NO a la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara.

Rechacemos la nueva traición del gobierno español al pueblo Saharaui

<Comunicado de Anticapitalistas>

Desde Anticapitalistas queremos mostrar nuestro mas enérgico rechazo a la decisión del gobierno español de respaldar la propuesta de la autocracia Marroquí de un régimen de autonomía para el Sáhara. Con esta decisión el gobierno español modifica su tradicional equidistancia pública de defensa de “una solución política, justa, duradera y mutuamente acordada en el marco de Naciones Unidas” para apoyar la propuesta de la autocracia marroquí para perpetuar la ocupación del Sahara Occidental. Una propuesta, no olvidemos, que lleva tiempo apadrinada por el expresidente socialista Rodríguez Zapatero.

Al igual que hace 46 años con los Acuerdos de Madrid, que pretendían legitimar y legalizar la ocupación marroquí del Sáhara, la propuesta de un régimen de autonomía es el enésimo intento alauita para intentar defender la marroquinidad del territorio saharaui ocupado ilegalmente. Pero por mucho que lo intenten, ni el rey de Marruecos ni el gobierno de España pueden arrebatarle al pueblo saharaui su soberanía y su derecho a decidir.

No podemos olvidar que España sigue siendo a día de hoy, según Naciones Unidas, la potencia colonizadora y, por lo tanto, el Sáhara sigue siendo un territorio pendiente de descolonizar. Esto transfiere al Gobierno español una responsabilidad que ha sido sistemáticamente obviada en los últimos 46 años, en los cuales se ha situado siempre del lado marroquí. Una ocupación que ha impedido de forma reiterada el cumplimiento de las resoluciones de la ONU sobre la realización de un referéndum de autodeterminación.

Durante todos estos años, tanto España como la Unión Europea han ignorado las violaciones constantes de derechos humanos y del derecho internacional que realiza a diario el régimen marroquí. Además de destinar millones de euros de sus presupuestos en subvenciones y ayudas a Marruecos a cambio de que la autocracia marroquí sea un fiel policía de fronteras contra la migración. Las empresas europeas llevan décadas expoliando ilegalmente los recursos del Sáhara ocupado. La propia sentencia del Tribunal Europeo de Justicia deja muy claro que sin la complicidad y financiamiento de la UE y sus empresas la ocupación marroquí del Sáhara Occidental no seria posible. Este hecho, convierte a España y la Unión Europea en financiador y cómplice de estas situaciones ilegales.

El gobierno de coalición generó esperanzas entre muchos sectores de la sociedad española solidaria con el Sáhara para que por fin asumiera su responsabilidad histórica con el pueblo saharaui que hoy ni nunca debería ser negociable. Sin embargo la constitución del Gobierno de coalición, autodenominado progresista, no ha modificado un ápice la posición española cómplice con la ocupación marroquí, mas bien todo lo contrario. Como hemos podido comprobar con el reciente apoyo a la propuesta de autonomía para el territorio ocupado, se constata que no podemos esperar ningún cambio favorable desde el consejo de ministros.

Por eso, desde Anticapitalistas llamamos a movilizarnos junto a nuestras hermanas y hermanos saharauis, exigiendo al Gobierno:

  • No a los nuevos acuerdos de Madrid. No a la propuesta marroquí de autonomía para el Sahara.
  • Libertad para los presos políticos saharauis.
  • Por el reconocimiento por parte del gobierno español de la Republica Árabe Saharaui Democrática.
  • Acabemos con el expolio de los recursos naturales del Sáhara Occidental.
  • Por un referéndum de autodeterminación que asegure la libertad e independencia del Sáhara Occidental.

Alto Errusiaren Ukrainako inbasioari/Alto a la invasión rusa de Ucrania.

Alto Errusiaren Ukrainako inbasioari. NATOren esku-hartzeari Ez. Blokeen desegitearen eta

Antikapitalistakeko komunikatua

Gaur goizaldean, Errusiako Federazioak esku-hartze militarra hasi du Ukrainan, herrialde horren subiranotasuna urratuz, zonaldeko lurralde-haustura sakonduz eta gatazka zabaltzeko arrisku larria eraginez.

Erasoa berehala amaitu behar da eta bide diplomatikoari ekin behar zaio berriro!

Guztiz kalkulaezina da errusiar operazio militarrak eragingo duen giza suntsiketa, materiala, soziala, politikoa eta geopolitikoa, baina zalantzarik gabe, duela hilabete eta erditik hona piztutako beldur larrienak berresten ditu, eta mundu mailako bloke inperialisten arteko konfrontazioa areagotzen du. Badakigu bloke inperialisten arteko gatazken atzean beti daudela botere geopolitikoaren arrazoiak, lehengaien aldeko borroka eta oligarkien interes ekonomikoak. Gerra honek langile klaseak bakarrik kaltetuko ditu.

Putinek Leninek defendatutako herrien autodeterminazio-printzipioaren aurka egindako erasoek eta Errusiako Federazioan bertan oposizioaren aurka egindako jazarpenak (sektore ezkertiarrak, marxistak eta libertarioak barne), baita LGTBI pertsonenak ere, erregimenaren izaera erreakzionarioa, autoritarioa, inperialista eta oligarkikoa berresten dute. Ez dago inolako zalantzarik.

Aipatu behar dugu NATO dela sortutako egoeraren ko-erantzulea, bere interbentzionismo inperialistarekin eta base militar estatubatuar gisa duen hedapen globalarekin. Europak Washingtonen agindu geopolitikoekiko duen mendekotasunak eta gatazkari irtenbide baketsua emateko duen ezintasunak agerian uzten dute Europar Batasunak politika militaristekin eta arma-industriarekin duen ezintasuna eta konplizitatea.

Azken urteotan, Ukrainako gobernua Europar Batasunera eta NATOrantz biratu da, eta Errusiak etsaitzat jotzen du, bai arlo ekonomikoan, bai militarrean. Mendebaldeko potentziek bide guztiak erabili dituzte aldaketa hori bultzatzeko, Mendebaldeko inteligentzia-agentziek indar ultraeskuindarrak erabili izana barne. Ukrainaren subiranotasuna epe luzera defendatzeko irtenbide bakarra da bere neutraltasuna mantentzea, Errusiak hasi eta NATOk, eta bereziki Estatu Batuek eta Erresuma Batuak, babestutako espiral militaristaren haustura, eta Errusiarekin zein EBrekin harreman ekonomikoak izatea. Ukrainak estatu independente gisa existitzeko duen eskubidea argi eta garbi defendatzen dugun bezala, Donbass bezalako eskualdeen autodeterminazio-eskubidea ere babesten dugu, mendebaldeko inperialismoaren eta errusiarraren esku-sartzerik gabe erabaki behar baitute.

Espainiako gobernuak erretiratu egin behar ditu bertara joandako indar armatuak, uko egin behar dio eskalada militar batean parte hartzeko tentazioari, eta ahalegin diplomatikoei lagundu behar die irtenbide negoziatu baten alde, herrien askatasunean eta erabakitzeko eskubidean, bakezaletasun aktiboan, kanpo-politikaren, deseskalatzearen eta armagabetze globalaren gidari gisa.

Gaurtik aurrera deitutako elkarretaratze, ekintza eta manifestazio guztietan mobilizatzeko deia egiten dugu.

Kanpora tropa errusiarrak Ukrainatik, herrien bake, desnuklearizazio eta autodeterminazioaren alde eta bloke militarren eta NATOren aurka!

Alto a la invasión rusa de Ucrania. No a la Intervención de la OTAN. Por la disolución de los bloques y la autodeterminación de los pueblos: Abajo los imperialismos, luchemos por la paz

Comunicado de Anticapitalistas

Esta madrugada, la Federación Rusa ha iniciado una intervención militar en Ucrania que viola la soberanía de dicho país, profundiza la fractura territorial de la zona y supone un grave peligro de extensión del conflicto.

¡El ataque debe cesar inmediatamente y debe retomarse la vía diplomática!

Es totalmente incalculable la devastación humana, material, social, política y geopolítica que va a provocar la operación militar rusa en curso, pero sin duda confirma los peores temores suscitados desde hace mes y medio, y nos colocan en una agudización de la confrontación entre bloques imperialistas a nivel global. Ya sabemos que detrás de los conflictos entre bloques imperialistas siempre hay razones de poder geopolítico, la lucha por las materias primas y los intereses económicos de las oligarquías. Esta guerra solo perjudicará a las clases trabajadoras.

Los ataques de Putin contra el principio de autodeterminación de los pueblos defendido por Lenin y su persecución de la oposición en la propia Federación Rusa (incluyendo a sectores de izquierdas, marxistas y libertarios), así como de las personas LGTBI, confirman el carácter reaccionario, autoritario, imperialista y oligárquico del régimen. No hay duda alguna al respecto.

Debemos señalar que la OTAN es co-responsable de la situación creada, con su intervencionismo imperialista y su expansionismo global en forma de bases militares estadounidenses. La subordinación europea a los dictados geopolíticos de Washington, y su incapacidad para proponer una salida pacífica al conflicto, revelan la impotencia y la complicidad de la Unión Europea con las políticas militaristas y la industria armamentística.

Durante los últimos años, el gobierno ucraniano ha girado hacia la Unión Europea y la OTAN, lo que es considerado por Rusia hostil tanto en lo económico como en lo militar. Las potencias occidentales han contribuido a impulsar este giro por todos los medios, incluyendo el recurso a fuerzas ultraderechistas por parte de agencias de inteligencia occidentales. La única solución para defender la soberanía de Ucrania a largo plazo es su neutralidad, la ruptura de la espiral militarista iniciada por Rusia y secundada por la OTAN, y muy en particular por Estados Unidos y el Reino Unido, y mantener relaciones económicas tanto con Rusia como con la UE. Así como defendemos abiertamente el derecho de Ucrania a existir como estado independiente, también apoyamos el derecho de autodeterminación de zonas como el Donbass, que deben decidir sin injerencias ni del imperialismo occidental ni del ruso.

El gobierno español debe retirar las fuerzas armadas desplazadas a la zona, renunciar a la tentación de participar en una escalada militar y contribuir a los esfuerzos diplomáticos en favor de una solución negociada, basada en la libertad y el derecho a decidir de los pueblos, el pacifismo activo como guía de la política exterior, la desescalada y el desarme global.

Llamamos a movilizarnos en todas las concentraciones, acciones y manifestaciones convocadas desde hoy en adelante.

¡Fuera tropas rusas de Ucrania, por la paz, la desnuclearización y la autodeterminación de los pueblos, contra los bloques militares y la OTAN!

Contra la escalada militar de la OTAN y Rusia en Europa Oriental

DECLARACION IV INTERNACIONAL

Hay que movilizarse contra las amenazas militares (y nucleares) que se perfilan en el horizonte, en un marco de inestabilidad política, desorden económico y colisión interimperialista, defendamos los derechos de la población ucraniana

Una situación grave y peligrosa con una dimensión geopolítica mundial

Desde hace aproximadamente un mes estamos asistiendo a una escalada militar en torno a Ucrania que constituye una grave amenaza para Europa y el mundo y que nos retrotrae a las crisis más graves de los momentos álgidos de la Guerra Fría, como la Guerra de Corea (1950-53), la crisis de los misiles de Cuba de 1962 o el despliegue de los euromisiles (y los SS20 soviéticos) a principios de los años 80, cuando Ronald Reagan contempló la posibilidad de recurrir a armamento nuclear táctico en el teatro europeo.

La peligrosidad de la espiral verbal y militar en curso y el riesgo de deslizarnos hacia un conflicto armado, ya sea de baja intensidad o de gran alcance, localizado o generalizado, convencional o que incluya también alguna forma de amenaza nuclear, es mayor que en los episodios ya mencionados. Si bien el pueblo ucraniano es el primero en verse afectado, las amenazas conciernen a todos los actores implicados en la espiral verbal y belicosa de la crisis actual, en particular a todos los pueblos de Europa.

Por tanto, nos enfrentamos a un doble reto:

  • para responder a los temores expresados en Ucrania sobre las tropas rusas en sus fronteras, supuestamente con el fin de impedir la integración de Ucrania en la OTAN;
  • tomar la medida de los peligros reales producidos por la escalada de declaraciones belicosas y comportamientos cuyos intereses van más allá de la cuestión

Nuestra posición global sobre la OTAN es doble: tras la Segunda Guerra Mundial la Cuarta Internacional se opuso a la OTAN cuando se creó y, a fortiori, exigió que la Alianza Atlántica se desmantelada en 1991 junto al Pacto de Varsovia, y condenamos la retórica y el comportamiento imperialista de Rusia, que ha llevado a una parte creciente de la población ucraniana a volverse hacia la OTAN. La retirada de las fuerzas extranjeras (atlánticas y rusas) y la neutralidad militar de Ucrania son la única protección de su independencia. Pero es el pueblo ucraniano -y no el chantaje y las negociaciones entre las grandes potencias- quien debe decidir su pertenencia o no a la OTAN.

Los principales factores que contribuyen al peligro de una situación geopolítica inestable son

  • Grandes cuestiones energéticas (especialmente asociadas a los problemas de la transición a las energías renovables) con la potencia rusa capaz de explotar las diferentes situaciones energéticas (y dependencias) de la UE y los EE.UU. – en el contexto de una enorme volatilidad económica y el riesgo muy real de un nuevo crack financiero; problemas de escasez e inflación, dificultades energéticas y grandes problemas de la transición a las energías
  • Una acumulación de conflictos armados en la antigua Unión Soviética, desde Ucrania desde 2014 hasta Georgia, Armenia y Azerbaiyán, pasando por Chechenia y un largo proceso de reconstrucción del poder militar ruso y de recuperación de los reveses y humillaciones sufridos desde el final de la Guerra Fría – y una relativa consolidación del dominio ruso sobre Bielorrusia y Kazajistán que alienta el postureo de gran potencia de Putin.
  • Y, más concretamente, la crisis del sistema político y la inestabilidad interna de Estados Unidos -apenas un año después del asalto golpista al Capitolio promovido impunemente por un Trump que se ve volviendo a la Casa Blanca muy rápidamente-, la Unión Europea y, sobre todo, la propia Rusia, tras dos años de pandemia y revueltas generalizadas contra el autoritarismo, la corrupción y la represión.
  • El estancamiento del «formato Normandía» (Francia, Alemania, Rusia, Ucrania) de gestión del conflicto en Ucrania tras la ocupación rusa de Crimea desde

Tanto Putin como Biden necesitan dar una imagen de firmeza y agresividad importante por un lado para recuperar credibilidad y legitimidad internas y por el otro para disciplinar a lo que consideran sus respectivas áreas de influencia: Putin para reponerse de la mayor oleada de protestas antiautoritarias desde la Perestroika que vive Rusia desde hace varios meses y las revueltas contra la corrupción, las desigualdades y el paternalismo postestaliniano en lo que él cree ser área de influencia rusa (Bielorusia, Kazajistán, etc…); Biden, que está a las puertas de unas elecciones midterm al Congreso, tras una retirada humillante de Afganistán y lastrado por una decepcionante gestión interna que le ha reportado un nivel de impopularidad comparable a la cosechada por Trump en los últimos meses de su presidencia.

La posición de Putin dentro de Rusia también depende directamente de su postura de política exterior. Su cuarto mandato presidencial finaliza en 2024, tras lo cual tendrá que conservar el poder (ante el descenso de su popularidad) o cederlo a su «sucesor». Este proceso de «tránsito de poder» en una situación de completa degradación de todas las instituciones políticas sólo depende de la propia decisión de Putin y de su capacidad para reunir a las élites burocráticas y financieras a su alrededor frente a las amenazas internas y externas.

Primera amenaza de guerra nuclear en sesenta años

La arrogancia de sus respectivas declaraciones es proporcional a su debilidad política: “espero que Putin sea consciente de que se encuentra no muy lejos de una guerra nuclear”. “Putin quiere probar a Occidente y pagará por ello un precio que le hará arrepentirse de lo que ha hecho”, dijo Biden durante una rueda de prensa el pasado 20 de enero. Pero las declaraciones belicosas de este tipo, aunque sean fruto de gesticulaciones y de una partida de póker de mentiras, nunca son inocuas y sin riesgo de espiral incontrolada.

El factor determinante que explica la masiva concentración de sus tropas en la frontera norte y este de Ucrania es el temor ruso ante una hipotética entrada de Ucrania en la OTAN, que permitiría un despliegue de armamento nuclear hostil al lado de su país.

A 30 años del fin de la URSS y la disolución del Pacto de Varsovia: entre la ampliación de la OTAN y la reconstrucción del imperialismo ruso

Cuando Mijaíl Gorbachov decidió desmantelar el Pacto de Varsovia hace 30 años los mandatarios de la OTAN acordaron que harían lo propio con ésta y se comprometieron a que la futura Alemania reunificada fuera un país neutral, como lo había sido Austria desde el fin de la II Guerra Mundial. Como sabemos, no solamente la Alemania reunificada se integró en la Alianza Atlántica, sino que ésta no ha hecho más que extenderse hacia el Este y ha integrado a la mayoría de los países que durante 45 años habían pertenecido al Bloque Soviético: en 1999 Polonia, República Checa y Hungría. En 2004 Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia hicieron lo propio. Albania y Croacia en 2009 y en 2020 ha sido el turno de Macedonia del Norte.

El mantenimiento y la expansión de la OTAN, lejos de pacificar las relaciones del continente, las está tensando, y sólo puede fomentar una gran lógica expansionista rusa en detrimento de los países situados entre la UE y la Unión Euroasiática dominada por Moscú.

La movilización militar de Rusia a lo largo de la frontera ucraniana es la razón por la que Biden anunció que estaba dispuesto a negociar que no se desplegaran armas estratégicas en Ucrania y que la adhesión de este país a la OTAN no estaba en la agenda. Sin embargo, no podemos olvidar que, según los propios informes del FBI, desde el derrocamiento del gobierno Yanukovich en Ucrania, la anexión de Crimea por parte de Rusia y el inicio de la secesión en el Donbass, Ucrania se ha convertido en un campo de entrenamiento para el movimiento fascista internacional, que reclutó a combatientes antirrusos para integrarlos en las milicias ucranianas de la misma manera que el fundamentalismo islámico utilizó la guerra de Afganistán primero (con la formación de Al Qaeda en su momento por la CIA y la inteligencia militar pakistaní), luego la guerra de Bosnia y, más recientemente, la de Irak y Siria (origen del terrorismo de Daesh). Pero la llamada «República Popular de Donetz» también está reclutando fuerzas fascistas y ultranacionalistas eslavas.

Lógicamente, a pesar de la escalada rusa y de la movilización de las tropas de la OTAN y del armamento estadounidense estacionado en las repúblicas bálticas, afortunadamente hay margen para la negociación, pero será difícil llegar a una solución flexible cuando ambas partes han tensado mucho la situación y parten de posiciones de debilidad política e inestabilidad institucional interna.

De las locuras militares a las locuras económicas: sobre las “sanciones” con las que amenaza Biden

A pesar de la agresividad de Biden y de la OTAN, las potencias europeas están divididas sobre lo que hay que hacer. Si bien algunos países como Francia y Alemania son muy renuentes a la disuasión militar, la actitud servil del gobierno “progresista” español es particularmente patética. Lógicamente, Alemania es un país clave en este escenario, ya que su vulnerabilidad económica y su dependencia energética de Rusia es enorme. Biden amenaza con sanciones nunca vistas, como expulsar a Rusia del sistema global de pagos SWIFT o cortar el gaseoducto “Nord Stream 2”, a las que Putin responde diciendo que eso significaría la “completa ruptura de relaciones” con Estados Unidos. Si Rusia, que ha estado aumentando deliberadamente el precio del gas que exporta a Europa como medida de presión geopolítica durante meses, decidiera o bien seguir escalando el precio o interrumpir directamente el suministro, estamos hablando de una drástica reducción de la actividad industrial y del suministro de electricidad y calefacción a buena parte Centroeuropa con su consiguiente impacto socioeconómico, que sin duda sería dramático. Por otro lado, si se expulsara a Rusia del sistema SWIFT muy probablemente los 56.000 millones de dólares en activos financieros occidentales y los  310.000 millones de euros colocados en empresas rusas correrían severo peligro al convertirse inmediatamente en blanco de la respuesta rusa (de hecho, incluso algunos funcionarios occidentales también afirman que esto no es realista). No cabe duda de que una guerra energética, financiera y comercial de este calibre sería letal para una economía global que arrastra consigo dos años de pandemia y todos los efectos desestabilizadores acumulados de cuarenta años de onda larga recesiva, financiarización y desregulación neoliberal y, último pero no menos importante, favorecería un mayor acercamiento geoeconómico y geopolítico entre Rusia y China, la mayor pesadilla imaginable para los estrategas de Washington.

Incógnitas de la situación

Las autoridades estadounidenses y británicas están ordenando a sus ciudadanos que abandonen Ucrania, alegando el peligro de una invasión rusa del país. Estas acciones ayudan a crear una psicosis bélica y a tensar todavía más la situación. Sin embargo, Alemania ha vetado la entrega de armas de la antigua RDA (Alemania del Este) a Ucrania que pretendían algunas repúblicas bálticas. Los vuelos militares británicos que estos días están llevando armas a Ucrania eluden sobrevolar territorio alemán. Paradójicamente, los pocos comentarios sensatos ante el panorama actual no provienen de políticos o periodistas, sino de algunos militares: “Los medios de comunicación están echando leña al fuego de un conflicto, tengo la impresión de que nadie se da cuenta de lo que una guerra significa en realidad”, dice el General Harald Kujat, ex inspector general del Bundeswehr. “No puede ser que solo hablemos de guerra en lugar de cómo impedir una guerra”.

La situación política rusa y las intenciones de Putin

Rusia, con un presupuesto militar equivalente al 3% del gasto militar mundial (no olvidemos que estamos hablando del segundo ejército convencional del mundo, de unas fuerzas terrestres equiparables a las norteamericanas y de un arsenal nuclear casi equivalente al estadounidense), está jugando un juego desestabilizador muy peligroso en un contexto de división estratégica y de crisis interna de la OTAN, que puede provocar una reacción muy agresiva de dicha alianza militar. Al contrario de lo que sostienen las corrientes de izquierda campistas nostálgicas de la Guerra Fría que confunden la política neozarista, oligárquica y nacionalista de Putin -que ha contribuido a aplastar rebeliones y revoluciones populares genuinas en Siria, Bielorusia y Kazajistán y a amordazar, reprimir e intimidar a la oposición democrática y las fuerzas populares de la Federación Rusa- con la política revolucionaria, proletaria e internacionalista de Lenin, la política exterior rusa es indudablemente reaccionaria.

En la actualidad, la sociedad rusa sufre una pobreza y una desigualdad masivas (incluso mayores que las de Estados Unidos). De hecho, la «nueva arquitectura del mundo» que defiende Rusia es el viejo imperialismo de principios del siglo XX, en el que el mundo está dividido en «esferas de intereses» de las grandes potencias y a los países pequeños se les niega cualquier derecho a controlar su propio destino. Desde esta perspectiva, el principal reclamo de Rusia a Estados Unidos es que ha construido un mundo «único y soberano» (según la famosa frase de Putin) y no está dispuesta a compartirlo con el resto de los actores globales.

No obstante, para la mayoría de los medios de comunicación occidentales Putin y el “temible” Lavrov son los únicos villanos de la película. Pero la verdad es que, en palabras de alguien tan poco sospechoso de radicalismo bolchevique como Oskar Lafontaine, “en el mundo hay muchas bandas de asesinos pero si contamos los muertos que causan, la cuadrilla criminal de Washington es la peor”. Lo que necesita el pueblo ruso es distensión, una posibilidad para desarrollar una oposición democrática y popular capaz de fracturar la frágil alianza entre burocracia postestalinista y oligarquía mafiosa que constituye la base del régimen autoritario encarnado por Putin, de desactivar la histeria nacionalista que cohesiona dicho bloque reaccionario y de relanzar las reivindicaciones de la juventud, las mujeres y el mundo del trabajo en clave internacionalista.

¿Qué cabe esperar?

Que Rusia vaya a “invadir Ucrania”, ocupando todo el país, está completamente descartado. En las calles de Budapest, todavía hoy se ven los rastros de la ocupación soviética de 1956. Lo que ocurrió entonces en Hungría sería un juego de niños comparado con lo que ocurriría en Ucrania en la actualidad.

Lo que sí es mucho más probable es que Putin instale misiles nucleares “tácticos” en Bielorrusia, Kaliningrado y otros territorios cercanos. No puede excluirse tampoco la posibilidad de una anexión del Donbass. Los actuales precios del petróleo y el gas al alza y la previsión de que se mantengan, podrían permitir al Kremlin sufragar los costes económicos de dichas operaciones. Y, aunque sea menos probable y mucho más arriesgado -y, con toda seguridad, muchísimo más sangriento-, tampoco puede descartarse una operación militar rusa para tomar la zona al sur del Donbass (Mariupol) para organizar un cinturón de seguridad en dirección suroeste y conectar dos zonas rebeldes con la península de Crimea.

Tareas de las fuerzas revolucionarias, pacifistas y democráticas en Europa y en el mundo

Los acontecimientos en curso son graves y extraordinariamente peligrosos para la paz en Europa. Como sabemos, en situaciones de tensión máxima ningún actor es dueño absoluto de los acontecimientos y cualquier accidente puede detonar situaciones incontrolables. Urge una movilización a nivel internacional que siente las bases para una ofensiva antimilitarista y antinuclear a nivel mundial. Las tensiones en la zona Asia- Pacífico también están relacionadas con la escalada en curso en Ucrania y las tentaciones imperialistas en momentos de crisis económica, social e institucional de las grandes potencias son particularmente peligrosas. Por todo ello, llamamos a las organizaciones políticas, sociales, asociativas, nacionales, regionales e internacionales a buscar grandes citas de movilización internacional para enlazar de nuevo con el impulso internacionalista y solidario de la izquierda.

¡Organicemos la movilización por la desescalada, la paz, la disolución de los bloques y la autodeterminación de los pueblos!

Buró Ejecutivo de la Cuarta Internacional 30 de enero de 2022

ANTIKAPITALISTAK ANTE LA“no derogación” DE LA REFORMA LABORAL

  • El acuerdo entre el gobierno, CCOO y UGT y la patronal supone un incumplimiento del programa de gobierno y no deroga la reforma laboral del PP.
  • Estamos ante una aceptación del marco neoliberal y de la reforma del PP por parte de los partidos y agentes sociales que anunciaron que la derogarían.
  • La reforma laboral incluye algún retoque positivo como la ultra-actividad de los convenios, pero consolida un modelo basado en la precariedad, la temporalidad y el poder empresarial en los centros de trabajo.

El programa de gobierno afirmado por PSOE y UP acordaba una derogación de la reforma laboral de Mariano Rajoy de 2012, para alcanzar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, primar el convenio sectorial sobre el de empresa, limitar la subcontratación (art. 42.1. ET), la limitación de modificar unilateralmente las condiciones de trabajo por parte de la empresa, la revisión de las causas de despido y la reordenación de las modalidades de contrato para limitar la temporalidad.

La reforma, que se pondrá en vigor en 2022, recupera la ultraactividad, aunque los Tribunales ya estaban interpretando que era necesario una continuidad de algunos derechos. Esta es prácticamente única recuperación de derechos positiva, porque la reforma de 2012 había dejado al 50% de los trabajadores sin cobertura de los convenios colectivos, que poco a poco iban decayendo. Una concesión a los aparatos sindicales, que les permite autojustificar su política de seguidismo con la patronal, aceptando cesiones que perjudican al conjunto de la clase trabajadora.

Esta reforma otorga al nivel sectorial la negociación del suelo de salarios, pero sin embargo deja fuera otras condiciones de trabajo, como la jornada o la organización del trabajo. Es decir, en su mayor parte, deja intacto el espíritu de la reforma de Rajoy. No se recupera la autorización administrativa para los ERE, por lo que las empresas podrán seguir realizando expedientes de empleo en las mismas condiciones que impuso la reforma del PP. La reforma no toca la causalidad ni el coste de indemnización por despido, no recupera los salarios de tramitación, que las empresas estaban obligadas a pagar desde el despido de un trabajador hasta que hubiera decisión judicial. La no causalización ni la elevación de la indemnización por despido, o la intervención de la autoridad laboral en los expedientes de regulación de empleo, supone que el propósito de reducir la temporalidad y la inestabilidad en el empleo quedará en agua de borrajas. Es más, afianza la inestabilidad en el empleo porque ningún contrato indefinido garantizará la estabilidad, en tanto que el bajo coste por despido, y la no necesidad de justificarlo, hace que ningún trabajador tenga garantías ante una decisión unilateral del empresariado. Es decir, la inestabilidad laboral se extiende a casi el conjunto de la clase trabajadora. Esta reforma renuncia a poner límites reales a la temporalidad y la inestabilidad laboral (tampoco incluye una tasa máxima de empleos temporales, ni establece la causalidad por despido, ni encarece la indemnización por despido de los temporales ni de los indefinidos, llaves para limitarla). De la misma manera que sigue sin asumir las particularidades nacionales de territorios como Euskal Herria, Catalunya o Galiza, cuyas realidades sindicales se ignoran deliberadamente para preservar el monopolio negociador de CCOO y UGT.

Por lo tanto, no ha habido una derogación de la reforma del 2012, ya que se sostienen buena parte de sus preceptos. La CEOE ha logrado una victoria, ya ha impedido que las medidas de mayor interés para la clase trabajadora se apliquen. El gobierno acepta el marco impuesto por la Comisión Europea, interesada en que las reformas reduzcan estadística y formalmente la temporalidad en el empleo al mismo tiempo que se garantiza un marco flexible y barato para las empresas en materia de gestión laboral, a cambio de recibir los fondos europeos “Next Generation”.

Pese a toda la propaganda gubernamental y de los aparatos sindicales, lo cierto es que es la CEOE la que puede vender como un triunfo esta negociación. El marco laboral se mantendrá intacto con algunos retoques y la relación de fuerzas en favor de los trabajadores y trabajadoras no mejorará en el terreno de la legislación laboral. El gobierno decide incumplir su compromiso con la clase trabajadora y apuesta por la recuperación de los beneficios de los empresarios a costa de más desigualdad social.

La paz y el consenso social con la clase capitalista solo implica renuncias injustificables. Las cesiones del gobierno están avaladas y dirigidas en este caso por su “sector de izquierdas” (Podemos, IU y PCE), lo cual alimenta la desafección de muchos sectores que se movilizaron activamente durante años para defender la derogación de la reforma laboral del PP, allanando el camino a la extrema derecha con el incumplimiento sistemático de sus promesas y con sus políticas pro-patronal. La excusa de la “relación de fuerzas” es ridícula a estas alturas: todos los partidos que están en el gobierno llevaban en su programa la derogación de  la reforma laboral y millones de personas se han movilizado durante años contra ella. Es injustificable que no se cumpla este acuerdo con la ciudadanía y que se intente vender como una victoria una renuncia política, cuando tienen mayoría parlamentaria para cumplir sus promesas. Queda claro que el gobierno ha decidido gobernar para la patronal y preservar por todos los medios sus privilegios, como ya vimos con la dura represión en la huelga del metal en Cádiz.

Desde Anticapitalistas nos sumamos al rechazo expresado por parte sindicatos como ELA, CIG, LAB, Intersindical-CSC, CGT y CNT entre otros, y llamamos a los partidos de izquierdas que han sostenido la mayoría progresista hasta ahora a votar en contra de esta “no derogación” de la reforma laboral. Somos conscientes de que muchos votantes de los partidos del gobierno o afiliados de base de los sindicatos firmantes no aceptan estas injustificables renuncias impuestas a sus espaldas. Hacemos un llamamiento a generar estructuras de coordinación y movilización en todo el estado para rechazar esta nueva estafa contra la clase trabajadora, generando alianzas con todos los movimientos sociales, y obligar al gobierno a derogar íntegramente la reforma laboral, y por supuesto, a ir más allá en la recuperación y conquista de derechos para la mayoría social. No podemos resignarnos a seguir como hasta ahora, que es, en definitiva, lo que sanciona este acuerdo cupular: que nada cambie.

Balorazioa PPren lan-erreforma «ez indargabetzearen» aurrean

Antikapitalistak-en balorazioa PPren lan-erreforma «ez indargabetzearen» aurrean

– Gobernuaren, CCOOren eta UGTren eta patronalaren arteko akordioak gobernu-programa ez betetzea dakar, eta ez du PPren lan-erreforma indargabetzen.

– Esparru neoliberalaren eta PPren erreformaren onarpenaren aurrean gaude, indargabetu egingo zutela iragarri zuten alderdi eta eragile sozialen aldetik.

– Lan-erreformak badu ukitu positiboren bat, hala nola hitzarmenen ultraaktibitatea, baina finkatu egiten du prekarietatea, behin-behinekotasuna eta lantokietako enpresa-boterean oinarritutako eredua.

PSOEk eta UPk adierazitako gobernu-programak Mariano Rajoyren 2012ko lan-erreforma indargabetzea adostu zuen, Langileen Estatutu berri bat lortzeko, sektoreko hitzarmena enpresakoaren gainetik jartzeko, azpikontratazioa mugatzeko ( 42.1. Art.), enpresak lan-baldintzak bere kabuz aldatzea mugatzea, kaleratzeko arrazoiak berrikustea eta kontratu-modalitateak berrantolatzea, behin-behinekotasuna mugatzeko.

Erreforma 2022an jarriko da indarrean, eta ultraaktibitatea berreskuratuko du, nahiz eta Auzitegiak jada interpretatzen ari ziren eskubide batzuen jarraipena beharrezkoa zela. Hori da eskubide positiboen berreskurapen ia bakarra, 2012ko erreformak hitzarmen kolektiboen estaldurarik gabe utzi zituelako langileen % 50, eta horiek pixkanaka behera egiten ari ziren. Tresna sindikalei emandako kontzesioa, patronalarekin duten jarraipen-politika autojustifikatzea ahalbidetzen diena, langile guztiei kalte egiten dieten lagapenak onartuz.

Erreforma horrek soldata-lurzoruaren negoziazioa ematen dio sektore-mailari, baina kanpoan uzten ditu beste lan-baldintza batzuk, hala nola lanaldia edo lanaren antolaketa. Hau da, alderdi gehienak bere horretan uzten ditu Rajoyren erreformaren hildo nagusiak. Ez da berreskuratu enplegu-erregulazioko espedienteetarako administrazio-baimena; beraz, enpresek enplegu-espedienteak egiten jarraitu ahal izango dute, PPren erreformak ezarritako baldintza berberetan. Erreformak ez ditu kaleratzeagatiko kalte-ordainaren kausalitatea eta kostua ukitzen, ez ditu izapidetze-soldatak berreskuratzen, enpresek langile bat kaleratzen zutenetik epailearen erabakia izan arte ordaindu behar baitzituzten. Kaleratzeagatiko kalte-ordainik ez emateak eta ez igotzeak, edo lan-agintaritzak enplegu-erregulazioko espedienteetan esku hartzeak, aldi baterakotasuna eta enpleguaren ezegonkortasuna murrizteko asmoa ezerezean geratuko dela esan nahi du. Are gehiago, enpleguaren ezegonkortasuna sendotzen du, kontratu mugagabe batek ere ez duelako bermatuko egonkortasuna, kaleratzeagatiko kostu baxuak eta justifikatu beharrik ez izateak ez duelako bermerik enpresariaren aldebakarreko erabaki baten aurrean. Hau da, lan-ezegonkortasuna ia langile-klase osora zabaltzen da. Erreforma horrek uko egiten dio lan-behin-behinekotasunari eta -ezegonkortasunari benetako mugak jartzeari (ez du aldi baterako enpleguen gehieneko tasarik jasotzen, ez du kaleratzeagatiko kausalitatea ezartzen, eta ez du garestitzen aldi baterakoen eta mugagabeen kaleratzeagatiko kalte-ordaina, mugatzeko giltzak baitira).

Era berean, oraindik ez ditu bere gain hartu Euskal Herria, Katalunia edo Galiza bezalako lurraldeen berezitasun nazionalak, horien errealitate sindikalak nahita baztertzen baitira CCOOren eta UGTren monopolio negoziatzailea babesteko. Beraz, 2012ko erreforma ez da indargabetu, ia erreforma osoaren zati handi bat mantentzen baita. CEOEk garaipena lortu du, eta langile klasearentzat interesgarrienak diren neurriak aplikatzea eragotzi du. Gobernuak onartu egiten du Europako Batzordeak ezarritako esparrua, interesa baitu erreformek estatistikoki eta formalki murriztu dezaten enpleguaren behin-behinekotasuna, eta, aldi berean, esparru malgu eta merke bat bermatzen baita enpresentzat lan-kudeaketaren arloan, europar fondoak – «Next Generation» – Jasotzearen truke.

Gobernuaren propaganda eta tresna sindikalak gorabehera, CEOE da negoziazio hori garaipen gisa sal dezakeena. Lan-esparrua ukitu batzuekin bere horretan mantenduko da, eta langileen aldeko indar-harremana ez da hobetuko lan-legediaren eremuan. Gobernuak langileekin duen konpromisoa ez betetzea erabaki du, eta enpresaburuen onurak berreskuratzearen aldeko apustua egin du, desberdintasun sozial handiagoaren kontura.
Klase kapitalistarekiko bakeak eta adostasun sozialak justifikaezinak diren uko egiteak baino ez dakartza. Kasu honetan, ezkerreko sektoreak (Podemos, IU eta PCE) bermatzen eta zuzentzen ditu gobernuaren lagapenak, eta horrek PPren lan-erreforma indargabetzeko urtetan aktiboki mobilizatu ziren sektore askoren desafekzioa elikatzen du, eskuin muturrari bidea erraztuz, agindutakoa sistematikoki ez betetzearekin eta patronalaren aldeko politikekin. Indarren arteko harremanaren aitzakia barregarria da une honetan: gobernuan dauden alderdi guztiek lan-erreforma indargabetzea zeramaten programan, eta milioika pertsona mobilizatu dira haren aurka. Ezin da justifikatu akordio hori herritarrekin ez betetzea eta uko politiko bat garaipen gisa saltzen saiatzea, Legebiltzarrean gehiengoa dutenean agindutakoa betetzeko. Argi dago gobernuak patronalarentzat gobernatzea erabaki duela eta bere pribilegioak modu guztietan babestea, Cadizeko metalaren grebaren errepresio gogorrarekin ikusi genuen bezala.

Antikapitalistak bat egiten dugu ELA, CIG, LAB, Kataluniako Intersindical, CGT eta CNT sindikatuek, besteak beste, adierazitako gaitzespenarekin, eta dei egiten diegu orain arte gehiengo aurrerakoiari eutsi dioten ezkerreko alderdiei lan-erreforma indargabetu ez izanaren aurka bozkatzeko. Badakigu gobernuko alderdietako boto-emaile askok edo sindikatu sinatzaileetako oinarrizko afiliatu askok ez dituztela onartzen beren bizkar ezarritako uko justifikaezin horiek. Estatu osoan koordinazio- eta mobilizazio-egiturak sortzeko deia egiten dugu, langile-klasearen aurkako iruzur berri hori baztertzeko, gizarte-mugimendu guztiekin aliantzak sortuz, eta gobernua lan-erreforma osorik indargabetzera behartzeko, eta, jakina, gehiengo sozialarentzako eskubideak berreskuratzeko eta konkistatzeko bidean haratago joateko. Ezin dugu etsi orain arte bezala jarraitzera, hori baita, azken batean, akordio kupular hau zigortzen duena: ez dadila ezer aldatu.

 

Valoración de Anticapitalistas ante la «no derogación» de la reforma laboral del PP

-El acuerdo entre el gobierno, CCOO y UGT y la patronal supone un incumplimiento del programa de gobierno y no deroga la reforma laboral del PP.

-Estamos ante una aceptación del marco neoliberal y de la reforma del PP por parte de los partidos y agentes sociales que anunciaron que la derogarían

-La reforma laboral incluye algún retoque positivo como la ultra-actividad de los convenios, pero consolida un modelo basado en la precariedad, la temporalidad y el poder empresarial en los centros de trabajo.

El programa de gobierno afirmado por PSOE y UP acordaba una derogación de la reforma laboral de Mariano Rajoy de 2012, para alcanzar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, primar el convenio sectorial sobre el de empresa, limitar la subcontratación (art. 42.1. ET), la limitación de modificar unilateralmente las condiciones de trabajo por parte de la empresa, la revisión de las causas de despido y la reordenación de las modalidades de contrato para limitar la temporalidad.

La reforma, que se pondrá en vigor en 2022, recupera la ultraactividad, aunque los Tribunales ya estaban interpretando que era necesario una continuidad de algunos derechos. Esta es prácticamente única recuperación de derechos positiva, porque la reforma de 2012 había dejado al 50% de los trabajadores sin cobertura de los convenios colectivos, que poco a poco iban decayendo. Una concesión a los aparatos sindicales, que les permite autojustificar su política de seguidismo con la patronal, aceptando cesiones que perjudican al conjunto de la clase trabajadora.

Esta reforma otorga al nivel sectorial la negociación del suelo de salarios, pero sin embargo deja fuera otras condiciones de trabajo, como la jornada o la organización del trabajo. Es decir, deja en la mayor parte aspectos intacto el espíritu de la reforma de Rajoy. No se recupera la autorización administrativa para los ERE, por lo que las empresas podrán seguir realizando expedientes de empleo en las mismas condiciones que impuso la reforma del PP. La reforma no toca la causalidad ni el coste de indemnización por despido, no recupera los salarios de tramitación, que las empresas estaban obligadas a pagar desde el despido de un trabajador hasta que hubiera decisión judicial. La no causalización ni la elevación de la indemnización por despido, o la intervención de la autoridad laboral en los expedientes de regulación de empleo, supone que el propósito de reducir la temporalidad y la inestabilidad en el empleo quedará en agua de borrajas. Es más, afianza la inestabilidad en el empleo porque ningún contrato indefinido garantizará la estabilidad, en tanto que el bajo coste por despido, y la no necesidad de justificarlo, hace que ningún trabajador tenga garantías ante una decisión unilateral del empresariado. Es decir, la inestabilidad laboral se extiende a casi el conjunto de la clase trabajadora. Esta reforma renuncia a poner límites reales a la temporalidad y la inestabilidad laboral (tampoco incluye una tasa máxima de empleos temporales, ni establece la causalidad por despido, ni encarece la indemnización por despido de los temporales ni de los indefinidos, llaves para limitarla). De la misma manera que sigue sin asumir las particularidades nacionales de territorios como Euskal Herria, Catalunya o Galiza, cuyas realidades sindicales se ignoran deliberadamente para preservar el monopolio negociador de CCOO y UGT.

Por lo tanto, no ha habido una derogación de la reforma del 2012, ya que se sostienen buena parte de sus preceptos. La CEOE ha logrado una victoria, ya ha impedido que las medidas de mayor interés para la clase trabajadora se apliquen. El gobierno acepta el marco impuesto por la Comisión Europea, interesada en que las reformas reduzcan estadística y formalmente la temporalidad en el empleo al mismo tiempo que se garantiza un marco flexible y barato para las empresas en materia de gestión laboral, a cambio de recibir los fondos europeos “Next Generation”.

Pese a toda la propaganda gubernamental y de los aparatos sindicales, lo cierto es que es la CEOE  la que puede vender como un triunfo esta negociación. El marco laboral se mantendrá intacto con algunos retoques y la relación de fuerzas en favor de los trabajadores y trabajadoras no mejorará en el terreno de la legislación laboral. El gobierno decide incumplir su compromiso con la clase trabajadora y apuesta por la recuperación de los beneficios de los empresarios a costa de más desigualdad social.

La paz y el consenso social con la clase capitalista solo implica renuncias injustificables. Las cesiones del gobierno están avaladas y dirigidas en este caso por su “sector de izquierdas” (Podemos, IU y PCE), lo cual alimenta la desafección de muchos sectores que se movilizaron activamente durante años para defender la derogación de la reforma laboral del PP, allanando el camino a la extrema derecha con el incumplimiento sistemático de sus promesas y con sus políticas pro-patronal. La excusa de la “relación de fuerzas” es ridícula a estas alturas: todos los partidos que están en el gobierno llevaban en su programa la derogación de la reforma  laboral y millones de personas se han movilizado durante años contra ella. Es injustificable que no se cumpla este acuerdo con la ciudadanía y que se intente vender como una victoria una renuncia política, cuando tienen mayoría parlamentaria para cumplir sus promesas. Queda claro que el gobierno ha decidido gobernar para la patronal y preservar por todos los medios sus privilegios, como ya vimos con la dura represión en la huelga del metal en Cádiz.

Desde Anticapitalistas nos sumamos al rechazo expresado por parte sindicatos como ELA, CIG, LAB, la Intersindical catalana, CGT y CNT entre otros, y llamamos a los partidos de izquierdas que han sostenido la mayoría progresista hasta ahora a votar en contra de esta “no derogación” de la reforma laboral. Somos conscientes de que muchos votantes de los partidos del gobierno o afiliados de base de los sindicatos firmantes no aceptan estas injustificables renuncias impuestas a sus espaldas. Hacemos un llamamiento a generar estructuras de coordinación y movilización en todo el estado para rechazar esta nueva estafa contra la clase trabajadora, generando alianzas con todos los movimientos sociales, y obligar al gobierno a derogar integramente la reforma laboral, y por supuesto, a ir más allá en la recuperación y conquista de derechos para la mayoría social. No podemos resignarnos a seguir como hasta ahora, que es, en definitiva, lo que sanciona este acuerdo cupular: que nada cambie.

AIETEKO ADIERAZPENA

Antikapitalistak poztu egin gara EH Bilduk eta Sortuk ETAren biktimek «pairatutako sufrimenduagatik atsekabea eta samina» agertu dutelako.

Pozten gara horrekin aurrerapauso bat ematen delako gure herrian hainbeste sufrimendu eta zatiketa eragin zuen indarkeria-egoera baten biktimen aitortzan eta erreparazioan. Saihestu behar izan zen sufrimendua. Pozten gara elkarbizitzan eta ekintza politikoaren normalizazioan aurrerapausoa izan daitekeelako eta izan behar duelako.

Baina poztasun horrek ez digu errealitate bat eta erantzun beharreko galdera bat ahazten uzten. Argi dago ETAren ekintzak haren erantzukizun eta erabaki esklusiboak direla, baina ez da erantzun zergatik gertatu zen eta euskal gatazkaren konponbidean urratsik egin ote zen. Urrats oso garrantzitsu batzuk falta dira egiteko, aurrerapauso gehiago emateko:

Estatuko terrorismoak eragindako kaltea aitortzea eta frankismoak eragindako kaltea aitortzea falta da. Egia bilatzea biktimek duten erreparazioaren zati bat da, eta ezin dira zigorgabetasunean geratu argitu gabeko krimenak eta bide bazterretan desagertutakoak, familiakoek ohoratu ezin dituztenak.

Indarkeriari uko egitea beharrezkoa da, eta gatazka oro demokratikoki konpondu beharko litzateke. Horregatik, gure poza lausotu egiten da, beste indarkeria batzuk egunero gertatzen direlako prekarietatean, etxegabetzeetan, itsasarteko heriotzan, eraso homofoboetan edo lurralde-antolamendua ulertzeko beste modu batzuen aurkako errepresioan, besteak beste. Eliteak hain sendo agertzen ez diren indarkeriak.

EH Bilduk eta Sortuk emandako pausoa gutxiesten eta gehiago eskatzen dutenak agertu dira dagoeneko, eta ikusten dugu ahots horiek ETAren borrokaren bidegabekeriari buruzko adierazpenen alde edo txantxa makabrotzat jo dutela Aieteko adierazpena. Ahots hauek aldiz ixilik egon dira torturengatik kondenatutako komisario bat kondekoratu denean. Edo Espainiako Estatuak herrien erabaki-eskubidea aitortu gabe jarraitzen duenean, sistema ustela mantentzen 78ko giltzarrapoen azpian.

Desde Antikapitalistak nos alegramos ante la solemne declaración de EH Bildu y Sortu en la que han mostrado su «pesar y dolor por el sufrimiento padecido» por las víctimas de ETA.

Nos alegramos porque con ella, se da un paso adelante en el reconocimiento y reparación de las víctimas de una situación de violencia que tanto sufrimiento y división generó en nuestra tierra. Sufrimiento que se debía haber evitado. Nos alegramos porque puede y debe ser un paso adelante en la convivencia y en la normalización de la acción política.

Pero esa alegría no nos hace olvidar una realidad y una pregunta a la que se debiera responder. Está claro que las acciones de ETA son responsabilidad y decisión exclusiva de ella, pero no se ha respondido a “por qué ocurrió y si se dio algún paso en la “resolución del conflicto vasco”. Faltan algunos pasos muy importantes por dar para que hagan de éste un suma y sigue:

Falta el reconocimiento del daño causado por el Terrorismo de Estado, el reconocimiento del daño causado por el franquismo. La búsqueda de la verdad es parte de la reparación a la que tienen derecho las víctimas y no pueden quedar en la impunidad crímenes sin esclarecimiento ni desaparecidos en las cunetas que familiares no puedan honrar.

Renunciar a la violencia es necesario y todo conflicto se debería resolver democráticamente. Es por esto que nuestra alegría se ve empañada porque hay “otras” violencias que se ejercen a diario en forma de precariedad, desahucios, muerte en el estrecho, ataques homófobos o represión contra otras formas de entender la ordenación territorial, entre otros. A los que desde las elites no se muestran tan contundentes.

A pesar del paso dado por EH Bildu y Sortu ya han aparecido quienes piden más y vemos cómo esas voces claman por declaraciones sobre la injusticia de la lucha de ETA o calificándola de broma macabra. Esas voces que callan cuando se acaba de condecorar a un comisario condenado por torturas. O cuando el Estado español sigue sin reconocer el derecho de decisión de los pueblos, mantiene un sistema corrupto bajo los candados del 78.