<CARLOS LASARTE>
La fiscalidad es una cuestión de gran importancia. Permite generar los fondos que financian el Estado de Bienestar y los diversos servicios públicos (sanidad, educación, protección social, etc.). De todas formas, ha habido una época en la que parecía que no se podía hablar del tema. En las elecciones autonómicas de Madrid el PSOE ni menciono el tema. Si defendemos unos servicios públicos de calidad, dignos y que cubran a toda la población es necesario tener un buen y suficiente sistema fiscal. Es la otra cara de lo moneda de los servicios públicos. La situación del Estado Español es que la recaudación fiscal es muy inferior al resto de los países europeos: un 34% frente a un 41% de media, como porcentaje sobre el PIB. La brecha de recaudación es de un 7%. El actual gobierno creo una comisión de expertos para estudiar el contenido de una reforma fiscal que permita cubrir ese déficit de recaudación. En febrero de 2022 está anunciado que darán a conocer su informe. Anticipándose a este informe el Instituto de Estudios Económicos (neoliberal y relacionado con la patronal) y Podemos han publicado sus proyectos de reforma fiscal. Del neo liberal, por tener distinta concepción, no hay más que diferencias. Aquí analizaré el proyecto de Podemos.
En número, la mayoría de las propuestas son razonables. Pero hay un tema que es fundamental y que obliga a valorar negativamente su propuesta: mantiene la tributación dual en el Impuesto de Renta.
No debemos olvidar que por la política neoliberal desde los años 80 la evolución de la tributación ha sido muy regresiva. No han cesado de reducir la tributación de los impuestos directos (Renta, Sociedades, Patrimonio y Sucesiones) y de aumentar la de los impuestos indirectos (IVA).
El Impuesto de Renta actual se creó en 1978, en la Transición. Inicialmente gravaba la renta universal y lo hacía con un tipo marginal, máximo, del 65%. Por la evolución neoliberal de los impuestos el tipo marginal se ha reducido hasta el 47-48% en la mayoría de Comunidades Autónomas (es inferior en las comunidades gobernadas por el PP y la más baja es Madrid con un 43,50%). Otra influencia del neoliberalismo es que la tributación es distinta según cual sea el origen de la Renta. Esto se conoce con el nombre de tributación dual. Los rendimientos de trabajo, actividades económicas (autónomos), arrendamiento de locales se incluyen en la base general, con un tipo marginal del 47-48% (Euskadi 49%). También existe la base del ahorro: intereses de productos financieros, dividendos, arrendamiento de viviendas y ganancias patrimoniales por la transmisión o venta de productos financieros o inmuebles, con un tipo marginal 23% aplicado por la Agencia Tributaria. Este tipo ha subido al 26% tras la pandemia del Covid-19 (En Euskadi era del 25% y no se ha modificado tras la pandemia). La propuesta de UP propone ampliar el tipo marginal de la base general al 52% y el de la base de ahorro al 33%.
Dos de los principios básicos de justicia fiscal son:
- A igual ingreso de renta el pago debe ser el
- El pago debe estar relacionado con capacidad de
La tributación dual rompe con estos dos principios. Con el primero originando que con igual ingreso los pagos sean distintos. Con el segundo porque quienes más se aprovecha de esta dualidad son los sectores de altos ingresos. Son estos sectores los que más bienes tienen dándose la contradicción de que es a quienes menor tipo impositivo se aplica. Son precisamente estos sectores sociales altos quienes declaran un porcentaje significativo de base de ahorro. Por ello son estos sectores quienes se benefician de esta tributación dual. Para los sectores bajos y medios-bajos la base del ahorro es prácticamente inexistente.
El principal motivo de la aplicación de esta tributación dual es que el resto de los países aplican sistemas similares y que gravar más la base del ahorro ocasionaría la fuga de dinero hacia otros territorios donde la tributación del ahorro es inferior. No se utiliza ningún principio de justicia fiscal.
En los impuestos que gravan la riqueza: Patrimonio y Sucesiones hay algunas Comunidades Autonómicas que en la práctica han eliminado tales impuestos. La propuesta de Podemos es mantener tales impuestos impidiendo que las Comunidades Autónomas procedan a una reducción o eliminación de tales impuestos. También propone un cambio de tipos tributarios a pagar. Estas propuestas son razonables y coinciden con las nuestras.
Se proponen también otros impuestos de carácter medioambiental o que fomenten el consumo sano y responsable.
En el proyecto se cuantifican los ingresos que se conseguirán con tales medidas. Son de una cuantía importante para potenciar los servicios sociales, pero están lejos de cubrir el diferencial que tenemos con otros países europeos. Se reduce el diferencial pero todavía sigue existiendo.
Si Podemos hace este tipo de propuesta la del PSOE será todavía mas suave. Con las presiones que habrá desde el conglomerado neoliberal (economistas académicos, patronal, derecha, etc.) el resultado será muy inferior al que figura en la propuesta.
La propuesta de Podemos mantiene la tributación dual, no la elimina. Incrementa los tipos marginales, tanto en la base general como en la base del ahorro, pero mantiene la división de dos bases imponibles y dos tipos marginales distintos. Reduce la diferencia de tributación pero la sigue manteniendo. Esto es inaceptable. Por aplicación de los dos principios fiscales anterior citados, lo que se debe hacer con la tributación dual es eliminarla, no reducirla. Debe haber una única base que con una tributación progresiva. No se puede defender una tributación distinta del trabajo y del ahorro. El resto de propuestas concretas son razonables, pero este tema de la tributación dual es tan importante como para rechazar tal propuesta. Como con la reforma laboral intentan que consideremos bueno el “mal menor”.
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p style=”text-align: justify;”>CARLOS LASARTE, economista, Antikapitalistak