COMUNICADO DE ANTIKAPITALISTAK EUSKAL HERRIA EN EL DÍA DE LA CONSTITUCIÓN
En un día como hoy, para nosotras no hay absolutamente nada que celebrar. El llamado “Día de la Constitución” no representa al pueblo vasco, que en 1978 ya expresó con claridad su rechazo a un marco impuesto y profundamente continuista con las estructuras del franquismo. Casi medio siglo después, esa misma Constitución sigue sin ofrecer ninguna garantía real de dignidad para la clase trabajadora, manteniendo intactas las bases de un régimen que blinda los privilegios de las élites frente a los derechos de las mayorías sociales.
Hablamos de una Constitución que avala un sistema político corrupto desde la raíz. Una monarquía heredera del franquismo que mantiene secuestrada una jefatura del Estado ajena a cualquier control democrático, y un bipartidismo que ha hecho de la corrupción un elemento sistémico. Una Constitución que es inamovible cuando se trata de negar el derecho a decidir de los pueblos, pero que se modifica sin pudor cuando el objetivo es proteger los intereses del gran capital, como ya se demostró con la reforma exprés del artículo 135 para garantizar el pago de la deuda a los mercados. Ni siquiera cumple los artículos sociales que contiene, como el derecho efectivo a una vivienda digna, convertido en papel mojado mientras fondos buitre y especuladores campan a sus anchas.
Además, se trata de un marco profundamente heteropatriarcal, que continúa limitando la capacidad de las personas para decidir libremente sobre sus vidas y que perpetúa desigualdades estructurales hacia mujeres, disidencias sexuales, migrantes y todas aquellas identidades que desbordan los estrechos márgenes del sistema. En este contexto, la clase trabajadora y las clases populares siguen obligadas a defender día a día derechos básicos que deberían estar plenamente garantizados, enfrentándose a un régimen que antepone el beneficio privado y el poder de las élites a la vida digna de las personas.
Por todo ello, en un día como hoy no celebramos nada, reivindicamos. Reivindicamos el derecho de la clase trabajadora y de los pueblos a romper con un sistema que perpetúa desigualdad, explotación y dominación; reivindicamos la necesidad de poner la vida, los cuidados y la justicia social en el centro. Desde Antikapitalistak Euskal Herria seguimos apostando por superar definitivamente el marco del régimen del 78 y avanzar hacia procesos constituyentes democráticos, feministas y populares que permitan a Euskal Herria —y al conjunto de pueblos del Estado— conquistar la plena soberanía, la libertad colectiva y un horizonte socialista emancipador