Irán:»Cuando Dios dinero sustituye a Dios divino”

Descontento generalizado entre las clases trabajadoras y los pobres

Houshang Sepehr]
A l´encontre, 8-8-202
Traducción de Viento Sur

El 17 de junio, en un discurso dirigido a los miembros del poder judicial, Alí Jamenei, el dictador de la República Islámica, dijo: «El Dios de los años ochenta sigue siendo el mismo Dios que hoy». Tras este discurso, el ataque a manifestantes y activistas de todo tipo ha aumentado considerablemente: a sindicalistas, profesores, artistas, escritores, mujeres, estudiantes y defensores de los derechos humanos. La frase de Alí Jamenei se refiere a la masacre de decenas de miles de opositores al régimen, incluidos miles de presos políticos durante la década de 1980. Puede que el Dios del régimen no haya cambiado después de cuarenta años y sea tan sanguinario como antes, pero una cosa es cierta: el pueblo que le obedecía ha cambiado totalmente. Y el Dios-Dinero, que ha sustituido al Dios de los años 80, le ha superado en crueldad.

Pero, ¿cuáles son las razones de este discurso tan amenazador? Desde abril de 2022, no hay ciudad en Irán que no haya visto una escena de ira popular contra el gobierno. Es cierto que se están produciendo diversos movimientos en todo Irán, pero están desconectados y carecen de organizaciones coordinadas a escala nacional. El régimen, incapaz de gestionar las diversas y graves crisis que podrían llevarle al colapso, ha recurrido a una escalada represiva sin precedentes, a amenazas de masacre y a agresiones a las mujeres.

Las huelgas y las manifestaciones están formalmente prohibidas desde la guerra entre Irán e Irak (1980-1988); y las protestas sociales son ferozmente reprimidas. Sin embargo, entre el 1 de mayo de 2021 y el 1 de mayo de 2022, se registraron 4122 huelgas y protestas de trabajadores, profesores, funcionarios, pensionistas, trabajadores de hospitales, etc.

Una de estas huelgas fue la de más de 100.000 trabajadores y ttrabajadoras del sector petrolero y petroquímico. Duró dos meses y sólo terminó cuando se cumplieron la mayoría de sus exigencias. El último ejemplo es la lucha de decenas de miles de profesores y profesoras. Algo inédito en la historia de este régimen desde que tomó el poder en 1979, esta lucha se organizó simultáneamente en cientos de ciudades.

Por otra parte, en varias provincias se han producido numerosas manifestaciones violentas contra la escasez de agua. Fueron iniciadas por cientos de agricultores y a ellas se unieron decenas de miles de residentes locales. Todos las manifestaciones protestaban contra la mala gestión del agua por parte de la mafia del agua creada por el régimen. Irán, con un clima esencialmente árido, sufre actualmente un grave estrés hídrico (falta de agua), tanto para el consumo diario como para los cultivos y el ganado. Y los cortes de electricidad van en aumento.

Las autoridades son conscientes de que los métodos utilizados para reprimir y aterrorizar a la sociedad son ineficaces. Temen la convergencia de los distintos movimientos de protesta y la creciente solidaridad que están generando. Frente a esto, acentúan su habitual comportamiento violento: detenciones, elaboración de expedientes judiciales basadas en falsedades, acusaciones inventadas, difusión de mentiras y calumnias contra los que se atreven a protestar…

Cécile Kohler y Jacques Paris, dos sindicalistas franceses del sector de la educación, encontraron a conocidos sindicalistas iraníes durante un viaje turístico a Irán la pasada primavera. Las autoridades iraníes les detuvieron y acusaron de espionaje. Al mismo tiempo, se lanzaron operaciones de represión a gran escala. Decenas de profesores y sindicalistas conocidos y respetados en sus respectivos sectores de actividad fueron detenidos y acusados de «propaganda y conspiración contra el régimen islámico, en connivencia con una potencia extranjera».

Estas acusaciones, completamente falsas e infundadas, se fabrican únicamente para reprimir el movimiento sindical independiente y las protestas legítimas de las y los trabajadores y oprimidos. Algunas de las personas detenidas se han puesto en huelga de hambre. En solidaridad con ellas, más de sesenta presos se unieron a la huelga.

Las acciones de apoyo a los activistas encarcelados llegan de todo el mundo. El «Colectivo Sindical Francés para la Defensa de los Trabajadores en Irán», con el apoyo de dos estructuras sindicales ginebrinas y de componentes de la diáspora iraní, organizó una concentración el 10 de junio en Ginebra frente a la sede de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). A petición de su sindicato, de su familia y del Colectivo Sindical Francés, Reza Shahabi, activista de renombre mundial, suspendió su huelga de hambre ¡después de ¡42 días! Algunos presos siguen en huelga de hambre.

Cambio en la geografía de la protesta política. Cambio en el discurso del régimen

Está claro que desde 2017, la geografía de la protesta política ha cambiado. En la historia del Irán moderno, las principales protestas que suponían una amenaza para el poder del Estado tenían lugar principalmente en Teherán y otros centros urbanos importantes. Pero en 2017 y 2019 se produjeron movilizaciones significativas en ciudades y pueblos de la periferia. Este cambio ejerce una presión considerable sobre el aparato de seguridad del Estado, lo que le lleva a ser cada vez más violento y represivo en su intento por mantener el orden.

Sin embargo, los acontecimientos de los últimos cinco años ponen de manifiesto que las y los manifestantes están ahora dispuestos a emprender acciones más radicales y a pagar un precio más alto para conseguir lo que quieren. La naturaleza cambiante de las protestas, y de la resistencia en general, está modificando rápidamente el clima sociopolítico en Irán.

Una de las principales características de 2022 es la aceleración de los acontecimientos sociopolíticos y el incremento de la confrontación entre el régimen iraní y el pueblo en los ámbitos económico, político, social y cultural. Esto se refleja en las palabras del presidente Ebrahim Raissi [cuyo mandato comenzó el 3 de agosto de 2021] y en la eliminación de la llamada facción reformista.

El nuevo presidente Raissi es tildado de duro y apodado el verdugo. Es uno de los responsables de la masacre de miles de presos y presas políticos en 1988. El líder supremo del régimen, Alí Jamenei, esperaba que Raissi pudiera frenar las crecientes protestas, que se iniciaron durante la presidencia reformista de Hasán Rohaní [de agosto de 2013 a agosto de 2021].. Tras un año de presidencia de Raissi, el joven gobierno hezbolá de Jamenei [es decir, comprometido con los valores de Hezbolá, el partido de Dios] no ha logrado ninguno de sus objetivos.

En diciembre de 2017 y noviembre de 2019 se produjeron dos grandes oleadas de protestas. También hubo protestas después de que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) derribara el vuelo 752 de Ukraine International Airlines sobre Teherán, tras el asesinato [el 3 de enero de 2020] por el ejército estadounidense del general Qassem Soleimani, hombre fuerte de Jamenei.

Todo esto sugiere que la dinámica de la protesta política en Irán está cambiando. Está surgiendo una creciente dinámica de radicalización entre las y los manifestantes, mientras que el Estado está dispuesto a utilizar la violencia extrema para mantener el control de la situación.

Las protestas generalizadas de noviembre de 2019 pueden considerarse el capítulo más sangriento de la historia reciente de la República Islámica de Irán. En un intento de justificar la respuesta violenta sin precedentes del Estado, el Líder Supremo hizo ajustes en su discurso. Esto puede interpretarse como un repudio a uno de los principios del jomeinismo (Estado islámico = gobierno de los desposeídos en la tierra) al redefinir la interpretación de los desposeídos (mostaz’afin):

La idea de los desamparados está mal interpretada, se ha identificado con los estratos sociales más bajos y, en los últimos años, económicamente vulnerables. ¡No! El Corán no los identifica como desamparados… Los desamparados hace referencia a los Imames [chiíes], los mentores y gobernantes de la humanidad; los que heredarán la tierra y todos sus recursos… el desvalido es el heredero temporal del mundo y el sucesor de Dios en la tierra.

Parece que en la interpretación moderna y neoliberal del concepto de los desamparado, Jamenei ha sido un buen discípulo del Fondo Monetario Internacional (FMI). La redefinición de los desamparados no es sólo una cuestión económica, sino también una legitimación de facto de futuras masacres, llevadas a cabo bajo las órdenes de Jamenei.

Estancamiento interno y cerco externo

A partir de enero de 2020, la República Islámica se enfrentó a una crisis a gran escala derivada del estancamiento político interno, el aislamiento internacional y unas condiciones económicas agobiantes. El régimen responsabiliza de esta situación a las potencias extranjeras y a los designados como su quinta columna dentro de Irán, como ha hecho durante los últimos 40 años. La República Islámica tiene enemigos externos, sobre todo Arabia Saudí, que ha estado librando una guerra de desgaste por delegación con Irán desde el comienzo de la guerra civil siria en 2011. Además de Arabia Saudí y sus aliados regionales, la República Islámica considera a Israel su archienemigo, una enemistad que se ha extendido al principal aliado internacional de Israel, Estados Unidos de América.

La implacable búsqueda de una política exterior de confrontación con Occidente por parte de la República Islámica ha tenido consecuencias negativas para la economía iraní: las restricciones económicas internacionales han reconfigurado la economía iraní. En los últimos años, Irán ha sufrido diversas y crecientes sanciones y medidas punitivas de EE UU. Éstas alcanzaron su punto álgido cuando la agresiva retórica de Teherán unió a Europa con EE UU contra el programa nuclear iraní.

No se puede negar que estos enemigos externos han desempeñado un papel considerable en la precaria situación actual de Irán. Esto es especialmente cierto en el caso de Estados Unidos, que bajo el mandato del presidente Donald Trump canceló unilateralmente el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) de 2015, que fue ganado con mucho esfuerzo por Irán y Occidente. La administración estadounidense lanzó entonces la política de máxima presión que está estrangulando la economía iraní. Sin embargo, la mayoría de los males de Irán son el resultado directo de las políticas económicas aplicadas: 1° el capitalismo desenfrenado, 2° la gestión mafiosa.

En cuanto a la segunda patología de la economía iraní, es el resultado de una compleja gama de causas internas, siendo las principales las inadecuadas decisiones de las autoridades y los problemas estructurales de la economía iraní.

Las causas externas incluyen la política de máxima presión de Trump y el empeoramiento de las malas relaciones de Irán con sus vecinos.

En definitiva, la economía iraní ha pasado por muchos periodos difíciles en las últimas cuatro décadas, marcados por la inflación, las frecuentes crisis monetarias y las repentinas subidas de precios de los productos esenciales y del combustible.

A esto se añade la corrupción endémica y los cárteles político-económicos semiestatales, que amplían aún más esta corrupción. En resumen, la economía iraní ha sido calificada repetidamente como una economía enferma. La corrupción, el clientelismo y el amiguismo se convirtieron en una de las principales características de la economía bajo la presidencia de Hashemi Rafsanjani (1989-1997) y en el sello distintivo de su administración. Es cierto que la época de Mohammad Jatamí (1997-2005) tuvo su cuota de escándalos y corrupción, pero su magnitud fue infinitamente menor que los innumerables fraudes que proliferaron durante la presidencia de Mahmud Ahmadineyad (2005-2013). Actualmente, Irán es uno de los países más corruptos del mundo.

Los principales beneficiarios de esta situación son las organizaciones cuasi-estatales y los cárteles, que tienen una larga historia en la República Islámica, pero que ahora están eclipsados por el complejo militar-industrial-financiero del CGRI (Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica). El poder político-económico del CGRI, que comenzó sus operaciones económicas con el presidente Rafsanjani, alcanzó su punto álgido con el presidente Ahmadinejad y ha seguido siendo dominante hasta hoy. Además de sus actividades en la construcción, la industria y las finanzas, la IRGC se beneficia de lucrativos contratos públicos y de una gran parte del presupuesto gubernamental. La participación del CGRI en el lucrativo contrabando de mercancías a través de los numerosos puertos y astilleros que controla es un secreto a voces.

La mala gestión de la economía es otra característica persistente de la República Islámica de Irán. Comenzó con la gran agitación de la revolución de 1979. Luego persistió (en diversos grados) durante la guerra Irán-Irak (1980-1988), y después bajo las presidencias de Rafsanjani y Jatamí. Pero de 2005 a 2013, el problema de la mala gestión se convirtió en antigestión. El presidente Ahmadineyad despreciaba a las élites tecnocráticas y le gustaba decir «deshazte de estas élites y todos los problemas del régimen se resolverán». Ahmadineyad mantuvo esta postura antielitista hasta el final y casi consiguió desmantelar las instituciones tecnocráticas de la República Islámica, expulsando quizás a miles de tecnócratas y directivos de nivel medio y alto. Esto sigue afectando a la economía iraní hasta el día de hoy.

El desastroso estado de la economía: ni reformable ni sostenible

Desde el estallido de la guerra civil siria en 2011, los extremistas del régimen han advertido repetidamente del peligro de una sirianización de Irán. Pero se puede argumentar que, de ser así, la responsabilidad recaería en los dirigentes de la República Islámica.

En la actualidad, la determinación de la República Islámica de conservar el poder es mayor que nunca y continuará con sus políticas y tácticas actuales con ese fin. En el plano económico, el régimen no puede esperar introducir nuevas innovaciones. De 2010 a 2013, en respuesta a las sanciones internacionales, Jamenei había lanzado un discurso de economía de resistencia para reforzar la capacidad interna de Irán y permitir que el país funcionara sin depender de los ingresos del petróleo o del comercio con Occidente. Este discurso ha seguido siendo la política económica oficial de la República Islámica, pero el régimen está muy lejos de lograr un objetivo tan ambicioso. Entre 2010 y 2013, el régimen utilizó diversas tácticas para luchar contra las sanciones y mantener el comercio. Pero, a petición del FMI, también tuvo que recortar el gasto reduciendo las subvenciones estatales y revirtiendo políticas como el apoyo a los precios de productos básicos como el pan, el combustible y otros bienes de consumo.

La política de reducción y supresión de subvenciones continuó incluso después del acuerdo nuclear de 2015, y el régimen no tuvo más remedio que seguir esta línea de actuación. Las consecuencias de esta política, que aviva la ira de la clase trabajadora y de las personas empobrecidas, fueron plenamente visibles en las protestas de noviembre de 2019. Desde entonces, son muy frecuentes las nuevas manifestaciones de este tipo.

En la actualidad, el sistema económico de la República Islámica es una mezcla de capitalismo salvaje del sector privado y de capitalismo estatal amiguista altamente corrupto. La estructura del régimen y los cárteles político-económicos intensifican los defectos de la defectuosa economía del país y fomentan la corrupción. Los problemas económicos han sido una fuente constante de preocupación para la República Islámica. Diversas acusaciones de mala gestión, incompetencia y corrupción han sido el sello de todas las facciones del régimen durante las distintas administraciones. Sus consecuencias han socavado a largo plazo la legitimidad del régimen en su conjunto.

Ante la catastrófica situación económica, el aumento de las movilizaciones populares y ante el hecho de que la única respuesta del régimen es la represión, los economistas iraníes dan la voz de alarma y advierten del caos.

En un audaz desafío al autocrático gobierno iraní, varias docenas de economistas de alto nivel publicaron el 10 de junio una mordaz «carta abierta al pueblo iraní», de 10 páginas y muy detallada, en la que advertían de que el país había alcanzado una «fase explosiva» de malestar social debido a la mala gestión económica y al descontento popular. «Nuestra advertencia a los funcionarios del gobierno es que la situación del país es extremadamente precaria», dijeron los 61 economistas y profesores universitarios. Continuaron: «Insistir en la eliminación de los subsidios durante este periodo de miseria agotará la paciencia de la población y la volverá contra el sistema actual y el gobierno. Este enfrentamiento puede ser muy costoso para ambas partes».

La carta se publicó en medio de protestas esporádicas contra la subida de precios, los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo en los primeros seis meses de 2022. «En la situación actual del país, donde las políticas económicas y sociales están envueltas en el secreto, cualquier crítica al gobierno se interpreta como parte de un complot malicioso contra el régimen y el gobierno, lo que dificulta que los expertos o los círculos académicos planteen abiertamente estas cuestiones», advirtieron los economistas.

Los propios datos del gobierno reflejan «una historia desgarradora de desesperación», así como una pobreza creciente y un entorno desfavorable tanto para la producción como para los negocios, escribieron. La carta señalaba: * Irán ocupa el puesto 150 de 180 países en una encuesta de Transparencia Internacional sobre políticas anticorrupción;

* Irán ocupa el puesto 127 de unos 200 países en el Índice de Buena Gobernanza;

* Irán ocupa el puesto 127 de unos 200 países en el Índice de Buena Gobernanza;

* El índice de confianza social, una medida del capital social, había alcanzado casi el 70% en 1981, dos años después de la revolución. En 2022 se había reducido a cerca del 20%

* La renta per cápita del país creció menos del 1% entre la revolución de 1979 y 2022

* El crecimiento medio del PIB de Irán entre 1980 y 2018 fue sólo del 1,6%, mientras que China, India, Turquía, Malasia, los Emiratos Árabes Unidos y Pakistán crecieron de media entre el 4% y el 10% durante el mismo periodo;

* El 40% de los hogares iraníes vivían por debajo del umbral de la pobreza en 2021;

* Con una tasa de crecimiento económico cercana a cero y un crecimiento de la población de alrededor del 13%, el iraní medio se ha empobrecido un 13% en la última década;

* En la última década, la economía iraní ha experimentado el estancamiento más profundo de los últimos 70 años debido a las sanciones opresivas sin precedentes y a la pandemia de Covid-19.

* La tasa de inflación media ha sido del 20% en las últimas cuatro décadas; ha superado el 35% en los últimos tres años.

* Las importaciones de Irán han caído de 70.000 millones de dólares en 2011 a unos 35.000 millones en 2021, debido a las sanciones y a la reducción de los ingresos por exportación de petróleo;

* Entre 2011 y 2018, el 1% de la población iraní, incluidos los segmentos más ricos de la sociedad, disponía de una media del 16,3% de los ingresos totales del país; esta riqueza equivale a la cuota del 40% de los segmentos más pobres.

La carta afirmaba que la «corrupción» y la «incompetencia» del gobierno, así como las políticas «disfuncionales», habían destruido la confianza de la población. Cualquier intento de criticar al gobierno se consideraba oficialmente como el fomento de complots «maliciosos», señalaron. Concluyeron: «Nuestra crisis económica y social, así como la destrucción y el deterioro del medio ambiente, la corrupción institucionalizada, la demolición del capital social, la fuga masiva de cerebros, el déficit presupuestario e incluso las sanciones, se deben generalmente a la débil gobernanza del Estado y a la ignorancia de las bases científicas de las políticas públicas».

Cuando se publicó, la carta fue ferozmente criticada en los medios de comunicación controlados por el régimen, pero fue ampliamente difundida en las redes sociales. Una semana después de la publicación de la carta, Jamenei, en su discurso, invocó la espada de Dios.

Es justo decir que el estado de la economía de la República Islámica de Irán nunca ha sido tan grave como ahora.

Conclusión

La legitimidad destrozada de la República Islámica, junto con la guerra económica de EE UU y el aislamiento internacional de Irán, han colocado a los dirigentes en un posición más débil de su historia. Pero esto no significa que el régimen vaya a derrumbarse pronto.

A nivel nacional, sigue siendo todopoderoso. Puede confiar en las modernas capacidades tecnológicas de vigilancia, en un eficiente aparato de seguridad y en la lealtad ideológica del CGRI. Por otro lado, el nivel de organización de la sociedad iraní sigue siendo dramáticamente bajo. Privada de liderazgo político, está sometida a una represión constante. Atravesado por divisiones culturales, étnicas y políticas, el país es actualmente incapaz de dar lugar a contrapoderes.

Sin embargo, el conflicto actual entre el Estado y la sociedad es una guerra de desgaste cuyo resultado es imprevisible. La República Islámica ha perdido el apoyo de gran parte de su base social tradicional en el Irán rural y entre las capas sociales empobrecidas. Es razonable suponer que muchos de los soldados rasos del CGRI y de la milicia paramilitar Bassijis [fuerza creada por Jomeini en noviembre de 1979] proceden de pequeñas ciudades y zonas rurales cuya población salió a la calle en masa entre 2017 y 2019 y fue brutalmente reprimida. Si estos soldados de a pie seguirán siendo leales a sus señores o no, es una cuestión a debate. Especialmente si la situación económica de Irán sigue deteriorándose y el régimen tiene problemas para mantener el bienestar y los privilegios de su aparato estatal, incluidas las fuerzas militares y de seguridad. Ante la política de tierra quemada del régimen, la amenaza de su autoimplosión y del país es una posibilidad real.

Las movilizaciones políticas están descentralizadas y ya no son monopolio de las grandes ciudades, donde el Estado concentra los medios para hacerles frente. A diferencia de las últimas tres décadas, las clases medias ya no están al frente de las protestas políticas en Irán. Los sectores mucho más pobres de la sociedad, que se han visto especialmente afectados por la actual crisis económica, están ahora dispuestos a mostrar su músculo en la arena política. La respuesta de mano dura del Estado a las protestas de 2019 demuestra que la élite política teme profundamente las protestas que, en el actual clima político iraní, están destinadas a repetirse.

En un artículo que analizaba la protesta masiva de 2017, escribí lo siguiente:

…El régimen ha demostrado que no tiene ninguna dificultad en imponer una represión aún más salvaje. El régimen iraní no es sólo un régimen capitalista, sino también un régimen ideológico, organizado de forma fascista, y luchará por sobrevivir. Dispone de una poderosa fuerza militar, así como de una milicia paramilitar bien organizada y con grandes intereses financieros propios.

Es difícil predecir lo que ocurrirá a partir de ahora. Sin embargo, podemos estar seguros de que nada será igual que antes. Por lo tanto, es una confrontación muy importante, delicada y larga. Es esencial que los que luchan en Irán obtengan un apoyo amplio y efectivo de las fuerzas de la izquierda, así como de los progresistas. La lucha por la democracia y las libertades civiles debe ser una de las dimensiones de nuestra lucha común.

Desde entonces, los acontecimientos en Irán confirman nuestro análisis y, por tanto, nuestras tareas, en esencia, siguen siendo las mismas:

…defender los intereses de los trabajadores de Irán, manteniendo una posición firme y constante, tanto antiimperialista como de oposición al régimen, hacer todo lo posible para extender y retransmitir una gran campaña de apoyo a las luchas del pueblo iraní… actuar con todas las fuerzas iraníes e internacionales que compartan estos principios. Sin embargo, no podemos unirnos a los defensores de una u otra facción del régimen, ni a los que quieren la guerra o las sanciones extranjeras, con la esperanza de evitar el cambio desde abajo. No suspenderemos nuestras críticas a quienes toleran la guerra imperialista o las sanciones económicas, porque son medidas que perjudican en primer lugar a los trabajadores, a las masas de Irán.

Gaza llora a los 16 niños palestinos muertos en 3 días de bombardeos

En su barrio de Shajaya, en la ciudad de Gaza, la niña Alaa de 5años, con su camiseta rosa y una cinta de pelo a juego, estaballamando a la puerta de su tía, lista para ir a jugar al parque,cuando un misil israelí cayó junto a ella.

Los indiscriminados bombardeos  de Gaza, enclave palestino bajo bloqueo israelí, han causado 46 víctimas mortales, entre ellos hay 16 niños. Foto Agencias

Rasha Kadum abraza la pequeña mochila rosa de su hija, que nunca más volverá a ponérsela a la espalda. Alaa, de cinco años, es la primera de los 16 niños muertos en tres días de hostilidades entre Israel y la Yihad Islámica en Gaza.

«Era un viernes como otro cualquiera. Estaba contenta, quería ir al parque con su tía», cuenta esta madre de 27 años.

Pero ese día, previendo una «amenaza inminente», Israel lanzó un «ataque preventivo» en la Franja de Gaza contra el grupo armado palestino Yihad Islámica, que respondió con cohetes hacia suelo israelí.

Según las autoridades del enclave palestino bajo bloqueo israelí controlado por el grupo islamista Hamás, entre las 46 víctimas mortales de la confrontación hay 16 niños.

En su barrio de Shajaya, en la ciudad de Gaza, la niña Alaa de 5 años, con su camiseta rosa y una cinta de pelo a juego, estaba llamando a la puerta de su tía, lista para ir a jugar al parque, cuando un misil cayó junto a ella.

Su madre, Rasha, sostiene la camiseta sucia en sus manos, incapaz de entender por qué murió su hija. «Mi hija no tenía nada que ver con los misiles, no fue su culpa», lamenta. «Me devolvieron su ropa llena de sangre».

Tras el ataque en el que murió la pequeña, el ejército israelí aseguró que había atacado a miembros de la Yihad Islámica que operaban en la zona.

También sostiene que varios palestinos, incluidos menores, murieron alcanzados por cohetes disparados por la propia organización islamista hacia Israel, pero que cayeron por error en el enclave palestino.

Sin embargo, Alaa fue asesinada el viernes por la tarde, mucho antes de que la Yihad Islámica disparara sus primeros proyectiles esa noche.

«Infancias perdidas»

En otra parte de la ciudad de Gaza, a unos 200 metros del mar Mediterráneo en un barrio con casas apretadas unas con otras pegadas, el hogar de los Shamalagh voló por los aires el sábado. Donde estaba, ahora solo queda un agujero.

Entre los escombros, un refrigerador nuevo, un sofá aplastado por toneladas de cemento, un peluche y decenas de páginas arrancadas de lo que fue un libro de texto de inglés, irónicamente titulad «Think of your ideal location for a holiday» («Piensa en dónde te gustaría pasar unas vacaciones»).

Allí vivían 17 personas, incluidos niños, que tuvieron 30 minutos para salir antes del ataque aéreo, advertido por las autoridades israelíes.

«No podía dormir (…) Pensaba ‘ellos (Israel) van a atacar'», cuenta Nadia Shamalagh, de 70 años, sentada cerca de los escombros de la que fue su casa.

«Todos estaban asustados. Los niños no podían dejar de llorar. ¡Ellos no están vinculados a Hamás, Fatah o la Yihad Islámica!», se indigna la mujer.

Ya en mayo de 2021, 66 menores palestinos y otros dos israelíes murieron durante una guerra relámpago de 11 días entre Israel y grupos armados palestinos en Gaza que dejó más de 270 víctimas fatales.

En un informe publicado en junio, la organización británica Save the Children advertía sobre las «infancias rotas por cinco escaladas de violencia y una década y media de bloqueo» israelí en Gaza, desde la llegada de Hamás al poder en 2007.

Estos menores «han experimentado o presenciado repetidamente hechos traumáticos y graves violaciones a sus derechos», agregó la agencia de ayuda.

Cansada, Nadia Shamalagh repite una y otra vez: «¿Qué es esta vida? ¿Vamos a seguir viviendo esta tragedia?».

Tras ella, dos niñas han recuperado una tabla de madera que se mantiene en equilibrio sobre una pieza de hormigón. Con una apostada en cada extremo, el tablero se convierte en un modesto balancín.

Fuente: www.jornada.com.mx

Colombia:La eterna pesadilla de los líderes sociales en el Oriente antioqueño

El 17 de enero del 2022, asesinaron de Mario Palomino, un profesor y líder social de la vereda La Chapa de El Carmen de Viboral, mientras el 28 de junio asesinaron al líder Julián David Ochoa “Kutamba” en el corregimiento Santa Ana de Granada. Dos hechos que en un mismo año han agudizado la compleja situación de Derechos Humanos de quienes ejercen este rol comunitario en el Oriente antioqueño. ¿Cuál es el problema de fondo?

Carlos Mario Palacio/Edison García *

Agencia de Prensa, 4-8-2022

http://www.ipc.org.co/agenciadeprensa/

Luchas compartidas

Mario Palomino y Julián Ochoa “Kutamba” compartían la misma lucha, pero desde diferentes rincones: su amor por la tierra, por la siembra y por el agua. El primero se distinguía por enseñarle a sus alumnos la importancia de cultivar conscientemente la tierra en el colegio Monseñor Ramón Arcila Ramírez, en la vereda La Chapa de El Carmen de Viboral. El segundo, también era conocido por ser líder en el corregimiento de Santa Ana y por insistir en “comprar tierras para sembrar bosques”.

A ambos los movilizaba la idea de un territorio autónomo, ese que debía construirse desde abajo hacia arriba. Y el ejemplo fue la mayor virtud que habló por ellos, aunque la forma de sus cabellos tipo rasta y la personalidad jocosa parecieran ajenas a la identidad campesina; el amor y el arraigo por las montañas hizo eco en sus corazones para quedarse definitivamente viviendo en aquellos territorios rurales que necesitaban de sus voces, de sus sabidurías y de sus transformaciones sociales.

Palomino, de 35 años, era licenciado en Educación Básica con énfasis en Ciencias Naturales y Educación Ambiental de la Universidad de Antioquia. Era padre de un niño y una niña, se destacaba por su forma de enseñar. Sus hijos, alumnos y comunidad lo reconocían como una persona que entregaba sus conocimientos sin pretensiones, y que luchaba por infundir una cultura consciente por el respeto y cuidado del medio ambiente.

Por su parte Ochoa, de 29 años, estaba estudiando Agroecología en el Instituto Tecnológico de Antioquia (ITM) y había llegado hace más de diez años a Santa Ana, cuando apenas los campesinos volvían luego de desplazarse a causa de un intenso conflicto que los obligó abandonar sus tierras. Recientemente había sido padre por segunda vez y convivía con la madre de su segunda hija en una finca que él había destinado a la siembra de productos orgánicos.

“En el caso de Julián Ochoa. quien decidió bautizarse por medio de la luna como Kutamba Kizirimbembe, que significa ‘danzante de la vida’, vivía en su casa en el centro poblado del corregimiento, donde nos recibía siempre que llegábamos a Santa Ana y también tenía otra finca junto con otros amigos en la vereda La María, cerca al río Calderas. Las propuestas de Kutamba siempre eran que compráramos tierra y sembráramos bosques, incluso, hay una montaña de varios amigos que la han cuidado de los cazadores. Una vez me contó que le gustaría exportar algunos productos que se cultivan en Granada. La verdad, lo recuerdo como un hombre muy alegre, prospectivo, inquieto y amoroso”, así lo describió Alejandra Vélez Giraldo, quien compartió con él varias de sus luchas.

A Mario, como a Kutamba, los movía la defensa del territorio. Cada uno tenía dos hijos que quedaron con el valor del respeto por la vida y ver la naturaleza con ojos espirituales. El 17 de enero y el 28 de junio de este 2022 apagaron sus vidas con armas de fuego en medio de la oscuridad, vivieron la horrible noche para siempre, mientras que los homicidas se esfumaron sin dejar rastro alguno. Cuando ellos menos lo esperaban y cuando tenían pendiente seguir dejando huella en un mundo donde los hombres más necesarios son borrados del mapa, porque su presencia incomoda, molesta, irrita e indispone y pone intranquilos a muchas personas por el hecho de ser, pensar y actuar diferente.

“Lamentablemente, luego del asesinato de Julián y Palomino se han dado algunas amenazas contra integrantes de sus comunidades, lo que ha encendido de nuevo las alarmas a los protectores de DDHH. Hemos recibido información de la presencia de grupos armados en la zona urbana y rural de Granada”, manifestó Óscar Yesid Zapata, miembro de la fundación Sumapaz de Medellín.

La Mesa de Derechos Humanos del Oriente ha estado en constante trabajo para proteger y ayudar a los líderes de la región, en alianza con instituciones como la Procuraduría Provincial, la Defensoría del Pueblo y organizaciones sociales. Algunas veces las instituciones civiles, policiales y militares no atienden con prontitud los casos de urgencias y las súplicas de muchos líderes que reportan estar amenazados.

Kutamba, un hombre carismático y prospectivo

Según sus amigos, “Kutamba Kizirimbembe” nunca dejó de ser una persona alegre, prospectiva y, sobre todo, crítica del sistema económico actual. Hablaba sin titubear de temas coyunturales que para muchos merecían silencio.

Desde su llegada a Santa Ana, “Kutamba” creó un grupo minoritario integrado por personas simpatizantes de la cultura de origen jamaicano Rastafari, donde se dieron a la tarea de cultivar la “ganja”, una yerba emblemática y popular de esta cultura que es usada de forma sacramental y que, a su vez, pudo darle otro enfoque al campo desligado de esa mirada deforestadora y dependiente de químicos que se le ha dado a la tierra.

Adicional a esto, “Kutamba” comercializó el Sacha Inchi, un aceite que previene enfermedades cardiovasculares, fermentó la tradicional chicha de panela y participó en varios colectivos sociales. Su lucha fue por la dignidad, libertad y memoria de la gente. Aunque muchos lo conocieron por su liderazgo ambiental, comunitario, juvenil y cultural, la mejor definición que encaja en “Kutamba” es que fue un hacedor y líder de la vida.

Vida que le daba al agua cuando cuidaba los ríos y las quebradas para un uso comunitario responsable. Vida que le daba a las montañas cuando hablaba con los campesinos y les pedía que no quemaran más los bosques. Vida que le daba a las propias personas por medio del ejemplo al construir una huerta casera, con métodos conscientes y semillas orgánicas.

Ese fue Julián Ochoa, un hombre que, con su pelo largo, voluminoso y en forma de rasta, demostró que la palabra dulce y reflexiva puede cambiar esquemas en una región enraizada en una cultura tradicional, conservadora y compleja.

¿Por qué los matan?

Tanto Yesid Zapata, miembro de Sumapaz en Antioquia, como Fabián Restrepo, politólogo de la Universidad de Antioquia y magíster en Estudios Contemporáneos de América Latina, coinciden en que estos dos asesinatos por ahora no tienen relación con la defensa del territorio ni tampoco con la oposición a la construcción de hidroeléctricas en el Oriente antioqueño. En cambio, la Mesa de Derechos Humanos del Oriente antioqueño dijo en su momento que las amenazas que sufrieron los líderes Sebastián Agudelo de Cocorná, Flor Gallego de El Carmen de Viboral, y Fredy Morales y Miguel Gutiérrez de San Rafael sí corresponden a la defensa ambiental en sus territorios.

Lo que hay de fondo en esta situación, según organizaciones sociales y defensores de DDHH, es una disputa continua por el territorio en dos frentes: el primero, por el auge en la solicitud de licencias ambientales en la Zona Bosques (que integran los municipios Cocorná, San Luis y San Francisco), y el segundo, por el aumento del microtráfico, especialmente en la Zona Páramo y Altiplano (conformado por los municipios más poblados y cercanos a Medellín).

“Por ahora es pronto para tener claridad de los presuntos responsables que asesinaron a Mario Palomino y a Julián Ochoa. Un Fiscal Especializado tomó los dos casos para darle celeridad a las investigaciones y lograr esclarecer estos crímenes para que no queden en la impunidad”, concluyó Yesid.

La desgracia de ser líder social en esta región

En el Oriente antioqueño, hace dos décadas atrás, en la época más difícil del conflicto armado, quien intentara el cambio era señalado de guerrillero o colaborador de un grupo armado, pues el recrudecimiento del conflicto impidió todo intento de desarrollo y condenó a todo un país a una guerra innecesaria que afectó en mayor medida a los campesinos. Y entonces, los secuestros, las amenazas, las desapariciones, las masacres y los asesinatos fueron el factor común. Pero, tal parece que la violencia no se ha ido por completo.

Del remanso de paz que dicen llamar a la región hoy, queda poco. Ahora la desgracia se ha encarnado nuevamente en contra de las y los líderes sociales que buscan un territorio en condiciones dignas y justas para sus habitantes; desligados de la esfera institucional y cansados de ver al Estado como un actor pasivo que sigue teniendo deudas con la protección de los derechos humanos.

A Mario y Julián la violencia no les dio una segunda oportunidad. La muerte pisó con fuerza en un momento donde, según Fabián Restrepo, se está dando un reacomodamiento de grupos armados en la región, “desde el 2007 hasta hoy se han venido generando unas presencias de grupos que no considero que sean nuevas, sino que más bien son reinvenciones de presencias antiguas. Al día de hoy, en el Oriente antioqueño se identifican cuatro presencias importantes: Clan Oriente, el Mesa, Oficina de Envigado y Clan del Golfo. Esas estructuras están particularmente dedicadas al narcotráfico”.

Yesid Zapata agrega que “las violencias que ocurren a líderes se han dado principalmente por la presencia de grupos armados, algunos de ellos de orden paramilitar y otros locales. Creen tener el poder ante la sociedad al imponer sus propias leyes”.

Mario y Julián murieron de manera violenta cerca de sus hogares. Según información dada por Indepaz, Palomino fue asesinado con arma de fuego cuando se trasladaba en su motocicleta. Al siguiente día, encontraron su cuerpo al lado de la carretera con un tiro de gracia en la cabeza, hecho que inmediatamente generó desazón en el Oriente antioqueño. Mientras tanto, “Kutamba” fue asesinado con un arma tipo escopeta cuando se dirigía a su vivienda en el corregimiento de Santa Ana, en Granada, hecho en el que también resultó lesionada con arma cortopunzante, tipo machete, su compañera permanente, con quién tenía una hija, y su padre.Indepaz incluyó a Mario y a Julián entre los 1.318 defensores de derechos humanos asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016, de los cuales 140 han sido en Antioquia. Son cifras escandalosas en un país que debería cuidar y dar garantías a la labor de los defensores.* Comunicadores y Periodistas.

LA INFLACION: MECANISMO DE REBAJA SALARIAL

En la crisis de los años 1970 llegó a registrarse una inflación muy alta. Posteriormente durante las últimas décadas apenas se había registrado una gran inflación. Actualmente se está volviendo a una inflación alta.

La economía ortodoxa se muestra incapaz de explicar estos fenómenos. La explicación monetarista relaciona la inflación con el incremento de la oferta monetaria. Los keynesianos vinculan la inflación con el incremento de los costes empresariales como consecuencia de los incrementos salariales. Los hechos empíricos desmienten a ambas teorías. Ha habido períodos en los que ha crecido muy fuertemente la oferta monetaria sin que se haya producido una gran inflación, lo que desmiente la teoría monetarista. También ha habido períodos en los que se ha registrado alta inflación simultáneamente a un estancamiento económico y crecimiento del desempleo. Esto desmiente la teoría keynesiana.

La inflación supone una oportunidad de incrementar los beneficios de las empresas atacando el poder adquisitivo de los salarios. Siendo muy difícil que los trabajadores acepten una rebaja nominal de los salarios, la inflación supone una devaluación salarial que genera menos protestas entre los trabajadores. Los asalariados no aceptan que su salario se rebaje de 1.000 a 900. Sin embargo si hay una inflación del 10% los 1.000 del período final suponen un valor de compra de los 900 del periodo inicial.

Lo que ninguna de las dos teorías de la economía ortodoxa tienen en cuenta es que lo mueve el capitalismo es el beneficio. Lo que los capitalistas persiguen con sus inversiones es el máximo beneficio. La dinámica capitalista de innovaciones tecnológicas, para intentar lograr una mayor productividad y ahorro de mano de obre, conduce a una tendencia a la disminución de la tasa de ganancia. Los capitalistas intentan revertir esta tendencia y por ello suben los precios. En situaciones convulsas, como la que se esta produciendo actualmente, de dificultades de suministro generadas primero por la paralización industrial por la pandemia del Covid-19, y posteriormente por la invasión de Ucrania por Rusia, se producen además, operaciones especulativas. Los grandes monopolios y oligopolios aprovechan la situación para incrementar los precios más allá de estas dificultades de suministro y con ello incrementar su beneficio.

Los salarios no son los causantes de esta situación, sino quienes la sufren. El neoliberalismo critica las reivindicaciones salariales que tan solo pretenden mantener su poder adquisitivo. Hablan de pactos de renta y consensos. En la práctica estas propuestas tan solo buscan una moderación salarial que favorece a los empresarios, por favorecer una disminución del poder adquisitivo de los salarios. También se habla de no incrementar los beneficios empresariales, pero esto es muy difícil de controlar. Actualmente el reparto de dividendos y el incremento de los beneficios está siendo muy superior al de los últimos años. En los últimos resultados del segundo trimestre las empresas energéticas y bancos han incrementado su beneficio de un 35% a 100%. El objetivo que persiguen es incrementar los beneficios a costa de una disminución de los salarios.

Los análisis empíricos muestran que el factor fundamental del incremento de los precios es el aumento de los beneficios empresariales. Según un estudio realizado por CCOO (1) un 87% de la subida de los precios está compuesta por el aumento de los beneficios en el Estado Español. Otro análisis realizado en la economía estadounidense muestra que el aumento de los beneficios es el 54% del incremento de precios, siendo la subida salarial tan solo el 8% (2).

También debemos recordar que la inflación registrada en el Estado Español (10,2%) es de las más altas, cuando la situación de dificultades de suministro son las mismas para todos los países. Francia registra la mitad de inflación (un 5%), y Alemania 7,9%.

Por todo ello, para que los salarios no pierdan poder adquisitivo la reivindicación a defender es la escala móvil de salarios. Los salarios deben incrementar en un porcentaje igual al incremento del IPC. Sin esperar a que pase un año para que se produzca tal actualización. La actualización debe producirse cuando se produzca una subida predeterminada, por ejemplo, un 2% ó 2,5%. Si esa subida se produce a los dos meses en ese mismo momento debe haber una subida salarial que compense el incremento del IPC.

No debemos olvidar que para que la participación en la plusvalía o renta generada se mantenga constante no es suficiente que el incremento salarial sea igual al aumento del IPC. Para que el porcentaje siga constante el incremento salarial debe ser el aumento del IPC más el incremento de la productividad. Si el aumento salarial es el IPC el incremento de la productividad va en su integridad al beneficio capitalista, aumento de esta forma, su porcentaje de participación. Por eso en la firma de convenios se recoge a veces, como subida salarial, el incremento del IPC más un porcentaje. El incremento de productividad suele ser de un importe del 1%-1,5% anual. En las últimas décadas esta participación de los salarios en la renta no está disminuyendo de forma prolongada en el tiempo.

La respuesta a esta inflación está siendo la subida de tipos de interés, tanto por parte de la Reserva Federal americana como el BCE (Banco Central Europeo). Esta inflación está ocasionada por un descenso de la oferta, y no por un exceso de demanda. En estas circunstancias esta subida de tipos originará una recesión. Los primeros signos de recesión ya empiezan a aparecer en Estados Unidos. En Alemania los últimos datos reflejaban un crecimiento muy débil, por lo que la probabilidad de que entre en recesión, tras la subida de tipos de interés, es muy alta.

Carlos Lasarte, economista, Antikapitalistak

  • (2022) Gabinete Económico de CCOO, Análisis de la inflación, los beneficios empresariales impulsan la escalada de los precios,.
  • (2022)  Michael Roberts, Inflación: salarios versus ganancias.  

BORROKATZEAK BETI MEREZI DU/LUCHAR SIEMPRE MERECE LA PENA

Atzo amaitutzat eman genion enpleguaren defentsan eta etorkizunaren alde, otsailaren 28an abiarazi genuen greba mugagabeari.

Pausu hau emateko, Alconzaren etorkizuna eta enplegua bermatuko dituen industria-planari buruz hitz egiteko oinarriak adostu ditugu: Berriro enplegua ez suntsitzeko bermea, eta kaleratutako 25 pertsonak beren lanpostuetara itzultzeko lan-poltsa martxan jartzea besteak beste.

151 eguneko borroka, konpromisoa eta duintasuna. Ez bakarrik Alconzako langileena, baizik eta hilabete hauetan gure aldarrikapenekin bat egin eta gurekin borrokatu den herri eta eskualde batena. Bidegabea dela uste dugunaren aurka ez ezik, gure eskualdean eta Euskal Herrian behin eta berriz gertatzen ari den egoera baten aurka ere borrokatuko dugu; enplegua suntsiketa zein gure industriaren pixkanakako desegitearekin, horrek dakarrenarekin; enpresen itxiera, pobretzea eta prekarietatea.

151 egunetan, agerian geratu da Eusko Jaurlaritzaren utzikeria, gure industriaren etengabeko desegitearen eta enplegua suntsiketaren aurrean, Irizarren eredu kooperatiboa; lan-baldintzak prekarizatzen, enplegua suntsitzen eta langileak erabili eta botatzeko klinex gisa tratatzen dituena. Era berean, lan-legediak eta lan-erreformek jokatzen duten papera, enpleguaren suntsiketari  eta prekarietateari  bide ematen baitiete, inolako kontrolik gabe.

151 egun, non mehatxuak, irainak eta kolpeak jasan ditugu Ertzaintzaren partetik, gure aldarrikapenak isilarazteko asmoarekin. Eta errepresio eta jazarpen horren ondorioz isunak jaso ditugu eta prozedura judizialak ireki dituzte gure lankideen aurka.

151 eguneko borroka honek mugarria jarri du: hemendik aurrera, ezer ez da berdin. Langileria ahaldundu da: haien eskubideen defentsan antolatu eta borrokatu dira. Argi esan dezakegu Ez dugula inposatu nahi diguten etorkizun beltza onartuko , ez baita aukera bat guretzat, borrokatzeak beti merezi duela badakigulako.

Barrutik borrokatzeko garaia da, enpleguaren eta etorkizunaren alde borrokatzeko garaia. Argi daukagulako hau ez dela amaitu. Fase honi amaiera emango diogu, eta fase honi esker, elkartasun sarea eraiki dugu, langileon etorkizuna eta eskualdeko enplegua kolektiboki defendatzeko. Sarea errotuta, posizio indartsuan gaude  etorkizuneko erronkei begira lan egiten jarraitzeko.

Azkenik, 151 egun hauetan jaso dugun babesa eta elkartasuna eskertu nahi ditugu. Ez ditugu ahaztu nahi enpleguaren alde eta baldintza duinen alde borrokan ari diren langile guztiak. Hemendik, borroka guztiei horiei gure elkartasun eta babesa helarazi nahi diegu.

Alconzako Grebalariak

Ayer  finalizamos la huelga indefinida que dimos comienzo el 28 de febrero en defensa del empleo y el futuro de Alconza.

Damos fin a la huelga indefinida habiendo acordando unas bases para hablar de un plan industrial que garantice el futuro de Alconza y el empleo, unas garantías para que no se destruya más empleo, así como, una bolsa de trabajo para que las 25 personas despedidas puedan volver a sus puestos de trabajo.

151 días de lucha, compromiso y dignidad. No solo de los trabajadores de Alconza, sino de un pueblo y una comarca que durante estos meses, se ha sumado a nuestras reivindicaciones y ha luchado con nosotros.                                                               Una lucha no solo contra lo que consideramos que es injusto sino contra una situación que se viene repitiendo en nuestra comarca y en Euskal Herria; destrucción de empleo y desmantelamiento progresivo de nuestra industria  con lo que ello conlleva; cierre de empresas, empobrecimiento y precariedad.

151 días, dónde ha quedado a la vista la dejadez del Gobierno Vasco ante el desmantelamiento progresivo de nuestra industria y la destrucción de empleo, el modelo cooperativo de Irizar; el que precariza las condiciones de trabajo, destruye empleo y trata a sus trabajadores como klinex de usar y tirar.                                     Así como, el papel que juega la legislación laboral y las reformas laborales que posibilitan la destrucción de empleo y la precariedad sin ningún tipo de control.

151 días, dónde hemos sufrido amenazas, insultos y golpes por parte de la Ertzaintza con el único fin de querer acallar nuestras reivindicaciones. Y como consecuencia de dicha represión y acoso hemos recibido multas y se han abierto procedimientos judiciales contra nuestros compañeros.

Estos 151 días de lucha, han marcado un antes y un después, ya nada será igual. La plantilla se ha empoderado: ha luchado por lo que cree. No vamos a asumir el futuro negro que nos quieren imponer, nunca ha sido una opción para nosotrxs, porque luchar siempre merece la pena.

Es el momento de pelear desde dentro, de rearmarnos para los nuevos retos en defensa del empleo y del futuro. Porque esta lucha no ha terminado. Ponemos fin a una fase que nos ha servido para tejer una solidaridad y una red en defensa del futuro de la planta y del empleo en la comarca, de alianzas que somos conscientes que nos ponen en una posición de fuerza de cara a los retos que nos plantee el futuro.

Por último, queremos agradecer el apoyo y solidaridad que hemos recibido durante estos 151 días. No queremos olvidarnos de tod@s l@s trabajadores/as que están en lucha en defensa del empleo y por unas condiciones dignas. Desde aquí nuestro apoyo y solidaridad a todas esas luchas.

Alconzako Grebalariak

LLAMAMIENTO A LA LIBERACIÓN DE MAKSYM BUTKEVYCH, ACTIVISTA UCRANIANO DE DERECHOS HUMANOS Y ANTIRRACISTA, HECHO PRISIONERO POR EL EJÉRCITO RUSO

París – 18 de julio de 2022

Las organizaciones y personas abajo firmantes han tomado conocimiento con la mayor preocupación de la captura, alrededor del 24 de junio de 2022, de Maksym Butkevych, un destacado defensor de los derechos humanos y periodista ucraniano, en la región de Lugansk, alrededor de las aldeas de Zolote y Hirske, junto con otros 13 soldados, por parte de las fuerzas rusas. En marzo de 2022, Maksym Butkevych se había unido a las fuerzas armadas ucranianas.

Evgenia Butkevych, la madre de Maksym, se enteró de la captura de su hijo a través de vídeos de propaganda rusa publicados a finales de junio que presentaban a Maksym como propagandista que apoyaba el «golpe nazi» de 2014 en Ucrania. Estos ataques personales hacen que su detención sea aún más preocupante. Su familia y sus seres queridos no han tenido contacto con él desde su captura y su ubicación exacta sigue siendo desconocida hasta el día de hoy.

En los últimos veinte años, Maksym Butkevych ha sido uno de los defensores más activos de los derechos humanos, los principios democráticos y la tolerancia en Ucrania, luchando contra todas las formas de discriminación. Es el cofundador y coordinador del «No Border Project (Proyecto no a las Fronteras)», que tiene como objetivo ayudar a las y los solicitantes de asilo de todos los países y a los desplazados internos de Ucrania. En este contexto, ha trabajado en estrecha colaboración con ACNUR. Esta iniciativa antirracista ucraniana también denuncia el uso del discurso de odio en los medios de comunicación y el debate público

Maksym Butkevych es también uno de los fundadores del Centro de Derechos Humanos y Apoyo a la Sociedad Civil «ZMINA».

Maksym Butkevych es también uno de los fundadores de «Hromadske Radio», donde trabajó como periodista. También ha colaborado con el «BBC World Service (Servicio Mundial de la BBC)» y varios canales de televisión nacionales ucranianos, así como con el Festival de Documentales Docu Days, el único festival de cine de derechos humanos de Ucrania.

Las organizaciones e individuos firmantes instan a las autoridades rusas a que comuniquen a la familia, a las autoridades ucranianas y a todas las autoridades competentes el lugar y las condiciones de detención de Maksym Butkevych y otras personas prisioneras.

Hacen un llamamiento a las fuerzas que les retienen, cualesquiera que sean, para que cumplan estrictamente con el Derecho Internacional Humanitario, en particular la prohibición de todo trato inhumano y degradante, el acceso a la atención médica y la asistencia de un abogado.

Piden que se les conceda el estatus de prisioneros de guerra de conformidad con los Convenios de Ginebra.

También piden a las autoridades francesas que intercedan en su nombre.

Contacto con los medios de comunicación:

Laure Paradis, VoxPublic, laure.paradis@voxpublic.org

Organizaciones firmantes:

Assemblée Européenne des Citoyens

Association Solidarité Bretagne Ukraine

Association Golias

Association Grani

Association Ukraine Action

Attac France

Centre de recherche et d’information pour le développement (CRID),

Collectif éditorial Arguments Pour la Lutte Sociale, aplutsoc.org

Collectif Pour l’Ukraine, pour leur liberté et la nôtre!

Desk Russie ( A l’Est de Brest-Litovsk )

Éditions Syllepse

Ensemble! Mouvement pour une alternative de gauche, écologiste et solidaire

European Prison Litigation Network

Fédération internationale des droits de l’Homme (FIDH)

Fondation Copernic

Forum civique européen

Gauche démocratique et sociale

Initiatives Pour un Autre Monde (IPAM)

FSU 03 (section départementale de l’Allier de la FSU)

Ligue des droits de l’Homme (LDH)

Les Nouveaux Dissidents

Mémorial-France

Mouvement International de la Réconciliation, (MIR)

Nouveau Parti Anticapitaliste (NPA)

Réseau Féministe « Ruptures »

Réseau syndical international de solidarité et de luttes

Union des Artistes Ukrainiens et leurs Amis, Marseille

Union des Ukrainiens de France

Union syndicale Solidaires

Firmas individuales:

Adolphe Jean-Marc, editor en jefe de humanidades

Arberet Ludovic, activista sindical

Assoun Jacky, Club Político Bastilla, Francia

Badet Josette, Francia

Bantigny Ludivine, historiador

Barzman John, Ensemble!

Baudouin Patrick, presidente de la LDH

Bekier Stefan, ex activista de oposición de izquierda en Polonia, activista de Ensemble! y la Red Europea de Solidaridad con Ucrania

Bensussan Gérard, filósofo de la Universidad de Estrasburgo, copromotor de la convocatoria de Ucrania

Bihr Johann

Blanchet Philippe, académico, Fundación Copérnico y LDH

Boissel Pascal, vicepresidente de la Unión de Psiquiatría

Bronnikova Olga, profesora de la Universidad Grenoble Alpes, miembro de la asociación Grenoble Isère de Ucrania

Bruckert Jean-Paul, miembro de la Comisión Internacional de Ensemble!

Calderón Patricio, Chile

Cartón de Grammont Sarah, antropóloga, investigadora del CNRS, LESC

Caillon Maxime, Snuitam-FSU

Charbonnier Vincent, sindicalista de SNESUP-FSU

Cladera Nara, Secretaria Federal de la Federación SUD de Educación

Clément Karine, socióloga

Cohen Yves, director de estudios de EHESS, historiador

Cukier Alexis, filósofo, Attac, CGT Ferc Sup

Dacenko Jeanne, Francia

Delbeke Olivier, sindicalista de la CGT (94)

Deleville Claude

¡Della Sudda Bruno, activista de la Comisión Internacional del Conjunto!

Descottes Romain, miembro de Éditions syllepse y activista de la CGT

Dmitrieva Elizaveta, analista financiera, miembro de la Asociación de Ayuda Médica y Benéfica Francia-Ucrania

Dubois Vincent, político y sociólogo, Estrasburgo

Dubreucq Sylvie

Duguet Robert, Crosne Essonne, miembro del Consejo Editorial de Argumentos para la Lucha Social

Enclos Philippe, profesor-investigador de derecho jubilado, Lille

Epsztajn Didier, presentador del blog «Entre les lignes entre les mots (Entre las líneas entre palabras)»

Farbiaz Patrick y Peps por una ecología popular y social

Fayman Sonia, sociólogo y miembro de la UJFP (Unión Judía por la Paz)

Flament Sylviane, activista del MRAP Dijon

Filoche Gérard, portavoz de la Izquierda Democrática y Social

Formitchova Anastasia, estudiante de doctorado en ciencias políticas, Universidad de París 1 Panthéon-Sorbonne

Fuentes Federico, periodista de la Izquierda Verde (Australia)

Gaudichaud Franck, historiador, Universidad Toulouse Jean Jaurès, Francia

Griveau Jean-Louis, activista de ENSEMBLE!

Gourmelon Sophie

Gousseff Catherine, miembro de la junta directiva de Mémorial-France

Johsua Samy, universitario, miembro del Consejo Científico Attac

Katić Branislava, Unión de Artistas Ucranianos y sus Amigos, Marsella

Klarsfeld André, París

Lalanne Jean-Yves, izquierda democrática y social

Lambolez Bertrand, Director de Investigación, Universidad de la Sorbona

Lange André, coordinador del Comité Denis Diderot

Lanson Michel, Club Político de la Bastilla

Larcher Jonathan, becario postdoctoral Eur ArTeC, Universidad de París Nanterre

Laquerrière Danielle, Francia

Lauton Gérard, Universidad de París-Est Créteil

Le Huérou Anne, profesor de la Universidad de París Nanterre

Le Tétour Kevin, Secretario Federal, Federación de Educación del Sur

Machover Jacobo, escritor, periodista, académico

LLanque Huayra, Attac, miembro de la Red Europea de Solidaridad Ucrania (ENSU)

Long Olivier, académico y pintor, Universidad Panthéon-Sorbonne de París.

Mahieux Christian, sindicalista ferroviario retirado

Malamoud Antoine, izquierda ecosocialista

Malifaud Jean, Fundación Copérnico

Maliuga Marguerite, presidenta de la asociación «Unión de artistas ucranianos y sus amigos», Marsella

Marleix Anne

Martin Myriam, izquierda ecosocialista, Francia rebelde

Marx Denis, Lyon

Massiah Gustave, economista, miembro de Cedetim

Messica Fabienne, socióloga, Liga de Derechos Humanos

Mermé Henri, Comisión Internacional ENSEMBLE!

Millot Pierre

Mintz Frank,  CNT Solidarité Ouvrière

Monje Jean-Marie, historiador, académico honorario

Monod Jean-Claude, filósofo, CNRS/ENS

Morder Robi, Asociación de Autogestión

Morin Anne, Reino Unido

Morvin Marc, miembro de la izquierda ecosocialista y de la LDH

Neuville Richard, Asociación de Autogestión (Francia)

Nuselovici Alexis, profesor de Literatura General y Comparada, Universidad de Aix-Marsella

Pane Marie-Noëlle, PRAG de Rusia, Universidad de Borgoña

Pasternak Jean-Pierre, presidente de la Unión de Ucranianos de Francia

Pastor Jaime, editor de Viento Sur (estado español)

Perrin Evelyne, Stop Precarious Economist

Poncet Raymonde, Senador Ródano EELV

Poupin Christine, portavoz del NPA

Poupin Perrine, investigador del CNRS

Poutou Philippe, excandidato presidencial (Francia)

Puyade Jean, París

Presumeey Vincent

Prevot Stéphanie, Francia

Raimbault Pierre, fotoperiodista

Regamey Amandine, magistrado

Rollet Sylvie, profesora emérita de universidades, Colectivo «Por Ucrania, por su libertad y la nuestra»

Rougé Laurent, profesora, concejala municipal Tarbes Citizen, Ecological and Solidarity (TCÉS)

Saburova Daria, investigador franco-ucraniana, miembro de RESU

Samary Catherine, economista, Consejo Científico de Attac Francia

Sànchez Mariana, Ensemble/Syllepse y miembro de RESU

Ségard Laura, psicólogo

Shukan Ioulia, profesor, Universidad de París Nanterre

Silberstein Patrick, Syllepse

Silhouette Cécile

por Suremain Marie-Albane, profesora de historia, Université Paris-Est-Créteil

Tartakowsky Ewa, investigador del CNRS

Tenzer Nicolas, director del Journal Desk Russia, profesor de Sciences Po

Terras Christian, director de Golias

Tsovma Alexandra

Tricoire Agnès, abogado del tribunal de París

Trifon Nicolas, corresponsal en Francia de la red libertaria «Pagoini libere» en Cluj (Rumania)

Tura Laetitia, fotógrafa y directora

Urbán Crespo Miguel, eurodiputado anticapitalista (Estado español)

Vergiat Marie-Christine, ex eurodiputada

Vianna Pedro, poeta, hombre de teatro, profesor universitario

Wallon Emmanuel, profesor de Sociología Política, Universidad de París Nanterre

Werth Nicolas, Director de Investigación Emérita del CNRS, Presidente del Mémorial-Francia

Weyl Sonia, Francia

Whitaker Béatrice, activista altermundialista, Francia

Después de Maidan

Ucrania

Lo que Maksim Butkevych (confundador de No Borders Proyect) explicó en marzo de 2015.

Después de Maidan, luego la anexión rusa de Crimea (y con la represión que siguió), se creó en París el colectivo Kolchenko a finales de 2014, principios de 2015, iniciándose una serie de reuniones. Una de estas reuniones se celebró el 7 de marzo de 2015 en las instalaciones del EDMP, con dos oradores ucranianos, incluido Maxim Butkevych (cofundador de No Borders Proyect-Proyecto No a las Fronteras). Cuando Maksim ha sido detenido con otros soldados ucranianos por el ejército ruso que comenzó la guerra contra Ucrania, vale la pena recordar lo que Maksim Butkevych dijo sobre Maidan en marzo de 2015. Esto es tanto más necesario cuanto que el gobierno ruso parece querer organizar un juicio político contra Maksim (cuando es prisionero de guerra) y se está llevando a cabo una campaña política necesaria para su liberación.

Esto es lo que explicó en aquella reunión:

«Por supuesto, lo que presento es algo subjetivo porque participé activamente en Maidan, pero trato de seguir siendo objetivo.

Para la mayoría de las personas que participaron en Maidan, éste fue el acontecimiento más significativo de sus vidas. Un evento que fue bastante espontáneo, su evolución fue bastante impredecible, e incluso podríamos decir que no ha terminado. Maidan no es solo la plaza central de la capital de Ucrania, sino más bien un movimiento, es una especie de organización muy, muy compleja desde un punto de vista social. Por un lado, Maidan puede describirse como un movimiento por los derechos humanos, por los derechos de los ciudadanos, en el que participaron personas muy diferentes (…); y esta mezcla social que existía dentro de Maidan empujó a la gente a ser más tolerante con todo tipo de diversidades que existían en la sociedad. Un ejemplo triste pero que no obstante se puede dar es que las primeras muertes de Maidan fueron un armenio, hijo de refugiados armenios que vinnieron a Ucrania, la segunda fue un bielorruso y la tercera era un ucraniano.

En el Maidan también había algunos símbolos más bien étnicos ucranianos, nacionalistas ucranianos, que fueron traídos por algunos activistas de derechas. Y para un observador externo, a veces podrían dar una falsa impresión; ¿cómo podemos tener al mismo tiempo un movimiento que luche, que esté ahí para defender los derechos humanos, los derechos de los ciudadanos y, al mismo tiempo, tener ciertos símbolos que pueden ser más nacionalistas?

Lo que desencadenó el Maidan, inicialmente llamado Euro-Maïdan, fue la negativa a firmar un acuerdo de asociación, pero con el tiempo el movimiento evolucionó, y más tarde estos temas de integración en Europa se habían vuelto secundarios y lo que era mucho más importante eran los problemas sociales: la oposición a la violencia policial, la oposición al gobierno que no respetaba los derechos de las y los ciudadanos y la necesidad de hacer reformas radicales de todo el sistema estatal. Y desde el día de la huida de Yanukóvich, comenzaron estas reformas. Desafortunadamente, lo que sucedió fue que casi una semana o incluso cinco días después de este comienzo del proceso de reforma, se produjo la llegada de fuerzas a Crimea. Así que eso detuvo por completo este proceso de reforma estatal.

Por ejemplo, (…) tan pronto como Yanukóvich huyó, ocupamos el edificio del servicio de inmigración. Esta ocupación fue bastante pacifista. Su idea era evitar que el gobierno, los funcionarios estatales que huían destruyeran los documentos, unos documentos que afectaban en particular a las personas solicitantes de asilo y a las inmigrantes que estaban en Ucrania, porque estos documentos, especialmente todo lo relacionado con la emisión del derecho de asilo, estos documentos contenían muchas cosas escandalosas; por lo que temíamos que estos documentos pudieran ser destruidos por funcionarios del gobierno anterior o por activistas de extrema derecha.

El resultado de esta ocupación fue el lanzamiento de una reforma de la legislación de asilo. El servicio de inmigración, que nunca quiso cooperar con las ONG, comenzó a trabajar con nosotros (…). Posteriormente, con el comienzo de la guerra, nos dijeron: «pero hay guerra, así que no podemos hacer reformas mientras haya guerra».

Pero a pesar de todo, esta idea de reformas existe, la gente ahora es muy consciente de que es algo que llevará mucho tiempo, pero no está dispuesta a rendirse».

Obviamente, el gobierno ruso está tratando de hacer pagar a Maksim Butkevych, un activista anarquista, antifascista y antirracista de Kiev, cofundador de la asociación «No Borders Proyect-ProyectoNo a las Fronteras», el apoyar y ayudar a las personas migrantes,  la lucha política que ha sido la de toda su vida y, en particular, su papel en Maidan.

Una primera  exigencia:

¡LIBERTAD PARA MAKSIM BUTKEVICH!

Las explicaciones dadas por Maksim se publicaron en la revista L’Émancipation syndicale et pédagogique de noviembre de 2016.

Emancipación Lyon-69, http://www.emancipation69.fr/? qué explicado-maksim-butkevych,246.html

http://europe-solidaire.org/spip.php?article63319  15/07/2022

Traducción: Faustino Eguberri para antikapitalistak.org

 

La nueva ola progresista: entre la moderación y una derecha intolerante  

América Latina

La nueva ola progresista: entre la moderación y una derecha intolerante-

Desde 2018, en América Latina se han registrado seis triunfos de fuerzas de izquierda, una auténtica segunda ola de gobiernos progresistas que lo tendrá aún más difícil que la primera.

Raúl Zibechi (El Salto)

En algunas ocasiones, un resultado electoral enmascara el panorama político en vez de clarificarlo ya que, desgajado del entorno y de la relación de fuerzas existente, puede confundir a quienes lo observen desde la distancia. Con el paso del tiempo, cuando las corrientes profundas de la sociedad hacen su inexorable trabajo, las posibilidades de cambios se verán mermadas y hasta anuladas.

En los análisis de las recientes victorias electorales progresistas, se suele omitir que llegan a palacio sin mayorías parlamentarias, en sociedades profundamente divididas, donde las derechas se han fortalecido al punto de poder vetar los cambios. Sin olvidar dos hechos adicionales: que los mercados globales juegan en contra de la más pequeña modificación de las reglas del juego y que las fuerzas progresistas a menudo no tienen ni la voluntad ni las propuestas adecuadas para modificar la realidad que heredan.

En muy poco tiempo en América Latina se han registrado seis triunfos de fuerzas de izquierda y progresistas, desde 2018: Andrés Manuel López Obrador en México, seguido por Alberto Fernández en Argentina, Luis Arce en Bolivia, Pedro Castillo en Perú y, sólo a lo largo de este año, Xiomara Castro en Honduras, Gabriel Boric en Chile y Gustavo Petro en Colombia.

Aunque cada caso es diferente —la segunda edición de los progresismos argentino y boliviano contrasta vivamente con la primera— existen campos de fuerza que atraviesan a todos los procesos, que acotan las posibilidades de transformaciones profundas y los alcances que puede tener esta segunda ola progresista.

Para ajustar la comprensión de los procesos en curso, deberían contrastarse con el clima y el contexto de los triunfos que se dieron entre 1999 y 2005 en Venezuela, Argentina, Brasil, Uruguay, Ecuador y Bolivia. En gran medida, esos gobiernos fueron producto de ciclos de luchas populares intensos, que desbarataron la gobernabilidad neoliberal focalizada en privatizaciones de empresas estatales. En no pocos casos, hubo una relación directa entre la pelea callejera y la llegada al gobierno. Algo que no sucede ahora, salvo en el caso de Colombia.

La primera limitación es la crisis global y de la globalización, así como la crisis civilizatoria en curso. El creciente enfrentamiento entre EE UU y la UE con Rusia y China, configura un escenario complejo ante el cual los gobiernos progresistas no parecen sentirse cómodos

Más allá de algunas situaciones excepcionales, como la errática presidencia de Pedro Castillo, los nuevos gobiernos progresistas deberán convivir con un nuevo escenario, que tiene algunas características comunes y constituye la principal limitación de los nuevos gobiernos. Sin excluir las debilidades y contradicciones internas, las opciones poco claras o definitivamente sistémicas que están tomando, debemos detenernos en ellas antes de pasar a las otras.

La crisis global

La primera limitación es la crisis global y de la globalización, así como la crisis civilizatoria en curso. El creciente enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Europea con Rusia y China, configura un escenario complejo ante el cual los gobiernos progresistas no parecen sentirse cómodos. La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, dio marcha atrás en su promesa electoral de establecer relaciones con la República Popular China para mantenerlas con Taiwán.

En similar sintonía, López Obrador defiende la integración de América —no de América Latina—, para destacar que es el modo de enfrentar el crecimiento de China (Milenio, 9 de junio de 2022). A la vez, se mostró molesto con las exclusiones de Venezuela, Cuba y Nicaragua por parte de Estados Unidos en la Cumbre de las Américas.

Este tipo de equilibrios de presidentes de la nueva ola progresista son moneda corriente. Boric critica frontalmente a Venezuela y Nicaragua. Incluso Petro, que promueve el restablecimiento de relaciones con Caracas, anunció que no le parece “prudente” que Nicolás Maduro asista a su investidura el próximo 7 de agosto.

Imposible ocultar que existe una profunda división en los temas centrales del escenario internacional —invasión de Ucrania, papel de China y Estados Unidos—, pero sobre todo actitudes dubitativas y hasta temerosas de provocar roces con Washington, cuestión que caracteriza al progresismo actual, preso de contradicciones que en apariencia los paralizan.

Los gobiernos de la región necesitan comerciar con China, ya que suele ser su principal socio comercial, pero siguen mirando a Estados Unidos como referente con el cual, con la excepción de Venezuela, Nicaragua y Bolivia, no quieren tener problemas. Por un lado, el bloqueo de Washington contra Caracas —con sus tremendas secuelas económicas— puede estar funcionando como un factor disciplinador para los progresismos. Por otro, los equipos de gobiernos progresistas parecen encontrarse desorientados ante la gravedad de la crisis global, a la que no han podido anticiparse ni encuentran el modo de posicionarse como naciones.

En este punto habría que establecer una clara distinción entre Sudamérica, que tiene una profunda relación comercial con China, y Centroamérica y México que siguen escorados hacia Estados Unidos. El caso de México es el más desconcertante: López Obrador formula críticas verbales, pero está firmemente alineado con su vecino del norte, tanto en la represión a los migrantes como en las relaciones con China.

Las nuevas derechas

El segundo problema que enfrenta la nueva ola progresista es el crecimiento y la movilización de las nuevas derechas. Con la relativa excepción de México, en el resto de los países está tallando una nueva derecha que no tiene el menor empacho en mostrarse como racista y antifeminista, haciendo gala de discursos peyorativos en relación a las mujeres, el aborto, el matrimonio igualitario y las disidencias sexuales.

Durante mucho tiempo las izquierdas, los sindicatos y movimientos populares tuvieron el monopolio de calles y plazas, pero desde la crisis de 2008 la derecha comenzó a ocuparlas de forma casi permanente, como sucedió en Brasil, y en particular en las coyunturas que les resultaron convenientes, como en Argentina, Chile, Perú, y ahora Ecuador. Esta presencia no sólo pone límites a las fuerzas progresistas y de izquierda, sino que a menudo las desconcierta y desmoviliza.

Esta nueva derecha reacciona contra el destacado papel que están jugando las mujeres, los colectivos LGTBQ, los pueblos originarios y negros, a las que considera como amenazas al lugar de privilegio que ocupan las minorías blancas de clase media urbana. Colombia y Brasil han sido los países donde más éxito han tenido. En el primer caso, el impacto de esta derecha se tradujo en el triunfo del No en el plebiscito que debía aprobar los acuerdos de paz entre el gobierno y las FARC, en octubre de 2016. En el segundo, se hizo visible en el masivo apoyo a Jair Bolsonaro, en una sociedad ofuscada y desorientada que permitió que un personaje sin escrúpulos ascendiera a la presidencia.

El segundo problema que enfrenta la nueva ola progresista es el crecimiento y la movilización de las nuevas derechas. Con la relativa excepción de México, en el resto de los países está tallando una nueva derecha que no tiene el menor empacho en mostrarse como racista y antifeminista

Estas nuevas derechas han tejido una alianzas con las iglesias evangélicas, con fuerte presencia en barrios populares, pero también con militares, policías y grupos paramilitares que comparten su rechazo visceral a las izquierdas y a la agenda de derechos. En este entramado de intereses no debe descartarse el papel del narcotráfico, y de otros negocios ilegales, en la configuración de fuerzas políticas con amplio apoyo social que desdeñan los valores democráticos y odian a los diferentes.

La militarización de la sociedad

Una tercera limitación, que tampoco afectó a la primera ola progresista, es la creciente militarización de nuestras sociedades. Se trata de un proceso que se viene intensificando desde la crisis mundial de 2008, que atraviesa a todos los países con modos y formas diferentes según sus historias y los niveles de racismo y machismo presentes en cada uno de ellos. Siendo América Latina el continente más desigual del mundo, la intervención de las fuerzas armadas y policiales en el control de las poblaciones persigue congelar esa situación.

Pese a la creación de la polémica Guardia Nacional, dirigida por las fuerzas armadas, la violencia no ha disminuido en México donde se registran índices similares a los que tuvieron los gobiernos anteriores. La militarización creció de forma exponencial: el Programa de Seguridad Ciudadana de la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México, destaca que durante el sexenio de Vicente Fox hubo 35.000 militares desplegados en tareas de seguridad pública en y que bajo López Obrador, en mayo de 2022, el número llegó a 239.865 uniformados en las calles. Siete veces más. Peor aún, en sus tres primeros años de gobierno han sido asesinadas 132.088 personas y 67.122 han desaparecido, crecimiento exponencial que permite a algunos analistas asegurar que el sexenio de López Obrador será el más violento de la historia.

El coordinador de dicho programa señala que “la militarización de la seguridad jamás fue un proyecto de uno u otro gobierno, de una u otra ideología, representando más bien una tendencia histórica de raíces estructurales” (Animal Político, 13 de junio de 2022).

El otro gran país de la región, Brasil, presenta tendencias militaristas similares, aunque uno y otro están gobernados por fuerzas que se dicen ideológicamente opuestas.

Mientras López Obrador ha entregado las grandes obas de infraestructura —como el Tren Maya y el Corredor Transístmico— a los militares, Bolsonaro incluyó a 6.157 uniformados en activo o en la reserva en cargos civiles, lo que representa un aumento del 108% respecto a 2016, último año del Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).

En Chile, Boric hizo campaña electoral prometiendo la desmilitarización de Wall Mapu, pero semanas después de asumir la presidencia volvió a decretar el estado de excepción en la región, enviando incluso más uniformados y blindados que su antecesor, el neoliberal Sebastián Piñera

El Sindicato Nacional de Docentes de Enseñanza Superior (ANDES) publicó un dossier sobre la militarización del Gobierno de Bolsonaro, en marzo pasado. Asegura que se han creado 216 escuelas primarias cívico-militares, en la que se implementa el modelo basado en las prácticas pedagógicas y en los patrones de enseñanza de los colegios del Ejército, policías militares y cuerpos de bomberos militares. También están nombrando miembros de las fuerzas armadas en servicios básicos como la salud, para evitar que sean ocupados por fuerzas opositoras.

En Chile, Boric hizo campaña electoral prometiendo la desmilitarización de Wall Mapu, pero semanas después de asumir la presidencia volvió a decretar el estado de excepción en la región, enviando incluso más uniformados y blindados que su antecesor, el neoliberal Sebastián Piñera. Tiene escasa utilidad criticar al gobierno o a los grupos mapuche, porque la militarización del territorio mapuche es un asunto estructural, que atraviesa gobiernos de todos los colores, así como dictadura o democracia.

Un aspecto central de la militarización es el despliegue de grupos ilegales integrados por exmilitares y policías, dedicados al control de la población y a hacer negocios con sus necesidades básicas como el transporte, el acceso al gas y la internet.

La ciudad de Medellín ha sido completamente copada por grupos armados con apoyo del Estado que controlan los barrios populares. En esta ciudad se puede constatar “una suerte de reordenamiento criminal del territorio urbano, un reordenamiento impuesto a la fuerza, sobre engaños, dilaciones, mentiras y con la fuerza del Estado” (Rebelión, 22 de junio de 2022).

Estos casos no son excepcionales sino estructurales, porque los Estados latinoamericanos ya no son capaces de gobernar todo el territorio. En Rio de Janeiro, las milicias armadas —herederas de los escuadrones de la muerte nacidos en dictadura— controlan no sólo una parte de las favelas, sino también los conjuntos de edificios del programa estatal Mi Casa Mi Vida creado durante los gobiernos del PT.

El Grupo de Estudios de Nuevos Ilegalismos, de la Universidad Federal Fluminense, estima que el 57% del territorio de la segunda ciudad brasileña está siendo controlado por las milicias, lo que supone que más de seis millones de personas están a merced de los paramilitares. Por eso el sociólogo José Claudio Alves, que estudia las milicias desde hace 30 años, asegura que no son un Estado paralelo, sino el Estado mismo.

En su conjunto, estamos ante una crisis de gobernabilidad democrática en América Latina, que se hizo muy evidente desde las grandes manifestaciones de junio de 2013 en Brasil y de la decena larga de levantamientos, revueltas y protestas que atravesaron la región. Una ingobernabilidad que abarca gobiernos de derecha y de izquierda y que dificulta el despegue de procesos de cambios estructurales. El problema desde el lado de los progresismos, es que buscan resolverla falta de gobernabilidad virando hacia el centro o la derecha, lo que termina estrechando la posibilidad de cambios.

Obstáculos enquistados

Parece evidente que los tres obstáculos principales que enfrentan los progresismos llegaron para quedarse, que no son fruto de una coyuntura sino de largos procesos incubados en las dictaduras de los 70 y 80, pero revitalizados en democracia bajo el modelo extractivista o acumulación por despojo. Petro prometió “desarticular de forma pacífica el narcotráfico”, algo justo y necesario, pero imposible de concretar. No dice cómo piensa hacerlo porque intuye que es un camino estéril: no se puede negociar con fuerzas que rechazan cualquier tipo de acuerdos.

En la misma dirección, aunque Lula gane las elecciones de octubre, el bolsonarismo seguirá vivo y constituirá un obstáculo mayor para su gobierno. Como recuerda el sociólogo Rudá Ricci, hay 25 millones de brasileños “con valores de extrema derecha, fanáticos y que estarán con Bolsonaro en la oposición”. Por lo tanto, habrá caos político y para evitarlo, Lula deberá hacer alianzas con el gran empresariado y la derecha (IHU Unisinos, 8 de julio de 2022).

Como se desprende de este relato, el panorama no es nada alentador, ni para los progresismos ni para los movimientos sociales. Para superar el estado de cosas heredado y no solamente para gestionarlo, los gobiernos de signo progresista deberían construir fuerzas sociales organizadas y contundentes, capaces de neutralizar a las nuevas derechas que los desestabilizan y bloquean los cambios.

La historia reciente dice que los gobiernos progresistas dilapidaron el entusiasmo popular que tuvieron al comienzo del ciclo, hace ya 20 años. El apoyo que están recibiendo ahora se debe más al rechazo a las ultraderechas

Sin embargo, la historia reciente dice que los gobiernos progresistas dilapidaron el entusiasmo popular que tuvieron al comienzo del ciclo, hace ya 20 años. El apoyo que están recibiendo ahora se debe más al rechazo a las ultraderechas, que a un respaldo a sus propuestas y formas de actuación. Podemos decir con Massimo Modonesi que los progresismos se asimilaron al orden existente y rompieron con sus raíces izquierdistas. “De esta manera, se definen en antítesis a las derechas más por una postura defensiva y conservadora que por aspectos propositivos y transformadores”, sostiene el filósofo ítalo-mexicano (Jacobin, 4 de julio de 2022).

La conversión de los progresismos en conservadurismos está arrastrando a buena parte de los movimientos sociales, en particular los más visibles e institucionalizados. Lo más grave, empero, es que tendrá consecuencias nefastas en el espíritu colectivo emancipatorio en el largo plazo, aislando a los sectores más consecuentes y más firmes que, en América Latina, son a su vez los más castigados por el modelo extractivista, como los pueblos originarios y negros, los campesinos y los pobres de la ciudad y del campo.

Comunicado de Anticapitalistas ante la matanza en la frontera de Melilla

Esta matanza inaugura la “nueva etapa” en las relaciones entre España y Marruecos que se estableció después de que el gobierno español respaldara públicamente la propuesta de la autocracia Marroquí de un régimen de autonomía para el Sáhara. Abalando la ocupación del Sáhara occidental por parte de Marruecos y modificando la tradicional postura de equidistancia española sobre el conflicto que defendía “una solución política, justa, duradera y mutuamente acordada en el marco de Naciones Unidas”. Todo a cambio de que Marruecos siga haciendo de matón de las fronteras europeas.
El desprecio que mostraron la policía española y marroquí hacia las personas heridas es la clara expresión de la mortífera política de externalización de fronteras que mantienen España y la Unión Europea con la satrapía de Marruecos. Esta situación es el producto de unas políticas que se sustentan desde el racismo institucional. Con el único fin de garantizar que las personas migrantes son desprovistas de cualquier tipo de derecho, como mano de obra explotable en el conjunto de Europa. La política fronteriza se constituye así como una garantía para el propio capitalismo que ve en ellas la forma de animar la división y la competencia en el seno de la clase trabajadora.
Los mismos que hablan con términos como “invasión” o “ataque a la integridad territorial española” son los que aplauden el neocolonialismo de las multinacionales europeas en África que esquilman sus recursos y acabando con las formas tradicionales de economía y subsistencia. Provocando un auténtico éxodo como efecto boomerang de las políticas extractivistas neocoloniales.

  • Desde Anticapitalistas queremos mostrar nuestra solidaridad y pésame a las familias de cada uno de los jóvenes que han perdido la vida y reclamamos que las autoridades marroquíes identifiquen a todas las víctimas y pongan todos los medios para repatriar los cuerpos a sus familias.
  • Exigimos el cese inmediato de la necropolítica migratoria de la Europa fortaleza y la externalización de fronteras que condenan a la muerte a cientos de personas y a otras miles para servir como ejército de reserva del capitalismo europeo. No nos cansaremos de pedir derechos para todas y para todos. Y seguiremos peleando por la regularización de todas las personas migrantes como derecho y como herramienta para reforzar el poder del conjunto de la clase trabajadora frente a las clases dominantes.
  • Esta matanza no puede quedar impune, por ello exigimos una investigación independiente, imparcial e internacional que lleve ante la justicia a todos los responsables tanto materiales como políticos.
  • El cese de la externalización de fronteras pasa por dejar de utilizar a Marruecos como policía de nuestras vallas y no ceder ante sus chantajes, negándose a aceptar la ocupación ilegal del Sáhara occidental.
  • Grande-Marlaska no puede seguir ni un día más al frente del Ministerio del Interior y debe de ser cesado. Quienes desde el Gobierno sostienen la política fronteriza por acción o omisión se hacen corresponsables de las decisiones del mismo y como tal deben de ser considerados.

Para acabar, animamos a todas y todos a acudir a las movilizaciones convocadas en estos días en todo el Estado frente a la matanza acometida por las fuerzas de seguridad en Melilla, así como a participar activamente contra el racismo institucional y el sistema capitalista que lo sostienen.

Manifiesto MASACRE MELILLA 2022

El 24 de junio de 2022, las necropolíticas del Estado español y europeas, una política de muerte premeditada para dejar morir o matar directamente a los cuerpos migrantes en las fronteras físicas espaciales, vuelven a actuar con toda su fuerza en Ceuta y Melilla.
Estas políticas de muerte han asesinado a al menos 37 personas que intentaron atravesar la valla de Melilla. Hemos visto como una vez más las vidas de las personas negras, los cuerpos negros han sido violentados, deshumanizados y privados de todo derecho. Tratados como un despojo ante la mira de toda una sociedad que con su silencio ha sido cómplice de una gran masacre.
Dolor, rabia, impotencia, vergüenza… Es difícil plasmar en palabras las emociones que generan para las personas negras y migrantes las imágenes que recorren estos días por los medios de comunicación, las redes sociales, la prensa. Mostrando con total frialdad los cuerpos negros siendo asesinados, violentados y maltratados, alimentando su morbo.
Hemos visto como el gobierno más progresista de la historia felicita a los cuerpos de seguridad del estado hispano marroquí y omitía todas las acciones violentas y deshumanas a las vidas negras.
No son hechos aislados como los llaman en la prensa oficial “asaltos e invasión” y que el mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez confirma llamándolo “asalto violento”. Son tragedias anunciadas, son asesinatos planificados por el sistema de control migratorio y de expulsión de fronteras, es FRONTEX y los ejércitos que libran una guerra contra la inmigración donde las víctimas siempre son los cuerpos negros.
No podemos dejar de llamar las cosas por su nombre, esto es racismo institucional. Se llama colonialismo y se perpetúan con estas violencias y cuando se financian y avalan estas actuaciones represivas de los matones de fronteras contra la sociedad civil desarmada, es complicidad criminal. Eso es crear mafias y la ley de extranjería es trata de seres humanos.
Exigimos el fin de las masacres y de cualquier tipo de violencia en la frontera sur, el acceso a la asistencia médica y jurídica a nuestros hermanos en Melilla, la rectificación del Gobierno en insistir en que esta violencia normalizada se pueda financiar con dinero público en lugar de crear vías seguras de acceso, oficinas de asilo y refugio en los puntos fronterizos.
Por todo ello:
Denunciamos las políticas de muerte que han convertido el Mediterráneo y el Atlántico en la mayor fosa común del mundo.
Denunciamos la construcción de un vallado de 10 metros en las fronteras de Ceuta y Melilla.
Denunciamos las políticas de externalización de fronteras que ejercen los Estados de Marruecos y España contra las personas migrantes.
Denunciamos las devoluciones exprés, prácticas inhumanas que atentan contra la dignidad de las personas migrantes.
Denunciamos la actual ley de extranjería que justifica los reconocimientos por perfil racial, los CIES y pone trabas a las gestiones administrativas que permiten la regularización.
Exigimos:
Que se haga un proceso de reparación y memoria que rinda justicia a las víctimas de las fronteras.
Que se respete la dignidad de todas las personas migrantes y refugiadas.
Que cesen las devoluciones y las deportaciones.
Que se creen vías legales y seguras por las que se pueda ejercer el derecho a la libre circulación.
Que se derogue la actual ley de extranjería y se promuevan políticas justas, que no excluyan a nadie, que respeten la dignidad de las personas y que éstas puedan, sin condiciones, residir y trabajar libremente.
Hasta que esto se cumpla, seguiremos luchando
Recordamos las frases de grandes luchadores por la libertad y por los derechos de las personas negras a lo largo de la historia. Norbert Zongo, periodista burkinés asesinado por Francia en 1998, dijo: “la peor de las cosas no es la maldad de las personas malas, sino el silencio de la gente de bien”
También aprendemos de Aime Césaire que “Nadie coloniza inocentemente, y nadie coloniza tampoco impunemente, que una nación que justifica la colonización- es ya una civilización enferma, una civilización moralmente minada”
Y nuestra hermana Assata Sakhur nos enseñó que “Es una negligencia no luchar contra el racismo y la violencia racista, y no prepararnos para defendernos”
NO HAY ANTIRRACISMO SI NO TENEMOS LA MIRA EN LA FRONTERA SUR
NO HAY ANTIRRACISMO SI NO TENEMOS EN NUESTRA AGENDA LO QUE PASA COTIDIANAMENTE EN LA FRONTERA SUR
NO HAY ANTIRRACISMO SI NUESTRA AGENDA NO ES EXCLUSIVAMENTE DESTINADA A DENUNCIAR LA MASACRE Y LAS VIOLENCIAS DE LA FRONTERA SUR
Frente a sus políticas de muerte: hacemos memoria, defendemos la vida y exigimos derechos.