Estas políticas de muerte han asesinado a al menos 37 personas que intentaron atravesar la valla de Melilla. Hemos visto como una vez más las vidas de las personas negras, los cuerpos negros han sido violentados, deshumanizados y privados de todo derecho. Tratados como un despojo ante la mira de toda una sociedad que con su silencio ha sido cómplice de una gran masacre.
Dolor, rabia, impotencia, vergüenza… Es difícil plasmar en palabras las emociones que generan para las personas negras y migrantes las imágenes que recorren estos días por los medios de comunicación, las redes sociales, la prensa. Mostrando con total frialdad los cuerpos negros siendo asesinados, violentados y maltratados, alimentando su morbo.
Hemos visto como el gobierno más progresista de la historia felicita a los cuerpos de seguridad del estado hispano marroquí y omitía todas las acciones violentas y deshumanas a las vidas negras.
No son hechos aislados como los llaman en la prensa oficial “asaltos e invasión” y que el mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez confirma llamándolo “asalto violento”. Son tragedias anunciadas, son asesinatos planificados por el sistema de control migratorio y de expulsión de fronteras, es FRONTEX y los ejércitos que libran una guerra contra la inmigración donde las víctimas siempre son los cuerpos negros.
No podemos dejar de llamar las cosas por su nombre, esto es racismo institucional. Se llama colonialismo y se perpetúan con estas violencias y cuando se financian y avalan estas actuaciones represivas de los matones de fronteras contra la sociedad civil desarmada, es complicidad criminal. Eso es crear mafias y la ley de extranjería es trata de seres humanos.
Exigimos el fin de las masacres y de cualquier tipo de violencia en la frontera sur, el acceso a la asistencia médica y jurídica a nuestros hermanos en Melilla, la rectificación del Gobierno en insistir en que esta violencia normalizada se pueda financiar con dinero público en lugar de crear vías seguras de acceso, oficinas de asilo y refugio en los puntos fronterizos.
Por todo ello:
Denunciamos las políticas de muerte que han convertido el Mediterráneo y el Atlántico en la mayor fosa común del mundo.
Denunciamos la construcción de un vallado de 10 metros en las fronteras de Ceuta y Melilla.
Denunciamos las políticas de externalización de fronteras que ejercen los Estados de Marruecos y España contra las personas migrantes.
Denunciamos las devoluciones exprés, prácticas inhumanas que atentan contra la dignidad de las personas migrantes.
Denunciamos la actual ley de extranjería que justifica los reconocimientos por perfil racial, los CIES y pone trabas a las gestiones administrativas que permiten la regularización.
Exigimos:
Que se haga un proceso de reparación y memoria que rinda justicia a las víctimas de las fronteras.
Que se respete la dignidad de todas las personas migrantes y refugiadas.
Que cesen las devoluciones y las deportaciones.
Que se creen vías legales y seguras por las que se pueda ejercer el derecho a la libre circulación.
Que se derogue la actual ley de extranjería y se promuevan políticas justas, que no excluyan a nadie, que respeten la dignidad de las personas y que éstas puedan, sin condiciones, residir y trabajar libremente.
Hasta que esto se cumpla, seguiremos luchando
Recordamos las frases de grandes luchadores por la libertad y por los derechos de las personas negras a lo largo de la historia. Norbert Zongo, periodista burkinés asesinado por Francia en 1998, dijo: “la peor de las cosas no es la maldad de las personas malas, sino el silencio de la gente de bien”
También aprendemos de Aime Césaire que “Nadie coloniza inocentemente, y nadie coloniza tampoco impunemente, que una nación que justifica la colonización- es ya una civilización enferma, una civilización moralmente minada”
Y nuestra hermana Assata Sakhur nos enseñó que “Es una negligencia no luchar contra el racismo y la violencia racista, y no prepararnos para defendernos”
NO HAY ANTIRRACISMO SI NO TENEMOS LA MIRA EN LA FRONTERA SUR
NO HAY ANTIRRACISMO SI NO TENEMOS EN NUESTRA AGENDA LO QUE PASA COTIDIANAMENTE EN LA FRONTERA SUR
NO HAY ANTIRRACISMO SI NUESTRA AGENDA NO ES EXCLUSIVAMENTE DESTINADA A DENUNCIAR LA MASACRE Y LAS VIOLENCIAS DE LA FRONTERA SUR
Frente a sus políticas de muerte: hacemos memoria, defendemos la vida y exigimos derechos.