de lucha, un día en que se visibilizan todas las resistencias ante las violencias machistas. Es un día para recordar que, como venimos denunciando desde hace años, además de las violencias directas existen violencias estructurales que condicionan nuestras vidas. Las violencias machistas no se pueden reducir sólo a los asesinatos, ni a las violencias dentro de las relaciones de pareja. También debe ser un día para reivindicar que somos mujeres organizadas que seguiremos defendiendo el derecho de todas y cada una de nosotras a caminar libres y fuera del yugo patriarcal que nos oprime.

Este 25N volveremos a escuchar desde las instituciones públicas y líderes políticos su rechazo a la violencia machista, además de dejarnos clara su voluntad de asumir compromisos para erradicar este tipo de violencia. A la vista de este aumento y la falta de respuesta social e institucional a éstas, es evidente que los medios institucionales para frenar el crecimiento del machismo son claramente insuficientes. Las violencias machistas forman parte del patriarcado y se potencian cuando la variable género se entrecruza con otras.

Denunciamos por lo tanto las prácticas de discriminación y violencia institucional generadas por actuaciones u omisiones machistas, LGBTI+fóbicas, racistas, xenófobas y clasistas. Observamos con estupor el aumento de las violencias machistas contra colectivos que no cumplen con la norma heteropatriarcal blanca, donde la extrema derecha en sus diferentes formas ha puesto su punto de mira.

Este año no podemos ignorar la masacre en Palestina, donde miles de personas están siendo asesinadas y las mujeres, una vez más, se ven obligadas a poner su cuerpo y su vida en la primera línea, protegiendo a sus hijos y resistiendo en un contexto de violencia y opresión. Es imprescindible visibilizar el impacto desproporcionado que esta guerra tiene sobre ellas, quienes enfrentan no solo la pérdida y el dolor, sino también la carga de sostener la vida y la comunidad en medio del caos.

Las palestinas están demostrando, una vez más, su resistencia. A pesar de que a menudo se las quiere encasillar en la imagen de víctimas pasivas, la fuerza que han demostrado estos meses rompe esta imagen falsa. Desde que empezó el genocidio las hemos visto organizando la ayuda humanitaria y los refugios, como personal médico en los hospitales y arriesgando sus vidas para ejercer el periodismo e informar desde primera línea. Como feministas internacionalistas defendemos el derecho a la resistencia y autodefensa de las mujeres palestinas. Ellas siempre han formado parte de la resistencia al colonialismo israelí.

¡Por una sociedad feminista, anticapitalista y antirracista!

¡VIVA LA LUCHA FEMINISTA!

COMUNICADO ANTIKAPITALISTAK

Ante las elecciones autonómicas del próximo 21 de abril

 

Tal y como llevamos analizando los últimos años, la CAV continúa sumergida en un lento pero consolidado proceso de reconversión económica. Tras el acelerón del efecto rebote de re-instauración de la “nueva normalidad”, el modelo económico vuelve a las inercias pre-covid: tendencia al estancamiento general, pérdida de peso en el PIB estatal y caída progresiva de la industria frente a una lenta pero imparable tercerización del tejido económico. La pérdida continuada de empleos, deslocalizaciones, externalización de cada vez más procesos, etc… son una tendencia continua que va consolidándose en la joya de la corona que supone el sector industrial en el “oasis vasco” y que tendrá fuertes repercusiones políticas a las que habremos de prepararnos. Esta tercerización económica está llegando de la mano de la “tercerización” de las condiciones laborales (siendo la comunidad autónoma con más empleo temporal), que a su vez coincide en el tiempo con la mayor inflación (un 3’5 interanual en enero) en décadas conformando un cóctel que acelerará la proletarización de una amplia capa de las clases trabajadoras vascas. Una proletarización que empezó por los sectores más precarizados (jóvenes, migrantes y mujeres) pero que ya se está extendiendo: una de cada cinco familias no puede permitirse vacaciones o hacer frente a gastos imprevistos. La vivienda sigue siendo uno de los vectores que mayor precariedad genera con un aumento imparable de los precios de compra (4%) y aún mayor de alquileres (10%).

 

Es en este contexto económico, que el saliente lehendakari Urkullu convoca elecciones autonómicas para el próximo 21 de abril, tras 12 años en Ajuriaenea, la más longeva tras Ardanza. Pese a haber gozado de gran estabilidad e ir consolidando mayorías en el parlamento vasco durante las anteriores legislaturas, el PNV ha sufrido un gran desgaste en el transcurso de esta última ante una Izquierda Abertzale en ascenso gradual elección tras elección y que amenaza por primera vez la disputa por ser el partido más votado en las autonómicas. La reacción del burubatzar ha sido relevar a Urkullu por un desconocido Imanol Pradales, e incluso se habla de un relevo en la dirección del partido en el próximo congreso sustituyendo también a Ortuzar tras 12 años. Todo apunta a que el BBB (Bizkaiko Buru Batzar) seguirá controlando la dirección del partido.

 

 

 

El legado de Urkullu es ambivalente, pues pese a haber aguantado el ciclo 15M con cierta estabilidad y sin grandes grietas en el terreno institucional, es en el cierre de ciclo donde se le abren las costuras. El recorte generalizado del sector público y las huelgas respectivas en el mismo, especialmente el desmantelamiento de Osakidetza, la huelga general de 2020, las movilizaciones feministas, la creciente oposición a megaproyectos renovables, etc… junto al encarecimiento y empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría de la sociedad, sin obviar que gran parte de estos procesos y descontentos están siendo rentabilizados por su oposición nacionalista, han establecido un escenario que pasa factura a la ductilidad histórica del PNV. Es posible que los márgenes con los que contó tras la crisis del 2008 para contener un estallido social (ayudas a vivienda, RGI) no sea a día de hoy una posibilidad ante un nuevo estadio europeo de contención del gasto público y el regreso a la austeridad. 

 

En cuanto al balance del último gobierno autonómico del PNV-PSE, hay varias cosas que deberíamos señalar para hacernos una idea de por un lado, cómo toman forma las políticas del “partido del orden neoliberal” en la comunidad autónoma (no como partido monolítico, sino dinámico y contradictorio), y por el otro para prestar atención y poder anticipar cuáles serán los escenarios de lucha del medio plazo para poder intervenir y trabajar por la construcción de un bloque contrahegemónico.

 

Sin lugar a dudas, una de las grandes herencias es el desmantelamiento general del sector público vasco (con esclarecedoras excepciones como la Ertzaintza). La creciente temporalidad y la caída de los salarios respecto a la inflación son lugar común en el sector pero los recortes están afectando más en Educación Reglada y Osakidetza. En Educación ha habido un incremento de las movilizaciones ante los recortes continuados durante años del sistema público y la nueva Ley de Educación autonómica (que Elkarrekin Podemos y EHBildu estuvieron a punto de apoyar) que mantiene y refuerza un sistema de matriculación xenófoba y clasista a la vez que sostiene uno de los modelos más privatizados. En la UPV también está habiendo convocatorias de huelga contra los recortes.

 

La situación de Osakidetza es una de las grandes cuestiones debido a un empeoramiento que pese a haber sido progresivo y continuado durante años, ha dado un salto cualitativo tras la pandemia y también porque no sólo afecta a los sectores más precarios, sino a grandes capas de las “clases medias”. La estrategia de desinvertir para conducir a las más pudientes a la privada y dejar una pública de subsistencia para las más empobrecidas lo vemos en la lógica de privatización, comercialización, mercantilización y enchufismo que rige la gestión de la sanidad pública vasca. Esta tendencia ha llegado al punto donde la resistencia y la organización en torno al conflicto se está generalizando en muchas partes, no ya sólo de sus trabajadores, sino de la población. El conflicto lleva muchos años gestándose y muchos meses en metástasis, extendiéndose a atención primaria, enfermería, médicos especialistas, etc… e incluso por fin los sindicatos se han puesto de acuerdo para volver a convocar elecciones sindicales tras 10 años sin hacerlas. Asambleas de trabajadoras y usuarias se han ido formando en varios territorios y se han convocado varias huelgas los últimos meses. Pese a que la concurrencia a movilizaciones y huelgas ha sido irregular y en este momento se ha reducido la afluencia, este conflicto será probablemente uno de los conflictos del periodo en Euskadi.

 

Este recorte de los servicios públicos ha ido de la mano de una política progresiva de recortes sociales plasmada en la reforma de la Ley de Sistema Vasco de de Garantía de Ingresos y para la Inclusión (RGI) que fue aprobada por PNV, PSE, EP y abstención de EHBildu. Esta reforma obliga a declarar un domicilio oficial por lo que de facto expulsará a muchas personas, sobre todo población migrante racializada, del derecho a recibirla. Por otra parte la nueva ayuda de Prestación Económica de Vivienda sustituirá a la PCV actual exigiendo la inscripción de 3 años en Etxebide dejando a miles de personas, la mayoría migrantes racializades también, sin acceso a ella.

 

Todo este “palo” social ha venido con la contraparte de la “zanahoria” para el sector empresarial y en especial para el “capital verde”. El Plan Territorial Sectorial de las Energías Renovables aterriza la transición ecológica neoliberal en una miríada de zonas de los tres territorios en megaproyectos eólicos y fotovoltaicos regados de millones de ayudas públicas soportados por fondos europeos, concesiones y licitaciones a grandes empresas. La reciente Ley de Transición Energética, aprobada por PNV-PSE-EHBildu, sirve de telón de fondo para el correlato político matizando algunos flecos pero legitimando en la práctica el modelo de crecimiento y la lógica de acumulación. Ante estas implantaciones están surgiendo una serie de protestas locales que se están centralizando y articulando movimientos a los que deberemos prestar atención y caracterizar debidamente.

 

Como lazo final de legislatura, es necesario mencionar un notorio incremento en los niveles de represión y el uso de mayores niveles de violencia por parte de la Ertzaintza que se corresponde con las tendencias globales del giro autoritario de los estados y la fascistización de los cuerpos de seguridad en el Norte Global. En las últimas semanas estamos asistiendo a actos deliberados (más aún) de violencia contra sectores populares (Tolosa, Anoeta, San Mamés…) o detenciones y multas (okupa de Martutene, greba feminista, Etxebizitza Sindikatua…). La progresiva pérdida de control del PNV en la Ertzaintza a manos de sectores de ultraderecha puede marcar cierta autonomía de los aparatos del estado.

 

Es quizá necesario señalar que el PNV sigue siendo una pata fundamental en la estabilidad del gobierno de coalición estatal, y que pese a que ensaya de vez en cuando cierta autonomía para con el PSOE y amaga una relación más cercana al PP, es difícil vislumbrar que apoye un gobierno alternativo ante la derechización extrema de los populares. Dicho esto, ante un cambio en la relación de fuerzas en el Congreso estatal, no podemos despreciar la capacidad histórica de los jeltzales para poder conciliar sus intereses con cualquier interlocutor estatal (descartando a Vox).

 

 

 

En cuanto al PSE, su subalternidad al liderazgo jeltzale y nula autonomía para con Sabin Etxea y Ferraz, une su destino al papel de estos y pese al ensayo de la alternativa navarra, una configuración de mayoría parlamentaria alternativa es anatema. En cuanto al PP, su irrelevancia en la política vasca es el resultado de la apuesta de tierra quemada en Euskadi para recabar votos en el resto del estado, restándole margen para desarrollar una propuesta dentro del status político vasco y atando también su destino al partido a escala estatal. Sin embargo, ante un resultado más ajustado en las próximas elecciones entre bloques y si se confirma la tendencia a un pequeño incremento en las encuestas, podría resultar en que sus votos fueran claves en el próximo parlamento vasco. Lo más probable es que el escaño de Vox quedase amortizado y desapareciese.

 

En cuanto a EHBildu, no podemos más que confirmar su integración dentro del partido del orden neoliberal. Su avance institucional, giro agigantado hacia el centro, concesiones estratégicas y moderación del discurso, pacificación social progresiva de las organizaciones y bases de la Izquierda Abertzale, etc… son partes de la dialéctica de un proceso de transformismo fruto de la derrota del Movimiento de Liberación Nacional Vasco y el cierre de ciclo en restauración del régimen del 78. Hasta ahora nunca había sido posible que la Izquierda Abertzale derrotara al PNV en unas autonómicas, pero la contraparte de victoria política y estratégica del modelo burgués que encarnan los jeltzales sobre el histórico movimiento es ya un hecho. En el escenario estatal es uno de los socios más estables de Sánchez, apoyando recortes, presupuestos militaristas, fondos europeos… a nivel de Euskadi sirva como indicativo la invitación del candidato Otxandiano al PNV para gobernar conjuntamente y la respuesta de Ortuzar recordándole que defienden proyectos distintos. La Ley de Transición Energética, que están apoyando con más fervor que el propio gobierno autonómico y que incluso les ha llevado a atacar a la oposición social del movimiento ecologista, o las distintas formas de censura y el uso de herramientas de poder institucional burgués con las que cuentan para intimidar al Mugimendu Sozialista nos dan la medida de hasta qué punto sus direcciones se han desgajado de cualquier perspectiva de ruptura. Dentro de la ingente cantidad de organizaciones locales, plataformas, asociaciones, estudiantiles, etc… miles de trabajadoras se siguen organizando dentro de la Izquierda Abertzale y hay sectores a los que tenemos que apelar. Pero hay que ser conscientes que sus direcciones no es que no trabajen por la ruptura, si no que buscan activamente sofocarla y hay que señalarlo. Teniendo esto en cuenta y pese a ello, para amplias capas de la clase trabajadora vasca, EHBildu representa una oportunidad para acabar con el histórico dominio del PNV y por lo tanto la posibilidad de un cambio real, no podemos menospreciar el efecto del hito que supondría superar al PNV. Al mismo tiempo, somos conscientes de que EHBildu busca sustituir al PNV en la gestión del capitalismo vasco, una gestión de la miseria neoliberal progresista y amable.

 

De Elkarrekin Podemos y la nueva fase de su descomposición en Euskadi llamado Sumar no queda mucho que decir, pues las tensiones entre los sectores dentro se limitan (aún más que a nivel estatal) al reparto de sillas, liberaciones y dinero. El probable no-acuerdo hará que Podemos desaparezca como en Galiza (a nivel social desaparecieron hace años), Ezker Anitza sobrevivirá con cada vez menos migajas y Sumar podría conseguir sustituir el papel que la anterior tenía antes del ciclo institucional del 15M, pero con una subalternización aún más profunda que aquella (que ya es decir).

 

 

 

Ante este escenario, donde el triunfalismo contribuye a una constante pérdida de aspiraciones y capacidades de lucha, posiblemente asistamos a la paradoja de observar los mejores resultados electorales de EH Bildu y las menores aspiraciones transformadoras de las últimas décadas. En el fondo, el conjunto de las organizaciones políticas progresistas que se presentan el 21 de abril a la convocatoria electoral comparten la vocación de impulsar una oleada modernizadora de la burguesía vasca, verde y supuestamente democrática, para encarar así en las mejores condiciones posibles (según ellas) para un siglo XXI marcado por la inestabilidad y la vuelta de las confrontaciones inter-imperialistas.

 

La situación exige una estrategia que parta de la realidad concreta, del nivel real que toma la lucha de clases en nuestro tiempo y el nivel de conciencia que esta configura. Necesitamos movernos más allá de las inercias electorales y de la autorreferencialidad proclamativa, avanzar en la construcción de un plan de lucha que parta de los conflictos que hoy día ya desarrollan las trabajadoras y los trabajadores, a partir de las cuales armar un programa concreto de transición ecosocialista para Hego Euskal Herria. Un plan de lucha que requiere mucho más que una red de liberados profesionales o cargos institucionales, por numerosos que estos sean.

 

El proceso de transformación ya está presente en las huelgas de las trabajadoras de  Osakidetza, la huelga del movimiento feminista, el plan de recuperación ecosocial de los trabajadores de la fábrica de Mecaner y la incipiencia de conflictos contra el modelo neoliberal de transición energética, la organización del boicot y la protesta contra el sionismo genocida y sus cómplices, la vuelta a la reflexión y la organización comunista de sectores jóvenes…

 

No podemos permitir que ningún voto caiga en la derecha, de la cual no tenemos dudas sobre su vocación depredadora sobre nuestras vidas y el conjunto del planeta. Dicho esto, de ninguna manera podemos blanquear las políticas de renuncias que durante los últimos años la izquierda institucional ha desarrollado en Hego Euskal Herria y en el Congreso del Estado Español, avalando por acción u omisión las políticas de gestión amable de la barbarie capitalista e imperialista.

 

Desde Antikapitalistak buscamos contribuir a la configuración de una organización militante que anime movilizaciones masivas, amplias y plurales con la mirada puesta en un horizonte ecosocialista, transfeminista e internacionalista donde las trabajadoras y trabajadores planifiquemos democráticamente la economía y el conjunto de tareas reproductivas y productivas. Abordar colectivamente las consecuencias del cambio climático, la ofensiva reaccionaria que impulsa la extrema derecha y el sistema capitalista que lo provoca. Queda mucho camino para hacer esto posible, es necesario algo mucho más allá que proclamarlo, implica poner en juego todos nuestros esfuerzos y experiencias.

 

Más allá del voto individual es en estas luchas que nuestra clase impulsa espontáneamente contra el proceso de privatización de derechos conquistados por la clase trabajadora como la sanidad y la educación públicas, disputando el derecho básico de la vivienda frente a su uso mercantil, los derechos de las personas migrantes, de las mujeres y las personas lgtbi… desde donde vamos a reconstruir un programa y una organización ecosocialista para nuestro propio tiempo.

 

Aberri Eguna 2024

Este Domingo, 31 de marzo, se celebrará como cada año el Aberri Eguna en las siete provincias que conforman Euskal Herria.

Desde Antikapitalistak, luchamos por ampliar los límites democráticos y afirmar el derecho a decidir el futuro del pueblo vasco.

Otra vez, las fuerzas que se dicen soberanistas volverán a ondear las ikurriñas para reivindicar únicamente la cuestión nacional, sin hacer mención a la necesidad del cambio de modelo económico y social. El PNV, del que no esperamos nada, saldrá con sus líderes, Pradales a la cabeza, a hablarnos de pueblo y de Oasis Vasco. Pero no son más que los garantes de un sistema económico que defiende los derechos de las grandes corporaciones y de la burguesía vasca, y española. Tampoco esperamos mucho de EHBildu y su lider Otxandiano, que nos dirá que cambiando el estatus territorial de Euskal Herria cambiarán las condiciones materiales de la clase trabajadora vasca, mientras a su vez renuncia a crear la condiciones para llevar a cambio dicho proceso soberanista.

A las puertas de unas elecciones en la CAV, el panorama para la izquierda anticapitalista en Euskal Herria es desoladora. Euskal Herria no es un oasis, sufrimos las consecuencias de una inflación desbocada, el aumento de los precios en la vivienda y de los productos básicos, el ataque sin miramientos a la sanidad pública con el objetivo de privatizarla.  La izquierda vasca ha asumido el papel de la “gobernabilidad responsable” y pone el foco en la gestión amable del sistema capitalista al que renuncian combatir, porque “es lo que hay”, politicas precarizadoras y neoliberales.

Desde la izquierda alternativa,apostamos por un modelo territorial confederal, donde nos reivindiquemos como una república confederada. La historia de lucha de nuestro pueblo ha puesto negro sobre blanco, que la soberanía de los pueblos se va a enfrentar con el modelo instaurado en 1978 y que solo la lucha común y solidaria de los pueblos del Estado Español será capaz de romper el modelo nacional-centralista.

 

Soberanía popular para poder decidirlo todo. Una soberanía que se construya desde la pluralidad de todas las personas y fuerzas que creamos en el derecho a decidir y queramos ejercerla, desde la unión de las luchas que tengan en la democracia su nexo común. Una autodeterminación que no se circunscriba solo a lo territorial, sino que plantee el debate a nivel popular y avance en el modelo social y económico. Una autodeterminación desde y para las de abajo.

En el día del Aberri Eguna, desde un internacionalismo solidario reivindicamos el derecho de Palestina a existir y a resistir ante la barbarie sionista. Exigimos a los partidos vascos un compromiso firme contra Israel empezando por el cese de toda relación comercial y cultural y embargo de armas. Llamamos al boicot de todas las instituciones vascas y académicas al Estado de Israel. ¡Desde el rio hasta el mar, Palestina vencerá!

POR LA SOBERANIA NACIONAL

POR UNA CONFEDERACION DE REPUBLICAS

POR LAS REPUBLICA VASCA

Ibaitik itsasora, Palestina gora, gora!!!

Datorren martxoaren 30ean Palestinako lurraren eguna oroituko dugu.

 

Duela 48 urte, 1976an, inflexio puntu bat gertatu zen lurraren defentsaren eta erresistentziren aldeko mugimenduaren antolakuntzan. Data hori mugarritzat hartu zen lurraren etengabeko lapurreta, kolonizazioa eta genozidioa salatzeko, baina ez hori bakarrik, herri palestinarrak eusteko, antolatzeko eta borrokatzeko duen gaitasuna aitortzeko eguna ere bada.

 

Palestinako Lurraren Egunak 1976ko martxoaren 30ean du jatorria. Orduan, greba orokor jardunaldi batean, bat egin zuten lehenengo aldiz 48ko eremuetako palestinarrek, Zisjordaniakoekin, Gazakoekin eta diasporakoekin batera. Ekintza haren helburua lurren anexio ilegala salatzea izan zen, izan ere, entitate sionistak palestinarren lur eta etxebizitzak desjabetzen ziharduen, juduentzako koloniak eraikitzeko. Kokaleku ilegal haiek Kafr Qasim herriari eragin zioten bereziki. Herri horretan, hain zuzen, sarraskizitala gertatu zen hogei urte lehenago. Era berean; Arraba, Sajnin eta Deir Hanna herrietan ere; erakunde sionista eragozten ari zitzaien bertako nekazariei euren lurretara sartzea. Gauzak horrela, 5000 pertsonatik gorak protesta egin zuten lapurreta haren aurka, urte hartan Galileako eremu palestinarrak ere ilegalki okupatu baitzituzten. Greba jardunaldi hartan manifestariek hainbat ekintza burutu zituzten, besteak beste, Arraba eta Deir Hannaherrietarako sarbidea moztu zieten ibilgailu militarrei. Tropak eta mugako zaindariak mugituagatik, eta polizia israeldarrak hainbat herri palestinar erasotu bazituen ere, greba erabatekoa izan zen Palestinako eremu osoan. Nolanahi ere, sionisten bortizkeriak eta jazarpenak 7 lagunen hilketa eragin zituen, berrogeita hamar inguru zauritu eta 300 manifestari atxilotu ere egin zituzten.

 

Sionismoaren helburua Palestinako eremua zatikatzea, deusestatzea eta desagertaraztea, da antolakuntza eta batasun administratibo saiakera oro ezinezkoa bihurtzeko. Hala ere, data honek gogorarazten digu herri palestinarrak gaitasuna daukala sionismoari aurre egiteko eta erresistentzia antolatzeko, Palestina asimilatzeko eta ordezkatzeko asmoen gainean. NAKBA egunak sionismoaren kolonizazioak eragindako sarraskia gogora ekartzen digun bezala, Lurraren Egunak gogorarazten digu Palestinako herriaren gaitasuna antolatzeko, eusteko eta borrokatzeko.

 

Greba orokor haren 48 urteurrenean, eta NAKBAtik 76 urtera, Palestinak badirau, eta Estatu Sionistarenkolonizazioari, okupazioari eta genozidioari eustenjarraitzen du. Krimen horiek guztiak ezinezinezkoaklirateke nazioarteko eragileen konplizitae eta sostengurikgabe. Gazako setioaren testuinguruan eta 31.000 lagunetikgora erail dituztenean, Europako herrialdeek, Espainiaktartean, armagintza salerosteko harremanak dituzte estatusionistarekin. Merkataritza harremanak zein harremanpolitikoak ere normalizatzen ari dira; eta Israelgo estatua kolonialismo, apartheid eta garbiketa etniko politikengainean sortua izatea ere ez da inolako eragozpenanazioarteko harreman horiei eusteko.

 

Nazioarteko BDZ (Boikot, Desinbertsioak eta Zigorrak) kanpiniatik, eta Palestinako gizarte zibilak eskatutakoari erantzunez, onartzen dugu Israelgo estatuarekiko normaltasun jokabideak genozidioaren konplizeak direla, eta urriaren 7tik aurrera Gazan zein Zisjordanian burutzen ari den genozidioa sostengatzen dutela. Halaber, jokabide hauek Israelgo estatuaren politika arrazista historikoen konplizeak ere badira. Gauzak horrela, boikoterako deia berretsi egiten dugu, eta eskatzen diegu inguruko erakunde politiko eta akademikoei erakunde sionistarekiko harremanak eten ditzatela. Jomugan jarri behar ditugu, bereziki, CAF trengintza konpainia, Palestinako eremu okupatuetako kolonia ilegalak egonkortzen ari delako; eta EHU, Tel Aviveko Unibertsitatearekin segurtasun arloko lankidetza hitzarmenak eta katedrak sinatu dituelako, eta modu horretan giza eskubideen urraketa normalizatzen ari delako; eta Eusko Jaurlaritza bera ere, 40 urtez merkataritza hitzarmenak sinatu dituelako Israelgo estatuarekin, eta kolonizazioa eta apartheida normalizatu dituelako. Eta, oro har, jomugan jarri behar ditugu gure hirietan gertatzen ari diren Israelgo erregimenaren kultura eta merkataritza adierazpen guztiak, Israelgo estatu hiltzaile eta genozidaren aurpegia zuritzea beste helbururik ez dutelako.

 

Ibaitik itsasora, Palestina gora, gora!!!

Transfeminista internazionalistak, antiinperialistak, ekosozialistak, antikapitalistak. Guztiok gara Palestina.

Martxoaren 8aren aurrean, Antikapitalistak-en Adierazpena:

Antikapitalistak bat egiten dugu hego globaleko feministek 8M eguna Palestinarekiko elkartasun eguna bihurtzearen deialdiarekin, eta, zehazki, Gazako emakumeekiko elkartasun eguna bihurtzearekin, gerra guztietan bezala, gatazkaren ondorioak modu espezifikoan pairatzen baitituzte, baina erresistentziaren adibide ere badira.

Gazan hildako pertsonen kopurua 30.000 pertsonatik hurbil dago, eta horietatik ehuneko handi bat emakumeak dira. Hala ere, ez dakigu ziur zenbat diren; izan ere, Osasun Ministerioak eta Nazio Batuen agentziek eraildako emakumeen datuak haurren kopuruarekin batera ematen bait dituzte, gerretan emakumeei agentzia nola kentzen zaien erakusten duen beste adibide bat.

Gazako emakumeak, Israelgo armadaren zuzeneko indarkeria jasateaz gain, zaurgarritasun handiagoko egoeran daude hainbat arrazoirengatik. Lehenik eta behin, patriarkatuak, mundu osoko emakumeei bezala, beren familien biziraupena zaintzeko ardura ematen die, eta zama hori ezinezkoa bihurtzen da gosete-testuinguru orokor baten aurrean. Gainera, haurdun dauden edo bularreko haurrak dituzten emakumeen kasuan, elikagaiak eta laguntza medikoa eskura ez izateak arriskuan jartzen ditu haien eta haien haurren bizitzak. Behartutako joan-etorrien ondorioz, emakumeek eta neskek ez dute komunetarako, hilekoaren higienerako produktuetarako edo ur garbirako sarbiderik, eta horrek arriskuan jartzen ditu haien osasuna eta intimitatea.

Hala ere, emakume palestinarrak, beste behin ere, erresistentzia erakusten ari dira. Askotan biktima pasiboen irudietan sailkatu nahi badira ere, hilabete hauetan erakutsi duten indarrak hautsi egiten du irudi faltsu hori. Genozidioa hasi zenetik, laguntza humanitarioa eta babeslekuak antolatzen ikusi ditugu, ospitaleetako mediku bezala, edota haien bizitzak arriskatuz lehen lerrotik informatzeen duten kazetariak.

Feminista internazionalista garen aldetik, emakume palestinarren erresistentziarako eta autodefentsarako eskubidea defendatzen dugu. Haiek beti izan dira kolonialismo israeldarraren aurkako erresistentziaren parte. Esan bezala, gerra indarkeria patriarkaletan sakontzeko bide bat da, nahiz eta, askotan, emakumeen edo LGTBIQA+ pertsonen segurtasunaren izenean gerra justifikatu nahi duen ustezko kontakizun feminista batez inguratuta egon.

Israelek LGTBIQA+ kolektiboaren eta emakumeen eskubideen bermatzaile gisa agertzeko erabili du pinkawashinga, mendebaldean mundu arabiar eta islamikoaren aurrean ulertzen den bezala. Estrategia horren bidez, Israelek Palestinako herriaren genozidioa justifikatu nahi du, palestinar guztiei ukatzen dien giza eskubideen defentsan ezkutatuz, edozein dela ere haien genero-identitatea eta sexu-orientazioa. Sexu-eskubide eta -askatasunen aldeko borroka instrumentalizatzen du, islamofobiaz baliatuz, terrorismo islamiarraren mehatxua astinduz, eta gorroto-, arrazakeria- eta xenofobia-diskurtsoak elikatuz.

Gure internazionalismoa transfeminista, antikoloniala eta arrazismoaren aurkakoa da. Feministak eta munduko queerrak ere Palestina gara: Palestinarekin elkartasun-mugimenduak eraikiz, eskuin muturra geldiarazten dugu, gure nahiak, gure identitateak eta gure gorputzak ukatzen dituzten diskurtso eta praktika arrazista eta misogino horiei aurre egiten diegu.

 Anti-inperialistak gara eta horregatik antimilitarismoaren alde egiten dugu, ez emakumeak funtsean bakezaleak garela pentsatzen dugulako, baizik eta uste dugulako armadek eta gerrek eredu kapitalista, patriarkala, ekozida eta koloniala indartzen dutela. Zibilak zigorgabetasun osoz hiltzen dituzten bitartean, enpresa eta banku handiak daude armen eta ekipamendu militarraren salmentarekin negozioa egiten. Gainera, Palestinan ikusten ari garen moduan, gerra diziplina kolonialeko mekanismo gisa erabiltzen da, ez soilik Gazako zerrendan, baita Zisjordania osoan ere, non gerraren testuinguruak kolonoek palestinarren aurka egindako krimenen zigorgabetasuna eragin duen.

Antimilitaristak gara eta tradizio feminista luze batean kokatzen gara, antimilitarismoa eta nazioarteko elkartasuna uztartzen jakin duena, baita herrien autodeterminazioaren defentsa eta autodefentsarako duten eskubide legitimoa ere. Hainbat testuingurutatik feminismo antimilitarista eraiki duten emakume-kolektibo askoren borroketan aitortzen dugu geure burua. Hari historiko hori 80ko hamarkadan indartu zen, Erresuma Batuko Greenham Common kanpamentu feministaren ereduzko borrokan. Izan ere, ehunka feminista bildu ziren ia 20 urtez, NATOri arbuioa adierazteko eta misil nuklearren instalazioa blokeatzeko.

Gure antimilitarismoa ere ekosozialista da, industria militarra industria ekozida bat delako, planeta berotu eta lurralde osoak suntsitzearen erantzulea. Baina, era berean, gure baliabideak eta bizitzak arpilatzean, ustiatzean eta bortxatzean oinarritutako ereduaren aurrean, bizitzaren defentsa erdigunean jartzen dugulako. Aurrekontu militarren aurka, zerbitzu publikoak defendatzen ditugu.

Gaur, guztiok gara Palestina. Gerraren logikak desobeditzera eta munduko estaturik militarizatuenetako bat eraikitzen lagundu duen okupazioa salatzera deitzen dugu. Israelgo gune militarra ez da soilik arriskutsua Palestinarentzat; aitzitik, armamentu-esportazioekin, zaintza-sistemekin eta segurtasun-prestakuntzekin, arrisku bihurtu da munduko herri guztientzat. Herri palestinarraren aurkako armak dira, “borrokan frogatuak”, manifestazioetan gu zapaltzeko erabiltzen dituztenak.

Palestinarrengatik, baina baita Israelgo teknologiaz militarizatutako mugetan harrapatuta daudenengatik ere, edo Israelgo militarrek entrenatutako segurtasun-sistemei aurre egin behar dieten lurraldeko defendatzaileengatik, gaur egun inoiz baino beharrezkoagoa da feminismo internazionalista bat. Guztiok gara Palestina!

Nola babestu Palestinaren askatasuna gure lantokitik?

Joan den urriaren 7an, Palestinaren eta Israelen arteko gatazkaren beste atal izugarri bat hasi zen, eta badira iada 100 urte. Indarkeria eta heriotza ekaitza piztu zen, eta horrek agerian utzi zuen Israelgo estatu sionistaren politika zehazten duen okupazio eta nagusitasun kolonialeko egoera gero eta jasangaitzagoa zela. Menderatze basati horrek etengabeko bidegabekeria hori elikatzen du Palestinako herriarekiko. Kontzentrazio-esparru batean bizitzera behartuak, arbitrariotasuna, tortura eta euren bizitzei mespretxu absolutua, batez ere haur eta emakumeena, palestinarren egunerokotasuna da, bai Gazan, bai Zisjordanian.

Netanyahuren gobernu sionista, arrazista eta kolonialistak piztutako erreakzio genozida hori Hamasek zibilak bereizi gabe bahituz eta hilez egindako ekintzagatik justifikatzen da, ekintza hori normaltasun giro batean egin izan balitz bezala, bi herrien arteko elkarbizitza, termino demokratiko eta baketsuetan araua izango balitz bezala. Aldian-aldian sortzen den amorrua eta gorrotoa estatu sionistaren okupazioaren, zapalkuntzaren, hilketen eta torturen ondorio dira.

Tariq Ali idazle britainiarrak dioen bezala:

“Palestinarrek eskubidea al dute jasaten ari diren etengabeko erasoari aurre egiteko? Bai horixe. Bi aldeen artean ez dago baliokidetasun moral, politiko edo militarrik. Israel estatu nuklearra da, Estatu Batuek hortzetaraino armatua. Bere existentzia ez dago mehatxatua. Palestinarrak dira, haien lurrak, haien bizitzak, hala daudenak. Mendebaldeko zibilizazioa sorgor egoteko prest dagoela dirudi, hil egiten dituzten bitartean. Haiek, ordea, kolonizatzaileen aurka altxatzen dira. “

Estatu Batuetako gobernuek eta Europar Batasunak politika konplizea dute Israelekin. Hamasen terrorismoaren aurrean Israelgo estatuari egotzitako “defentsarako eskubidearen” eufemismopean, zibilak bereizi gabe bonbardatzeko praktika eta osasun-langileen, laguntza humanitarioko langileen, kazetarien eta abar luze baten aurkako hilketa selektiboak onartzen dira.

Ezin da nazioarteko zuzenbidea errespetatzeaz hitz egin argi dagoenean ez dela inolaz ere errespetatzen eta etorkizunean ez dagoela horretarako borondaterik. Basakeria hiltzaile horren atzean, garbiketa etniko masibo berri bat egiteko asmoa dago, modu sionistan Palestinako populazio arabiarraren presentziari amaiera emango diona. Gobernu demokratikoek, benetan hala badira, nahikoa dela esan behar dute, eta Israel behartu behar dute palestinarren aurka piztutako gerra amaitzera. Europar Batasunetik bertatik hasita, Israelgo Estatu kolonialaren oinarri nagusietako bat baita.

Gaur egun Sumarrekin eta aurretik Unidas Podemosekin koalizioan dagoen Espainiako Gobernuaren kasua egoera horren adibide argia da. Bi gobernuek zeregin argia izan dute logika militarraren alde, 45 urtetan izan den inbertsio militarrik handiena lortuz, NATOk eskatutako BPGren % 2ko maximoa gaindituz. Funts horietako batzuk, zehazki, Israelgo Estatuari segurtasun- eta arma-sistemak erostera bideratzen dira, “borrokan frogatutzat” eskainiak.

Aldiz, langileen mugimenduak tradizioz herri zapalduekiko elkartasun aktiboko politika mantendu du, kapital inperialistak, edozein modutan, herriak bahitu eta esplotatzearen ondoriozko bidegabekerien aurka. Ez da sentimenduzko kontua, baizik eta funtsezkoa langile guztientzat. Izan ere, gerraren ondorioak Ekialde Ertain osora hedatzean, izugarriak izango dira krisi ekonomikoan, energia- eta elikadura-produktuen prezio altuetan eta abarretan. Kolonialismo israeldarrak sor dezakeen zurrunbilo militarrak, mendebaldeko kapitalismoak baliabideak erraz eskuratzeko duen beharraren aurrean, erakusten du langile-klasea bakarrik izan daitekeela gai herrien askatasuna bermatuko duen erantzun bat emateko eta gizateria osoarentzako irtenbide ekosozialista bat altxatzeko, klase nagusiek arrastaka eramaten gaituzten basakeriaren aurrean.

Joan den asteazkenean, otsailaren 7an, Katalunian, CGT, IAC eta Intersindical sindikatuek lanuzteak bultzatu zituzten, Israelek herri palestinarrarengan izan zuen genozidioa eta Europar Batasunaren eta bere gobernuen gorakada militaristak langile klaseetan izan zituen eraginak salatzeko. Norabide horretan aurrera egitea eta horrelako ekimenak lantoki gehiagotan bultzatzea eta langile-klase osora zabaltzea laguntza handia da, zalantzarik gabe, Mendebaldetik Palestinaren askatasunari eskaini diezaiokeguna. Palestinako egoera langileekin partekatu ahal izateko batzarrak antolatzeak aukera ematen digu basakeria militarrari aurre egiteko eta gure gobernuei aurre egiteko. Argi dago Israelgo Estatua mendekoa dela mendebaldeko potentzialen baliabide militar, industrial, kultural eta ekonomikoekiko, eta horrek funtsezko botere estrategikoa ematen digu erasoaldi kolonial berri hau gure lanetatik blokeatzeko.

Sindikalista eta Antikapitalistak-ko militantea

Daniel Mulero

Sindicalista de CGT y militante de Anticapitalistes Catalunya.

Sindicalista de CSI y militante de Anticapitalistes Asturies

*Artikulu hau www.elsalto.com webgunean argitaratu zen lehen aldiz. https://www.elsaltodiario.com/palestina/apoyar-libertad-palestina-centro-trabajo