Cuba 2021: una calma de dientes apretados o el cuadro que Kandinsky no pintó

Cuba vive su peor crisis en 30 años. Por estos días, una decisión oficial puede complicar aún más el escenario político. 
 

Kandinsky es también el círculo, lo infinito, el eterno retorno de los procesos sociales matizados con el carácter de su tiempo, la sociedad diversa y encerrada; círculos que convergen y divergen. Sociedad atravesada por corrientes telúricas de pensamientos enfrentados: fuerzas externas que le obligaron a Kandinsky replantear constantemente el futuro.

Eliseo Lima. “Kandinsky musicolor vs. mocromatismo censor”

por Olimpo Fonseca

El pintor ruso Vassili Kandinski sufrió la intolerancia política mucho antes que sucedieran las purgas estalinistas. El constructivismo con su discurso de (excelente y artística) propaganda política se imponía y, la obra plástica de Kandinsky -quien intentaba dibujar la música-, fue quedando cada vez más relegada; al punto de ser excluido casi por completo del circuito artístico. Un proceso similar -y por las mismas razones-, sufrió Marc Chagall. Cercados por la intolerancia, ambos terminaron abandonando la Rusia soviética en 1920 y 1923, respectivamente.

El autoexilio de Kandinsky y Chagall, más que el triunfo de una corriente artística sobre otra, fue la imposición de una ideología sobre aquellos artistas renuentes a entregar por completo su arte a la Revolución. Es de sobra conocido que tras la llegada de Stalin al poder y sobre todo con Zhdánov, Gorki y compañía controlando la casi totalidad de la producción cultural, lo vivido por Kandinsky y Chagall alcanzó niveles criminales. También es conocido que, de una manera u otra, el fenómeno de la intolerancia política para con artistas e intelectuales se repitió en todos los países que intentaron construir el socialismo. Hoy, en Cuba, la censura no pasa por la imposición de una visión artística sobre otra, sino sobre el contenido de la obra.

En el escenario cubano actual, cuando el país vive su mayor crisis económica en treinta años, la censura solo ayuda a que el descontento social crezca y sea monopolizado por la derecha, la cual argumenta que la represión es inherente al socialismo.

El Martí de Carolina Barrero o cómo la burocracia cubana se construye un caso Hasel

En Cuba, un grupo de hechos recientes pareciera confirmar la afirmación anticomunista de que la censura y la limitación de derechos ciudadanos es inherente al socialismo. El pasado 3 de febrero, a la historiadora del arte Carolina Barrero la policía le incautó varias reproducciones de un dibujo de Martí con los versos “Dos patrias tengo yo/ Cuba y la noche o son las mismas las dos”. Se le inculpó de cometer el delito “clandestinidad de impresos”, tipificado en el artículo 241 del Código Penal: “El que confeccione, difunda, o haga circular publicaciones sin indicar la imprenta o el lugar de impresión o sin cumplir las reglas establecidas para la identificación de su autor o de su procedencia, o las reproduzca, almacene o transporte, incurre en sanción de privación de libertad de tres a  nueve meses o multa de hasta 270 cuotas”. Un mes y dos semanas después –detenciones mediante y realizadas sin explicación- a Carolina Barrero no se le ha notificado aún si será juzgada o no.

Como es lógico, la inculpación a Carolina Barrero no solo se produce por un par de versos y un dibujo que la censura entendió como una temible arma subversiva. En realidad se le intenta hacer pagar su desafiante postura política, o sea, el haber participado en los sucesos del Ministerio de Cultura del 27 de enero (llevando a cabo la “terrible acción” de leer en voz alta poemas de José Martí) y, sobre todo, el que después ella entregara, personalmente, en el parlamento una carta exigiendo la dimisión del ministro de Cultura.

Nos encontramos así ante una situación doblemente riesgosa. Primero, no solo se viola los derechos de una ciudadana -pues Carolina Barrero ya declaró dónde imprimió los volantes y asumió la autoría de los mismos- sino que lanza el grave precedente del temor a imprimir documentos, sobre todo en negocios privados. En la práctica, el artículo 241 del Código Penal es hoy por completo improcedente: decenas de locales –de manera autorizada- se dedican a realizar todo tipo de impresión: entre ellas, textos.

Esto marca entonces una peligrosa discrecionalidad en la aplicación del citado artículo pues, en teoría, todos los textos impresos en dichos lugares serían susceptibles a ser un “impreso clandestino”, ya que ninguno de estos negocios tiene un sello de imprenta o editorial por el cual se puedan identificar. A su vez, quedan también en tela de juicio las impresoras digitales que se pueda tener en un hogar. O sea, la ley puede elegir a quién o a qué aplicar el artículo 241.

Segundo, ya viéndolo desde un frío pragmatismo político, en el caso de que Carolina Barrero fuera llevada a juicio, o, peor aún, se sancionara a privación de libertad, se estaría ante las puertas de una nueva crisis política como la vivida el pasado 27 de noviembre frente del Ministerio de Cultura –incluso mayor-. Por si fuera poco, las autoridades han continuado hostigando a Carolina Barrero, construyendo ellos mismos la figura tan temida por todo Gobierno: la mártir transformada en causa política e incluso, lideresa de protestas. Algo que no es en difícil de lograr en Carolina Barrero, quien reúne todas las condiciones para ello.

Carolina Barrero es, ante todo, una intelectual, y por tanto encarna en su persona la dicotomía creador censurado vs. Estado censor, detonante el cual generó las grandes tensiones del 27 de Noviembre de 2020. A ello se le suma que su imagen no está vinculada con ninguna organización política, alejada por tanto de los típicos discursos de la oposición derechista, deslegitimados estos por sus propias prácticas políticas.

A esta nueva figura política que es Carolina Barrero, se incorpora además la imagen de Mujer vs. Estado patriarcal, el cual, por demás, es mayoritariamente gobernado por hombres. La condición fémina represaliada por el Estado machista, en un escenario donde se exige la Ley de Género, más el ambiente de consecuente rechazo a determinadas posturas y decisiones machistas tomadas por la dirección del país, más el ocultamiento de feminicidios, provoca que la imagen de Carolina Barrero (mujer) frente al Estado (hombre maltratador) sea aún más movilizativa. Además, con su sola presencia, Carolina Barrero echa abajo al héroe macho caudillo representado por los Luis Manuel Otero Alcántara y Daniel Ferrer, siendo ella -y su posible detención- una causa de mayor convocatoria, pues incorpora así legítimos reclamos auténticamente feministas.

A ello se le incorpora que Carolina Barrero es una mujer joven, enfrentada a un Gobierno el cual -aunque ha relevado a la mayor parte de su antigua dirigencia-, sigue siendo percibido como gerontócrata. Ya por último, y visto desde una perspectiva comunicacional sexista (la cual desgraciadamente aún causa impacto en las mayorías), Carolina Barrero cumple con los cánones estéticos establecidos por la cultura occidental judeocristiana.

En resumen, su solo enjuiciamento, o lo que puede ser peor, su condena al menos tres meses de prisión, pudiera resultar un gravísimo y muy costoso error político para el Gobierno cubano.

¿Cómo justificar que una joven intelectual ha sido procesada por imprimir un dibujo con un par de versos? Solamente el juicio generaría una gran tensión política: el alegato político de Carolina Barrero ante los fiscales, el show mediático del diario reporte de lo sucedido en los tribunales; y, sobre todo, tengamos en cuenta un factor decisivo, la sensibilidad y justa solidaridad que se generará hacia ella entre la intelectualidad cubana e internacional.

Esta sucesión de hechos (solidaridad, divulgación y protestas) acaba de tener lugar en España cuando un joven rapero, Pablo Hasel, fue condenado a prisión. Todo el proceso ante las cortes y la posterior ejecución de la sentencia, produjo fuertes manifestaciones callejeras que duraron más de una semana.

Por demás, la imagen mujer-intelectual-joven procesada por el Estado-macho-censor-gerontócrata, despertaría una ola internacional de sinceras reacciones en el sector de las artes y la intelectualidad. Sin olvidar nunca la tremenda manipulación política que desatarán las derechas imperialistas y sus medios de prensa.

Según la misma Carolina Barrero ha publicado en su cuenta de Facebook, las autoridades tienen hasta el 24 de marzo para darle a conocer la decisión de si será o no juzgada. O sea, durante estos días sabremos si, el Gobierno supo, no solo respetar los derechos ciudadanos de una persona, sino además, tener la habilidad política de librarse de una crisis incalculable.

¿Qué hacer? Problemas candentes de nuestro movimiento

Quienes nos ubicamos en las izquierdas cubanas (marxistas o no, militantes del PCC o no), debemos estar muy atentos a lo que suceda y saber qué hacer. Además de presionar desde la solidaridad efectiva para evitar la condena de Carolina Barrero, será imperativo evitar que las derechas monopolicen cualquier protesta, y por tanto, las legítimas reivindicaciones ciudadanas; las cuales, como es de esperar, se incorporarían en el devenir de los hechos. Aunque la derecha no tiene un programa político estructurado, durante estos meses lanzó una fuerte y efectiva campaña en las redes sociales. Es una propaganda tan bien construida que a veces resulta difícil distinguir cuándo comienza una espontánea reacción a la crisis, y cuándo es una respuesta organizada desde la derecha.

En consecuencia, los censores y sus jóvenes colegas aspirantes a funcionarios, incapaces de distinguir matices -ya sea por incapacidad de análisis o por oportunismo-, abren fuego contra toda expresión crítica, provocando que quienes la emiten, muchas veces, se desplacen a la derecha. De tal manera, la difamación de la censura ha caído sobre publicaciones de izquierda como La Joven Cuba o de activismo LGTBIQ+ y estricto rigor periodístico como Tremenda Nota. Por no hablar de cuando se aplica la represión, como fue el interrogatorio extrajudicial realizado al activista afro Raúl Pérez Soublet o las continuas detenciones (sin presentar razones legales) de Carolina Barrero, una de las cuales con el agravante de ser realizada el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Desde la ingenuidad política, algunos pudieran preguntarse ¿qué tiene de malo que la derecha encabece el descontento? Inevitablemente, las protestas derivarían en un profundo anticomunismo que intentaría ir contra toda representación y propuesta socialista, venga de donde venga. Pensemos además qué programa económico nos traería la derecha (quien habilidosamente lo oculta en consignas populistas). El ejemplo más ilustrativo lo tenemos en Polonia: el liberal cristiano Lew Walesa monopolizó el sindicato alternativo Solidaridad, el cual, una vez alcanzado el Gobierno, aplicó en 1989 el más clásico de los planes neoliberales.

Pero no es solo contener a la derecha. Asumir ese defensismo persecutor es regalar la iniciativa al contrario, y, tarde o temprano, entregarle la victoria. Limitarse a ello, o sobredimensionarlo, es tener una postura conservadora. Y en momentos de crisis las mayorías descontentas tienden a rechazar las posturas conservadoras.

La propaganda de la derecha avanza porque sus medios hablan al pueblo publicando los problemas del pueblo y las noticias (falsas o no) que le son vedadas al pueblo. La propaganda oficial retrocede porque se dedica a responderle a la derecha. O sea, a descalificar a los medios de prensa que publican  (falsos o no) los problemas del pueblo y las noticias (falsas o no), prohibidas al pueblo. La propaganda oficial tiene que -entre otras cosas-, dejar de ser una plataforma eficaz para la divulgación de la propaganda derechista y retomar su función principal: ser tribuno interlocutor del pueblo.

Otra de las grandes problemáticas que vivimos hoy en Cuba es que los actores políticos de este escenario no se encuentran, ni mucho menos, en dos bandos. Empezando porque, a diferencia de décadas atrás, la oposición no está controlada exclusivamente por la derecha, sino que también aflora una izquierda, crítica con el Gobierno, pero apegada a la legalidad socialista. Carolina Barrero es uno de estos ejemplos: su principal exigencia es, esencialmente, el cumplimiento estricto de la Constitución.

Quienes excluyeron y silenciaron a Kandinsky y Chagall del circuito artístico ruso, compeliéndolos a emigrar, fueron, principalmente, los exponentes del constructivismo soviético. Como ya nos ha recordado recientemente el historiador cubano Frank García, dos grandes constructivistas fueron perseguidos por el estalinismo: Malevitch llevado a prisión durante meses, a riesgo de ser ejecutado, y, Gustav Klutsis, fusilado en Moscú. Si las izquierdas cubanas no abandonan la antropofagia política heredada del estalinismo, será la derecha quien terminará devorándonos.

Si a lo largo de 2021 (en la segunda mitad del año llegará un escenario aún más tenso: los debates por el Código de Familias), Cuba no vive un escenario de tensión política similar –o más grave- que el sucedido el 27 de noviembre de 2020 cuando cientos de intelectuales y artistas se plantaron frente al Ministerio de Cultura, obligando al funcionariado a dialogar; el pueblo cubano y su Gobierno habrán superado el peor año de la crisis en una calma de dientes apretados ¡Si todo fuera tan complejo como un cuadro de Kandinsky, tratando de graficar la música!

SOLIDARIDAD CON MYANMAR/BIRMANIA

Últimas noticias: el domingo 28 de febrero, la policía antidisturbios y los soldados dispararon, a menudo de forma indiscriminada, contra la población en muchas partes del país, matando, según el diario birmano The Irrawady, al menos a 13 personas e hiriendo gravemente a muchas otras (informe provisional). Se trata de un esfuerzo concertado para romper el movimiento de desobediencia civil. Está en marcha una nueva oleada de detenciones, con más de 830 personas posiblemente detenidas o en busca y captura. El lunes 1 de marzo continuaron las detenciones, pero el ejército no parece haber reanudado los intensos ataques del día anterior ante la construcción de barricadas por parte de los manifestantes para proteger sus barrios. Se ha alcanzado una nueva etapa en la represión, lo que hace más urgente el fortalecimiento de la solidaridad internacional. (1 de marzo de 2021)

El ejército birmano (Tatmadaw) ha ostentado el poder de forma ininterrumpida desde 1962 – no lo ha conquistado con el reciente golpe de estado del 1 de febrero de 2021. Este tampoco es la expresión de una simple lucha entre facciones militares, como ocurrió en ocasiones anteriores, aunque sirva a las ambiciones políticas del Jefe del Estado Mayor, Min Aung Hlaing, que alcanza la edad de jubilación este año. El golpe de Estado es, en gran medida, un «golpe de Estado preventivo» ante una situación política que se ha ido de las manos. Birmania atraviesa una profunda crisis socioeconómica y político-institucional que refleja la magnitud de las convulsiones que se están produciendo en la sociedad, así como el impacto de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 cuya gestión por parte del régimen ha sido catastrófica.

Al no haber tomado la medida de estas revueltas, el personal del Tatmadaw probablemente no esperaba el inmenso movimiento de desobediencia civil, inicialmente en gran parte espontáneo, provocado por el golpe. La anterior movilización masiva contra la dictadura militar, protagonizada por el movimiento estudiantil y los funcionarios, se remonta a 1998, cuando el régimen la aplastó por la fuerza. Hoy, la movilización parece ser aún más amplia. Casi todos los estratos sociales, al menos en las ciudades, participan en la protesta, al igual que casi todos los componentes de la Unión de Birmania, multiétnica. Rápidamente se ha formado un órgano para la acción, el Comité de Desobediencia Civil (CDM), una novedad respecto a 1988.

Tras las elecciones de 2015, ganadas mayoritariamente por la Liga Nacional para la Democracia (LND) de Aung San Suu Kyi, al año siguiente se alcanzó un acuerdo (muy desigual) de reparto del poder entre el ejército y Suu Kyi, que debía iniciar una «transición democrática pacífica». El golpe de Estado del 1 de febrero sancionó el fracaso de esta transición. Sin embargo, durante este periodo, la sociedad civil pudo reforzarse y adquirir nuevas experiencias, amplificando una dinámica iniciada una década antes, tras la apertura económica del país, con el desarrollo de la masa asalariada industrial a menudo formada por mujeres jóvenes, sindicatos (sobre todo en el sector de la confección orientado a la exportación), asociaciones y ONG, una prensa crítica o sindicatos, y la celebración de elecciones. Se han forjado lazos de solidaridad internacional y la lucha por los derechos sociales y democráticos ha ganado en legitimidad. Sin embargo, hay que señalar que la LND ha intentado conducir estos movimientos en su propio beneficio únicamente hacia el terreno electoral y que su gobierno ha adoptado leyes que restringen las libertades.

El conflicto entre Aung San Suu Kyi y los líderes del ejército no se centró principalmente en cuestiones de orientación política general. Los militares sospechan ciertamente que Pekín ha financiado la campaña electoral de la LND. Han luchado y probablemente lucharán contra los movimientos nacionales que han recibido ayuda de China. Sin embargo, tienen que lidiar con su gran vecino, que está invirtiendo masivamente en el país, desarrollando infraestructuras, especialmente para la construcción de un puerto de aguas profundas en la región de Rakine (Arakan). Para Xi Jinping, Birmania tiene una importancia estratégica: constituye un «corredor» que le permite acceder al océano Índico, evitando el estrecho de Malaca, que podría cerrársele en caso de conflicto regional.

La tragedia de 2017 confirma que la crisis entre la LND y el Estado Mayor no era respecto a esta cuestión, sino todo lo contrario. Bajo la égida del general Min Aung Hlaing, los militares y los paramilitares atacaron a los rohingyas, una población predominantemente musulmana que sufrió una terrible masacre, para facilitar el establecimiento de los intereses chinos e indios en su territorio. La extrema violencia de las persecuciones provocó el éxodo masivo de 730.000 miembros de esta comunidad. Lejos de denunciar las matanzas, Aung San Suu Kyi -¡ayer Premio Nobel de la Paz! – ha hecho campaña, incluso en el ámbito internacional, para defender con uñas y dientes el régimen genocida, perdiendo toda credibilidad democrática y humanitaria. En efecto, al igual que el núcleo del régimen militar, Suu Kyi propugna el etnonacionalismo bamar (población mayoritaria de Birmania), que impregna su concepción de la Unión Multiétnica, y no ha mostrado ninguna consideración por los rohingyas, cuyo nombre se negó incluso a pronunciar. En el calvario, los rohingyas no han recibido ningún apoyo de las nacionalidades de la Unión.

El pulso entre Suu Kyi y Min Aung Hlaing ha sido principalmente institucional. El compromiso de 2016 no resolvió la cuestión de la reforma constitucional. La Constitución de 2008 concede al ejército el 25% de los escaños (designados por el Estado Mayor y no elegidos) tanto en el Parlamento como en el Senado. Se necesita un mínimo del 75% de los votos para modificarlo. Los legisladores no elegidos, junto con sus aliados, son capaces de bloquear cualquier enmienda que vaya en contra de sus intereses. Además, aunque la presidencia del Estado es por derecho una personalidad civil, la Junta ha introducido una cláusula en la Constitución especialmente redactada para impedir que Aung San Suu Kyi ocupe el cargo: las personas con cónyuge o hijos extranjeros (que es su caso) no pueden presentarse a él. Por lo tanto, sólo era Jefa de Estado «de facto», como Consejera, y no con título.

En las elecciones libres de noviembre de 2020, la LND obtuvo un éxito abrumador (83% de los votos) a costa del partido militar. Gracias a sus sucesivos éxitos electorales, Suu Kyi estaba en condiciones de exigir el desbloqueo de la situación institucional, a lo que el Estado Mayor y Min Aung Hlaing se negaron, a pesar de que ninguna modificación de la Constitución podía adoptarse en contra de su voluntad gracias a la cuota de escaños no elegidos de la que disfrutan en el Parlamento. Cada vez más ilegítima, la junta recurrió a un golpe de estado preventivo.

Signo de los nuevos tiempos, la resistencia al putsch adquirió inmediatamente una dimensión masiva. Los jóvenes vuelven a estar al frente de la lucha, incluidos los jóvenes que cursan estudios preuniversitarios. Esta generación -Gen Z- es muy diferente de la que protagonizó la movilización de 1988. Especialmente abierta al mundo, domina los modernos modos de comunicación, es muy inventiva y reactiva, e integra las mismas formas de acción que sus homólogos de la región, en particular de Tailandia, desde el teatro callejero hasta el símbolo de los tres dedos apuntando al cielo, en referencia a la serie de novelas y películas Juegos del Hambre. El cambio de época es especialmente evidente en este caso, ya que el país había permanecido aislado durante mucho tiempo por el régimen militar.

Asimismo, el personal sanitario, los funcionarios, los profesores, los periodistas, los empleados públicos y privados, los recolectores de basura, los bomberos, los empresarios y los comerciantes también se mostraron en desacuerdo. Toda la sociedad está preocupada. La Confederación de Sindicatos de Myanmar (CTUM) convocó una huelga general el 8 de febrero, que afectó a muchas empresas de propiedad militar. El movimiento se ha extendido al campesinado, desestabilizado por el flujo de inversiones extranjeras. Las comunidades locales se oponen a los proyectos mineros o a la construcción de presas. Entre los componentes que desempeñan un papel especialmente significativo en esta movilización están la Generación Z, los mayores de la generación del 88 y el movimiento sindical, que cooperan en el Comité de Desobediencia Civil (CDM). Defendiendo la no violencia activa, llevan a cabo huelgas paralelas, así como acciones «fluidas» o concentraciones masivas. El CDM ayuda en particular a organizar la solidaridad con los huelguistas que se encuentran sin ingresos. Otro componente de la resistencia es la LND, cuyos cuadros son sistemáticamente objeto de represión. Las movilizaciones en el país de Bamar suelen tener lugar bajo las banderas de la Liga y el retrato de Aung San Suu Kyi.

La mayoría de las nacionalidades también han entrado en movimiento. Sin confiar en Suu Kyi, una etno-nacionalista bamara, ven en el golpe un mayor peligro de intervención militar contra ellos. Dado que la cuestión de la reforma constitucional está en el orden del día, plantean sus propias reivindicaciones, planteando la cuestión de un verdadero federalismo. Los derechos de las nacionalidades son una cuestión clave para el futuro de la Unión de Birmania.

La generación de oficiales superiores al frente del ejército no tiene la misma formación que la que antes tenía la dictadura birmana. Dirige dos grandes conglomerados cuyos beneficios dependen del comercio regional, pilares del «capitalismo kaki», así como del lucrativo comercio de jade y otras piedras preciosas, narcóticos y madera. Probablemente pensaron (con razón) que sus vecinos asiáticos, las cámaras de comercio y las transnacionales se acomodarían al golpe. Sin embargo, el poder del movimiento de desobediencia es tal que los socios económicos de Birmania (con algunas excepciones como China) tuvieron que tenerlo en cuenta. Las transnacionales, en particular, temen enfrentarse a campañas de boicot, como ocurrió en el pasado.

La junta puso a prueba la represión policial, que se saldó con cinco víctimas. Detuvo a más de 700 personas. Mostró su fuerza sacando al ejército de los cuarteles. Esto sólo sirvió para radicalizar la protesta. Parece que ahora está jugando con el tiempo, esperando que el movimiento se agote, debido al terrible empobrecimiento de la población. Busca dividir a la oposición (cooptando a ciertas personalidades para un gobierno civil). La extensión geográfica del capitalismo clientelar le permite cooptar a miembros de la élite local. También llega a acuerdos con algunos representantes de distintas nacionalidades. Promete elecciones (controladas) para apaciguar a los gobiernos extranjeros. Sin embargo, no se puede excluir que un día opte por una represión masiva y sangrienta.

En estas difíciles condiciones, la Cuarta Internacional afirma su total solidaridad con el gran movimiento de desobediencia civil en curso, cuyo alcance, compromiso y dinamismo saluda.

  • Exige la liberación incondicional de todos los presos políticos.
  • Apoya a las nacionalidades en la defensa de sus derechos.
  • Pide la derogación de todas las leyes represivas (sobre todo en el ámbito de la ciberseguridad) que permiten la represión sin obstáculos; la protección de manifestantes y huelguistas; el respeto a la libertad de expresión y de prensa, la libertad de asociación y los derechos sindicales…
  • La participación de Birmania en las organizaciones internacionales, empezando por la ASEAN, debe suspenderse hasta que se celebren elecciones democráticas y se forme un gobierno civil, libre de la tutela militar.
  • Los militares poseen dos enormes conglomerados, la Myanmar Economic Corporation (MEC) y la Myanmar Economic Holdings Limited (MEHL). Hay que poner fin a toda cooperación con estos conglomerados y congelar los activos en el extranjero de los miembros de la junta y sus aliados. Hay que boicotear los productos de las industrias controladas por los militares.
  • Deben cumplirse las condiciones para una amplia reforma constitucional. Una simple vuelta a la situación anterior al 1 de febrero no tiene sentido: el ejército ya estaba en el centro del poder, podría de nuevo bloquear cualquier transición democrática.
  • La experiencia regional (Tailandia…) e internacional demuestra que la tendencia general al endurecimiento de los regímenes autoritarios se topa con revueltas populares capaces de obtener victorias significativas. El pueblo birmano recibió inmediatamente el apoyo de la Alianza informal del Té con Leche, activa en Hong Kong, Taiwán, Birmania y Tailandia. ¡Ha llegado el momento de afirmar un nuevo internacionalismo basado en la solidaridad!

Solidaridad con Mamadou #MamadouFica (Mamadou se queda)

Portugal

«En carne y hueso con Mamadou Ba», para oponerse a los perfiles falsos y los bots utilizados por la extrema derecha en las redes sociales, es el nombre de una campaña de solidaridad que en pocos días movilizó a cientos de personas enviando vídeos, textos, canciones u otras formas de participación en una respuesta virtual conjunta al racismo y la persecución de activistas antirracistas en Portugal.

La campaña fue una forma creativa de superar las dificultades actuales impuestas por la pandemia (el país está en confinamiento desde finales de 2020) para responder a una petición que exigía la deportación de Mamadou y que obtuvo 15.000 firmas (muchas de las cuales eran falsas). A diario siguen llegando múltiples contribuciones, tanto de desconocidos como de conocidos artistas, periodistas, políticos y activistas, véase aquí.

Mamadou Ba es un camarada de la Cuarta Internacional en Portugal. Es un activista negro con una trayectoria de décadas. Nació en Senegal y se organiza especialmente en esa comunidad, pero tiene nacionalidad portuguesa. Por su papel como portavoz de la organización antirracista SOS Racismo, Mamadou ha sido a menudo objeto de campañas y amenazas por parte de la ultraderecha, con el apoyo de empresas que fabrican bots y perfiles falsos, manipulación de vídeos y noticias falsas para atacar a los activistas antirracistas, así como a las primeras mujeres negras elegidas como diputadas. Recientemente, una petición exigiendo su deportación alcanzó las 15.000 firmas (muchas de las cuales eran falsas).

Lo que distingue a esta petición en particular de otras es el eco que ha obtenido en los medios de comunicación, que han vuelto a amplificar acríticamente las narrativas de la extrema derecha en un momento en que el candidato del partido de extrema derecha Chega ha demostrado su potencial de crecimiento al obtener más del 11% del voto popular en las elecciones presidenciales del 24 de enero (frente al 1,29% en las anteriores elecciones legislativas, con las que eligió a su único diputado).

Este particular ataque a Mamadou Ba tuvo lugar en el contexto de la muerte de Marcelino da Mata, el soldado más condecorado del ejército portugués, que sirvió en más de 2.000 operaciones en la Guerra Colonial de Guinea, algunas de las cuales fueron calificadas como crímenes de guerra y Portugal fue condenado por las Naciones Unidas por estas operaciones. Era un guineano que luchaba a favor del poder colonial. Da Mata, que se jactaba de sus actos de tortura y era un militante de extrema derecha, falleció el 18 de febrero como consecuencia de una enfermedad covídica, a los 80 años. Otro partido de la oposición de derechas, el CDS-PP, que lucha por su supervivencia ante el ascenso de Chega, propuso un voto de pesar por su muerte en el Parlamento portugués y la expulsión de Mamadou Ba del grupo de trabajo gubernamental sobre el racismo.

Ba fue una de las numerosas figuras públicas que condenaron este homenaje a un criminal de guerra que colaboró con el régimen fascista de Salazar. Pero como activista negro, es contra él que se dirige la mayor campaña de odio.

Aunque la petición de deportación no tenga éxito, eso no disminuye la necesidad de que nos solidaricemos con él en particular y condenemos a los que fomentan el odio racista. Por el momento, la campaña sólo acepta contribuciones en portugués.

Como Mamadou Ba y muchas otras personas, estamos de acuerdo en que Marcelino da Mata es un criminal de guerra que no merece ningún respeto». Solidaridad con Mamadou #MamadouFica

25 de febrero de 2021

A continuación, publicamos una declaración de SOS Racismo

Nota de repudio

Las posiciones del activista antirracista Mamadou Ba, basadas en el pleno ejercicio de una democracia plural, han sido blanco frecuente de ataques que van más allá de la legítima contradicción, para convertirse en insultos, un ataques difamatorios e incluso amenazas personales.

Esta escalada de odio e intolerancia ha alcanzado recientemente un nuevo nivel tras las declaraciones de Mamadou Ba sobre la visibilidad y los honores de Estado concedidos a Marcelino da Mata.

Siguiendo una opinión que ni siquiera es aislada (varias personas e instituciones han condenado los elogios a Marcelino da Mata), Mamadou Ba ha sido el centro de varias peticiones pidiendo su expulsión del país, una de ellas con unas 15.000 firmas.

Aunque la validez jurídica de estas peticiones sea nula, su repercusión en el espacio público y su proyección en las redes sociales y los medios de comunicación merecen nuestra máxima preocupación. Revelan:

– La permeabilidad del espacio público no sólo a la calumnia y al escarnio, sino, sobre todo, al mensaje que considera la deportación como un castigo adecuado para una especie de delito de opinión;

– El magnetismo ejercido en ciertas instituciones y partidos, desde los más recientes hasta algunos que se proclaman cofundadores de la Democracia Portuguesa, por el ímpulso racista, por el discurso del odio, por la furia nacionalista;

– La forma en que este tipo de peticiones son aceptadas rápida y expresivamente por los mismos que se revuelven ante la acusación de racismo.

Por todo ello, SOS Racismo repudia el contenido de estas peticiones, apelando a la solidaridad de otras personas e instituciones, en el necesario afán de una sociedad democrática, plural y crítica.

18 febrero 2021

India: «El movimiento de los agricultores es un contragolpe frente al giro a la derecha de la sociedad, a la extrema derecha en el poder»

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Protesta Punjaben hasi zen, 2020ko abuztuan, eta India osora hedatu zen. Protesta hori 2020ko azaroaren 26an iritsi zen, nekazariek Delhira egin zuten martxarekin batera 250 milioi lagunek 24 orduko greba egin zutenean. Protesta mugimenduak aurrera jarraitzen du, eta urtarrilaren 26an Delhiko Fort Sarea hartu zuten. Sushovan Dhar, CADTMkoa eta Radical Socialist Indiakoa, aurrekariak azaltzen dizkigu.

Una protesta que comenzó en el Punjab en agosto de 2020 y se extendió por toda la India alcanzó un punto álgido el 26 de noviembre de 2020, cuando la marcha de los agricultores sobre Delhi fue acompañada por una huelga de 24 horas de 250 millones de personas. El movimiento de protesta continúa, y el 26 de Enero, los manifestantes tomaron por asalto el Red Fort de Delhi. Sushovan Dhar, del CADTM y de Radical Socialist India, nos explica los antecedentes.

¿Puede hablarnos de las movilizaciones de los agricultores en la India?

Desde que el partido fascista BJP ganó las elecciones en 2014, esta es la mayor movilización en la India. Supera a todas las demás en términos numéricos y de impacto político. Decenas de miles de campesinos han rodeado la capital india, Nueva Delhi, y planean acampar allí durante semanas o incluso meses hasta que se retiren las leyes anti-campesinas.

Los agricultores piden la derogación de tres leyes del gobierno: La Ley de Promoción y Facilitación del Comercio Agrícola, la Ley de Acuerdo de Garantía de Precios y Servicios Agrícolas y la Ley de Productos Esenciales. Hay una enmienda a la Ley de Productos Esenciales – 14 productos básicos como el arroz, el trigo y el azúcar – que deben ser distribuidos con control de precios por el gobierno.

El gobierno compra los productos a los agricultores a un precio garantizado. Se supone que este precio mínimo de apoyo ayuda a los agricultores a vender sus productos a un precio fijado por el gobierno.

Los manifestantes se oponen al desmantelamiento de esta medida, sobre todo en el norte, en Punjab y en Haryana, porque la ley está desmantelada de facto en la mayoría de las regiones, pero se ha mantenido en estas regiones porque son el laboratorio de la «revolución verde» que quiere el Banco Mundial, para el aumento de la producción agrícola.

También está en cuestión el desmantelamiento del mandi (mercado rural, tradicional, donde se suelen comprar y vender los productos).

Pero hay una crisis más amplia en el sector agrícola desde la imposición de las políticas y la economía neoliberales a principios de los años 90. Un dato llamativo lo ilustra: aparentemente se han producido 400.000 suicidios de campesinos en los últimos 25 años, aunque no hay una cifra verificada, debido al grave endeudamiento de los campesinos. Este endeudamiento se prolonga desde hace treinta años. Se han desmantelado las diversas subvenciones – sobre pesticidas, fertilizantes, agua para el riego, electricidad -.

Tradicionalmente, los campesinos tenían problemas cuando la producción era baja, pero hoy en día también es así cuando es fuerte porque el mercado y el gran capital hacen bajar los precios. En la región que rodea a Calcuta se cultivan patatas a gran escala. En las últimas semanas, todo indica que habrá una cosecha abundante, por lo que los agricultores temen que se produzca una gran caída de los precios.

Los comités creados por el gobierno habían votado a favor de un precio mínimo garantizado, el precio mínimo de apoyo, correspondiente al coste de producción más el 50%. Pero en lugar de aplicar estas recomendaciones, el gobierno suprimió el precio mínimo de apoyo. Estas son las razones de la movilización de los campesinos, en Delhi y en todo el país. Los proyectos de ley sobre la agricultura, así como las nuevas leyes laborales, son intentos de aplicar un programa que cuenta con un amplio apoyo dentro de la gran burguesía. Es la respuesta de la derecha a la crisis agraria.

Nola antolatzen dira?

Duela lau urte, nekazarien koordinazio-batzorde bat egon zen, eta berrehun nekazari-erakundek parte hartu zuten bertan. All India Kisan Sangharsh koordinazio batzordeak martxa handiak antolatu zituen Delhin, Mumbain eta India osoan 2018an. Orain, koordinazio-batzorde horrek antolatzen ditu ekintza gehienak, baina bat-bateko mobilizazio asko ere egiten dira, gizarte zibilaren eta klase ertainen babesarekin, bereziki Punjaben.

Nekazari txiki eta handien koalizio ikaragarria bildu dute, baita nekazaritzako langileen erakunde batzuk ere. Mugimenduaren hedapenean ere arrakasta handia izan dute.

¿Cuál es el significado político de estas movilizaciones?

Es un reto. Hubo movilizaciones sobre la ciudadanía, las leyes discriminatorias, que han unificado al campo anti-Modi, a la izquierda y a los musulmanes, pero también han homogeneizado el apoyo de la derecha y la extrema derecha al gobierno. Hoy, la movilización de los campesinos es un reto para el BJP. De hecho, la gente que lo había votado se está apartando de él. Actualmente hay movilizaciones obreras, pero son demasiado débiles y están demasiado divididas para enfrentarse al gobierno. El movimiento campesino puede dar confianza y fomentar las movilizaciones de los trabajadores, especialmente de las mujeres.

El movimiento no es revolucionario, pero tiene una dimensión anticapitalista, contra las grandes empresas agroindustriales, la agricultura por contrato, el control de las grandes empresas sobre la tierra; empresas como Pepsi, que tienen contratos individuales con los campesinos y controlan el mercado.

Nuestra esperanza debe provenir del hecho de que la agenda neoliberal sigue enfrentándose a desafíos desde las bases. La fuerza y la debilidad del movimiento y sus posibilidades de éxito dependen de la inquebrantable determinación de los campesinos del Punjab, en su mayoría dirigidos por diferentes organizaciones que se consideran, políticamente hablando, como el más izquierdista de los partidos políticos existentes.

¿Qué perspectivas plantean los socialistas radicales y los militantes de la Cuarta Internacional?

No se trata de una movilización por el poder del Estado, como afirman los maoístas, pero tampoco es un movimiento de campesinos ricos como afirman otros. Es un movimiento en el que la mayoría está luchando por su supervivencia inmediata y a largo plazo y, para la izquierda, es necesario tomar la iniciativa, construir una batalla contra el neoliberalismo y la extrema derecha en la India.

Nuestra orientación debe ser la de profundizar y reforzar el ejemplo de democracia real mostrado por las protestas de los agricultores. De hecho, incluso más que el soborno del Estado por parte del BJP, es la actual debilidad de la respuesta de la clase trabajadora al movimiento de los agricultores lo que constituye la señal más preocupante en el firmamento.

Lo que diferencia estas protestas de otras protestas contra el régimen de Modi es la participación dominante de las fuerzas de izquierda. Muchas de estas fuerzas pueden caracterizarse como la izquierda no parlamentaria. Si bien este hecho abre posibilidades no vistas en protestas anteriores, el sectarismo ideológico de estas fuerzas también limita el potencial de los actuales disturbios.

Por desgracia, la izquierda institucional es débil y la izquierda radical muy sectaria. Este movimiento es también una oportunidad para reforzar la oposición de los agricultores al orden establecido. Durará varios meses; hay que construir la movilización, para organizar un contrafuego ante el giro a la derecha de la sociedad, a la extrema derecha en el poder. Esta movilización nos da la oportunidad de reflexionar y avanzar en la construcción de una verdadera izquierda, una izquierda radical, una nueva izquierda.

Entrevista realizada por Antoine Larrache

Próximo paso en Cuba: desemplear 300mil personas

(Tomado del Blog Comunistas) Cuba


La solución no es cerrar las empresas estatales en quiebra sino entregarlas a quienes trabajan en ellas. La clase trabajadora no debe pagar la ineficiencia de la burocracia.

Próximo paso en Cuba: desemplear 300mil personas

La solución no es cerrar las empresas estatales en quiebra sino entregarlas a quienes trabajan en ellas. La clase trabajadora no debe pagar la ineficiencia de la burocracia.

por Yaíma Rodríguez

Tras eliminar la mayoría de las gratuidades -al menos sin tocar la salud y educación gratuita y universal-, elevar los precios del sector estatal en cuestiones tan elementales como el transporte público (en La Habana se elevó al 500%), suprimir la subvención de la canasta básica financiada por el Estado y el almuerzo de los trabajadores, ahora el Gobierno anuncia el cierre de empresas, las cuales dantrabajo a 300 mil personas.

El pasado 14 de octubre, el jefe de la “Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo”, Marino Murillo Jorge informaba que “en el sector gastronómico no habrán más subsidios para asumir pérdidas. Si dan pérdidas cerrarán”. Tres meses después, este 11 de enero, el mismo funcionario recordó  “que habrá empresa que no serán rentables”, las cuales “ocupan aproximadamente a 300 mil personas”.

La pregunta que se impone es cuál será el destino de esas 300 mil personas. Ante ello, la mejor respuesta que pudiera dar el Gobierno, sería no cerrar esas empresas sino entregarlas a quienes trabajan en ellas o sea, socializar verdaderamente los medios de producción.

Sin embargo, la medida económica presentada por Murillo, no solo está enfocada en generar eficiencia en el sector estatal, sino también dirigida a crear condiciones para la expansión del sector privado de la economía. No es secreto para nadie que se tiene planificado una política de expansión del sector privado y, por tanto, si este crece, necesita más fuerza de trabajo. Visto de manera ingenua, el Gobierno se desentiende de 300 mil personas las cuales deberían ser acogidas de manera inmediata en el sector privado. Todo debería ser una cuestión de mero trámite.

Pero uno de los principales problemas radica en que el sector privado no ha crecido aún lo suficiente y, debido a la crisis económica, es evidente que habrá de demorarse algo. Salta entonces otra vez la pregunta de cómo vivirán estas 300 mil personas y sus familias en lo que el sector privado decide –y puede- contratarlas. Para la trabajadora, el trabajador y le trabajadore, ese tránsito estará marcados de angustias. Tampoco es que el sector privado esté obligado a contratar a cada una de esos 300 mil desempleados. Como también hay que ver cuál es la oferta de trabajo que propondrá la burguesía a sus futuros explotados.

Por ello, todo apunta a que no es la autogestión lo pensado para solucionar el destino de esas 300 mil trabajadoras y trabajadores.

Encontrarse en el paro es algo traumático. Salvo casos puntuales, cada una de esas futuras 300 mil personas desempleadas tienen familias. Por si fuera poco, vivimos una situación crítica. No solo subieron los precios en el sector estatal, sino que la misma crisis vivida ya durante el 2020 hizo que el costo de los alimentos en el libre mercado se dispararan. Por no hablar de quienes tienen hijos pequeños y necesitan comprarle la ropa y los zapatos para ir a la escuela.

Todo esto, sin detenernos en los conflictos y necesidades puntuales, o subjetivas y espirituales de esas cubanas, cubanes y cubanos que se quedarán sin trabajo. No olvidemos que en este análisis solo se tiene en cuenta los conflictos básicos de estas 300 mil personas como una masa y no reparando en todos los dilemas individuales, los cuales como seres humanos, viven estos futuros desempleados ¿Cómo estarán viviendo hoy quienes presumen que mañana se quedarán sin trabajo? ¿Cómo será la espera de quien teme mañana ser despedido y arrojado a la crisis económica más grande que vive Cuba en 30 años? ¿Cómo será ese amanecer de la persona que despierta y ve que ya no tiene a dónde ir?

La clase trabajadora no tiene culpa de las ineficiencias de la burocracia. Si estas empresas que ahora cerrarán no son rentables, no es precisamente porque fallaron las decisiones de las trabajadoras y trabajadores, sino por la mala gestión de la administración.   

Evidentemente, quienes justifican las actuales medidas económicas pueden desayunar, almorzar y comer, como también pagar el ómnibus y no temer que ellos, ni sus padres, se queden sin empleo. Cabe preguntarse si, quienes hoy con tanta fuerza atacan a los intelectuales “pagados por Soros”, lo harán igual contra la decisión de despedir 300mil trabajadores ¡Qué bien prepara su mascarada el pequeñoburgués!

«Y qué estamos haciendo nosotros? Hipotecando la moral de la Revolución! Así no se hizo la Revolución!

Carta abierta en defensa de Comunistas

por María Feldman, estudiante argentina de medicina en Cuba

Como quizá algunos recuerden, en su fundación, formé parte del Comité Editorial de Comunistas. Más tarde, diferencias teóricas –quizá por mi lealtad al peronismo- hicieron que tomara la decisión de separarme, lo cual no ha evitado mis colaboraciones con el blog, como mismo lo he hecho con otras publicaciones. 

El domingo pasado, publiqué en mi perfil de Facebook el Mensaje de Comunistas por Año Nuevo a la clase trabajadora cubana y mundial. Más allá de las diferencias que se pueda tener, me pareció un texto serio, objetivo y necesario de divulgar. Debido a ello, lo compartí en los grupos cubanos –todos en defensa de Cuba- de los cuales formo parte. 

Era obvio que la publicación de Comunistas iba a generar críticas y polémicas, pero, desgraciadamente, lo que recibió fue un desequilibrado ataque político, tanto en Facebook como en los comentarios  que se pueden dejar en el blog.

Expongo parte de los que circularon en las redes sociales: 

“es la derecha adueñándose del discurso revolucionario para confundir, para corroer”; “derechistas disfrazados de comunistas” y uno de los más groseros: “Estos son mercenarios al servicio de los yanquis en máscara comunista! Mentiras a chorros. Asqueroso análisis apelando a Fidel y el Che. Asco de publicación!”

Posteriormente, apareció una difamación tan agresiva en los comentarios del blog que el Comité Editorial decidió borrarlo. Lo que pudiera parecer un ataque de fanáticos, en estos momentos, puede ser la punta de lanza con la cual atacará la censura.

Ya con anterioridad, mentes unidimensionales, incapaces de hacer un análisis dialéctico, habían tildado a Comunistas de revisionista y trotskista (con toda la carga política negativa que esto tiene en Cuba). Ello no asombra: quienes piensan desde el dogma y no desde el marxismo están limitados a repetir consignas y descalificativos. Su escaso bagaje teórico a duras penas les alcanza para producir memes, burlas, incluso ataques personales. Solo merecen la lástima y el desprecio. 

Asombra que sean incapaces de entender que Trotski es un instrumento sin el cual no se puede configurar un análisis marxista del colapso de la izquierda en la década de los años noventa, así como de la realidad cubana. Tan sectarios son quienes ven en el dirigente bolchevique a la única vía para comprender la historia, como tan sectarios son los que aún a estas alturas solo ven trotskistas en quienes estudian y divulgan a Trotski. 

Por demás, estoy segura que en el Comité Editorial de Comunistas nadie se ha ofendido cuando les han llamado trotskista. No hay motivo para ello: les están considerando seguidores de un comunista. Sin embargo, quienes producen el blog, ni mucho menos se quedan en Trotski. Esto es otro aspecto que los aspirantes a burócratas no pueden comprender. Temen a todo lo que piense, pero aún más a todo lo que piense y no esté registrado en sus archivos burocratizados. 

Para mayor confusión de las mentalidades limitadas, Comunistas ha publicado, en menos de siete meses de existencia, dos sendos artículos vindicando a Fidel y, Mensaje de Comunistas por Año Nuevo a la clase trabajadora cubana y mundial, concluye llamando a enfrentar la crisis actual y venidera guiándose por el ejemplo comunista de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro”. 

Lea también⤵

«Fidel Castro, un incómodo para hoy»

«Dólares con el cuño de Fidel»

Mensaje de Comunistas por Año Nuevo a la clase trabajadora cubana y mundial

Ante ello, la socorrida respuesta del dogmatismo ha sido repetir incansablemente –las mentalidades esquemáticas se han caracterizado siempre por memorizar un puñado de consignas- la frase de Fidel correspondiente al discurso de clausura de la Tricontinental en 1966, donde califica al trotskismo como arma del imperialismo. Sin embargo, estos personajes olvidan e incluso silencian a otras frases de Fidel, las cuales hoy, se les atragantarían en el estrecho pescuezo ideológico del dogma, muchas veces encubridor del oportunismo. 

Un trotskista tan conocido como Eric Toussaint, miembro incluso del Buró del Secretariado Unificado de la IV Internacional era atendido por el Partido Comunista de Cuba al más alto nivel. En Cuba se han publicado libros Ted Grant y Allan Woods, quien fuera el dirigente fundador de la corriente trotskista The Militant y su continuador ahora con la Corriente Marxista Internacional, respectivamente. Por si no bastara, una de las más importantes mujeres revolucionarias cubanas, Celia María Hart Santamaría, era trotskista, hija de Haydee Santamaría y Armando Hart, quien consideraba a Fidel como su tío.

A los oportunistas aspirantes a funcionarios les queda muy fácil descalificar hacia la derecha, pero cuando apareció una publicación explícitamente marxista, sin ningún vínculo oficial, criticando a la burocracia, a la burguesía, a la censura y apostando por la sociedad civil, no pudieron más que responder con burlas.

Hoy esas burlas han pasado a ser peligrosas acusaciones.

Nadie imaginó que Cuba empezaría así la década del veinte. Fue esta crisis lo que motivó a un grupo de jóvenes coordinar una publicación mediante la cual expresarse. Pudimos haber enviado nuestros artículos a cualquiera de los medios no estatales que hoy abundan, pero quisimos construir un blog desde donde hablaran exclusivamente los marxismos revolucionarios.

Comunistas es producto de la Revolución socialista. El Comité Editorial nunca ha tenido más financiamiento que sus propios bolsillos, los cuales, en cierto momento, fueron casi por completo de estudiantes. 

Desgraciadamente, en mi país la censura existe. Se ha entronizado con tanta fuerza que en no pocos espacios está mal visto hablar públicamente de la censura. Incluso, de la pasada. 

Si la censura se lanzara contra el blog del cual fui parte, literalmente, estarían atacando a jóvenes comunistas y comunistas que no tienen ningún reparo en asumirse comunistas. De hacerlo, los censores estarían cometiendo un acto de canibalismo ideológico.

Uno de sus miembros, un joven estudiante de historia que vive en el interior del país, tiene en la pared de su cuarto, pegada con precinta, una foto de Fidel Castro sacada de una revista. Él mismo hizo con una vieja camiseta, la bandera roja de la hoz y el martillo. Es de una ideología tan bolchevique y dictadura del proletariado que siente repulsa hacia toda socialdemocracia. Su economía es tan humilde que muchas veces solo puede comer pan por la noche. 

De diferentes maneras, esa escena se repite en cada miembro del actual Comité Editorial de Comunistas. La mayoría ni siquiera vive en La Habana. 

¡Estos son los mercenarios al servicio de los yanquis en máscara comunista!

¡Es tan difícil asumir que estamos viviendo en una Cuba donde se ha decido llevar a cabo fuertes recortes de subvenciones, alza de precios, devaluación de la moneda, todo esto en medio de una programada expansión del sector privado de la economía! Y sin embargo, a diferencia de muchos silencios, Comunistas no solo lo ha dicho, sino también analizado.

 Ayer Marino Murillo anunció que no se cubrirían “ineficiencias”, que “habrá muchas empresas que no serán rentables” y estas “ocupan aproximadamente a 300 000 personas”. 

Al parecer -desgraciadamente-, no se equivocaba el Mensaje de Comunistas por Año Nuevo a la clase trabajadora cubana y mundial, cuando decía que “despedir masivamente es otra de las formas más directas que tiene el Gobierno para estimular el crecimiento de la burguesía. La segunda variante sería esperar a una voluntaria migración del sector estatal al privado. Algo lejos de suceder, pues el alza salarial ha hecho que 29.000 personas hayan ido a solicitar trabajo en el sector estatal”. Ojalá que quienes atacaron a Comunistas, vuelvan a leer su más reciente publicación a la luz de la esta nueva realidad. 

No sé hasta dónde pueda ayudar en algo esta carta abierta, aún más viniendo de una chica argentina pero estoy segura de que ignorar tanta propaganda, es permitir que se vaya creando un peligroso estado de opinión. Lo peor sería que algunas mentalidades comenzaran a vincular a Comunistas con el tan socorrido golpe blando. 

Este blog se defiende con sus propias ideas, pero era necesario alertar y decir unas cuantas verdades.

Por último, termino suscribiendo las consignas de Comunistas:

¡Viva la clase trabajadora cubana, argentina y mundial!

¡No a ningún tipo de restauración capitalista!

¡Hacia el Comunismo!

Algún lugar de Cuba, noche del 13 a la madrugada del 14 de enero, 2021