Desastre en Grecia… Los Incendios

Grecia Incendios: «El desastre en Grecia fue comparativamente mayor que en cualquier otro país de la región»
 
(Antonis Ntavanellos)

Una mirada retrospectiva a los dramáticos incendios que asolaron Grecia este verano.

El saldo de este desastroso mes de agosto, en el que las temperaturas y la sequía han alcanzado niveles récord, incluso para un país caliente y seco como Grecia, es literalmente trágico: enormes incendios incontrolables en la isla de Eubea, Ática, el Peloponeso y otras regiones han reducido unas 600.000 hectáreas de tierra boscosa a cenizas. Esta pérdida masiva es aún mayor para un país como Grecia, en el que la proximidad entre los espacios verdes libres y la población es la más baja de todos los países europeos.

Consecuencias dramáticas

Las consecuencias visibles son ya graves: miles de personas han perdido sus hogares, mientras que aún más han perdido sus empleos (gente trabajadora en la ganadería, la agricultura, la apicultura, pequeñas empresas de turismo familiar, etc.). Pero las consecuencias invisibles son aún más amenazantes: sabemos que las olas de calor del verano son seguidas de lluvias en otoño, y cuando esto sucede, las montañas, despojadas de sus bosques, amenazan a pueblos y pequeños pueblos con inundaciones y deslizamientos de tierra.

En el paisaje mediterráneo, la desaparición de los bosques generalmente va acompañada de la pérdida de tierras fértiles, porque la corrosión relacionada con los vientos y la lluvia las transforma en roca. Las grandes ciudades, y en particular Atenas, también se enfrentarán a graves problemas. Durante los incendios de este año, se quemaron los últimos «pulmones verdes» de Ática y las difíciles condiciones de vida en esta capital anárquica de 5 millones de habitantes se volverán aún más difíciles, especialmente para las y los pobres que se acumulan en los densos barrios del centro de la ciudad y los suburbios occidentales. No es casualidad que, desde hace algún tiempo, la gente rica haya abandonado sus residencias tradicionales del centro para establecerse en las barriadass de nueva construcción de la costa norte y sur.

Pánico del gobierno

Ante esta catástrofe, el gobierno de Kyriakos Mitsotakis reaccionó con pánico. Abandonó todos los esfuerzos para contener los incendios (en la isla de Eubea no se detuvieron hasta que llegaron al mar) y envió sucesivas directivas a la población de las aldeas, e incluso a las pequeñas ciudades amenazadas, para que evacuaran de inmediato. Esta «bandera blanca» de rendición de la máquina estatal se hizo tan obvia que una gran parte de la población no cumplió con las órdenes de evacuación, a pesar de la amenaza.

Las y los pobres, y especialmente la juventud, sin la formación ni los medios adecuados, se quedaron y lucharon para salvar sus aldeas, a sus semejantes, animales y campos. Todo lo que se salvó, incluyendo grandes partes de los bosques, se salvó gracias a su sacrificio, el arduo trabajo de los pocos bomberos y grupos de voluntarios que se apresuraron a ayudar.

Al día siguiente, Kyriakos Mitsotakis intentó blanquear a su gobierno centrándose en la amenaza de la crisis climática. Este reconocimiento público de la amenaza, aunque muy tardío, es correcto: la prolongada ola de calor y la sequía de este año fueron una experiencia sin precedentes, incluso en comparación con el caluroso y seco verano griego. Pero cuando Kyriakos Mitsotakis junto a las y los representantes del gobierno lo afirman, es pura hipocresía. La crisis climática no es un fenómeno nuevo. Numerosos informes del Servicio Forestal y del Departamento de Bomberos advirtieron al gobierno que las condiciones climáticas previstas transformarían los bosques de pinos del centro y sur de Grecia en materiales inflamables. En realidad, cuando los políticos de derecha comienzan a referirse a la crisis climática, no es solo la hipocresía tradicional (y esperada) del gobierno. Están preparando el terreno ideológico para que los proyectos de «reconstrucción» después del desastre estén en línea con la orientación neoliberal de Nueva Democracia.

Buitres del mercado

La «política verde» de Mitsotakis equivale a ceder la gestión forestal, la gestión del espacio público e incluso la gestión de desastres naturales al sector privado y a los sectores empresariales.

Hace veinte o treinta años, dijeron que la única respuesta viable a la austeridad y el desempleo era «liberar el mercado». En la misma línea, ahora afirman que la única respuesta viable a la crisis climática es «liberar» los esfuerzos del capital para actividades comerciales en bosques, montañas, aguas y aire. En la isla de Eubea, el gobierno pide ahora a los buitres del mercado que desempeñen un papel de liderazgo en la reconstrucción de la región destruida. Entre estos buitres hay grandes empresas de construcción que, antes de los incendios forestales, habían declarado su interés por la construcción de enormes «granjas eólicas» en los densos bosques del norte de la isla. El rechazo de sus ofertas anteriores por parte del servicio forestal y los municipios locales (incluso los controlados por el partido gobernante) ahora alimenta las sospechas de los habitantes del norte de Eubea sobre la posibilidad de que todo haya sido un incendio criminal organizado.

No hay necesidad de teorías de conspiración para entender que las políticas establecidas han jugado un papel de pirómano. Los desastrosos incendios de este verano adquirieron grandes proporciones porque la crisis climática fue acompañada de años de severa austeridad y recortes presupuestarios en el sector público, especialmente en la parte del sector público que se refiere a las condiciones de vida de los pobres.

El departamento de bomberos terminó con 250 (!) bomberos en sus unidades motorizadas y 1.200 bomberos en sus unidades de «infantería», ¡para cubrir las necesidades de todo el país! Hasta el año pasado, estos cuerpos se complementaban con bomberos «de temporada» que no estaban realmente entrenados. Fueron contratados para el verano y luego despedidos. Este año, el gobierno se negó a renovar la contratación de 5.000 bomberos «de temporada», a pesar de las advertencias sobre los peligros extremos esperados.

Incendios cada vez más desastrosos

En cuanto a los aviones de extinción de incendios, absolutamente necesarios dado el relieve geográfico particular de Grecia, solo hay 15 aviones Canadair obsoletos (de los cuales solo se ha demostrado que vuelan 8), y solo hay 250 bomberos para atender a todas las necesidades, tanto en tierra como en el aire.

La reducción del personal y de los equipos de extinción de incendios ha llevado a un aumento considerable de los efectos de combustión anual de cada «megaincendio» en los años posteriores a la gran crisis económica: de 2.430 hectáreas de tierra consumidas por «megaincendios» en 2008, se alcanzaron 8.100 hectáreas para cada uno de ellos en 2020. Los incendios forestales se han vuelto más desastrosos debido a la reducción de los recursos y del personal disponibles para que la sociedad los haga frente.

Esta escandalosa verdad es aún peor si tenemos en cuenta los peligros que representan los recortes de gasto en otros sectores relevantes: por ejemplo, en el campo de la limpieza de bosques y áreas periféricas, o en el campo del mantenimiento de la red eléctrica, que en muchos casos es responsable de desencadenar incendios.

El resultado final es que, en  el “test extremo” de este año, el desastre en Grecia fue comparativamente mayor que en cualquier otro país de la región. La tierra consumida por el fuego solo se puede comparar con la de la vecina Turquía (600.000), un país cuyo tamaño es seis veces mayor que el de Grecia.

10/09/2021

 

¿A dónde va la Argelia de Tebún?

(Abdel Raphi)
 
El Consejo de Seguridad argelino ha pasado de la ofensiva a la agresividad. Esta estructura, producto de la gestión de seguridad del país, decidió que el Mak (organización independentista de Kabilia) y Rachad (organización islamista) son dos organizaciones terroristas. Una pantalla eficaz para engañar a la opinión pública, reprimir a los opositores y enterrar al hirak.
 
Bajo el pretexto de una investigación para encontrar a quienes asesinaron a Djamel Bensmail, el joven quemado vivo de Miliana, los servicios de seguridad arrestan a cualquiera que tenga algún tipo de relación con el Mak en Kabilia. El Presidente del Consejo Mundial Amazigh, un ciudadano de Tizi Ouzou, acaba de ser arrestado. En total, más de 80 arrestos según el fiscal.
 
¿Dónde están las reglas de independencia del poder judicial? ¿Dónde está la presunción de inocencia? ¡El verdugo está listo y la gente debe aplaudir! Es el artículo 87 bis [modificaciones legales establecidas en junio de 2021 que amplían la definición de lo que es terrorismo ndt] el que impulsa el acoso judicial contra Mak y Rachad. Se está produciendo un condicionamiento para «makizar» o «rachadizar» cualquier pensamiento crítico. Las y los periodistas, blogueros, influencers y toda la gente activa en los medios sociales, por no hablar de los actores políticos y asociativos del hirak están en alerta, la espada de Damocles del 87 bis está ahí.
 
Argelia no sufre por culpa del Mak, del Rachad ni por los delirios de las redes sociales. Demonizarlos, como fue demonizado el FFS en 1963 o el FIS en 1990, produce claramente el efecto opuesto. Nuestro país sufre de una denegación de ley y justicia. Sufre de desigualdades sociales e injusticias. Sufre de depredación y corrupción. Sufre de la ausencia de un proyecto económico y social en línea con las necesidades y expectativas sociales. Argelia sufre la marginación de las y los jóvenes, la gran mayoría de los cuales tienen un alto nivel de estudios. A la desesperación social se añade el impacto mental y psicológico de una pandemia reducida al confinamiento y la arbitrariedad de la toma de decisiones públicas.
 
«Que todos se vayan»
 
El hirak iba en el sentido de la historia cuando lanzó su famoso «Yetnehaw ga3» («Que todos se vayan») dando una dimensión sistémica a esta crisis que Argelia está experimentando. Ni el Mak ni el Rachad y mucho menos el FIS, los partidos regionalistas, las docenas de partidos prefabricados fueron actores anticrisis, que plantearan escenarios alternativos para el país. El campo político debe reinventarse. El pensamiento crítico debe reconstruirse y la soberanía popular debe ejercerse en un contexto de cultura democrática. Argelia ya no puede ser administrada por núcleos opacos de tomadores de decisiones militares o civiles. Ya no podemos reducir la ideología a lo religioso o lo identitario, obsesiones de una sociedad aculturizada y desintelectualizada. Ya no podemos seguir esperando una perspectiva de modernidad y progreso social desde la globalización liberal y capitalista porque sus tomadores de decisiones se adaptan a todas nuestras «desviaciones» políticas e ideológicas por razones de geoestrategia y de los intereses de las multinacionales que lo mercantilizan todo, incluidas nuestras vidas.
 
El hirak no está muerto. Un ciclo de movimiento popular se ha cerrado bajo la presión de la represión, el artículo 87 bis y el covid, en un contexto de manipulación y unilateralismo administrativo. Los cientos de muertos en nuestros pueblos de Kabilia, el abyecto asesinato de Djamel Bensmail, las decenas de presas y presos de opinión injustamente encarcelados, los cientos de muertes covid víctimas del estado ruinoso de nuestra salud pública: todas y todos serán nuestra mala conciencia, la expresión de nuestra impotencia. Hay que decir que cuando no hay contrapoderes, contrapesos a poderes autoritarios que le dan la espalda a las libertades políticas e individuales, un país es permeable a todos los excesos, incluidos los totalitarios.

 
Hay que enterrar el liberticida artículo 87 bis. Las mediaciones y puentes con la sociedad plural que somos deben reconstruirse sobre bases democráticas. Las políticas públicas deben cambiar radicalmente de rumbo y poner fin a este neoliberalismo destructivo. Los actores políticos y sociales deben ser liberados de cualquier presión o represión.
Hebdo L’Anticapitaliste – 580 (09/02/2021)
 
 Traducción: F.E. para antikapitalistak.org

«Salir a la calle para derrotar al golpismo»

En Brasil el 7 de septiembre: «Salir a la calle para derrotar al golpismo»
(Editorial de Esquerda online)
Bolsonaro amenaza al pueblo brasileño. A medida que aumenta el hambre, la inflación se dispara, el desempleo nunca ha sido mayor y el covid sigue cobrando víctimas, las y los fanáticos partidarios de Bolsonaro son convocados para una acción estatal el 7 de septiembre, una iniciativa estructurada sobre la base de un enfrentamiento con el poder judicial (STF-Tribunal Supremo Electoral y TSE-Tribunal Electoral Superior). Con esto se avecina una crisis política e institucional muy grave en el país.
Debilitado y cada vez más rechazado por la población, Bolsonaro se radicaliza para tratar de sobrevivir. Su método es el del fascismo: movilizar a la base extremista, usar la intimidación de las milicias para imponer el terror. Es hora de poner fin al «golpismo». Salgamos a las calles el 7 de septiembre – pacífica y organizadamente – para mostrar que la mayoría del pueblo brasileño no acepta amenazas autoritarias y quiere poner fin a este gobierno criminal. Somos la mayoría: ¡fuera de Bolsonaro!
 
La estrategia de Bolsonaro
 
Uno de los principales objetivos de Bolsonaro es asustar a la oposición con amenazas y actos de golpe de Estado. La intención es asegurar que la mayoría democrática se someta a la minoría fascista a través del chantaje y la intimidación. Ceder al golpe de Estado, dejarle el protagonismo de la calle, es el peor error que la izquierda y las y los defensores de la democracia pueden cometer en este momento.
Bolsonaro sabe que es muy probable que pierda las elecciones de 2022. También es consciente de que su próximo destino y el de sus hijos podría ser la cárcel. Aterrorizado, recurre al último recurso a su disposición: la capacidad de movilizar a su base de extrema derecha. Y para ello, cuenta con el apoyo del ejército, la policía y los medios de negocios.
Esperar pasivamente las elecciones de finales del próximo año, como si Bolsonaro fuera a respetar el proceso democrático-electoral, sería un error enorme e imperdonable. En primer lugar, porque equivaldría a subestimar el peligro del fascismo, que, aunque debilitado, conserva una base considerable de gente que le sigue en el país y elementos infiltrados en diversas instituciones, en particular en el ejército y la policía.
En segundo lugar, porque crearía la posibilidad de una posible recuperación de la popularidad de Bolsonaro de aquí a finales de 2022. Debemos aprovechar el momento del mayor desgaste del gobierno para derrotarlo ahora, si es posible derrocando a Bolsonaro incluso antes de las elecciones. Además, su caída probablemente tendría como consecuencia la paralización de las contrarreformas neoliberales y privatizaciones en curso en el Congreso que están patrocinadas por el gobierno y el gran centro [un grupo de partidos que viven materialmente de sus vínculos con las instituciones].
 
La izquierda debe ir al combate
 
Debemos apoyar plenamente las medidas tomadas por el STF contra las acciones criminales y los intentos «golpistas» de Bolsonaro. No hay libertad para los enemigos de las libertades. Es necesario exigir una acción firme de las instituciones estatales contra estas amenazas y las acciones deliberadamente antidemocráticas de Bolsonaro y sus aliados, en particular en lo que concierne a la organización de las manifestaciones fascistas del 7 de septiembre. El silencio frente al «golpismo» -por parte de gobernadores, diputados, senadores, jueces, partidos políticos, fiscales, comandantes del ejército y la policía, empresarios, etc.- debe entenderse como complicidad, abierta o velada, con las acciones criminales de Bolsonaro.

 
Contra el bolsonarismo, la lucha en las calles es decisiva. Nuestro enemigo tiene su principal punto de apoyo en la acción directa fascista. Es fundamental contrarrestar la movilización de la extrema derecha con la fuerza de las masas populares en las calles. Por lo tanto, dejar libre el 7 de septiembre para el desfile fascista sería un grave error. El «golpismo» se fortalecería, ganando confianza y poder de intimidación.
La campaña Fora Bolsonaro (fuera Bolsonaro) ya ha construido cuatro grandes manifestaciones nacionales este año, llevando a cientos de miles de personas a las calles en manifestaciones mucho más grandes que las del bolsonarismo. Es hora de repetir la “dosis». Con un llamamiento firme y unitario de las direcciones y organizaciones de izquierda, movimientos sociales y todos los sectores democráticos que deseen luchar, es probable que la movilización de Fora Bolsonaro sea más importante en las calles que las iniciativas golpistas. Esto tendría un enorme valor político, porque representaría una derrota efectiva y simbólica de Bolsonaro.
En este sentido, la posición de Lula, en cabeza en las encuestas para las elecciones presidenciales, es de gran importancia. Mientras Bolsonaro llama abiertamente al «golpe» que amenaza al país, ¿Lula continuará preparándose para la presidencia a través de negociaciones y discursos electorales? ¿No es hora de que Lula llame al pueblo a salir a las calles, en manifestaciones pacíficas y organizadas, para defender la democracia y los derechos sociales y laborales amenazados? Lula tiene una responsabilidad histórica considerable en este momento crítico para Brasil.
A partir de hoy y hasta el 7 de septiembre, la tarea más importante es la construcción de grandes movilizaciones populares con motivo del Día de la Independencia Nacional. Garantizando la seguridad y la organización de manifestaciones democráticas, hay que dar prueba de coraje y firmeza para derrotar al fascismo.
 
¡Vamos a la batalla, porque es luchando como ganaremos!
¡Derrotar al «golpismo», fuera Bolsonaro! ¡Alimentos, empleos, vacunas y un ingreso básico para la gente!
 
¡Abajo las contrarreformas neoliberales y las privatizaciones! ¡Por un Frente de Izquierda en las luchas y en las elecciones! ¡Por un gobierno del pueblo trabajador y oprimido, sin alianza con la derecha!
 
25/08/2021
Traducción: F.E. para antikapitalistak.org

 

Solidaridad con el pueblo afgano, víctima del imperialismo y de los talibanes

 
Esta declaración fue adoptada por el Buró Ejecutivo el 30 de agosto 2021
Diez años después de la retirada del ejército estadounidense de Irak, la intervención norteamericana vuelve a sufrir una auténtica debacle, esta vez en Afganistán. Habrá que ver en el período que viene hasta qué punto esto afecta a las pretensiones del imperialismo norteamericano de gobernar y maniobrar la geopolítica mundial como primera potencia del mundo, como hizo al ocupar estos dos países con una fuerza militar criminal hace 20 años.
En el nuevo milenio, Afganistán fue el primero de los muchos que sufrieron estos asaltos militares. El establishment de la política exterior de Estados Unidos ya había identificado a China, Irán y Rusia como amenazas a tener en cuenta. Por ello, eran muy conscientes de que Afganistán, además de Pakistán, es vecino de Irán, China y de las repúblicas centroasiáticas prorrusas, estas últimas con grandes fuentes de petróleo y gas relativamente sin explotar.
La toma de Kabul por parte de los talibanes el 15 de agosto estuvo marcada por el derramamiento de sangre, los secuestros y los desplazamientos de personas, e implica un futuro incierto para la mayoría de los 38 millones de afganos. El hecho de que los talibanes hayan vuelto a tomar el poder -y lo hayan hecho mucho más rápido de lo que Estados Unidos esperaba- es un duro golpe para la credibilidad política del imperialismo estadounidense. Sus títeres afganos se han derrumbado.

Caos para el imperialismo

La victoria de los talibanes fue facilitada de muchas maneras por el imperialismo estadounidense. El Acuerdo de Doha con los talibanes allanó el camino para su retorno al poder. Con la participación directa o indirecta de Qatar, Pakistán, Rusia, Irán, China y Pakistán, EEUU y los talibanes llegaron a un acuerdo. Los 20 años de guerra dirigida por Estados Unidos en Afganistán no consiguieron nada. Con la retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, el país ha quedado a merced de unos talibanes envalentonados. En ningún momento el pueblo afgano participó en la decisión de su propio destino. Donald Trump se dedica ahora a culpar al presidente Biden. Pero en realidad, ambos son cómplices. Biden está continuando las políticas imperialistas de Trump, ya sea con respecto a Afganistán o a Cuba, Venezuela y otros lugares.

Mientras Trump impulsó este acuerdo, Biden lo implementó. La retirada de Estados Unidos atestigua la disminución del apoyo en Estados Unidos a la «guerra permanente» y permitió al imperialismo estadounidense escapar militarmente del atolladero de Afganistán y concentrar sus recursos en otros lugares. Los Estados Unidos querían abandonar Afganistán a toda costa. Se retiraron de la peor manera posible sin organizar primero la evacuación de los civiles.

La retirada sin contemplaciones de Estados Unidos ha provocado la ira incluso de sus aliados. Entre los políticos europeos, enfadados por no haber participado en los planes de retirada de Estados Unidos, se vuelve a hablar de la formación de una fuerza armada que pueda operar de forma autónoma a la de Estados Unidos y la OTAN. Si bien celebraron con euforia la toma de Kabul por las fuerzas imperialistas 20 años antes, la derrota y sobre todo el rápido derrumbe de su régimen títere ha abierto serios desacuerdos entre los aliados de EEUU. Uno de aquellos socios jubilosos de Bush en 2001, Tony Blair, condenó el «abandono» del país como «peligroso» e «innecesario».

China y Rusia, garantes del régimen talibán

El regreso de los talibanes abre la posibilidad de un mayor fortalecimiento de la influencia de los rivales de Estados Unidos, como Rusia y China, en la región. A diferencia de lo que ocurrió en la época de la ocupación estadounidense de Kabul en 2001, China y Rusia ya no están del lado del imperialismo estadounidense. Ambos países están discutiendo seriamente con los talibanes sobre cómo «desarrollar Afganistán» y completar los proyectos dejados por el imperialismo estadounidense. Rusia y China están abiertamente dispuestos a reconocer la dictadura talibán. Ni siquiera tienen que responder ante su pueblo de lo que le ocurrirá al pueblo afgano. Las dictaduras tienen esas “ventajas».
Las divisiones entre los aliados de EEUU y el fortalecimiento de la influencia de sus rivales muestran que el acuerdo de Doha fue un compromiso para el imperialismo estadounidense. En su lento y tortuoso declive se da cuenta de que es incapaz de controlar los acontecimientos de la manera que pretendía el gobierno estadounidense cuando lanzó la llamada «guerra contra el terror» hace dos décadas.
Tras la toma de Kabul por parte de los talibanes se llevó a cabo una gran y caótica operación de transporte aéreo. Las fuerzas de la OTAN evacuaron a decenas de miles de personas del aeropuerto de Kabul. Con decenas de muertos a causa de los disturbios y atentados, otros miles siguen esperando una salida milagrosa del país para evitar a los escuadrones de la muerte talibanes. A pesar de que miles de personas esperan en el aeropuerto la ayuda de Estados Unidos y la OTAN, el presidente Joe Biden sigue empeñado en terminar la dramática operación de evacuación antes del 31 de agosto. Tal es la indiferencia de Estados Unidos hacia los afganos.
Estados Unidos ha congelado los 9.500 millones de dólares de reservas extranjeras que tiene en su propio banco central, mientras que el FMI suspende 450 millones de dólares destinados a Afganistán como parte del programa de ayuda al coronavirus.
Esto significa que Afganistán, el séptimo país más pobre del mundo, dejado a merced de los talibanes, se hundirá aún más en la pobreza.
Lo que se ha gastado en Afganistán en nombre del desarrollo, la «democracia» y la formación de las fuerzas armadas durante los últimos 20 años no tiene precedentes en términos de inversión. Según el Proyecto Coste de la Guerra, Estados Unidos invirtió 2.226 miles de millones de dólares en Afganistán. Este dinero podría haber proporcionado educación básica y atención sanitaria en todo el mundo. Según un informe de 2020 del Departamento de Defensa estadounidense, Estados Unidos desembolsó 815.700 millones de dólares en gastos de guerra.
Las víctimas de la guerra pueden estimarse por el hecho de que en abril de 2021 habían muerto 47.235 civiles, 72 periodistas y 444 trabajadores humanitarios. 66.000 soldados afganos también fueron víctimas de esta guerra.
Estados Unidos perdió 2.442 soldados y 20.666 resultaron heridos. Además, murieron 3.800 miembros de la seguridad privada. En las fuerzas afganas de la OTAN participaron soldados de 40 países. De ellos, 1.144 soldados murieron. El número de personas que buscaron refugio fuera del país es de 2,7 millones, mientras que 4 millones han sido desplazados internamente. El imperialismo estadounidense se endeudó generosamente para financiar esta guerra. Se estima que pagó 536.000 millones de dólares sólo en intereses. Además, gastó 296.000 millones de dólares en gastos médicos y de otro tipo para las tropas de combate que regresaron. Se gastaron 88.000 millones de dólaresen el entrenamiento de los 300.000 soldados afganos que se rindieron sin luchar; 36.000 millones de dólares en proyectos de reconstrucción como presas, carreteras, etc.; 9.000 millones de dólares como compensación para que los afganos no cultivaran amapola y vendieran heroína.
El imperialismo estadounidense utilizó el peligro que representaban los talibanes y Al Qaeda para crear campos y cárceles secretas para torturar a la gente, perpetrar crímenes contra la humanidad, utilizando Guantánamo para encarcelar a la gente sin el debido proceso, para reforzar la CIA, la NSA, para aprobar la Patriot Act, etc.

Colapso del régimen violento, incompetente y corrupto

Estados Unidos y sus aliados prometieron que su ocupación traería el desarrollo y liberaría a las mujeres del régimen opresivo de los talibanes. Pero esto no ocurrió. Desde el principio, la ocupación se basó en la corrupción, la violencia y los acuerdos con los represores y los antiguos señores de la guerra, más que en un auténtico apoyo local. Como comentó la Asociación Revolucionaria de Mujeres Afganas, «la ocupación sólo dio lugar a derramamiento de sangre, caos y destrucción. Convirtieron a nuestro país en un lugar más corrupto, inseguro, narcomafioso y peligroso, especialmente para las mujeres». La ocupación fracasó estrepitosamente en su supuesto objetivo de erradicar la pobreza. En la actualidad, la tasa de desempleo en Afganistán es del 25 por ciento y el índice de pobreza es del 47 por ciento, según estimaciones del Banco Mundial. Ashraf Ghani y compañía estaban implicados en la megacorrupción. La división de clases era aguda.
Los afganos no lucharon por los estadounidenses; ¿por qué iban a luchar por sus agentes locales? El pueblo y los soldados afganos no tenían ninguna base ideológica para luchar en nombre del régimen contra los talibanes. El régimen se derrumbó no porque el apoyo a los talibanes fuera abrumador, sino porque su violencia, incompetencia y corrupción hicieron que pocos estuvieran dispuestos a luchar por él. La lección histórica de Afganistán es que las fuerzas creadas por la intervención militar extranjera no pueden defender el país ni mejorar significativamente las condiciones de la mayoría. Durante 20 años, las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN estuvieron estacionadas en Afganistán, pero su ejército afgano entrenado se dispersó sin luchar. La anterior ocupación soviética, que también denunciamos, tampoco consiguió establecer un régimen a largo plazo.
Ashraf Ghani y compañía representan la peor forma de capitalismo. Los talibanes, en cambio, han sabido explotar la religión de forma inteligente. Tienen la idea de un Estado religioso. Ashraf Ghani nunca ha dejado claro qué Estado quiere. Hay pocas esperanzas de que surja una oposición seria a los talibanes en Afganistán en un futuro próximo. La mayoría de los señores de la guerra (a menudo antiguos muyahidines) que se pusieron del lado de Washington durante los últimos 20 años y que han permanecido en Afganistán están participando con los talibanes en las llamadas negociaciones de «gobierno de unidad para compartir el poder». Han aceptado su derrota y ahora están deseosos de aceptar cualquier migaja que los talibanes puedan arrojarles. Estos señores de la guerra serán utilizados por los talibanes, para luego ser perseguidos como excusa por sus fracasos a la hora de proporcionar algún alivio a las masas. La llamada «resistencia antitalibán» que ahora celebran algunos medios de comunicación occidentales está formada por señores de la guerra igualmente desacreditados y abusivos, y no son una alternativa.

Los talibanes consolidan su poder mediante la violencia

Los talibanes están consolidando su poder mediante una mezcla de estrategias. Por un lado, se están preparando y participan en asesinatos selectivos de sus oponentes en diferentes partes de Afganistán, y por otro, intentan ganarse el apoyo de los líderes tribales y de los antiguos funcionarios del gobierno. Esto es para dar una imagen de gobierno inclusivo. Estos gestos de inclusión no son más que una farsa. Con Kabul bajo su control, los talibanes pueden permitirse el lujo de conceder un reparto de poder simbólico a cambio del reconocimiento de su régimen.

De momento, los talibanes siguen trabajando con cautela en Kabul, pero desde hace unos meses hacen gala de su habitual violencia allí donde la ocupan. Las propias Naciones Unidas y Human Rights Watch han hecho declaraciones sobre los crímenes de guerra cometidos por los talibanes en las últimas semanas.

Los talibanes hacen de la barbarie su política. Su verdadera estrategia es mantener a la gente con miedo y disciplinarla mediante el terror. Por lo tanto, aplican castigos salvajes (cortar la nariz y las manos, lapidación, ejecuciones públicas, lanzamiento desde helicópteros) para sembrar el miedo lo más posible. Mediante el terror y el acoso, rompen la resistencia.

La última vez, sólo los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Pakistán reconocieron el régimen talibán. Pero ahora, los gobiernos de Turquía, Rusia, China, Pakistán y otros países están señalando su voluntad de cooperar con los talibanes. Y aunque los políticos de los países imperialistas occidentales condenan hipócritamente la violencia de los talibanes, también dejan abierta la posibilidad de un «compromiso» con ellos en el futuro. La historia está repleta de ejemplos de apoyo de EEUU a movimientos reaccionarios tanto en Afganistán como en la región. Estados Unidos forjó una alianza con la dictadura de derechas del general Zia-ul-Haq en Pakistán y el reaccionario régimen saudí para apoyar una red global de yihadistas contra el gobierno afgano respaldado por los soviéticos. Tras derrocar al gobierno de Najeebullah, los talibanes llegaron al poder en Afganistán como resultado de una sangrienta y prolongada guerra civil. La geopolítica imperial y la competencia se muestran con todas sus feas características. El precio lo pagarán los afganos y otros pueblos del mundo.

Una nueva fase de la guerra civil

El revés del imperialismo estadounidense en Afganistán no implica una victoria para las fuerzas antiimperialistas. El imperialismo estadounidense ha recibido un golpe de una fuerza reaccionaria que no tiene nada que ver con la democracia, los derechos humanos y de las mujeres, la ecología o el desarrollo social de los pueblos. El primer mandato del régimen talibán, de 1996 a 2001, fue una pesadilla para las minorías, las mujeres y el público en general en Afganistán. Los talibanes no han cambiado. Sólo tienen más experiencia y operan de manera más sofisticada que en el pasado. Los talibanes tienen un programa global de «victoria islámica». Repetirán en diferentes formas lo que hicieron durante sus anteriores años de gobierno en Afganistán. Esta vez, los talibanes podrían permanecer en el poder durante más tiempo.

La victoria de los talibanes no es, pues, una señal de paz, sino que abre una nueva fase de guerra civil. El establecimiento de otro estado fanáticamente religioso en el sur de Asia implica opresión dentro de sus fronteras y el fomento del sectarismo religioso en toda la región. La paz seguirá alejándose. La victoria de los talibanes es una mala noticia para los progresistas de todo el mundo. Nuestras críticas a los agentes estadounidenses no implican ningún apoyo a los talibanes.

Cualquier resistencia popular se enfrentará a una supresión brutal y a enormes obstáculos. Sin embargo, estamos viendo signos de resistencia. No es posible dictar al pueblo de Afganistán con el cañón de una pistola.

La oposición tanto al imperialismo como al gobierno reaccionario de los talibanes debe continuar. Sólo la victoria de las fuerzas verdaderamente democráticas y socialistas puede detener el futuro derramamiento de sangre en Afganistán. Las fuerzas progresistas y radicales internacionalistas deben hacer lo que puedan para mitigar el desastre en curso y abrir el camino a una alternativa en el futuro. El apoyo a las organizaciones sociales dentro de Afganistán y a los derechos sociales y políticos de la diáspora internacional son esenciales para la formación de una alternativa tanto al imperialismo como a los talibanes.
 

• Exigimos que ningún país reconozca al régimen talibán como gobierno representativo de Afganistán.
• No debe haber ninguna restricción para los que buscan refugio o asilo y deben tomarse las medidas adecuadas para que se queden o se reubiquen donde puedan.
• En lugar de bloquear la ayuda humanitaria o utilizarla como moneda de cambio con los talibanes, la ayuda debe prestarse a través de las organizaciones populares locales.
• Las fuerzas progresistas y radicales internacionalistas deben tratar de establecer vínculos con las organizaciones progresistas de afganos allí donde aparezcan y, en particular, ofrecer apoyo a los llamamientos de las organizaciones de mujeres afganas.
• Estas fuerzas deben resistir cualquier intento de organizar una nueva intervención imperialista.
• Deben oponerse a la propaganda racista que pinta a los talibanes como el producto del «atraso islámico» en lugar del imperialismo y la intervención.
• No al imperialismo, no a los talibanes.
31 de agosto 2021

EMPRESAS ELECTRICAS ¿EMPATIA SOCIAL?

Enpresa elektrikoen irabaziek gora egin dute 700.000€ 

Hiru konpainia elektriko handien mozkinak (Espainiako merkatuaren % 85 kontrolatzen dute) haziz doaz, urtean 6000 milioi euroko muga gainditu arte, nahiz eta enpresen eta etxeen eskaria jaitsi egin den eta tarifen eta etxeen sistema gorabeheratsuari eta Espainian energiaren gehiegizko garestitzeari esker.

EMPRESAS ELECTRICAS ¿EMPATIA SOCIAL?
(CARLOS LASARTE, economista, Antikapitalistak)

Todos reconocen que la subida del precio de la electricidad está fuera de toda lógica y no es razonable. También lo hace el Gobierno del PSOE y reconoce su absoluta impotencia cuando recurre a la empatía social de las empresas productoras de energía eléctrica. ¿Cuándo han demostrado un mínimo de empatía? Exclusivamente buscan maximizar su beneficio, sin importarles lo que suceda a la población en general. Los hechos no son pocos:

  • En general, los precios de venta nada tienen que ver con los costes de producción, sino que toda la energía se vende al precio más alto. Incluso aquella electricidad obtenida con medios más baratos. Es lo que llaman “cálculo marginalista” del precio.
  • Venden a 120 € lo que a ellos les cuesta 20 € o menos. Esto es lo que sucede con la energía hidroeléctrica.
  • En ciertos pantanos están desembalsando más agua de la habitual, de lo que harían en circunstancias normales. No les importa las consecuencias que ello puede tener para los habitantes de la zona. Aumentan la producción, de coste barato para venderla muy cara.
  • No contentos con ello, algunas empresas, aplican sobrecostes en la factura eléctrica. Estos sobrecostes no son legales, pero como no hay quién entienda la factura eléctrica lo aplican. Así lo ha denunciado la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC). Pero, haciendo un favor a tales empresas, no dice públicamente quienes son las empresas que recurren a tales prácticas.
  • No dudan en involucrarse en macroproyectos extranjeros. Estos proyectos nada tienen que ver con las aspiraciones populares de la población en general, sino con el beneficio perseguido por los poderosos. Las empresas energéticas del Estado Español lo han hecho fundamental en Sudamérica.
  • Cortes de energía eléctrica a personas vulnerables, que no disponen de recursos económicos suficientes para pagar la factura de la electricidad.

Este incremento de precio no solo afecta a la población más vulnerable y pobre, sino que también repercute en la economía en general. A la población en situación de vulnerabilidad acentúa su pobreza. En la economía provoca inflación y encarece todos los productos y/o disminuye el beneficio que las empresas obtienen normalmente. La inflación, en lo que va de año, ya ha subido el 3,3%. La mayor responsabilidad de esta subida es por el precio de la electricidad. Esto afecta a todas las empresas, y especialmente a las que usan intensivamente la energía eléctrica: industria y distribución de alimentación (por el uso de cámaras frigoríficas), industria en general, etc. A un supermercado pequeño, de unos 500 metros cuadrados esta subida le supone unos 1.500 € mensuales.

Una vez más, se demuestra que la lógica del mercado no beneficia a la mayoría de la población. El neoliberalismo se empeña en decir que el mercado favorece el interés general. El mercado tan sólo favorece a los más fuertes y poderosos. En este caso concreto, a las empresas eléctricas. Las empresas forman un lobby muy poderoso, tanto en el Estado Español como en Europa. Para asegurarse este poder y fuerza utilizan las “puertas giratorias” de la política. Incluyen a expolíticos en sus Consejos de Administración. Para asegurar esa influencia no les importa el color político. Incluyen tanto a políticos que son de derecha, como a aquellos que se dicen de izquierda. Así se aseguran esa influencia, independientemente de quién gobierne. Estas empresas actúan en forma de oligopolio. No son monopolio, porque hay varias empresas. En la práctica actúan como un monopolio, poniéndose de acuerdo entre ellas. Eso es un oligopolio.

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p style=»text-align: justify;»>Está claro que estas empresas desconocen la empatía social, no saben que es. Su única preocupación es el beneficio, beneficio, beneficio. Por todo ello es inútil recurrir al mercado para solucionar este problema. La solución no puede pasar por una reforma del cálculo de precios. La única solución pasa por la constitución de un sector público de producción de energía eléctrica y la nacionalización de las principales empresas del sector. Solo de esta forma se puede atender las necesidades fundamentales de la población en general.

Terremoto para el movimiento nacional palestino

(Nicolas Dot-Pouillard)

Con el alto el fuego del 21 de mayo de 2021 entre Hamás e Israel, se abre un nuevo período para el movimiento nacional palestino. Divididos después de que Mahmud Abbas cancelara las elecciones generales, los partidos se enfrentan a los desafíos de un nuevo levantamiento. (Este artículo fue escrito antes del asesinato por las fuerzas de seguridad palestinas del opositor Nizar Banat, lo que desencadenó una ola de indignación en los territorios palestinos y manifestaciones exigiendo la renuncia de Mahmud Abbas).

A finales de abril de 2021 volvió aparecer el espectro de la división interpalestina. Entonces, el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas, cancela las elecciones parlamentarias programadas para mayo, a pesar de que 36 listas han sido validadas por la Comisión Electoral Central, y el 93% de las y los palestinos en edad de votar se han inscrito en las listas electorales. La frágil reconciliación interpalestina registrada en Beirut por todas las facciones miembros y no miembros de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) en septiembre de 2020, validada durante una serie de reuniones palestinas en El Cairo y Estambul en los meses siguientes, depende de una agenda simple: elecciones legislativas celebradas en la primavera en los territorios ocupados, seguidas de las elecciones presidenciales, luego una renovación del Consejo Nacional Palestino (CNP) de la OLP. Esta reconciliación nacional tiene patrocinio de Qatar, Turquía y Egipto, tres países involucrados en las conversaciones interpalestinas. También tiene sus principales hacedores: Jibril Rajoub, secretario del Comité Central del Fatah, y Salah Al-Arouri, Vicepresidente del Buró Político de Hamás.

Una división siempre recomenzada

Con el argumento de la imposibilidad de  las elecciones en Jerusalén Oriental  debido a un bloqueo israelí, el presidente de la Autoridad Palestina ha puesto en cuestión principalmente varios meses de negociaciones interpalestinas en Cisjordania, Gaza y en toda la región. La verdadera razón de la cancelación de las elecciones por parte de Mahmud Abbas se debe más a las divisiones de su partido, Fatah, que está en una mala situación: tres listas se reclaman en abril del legado del presidente Yasser Arafat. La primera, «oficial», está dirigida por Mahmud Al-Alloul, Secretario General de Fatah. La segunda está dirigida por Nasser Qudwa, sobrino de Yasser Arafat, expulsado del Comité Central de Fatah en marzo, y por la abogada Fadwa Barghouti, miembro del Consejo Revolucionario de Fatah, esposa del parlamentario Marwan Barghouti. Este último, encarcelado por los israelíes desde 2002, deseaba presentarse a las elecciones presidenciales; popular, sin duda podría haberlas ganado contra un Mahmud Abbas con legitimidad decreciente. Su elección sería una pesadilla para Israel, confrontado a un escenario al estilo Nelson Mandela.

La tercera lista, finalmente, está patrocinada por Mohammad Dahlan y su Fatah-Corriente reformista (Tyar Al-Islahi): un ex hombre fuerte de la Franja de Gaza, expulsado de Fatah en 2011, también es una especie de viajante comercial de la diplomacia de los Emiratos Árabes Unidos, donde reside. Recientemente realizó un acercamiento a Hamás en la Franja de Gaza: Rashid Abu Shabak, un allegado suyo y miembro del Fatah-Corriente reformista, regresó recientemente a la Franja de Gaza después de 15 años de exilio.

Por lo tanto, a principios de mayo la escena política palestina no preocupa a los israelíes. El movimiento nacional palestino está nuevamente dividido, después de los pocos intentos de reconciliación en el otoño e invierno de 2020; las elecciones legislativas y presidenciales se cancelan, descartando cualquier posibilidad de victoria legislativa de Hamás, o de elección de Marwan Barghouti, un posible presidente-prisionero; por lo tanto, no habrá renovación del Consejo Nacional de la OLP. Mahmud Abbas es un presidente más débil en la medida que su partido está cada vez más dividido.

El debilitamiento del apoyo árabe a la causa palestina puede continuar, siguiendo los acuerdos de normalización de 2020 y 2021 entre Israel, los Emiratos, Bahréin, Sudán y Marruecos. Y la colonización todavía puede acelerarse. El Gobierno de Benjamin Netanyahu tiene rienda suelta: no prevé una respuesta política palestina a gran escala, mientras las fuerzas armadas israelíes invaden la explanada de las mezquitas en Jerusalén en pleno Ramadán, y las expulsiones de familias palestinas en los suburbios de Sheikh Jarrah se multiplican.

Hamás, unidad por las armas

El 10 de mayo de 2021, Abu Obeida, portavoz de las Brigadas Ezzedine Al-Qassam, el ala militar de Hamás, anunció que a las seis de la tarde se lanzaría una primera descarga de cohetes contra Israel si las fuerzas armadas israelíes no se retiraban de la explanada de la mezquita, así como del barrio Sheikh Jarrah en Jerusalén Oriental. En el momento señalado, los primeros cohetes fueron disparados desde la Franja de Gaza. Hamás toma la iniciativa política e impone su agenda a Israel. Esta es sin duda una apuesta arriesgada: la escala de los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, del 10 al 21 de mayo, si bien afecta abrumadoramente a los civiles, puede poner en peligro a sus cuadros y su arsenal balístico, que se supone que reequilibra un poco los términos de una guerra colonial y asimétrica. Pero Hamás quiere imponer una nueva ecuación a los israelíes vinculando, a falta de continuidad territorial, la Franja de Gaza con Jerusalén política y simbólicamente. Sus demandas ya no se centran en el levantamiento del bloqueo israelí de la Franja de Gaza, como en el pasado: se centran en la colonización israelí en Jerusalén.

Se ha producido un punto de inflexión fundamental en la política del movimiento islamista. El 15 de mayo de 2021, Khaled Mechaal, presidente del ala externa de Hamás, estableció las cuatro condiciones palestinas para un alto el fuego: la retirada de las tropas israelíes de la explanada de la mezquita, la retirada de los colonos de Cheikh Jarrah, la liberación de todos los prisioneros encarcelados recientemente por los israelíes y el cese del bombardeo de Gaza.

Hamás también quiere ser el partido de la unidad interpalestina. Es ante todo una unidad por las armas. Porque en el conflicto entre la Franja de Gaza y el ejército israelí, Hamás no está solo. Goza del apoyo político y militar de todos los partidos palestinos en Gaza. Su ala militar ciertamente tiene la capacidad balística más efectiva, que ahora alcanza a Tel Aviv: también forma parte de una Cámara de Operaciones Militares común (Ghurfat al-mushtaraka) que involucra a todas las facciones. Nacida en mayo de 2018, la Cámara de Operaciones Conjunta llevó a cabo una serie de ejercicios militares en la Franja de Gaza en diciembre de 2020. Compuesto por 12 grupos armados, reúne formaciones islamistas (Hamás, Movimiento de la Yihad Islámica en Palestina – MJIP), así como partidos de izquierda (los Frentes Popular y Democrático para la Liberación de Palestina-FPLP y FDLP) y tres brigadas afiliadas… a Fatah (las Brigadas Abdel Kader Al-Husseini, Ayman Al-Jaoudeh y Al-Amoudi). Cuando el 10 de mayo de 2021, Abu Obeida, portavoz del ala militar de Hamás, dio a Israel un ultimátum para retirar sus tropas de la explanada de las mezquitas, lo hizo en nombre de «la dirección de resistencia de la Cámara de Operaciones Conjunta», y no del movimiento islámico.

Antes del 10 de mayo de 2021, el movimiento nacional palestino se fracturó ante el tema electoral. En ese momento, las facciones palestinas, con la excepción de Fatah, denunciaron la suspensión del proceso electoral por parte del Presidente palestino. Pero a mediados de mayo, apoyaron a Hamás contra Israel. Al vincular Gaza con Jerusalén, Cisjordania y los territorios de 1948, el movimiento islámico ya no quiere aparecer como el administrador perpetuo de una Franja de Gaza sitiada, sino como el garante de la unidad nacional y territorial palestina, a pesar de que la AP de Mahmud Abbas es cada vez más criticada en Cisjordania: el 14 de mayo, jóvenes palestinos al sur de Naplus quemaron una comisaría de policía palestina, protestando contra la cooperación en materia de seguridad entre Israel y la Autoridad Palestina.

¿Fatah a favor de la Intifada?

El 15 de mayo de 2021, en un video que circula por las redes sociales palestinas, el Secretario General de Fatah, Mahmud Al-Alloul, llamó a los activistas de su partido a participar en todas las manifestaciones populares en Jerusalén Oriental y Cisjordania contra la colonización israelí. El 18 de mayo, el movimiento juvenil de Fatah (Chabiba) movilizó a sus activistas durante las manifestaciones que acompañaron la huelga general decretada por facciones palestinas, sindicatos, asociaciones y movimientos juveniles independientes en toda la «Palestina histórica», es decir, incluidos las y los palestinos de los territorios ocupados y aquellos con ciudadanía israelí. La noche anterior, el ala militar de Fatah, las Brigadas de Mártires de Al-Aqsa (BMA) desfilaron por las calles de Ramallah por primera vez en 16 años. Al día siguiente, se enfrentaron al ejército israelí en Al-Bireh, no lejos de Ramallah. Mahmud Abbas se había comprometido a prohibir las actividades de las BMA desde su llegada a la presidencia palestina en enero de 2005. Su partido parece fuera de control. Su base popular es sensible a una Intifada emergente.

Y las iniciativas militares de Hamás tuvieron un efecto dominó en Fatah: cuando Israel dejó de bombardear la Franja de Gaza el 21 de mayo, la rama oriental de Fatah en la Franja de Gaza emitió una declaración pidiendo unidad nacional y un levantamiento continuo en los territorios ocupados de 1967 y 1948 (Israel). La base de Fatah también podría ser sensible a los llamamientos del parlamentario encarcelado Marwan Barghouti para continuar y estructurar el levantamiento en curso – y para reformar la OLP: en una carta desde la prisión publicada el 15 de mayo, recuerda que Fatah es el «protector del proyecto revolucionario nacional palestino», pero también pide la integración de Hamás y del movimiento de la Yihad Islámica en Palestina en la OLP, «hogar común a toda la gente palestina». Dos días después de la publicación de esta carta, fue puesto en aislamiento en prisión por los israelíes.

La dirección de Fatah es muy consciente de que se ha producido un cambio de era. Jibril Rajub, secretario del Comité Central de Fatah y artífice del diálogo nacional con Hamás abierto en Beirut en septiembre de 2020, admite, en una entrevista con un canal de televisión saudí el 19 de mayo, que se ha impuesto una «nueva realidad» y que «las cosas no volverán a lo que eran antes del 10 de mayo de 2021», fecha del inicio de la batalla de Gaza.

Dentro de Fatah la tentación de regresar a la Intifada es, por lo tanto, fuerte, especialmente porque ahora está completamente desbordado por Hamás que se presenta como la vanguardia de la unidad nacional, y que ha tenido éxito en la hazaña de vincular política y simbólicamente la Franja de Gaza con Jerusalén. Sin embargo, Fatah todavía depende financiera y políticamente de la Autoridad Palestina, que está sostenida por los principales estados occidentales; miembros de Fatah, que combinan afiliación partidista y pertenecen a la policía palestina y a los aparatos de inteligencia, participan en la cooperación de seguridad con Israel. La competencia con el Fatah-Corriente Reformista de Mohamed Dahlan, cercana a los Emiratos, une a la mayoría del Comité Central de Fatah alrededor del presidente Mahmud Abbas. Por lo tanto, la página de la AP no está completamente pasada, pero las tensiones que surgieron dentro de Fatah durante el fallido proceso electoral en la primavera de 2021 aumentan con la dinámica del levantamiento.

Traduciendo políticamente el levantamiento

Hamás está ahora a la ofensiva política y diplomática: está liderando el juego en Palestina. La mediación egipcia para un alto el fuego con Israel le da estatura regional. Al tiempo que agradece a Irán su apoyo «financiero y militar», el presidente de la oficina política de Hamás, Ismaël Haniyeh, en un discurso pronunciado el 21 de mayo de 2021, pide «fortalecer las relaciones con la comunidad internacional», al tiempo que tiene en cuenta «grandes cambios en las sociedades europeas y occidentales».

Pero Hamás se enfrenta a un desafío: ofrecer perspectivas estratégicas. La unidad en la resistencia armada en Gaza es una cosa. La estructuración a largo plazo de una Intifada emergente entre toda la gente palestina es otra. Por el momento, quedan muchas preguntas sobre la salida política del levantamiento: articulación de la lucha armada en la Franja de Gaza y manifestaciones populares en Cisjordania y Jerusalén, vínculos con la población palestina que tiene ciudadanía israelí, apertura a una diáspora palestina altamente movilizada en el Líbano y Jordania, equilibrio precario que se debe mantener entre potencias regionales tan discordantes como Irán, Egipto y los países del Golfo.

Si bien la cuestión de las elecciones palestinas parece comprometida por el momento, la de una profunda transformación de la OLP sigue siendo relevante para muchas organizaciones políticas, como se recuerda en el comunicado del FPLP emitido el día del alto el fuego. Pero los mecanismos para renovar la OLP aún no se han definido. No solo son organizativos -la integración de Hamás y el MJIP en la central palestina- sino también generacionales y programáticos. Las y los jóvenes manifestantes en Jerusalén o Ramallah ni siquiera experimentaron la segunda Intifada de septiembre de 2000. La colonización de los territorios ocupados ha hecho que la perspectiva de dos Estados israelíes y palestinos uno al lado del otro sea cada vez más improbable.

Para el movimiento nacional palestino, existe un riesgo: que el retorno a la división entre Hamás y Fatah y la falta de reconciliación interpalestina parezcan estar completamente fuera de sintonía con una movilización popular sin precedentes históricos, que afecta tanto a las ciudades de Lod y Haifa tanto como a Jenin y los campamentos de refugiados en el Líbano. Hamás, Fatah y todos los partidos políticos palestinos hacen una observación común: definitivamente se ha pasado una página sobre los acuerdos de Oslo, y se ha abierto una nueva situación política, probablemente equivalente al relámpago de la primera Intifada de diciembre de 1987. Toda la cuestión ahora es su coordinación y la traducción política del levantamiento a largo plazo.

Revista L’Anticapitaliste n° 127 (julio de 2021). Este artículo fue publicado originalmente en la web https://orientxxi.info en francés. La traducción está tomada de https://lanticapitaliste.org/actualite/international/tremblement-de-terre-pour-le-mouvement-national-palestinien

Traducción: F.E. para antikapitalistak.org

 

 

Afganistanen “ondorioak” egongo direla esan dute talibanek, atzerriko tropek 31rako alde egiten ez badute

Abuztuaren 31 “marra gorria” dela adierazi du Suhail Shaheen talibanen bozeramaileak. AEBak eta Erresuma Batua beren tropak eta milaka afganiar ebakuatzeko prozesua luzatzea aztertzen ari dira. Kabulgo aireportuan 20 hildako zenbatu dituzte talibanek agintea lortu zutenetik.
 
IRAITZ MADARIAGA ETXEBARRIA
(Argia-tik hartua)

 

2021eko abuztuaren 24a
 

Afganistanen dituzten tropak eta funtzionarioak ebakuatzeko epea luzatzea aztertzen ari dira AEBak eta Britainia Handia. G7ko liderrek asteartean egingo dute bilera, talibanen aurkako erantzun bateratua adostu eta ebakuazioak abuztuaren 31rako bukatuko dituzten erabakitzeko.

Talibanek, ordea, mehatxu egin dute. Suhail Shaheen bozeramaileak adierazi duenez, ezarritako data “marra gorria” da, eta atzerriko gobernuek Afganistan uzteko epemuga hori betetzen ez badute, “ondorioak” egongo direla ohartarazi du. Datorren asteartean nazioarteko indarrek bertan jarraitzen badute, “esan nahi du okupazioaren luzapena egiten ari direla, horretarako beharrik ez dagoenean”. Bestalde, AFP agentziari adierazi dionez, gobernu berriaren osaketa AEBetako soldadu guztiek herrialdea uzten dutenean baino ez dute iragarriko.

Bitartean, atzerriko tropak funtzionarioen eta herrialdetik ihes egin nahi duten Afganistango biztanleen ebakuazioak azkartzen ari dira. Beldur dira talibanek ez dituzten Kabulgo aireportuko ateak itxiko. Halere, Shaneenek lasaitasunerako deia egin die herrialdea utzi nahi dutenei: Hilaren 31tik aurrera, beharrezko dokumentazioa aurkezten badute, ez diete “oztoporik” jarriko hegaldi komertzialetan alde egiteko.

AEBek 10.000 soldadu baino gehiago dituzte oraindik ebakuatzeko. Bestalde, Jake Sullivan segurtasun nazionaleko aholkulariak azaldu du 50.000-60.000 afganiar atera nahi dituztela datozen egunotan. Funtzionarioak hilaren 31rako ebakuatu ahal izango badituzte ere, herritar afganiarrak ordurako erreskatatzea zailagoa izango dela adierazi du.

20 hildako Kabulgo aireportuan

20 pertsona hil direla dagoeneko Kabulgo aireportuan, NATOk Efe agentziari komunikatu dionez. Astearte goizaldean tiroketa bat egon da. Identifikatu ez dituzten zenbait lagunek —CNNren arabera, frankotiratzaileak ziren— tiro egin diete soldadu afganiarrei, eta orduan hasi dira istiluak.

Zabihullah Mujahid talibanen bozeramaileak AEBei egotzi die hilketen errua: “Hamid Karzai aireportuan dauden Estatu Batuetako indarrak dira zibilak hiltzearen erantzuleak, haiek gonbidatu dituztelako bertara”. Momentuz, CNNk jakinarazi duenez, 18.500 pertsona daude aireportu barruan pilatuta, eta beste 2.000 ari dira sartzeko itxaroten.

Afganistan osoa hartu dute

Mujahidek twitter bidez adierazi zuen atzo probintzia bakar bat baino ez dagoela talibanen agintetik kanpo: Panjxir. Baina Afganistango Erresistentzia Frontea bertan “setiatuta” dagoela adierazi zuen, eta armak uzteko agindua luzatu dietela.

Colombia – El levantamiento del 28 de Abril. Una indagación sobre las nuevas formas de la protesta popular urbana.

D. Libreros Caicedo, Bogotá, 16-8-2021     

La gestión neoliberal de la pandemia del covid 19 y sus consecuencias

Colombia es el segundo país más desigual de América latina y el séptimo en el mundo. Las estadísticas El indicador Gini lo confirma. A finales del 2017, este indicador calculado sobre patrimonio llegó a 0.6819 y sobre ingreso bruto a 0.6159. Si las estadísticas de la concentración del ingreso las tomamos por deciles el resultado arroja que “el ingreso bruto promedio del uno por ciento de las personas naturales más ricas del país es 294 veces el ingreso promedio de las personas naturales del decil 1, mientras que en patrimonio esta relación es de 683 veces; entre tanto, para el uno por mil de las personas naturales más ricas dichas relaciones son de 1302 y 3606 veces, respectivamente…”. 1 Una situación similar puede anotarse en el caso de las personas jurídicas “de las 500.000 empresas que declaran en Colombia 50.000 contienen el 96% del patrimonio, 5.000 cuentan con 88,6% y solo 500 tienen el 81% del total…” 2

Sin embargo y a pesar de este cuadro de inequidades la gestión del gobierno de Iván Duque durante la pandemia del Covid 19 favoreció al gran capital; con un gasto presupuestal que tan solo llegó al 2,7% del PIB, uno de los más bajos en el promedio internacional, incluso en Latinoamérica, los giros estatales intermediados por un sistema financiero concentrado en tres conglomerados ( el Grupo Sarmiento, el Grupo Empresarial Antioqueño y el Grupo Bolívar los cuales poseen un 65% aproximado de los activos financieros) terminaron llegando principalmente a las arcas de los bancos y las empresas que los integran. 3

La política monetaria completó el cuadro de la opción gubernamental privatizadora. Con emisiones y operaciones de salvamento que sumaron aproximadamente $110 billones (11 puntos del PIB) las autoridades monetarias preservaron el funcionamiento del sistema financiero, (reduciendo los encajes bancarios, disminuyendo la tasa de captación, comprando pasivos dudosos, realizando operaciones de cobertura cambiaria) mientras estas mismas autoridades negaron las posibilidad de emisión a programas que hubieran podido cubrir una parte considerable de una renta básica durante la pandemia o mejores condiciones sanitarias a una población cada vez más empobrecida.

Las consecuencias sociales fueron devastadoras” En el 2020, la pobreza monetaria alcanzo el 42.5% y la pobreza monetaria extrema fue de 15.1%. Es decir que un total de 21 millones de personas se encontraban en situación de pobreza y 7.5 millones en pobreza extrema. Los departamentos con mayor concentración de población por debajo de la línea de pobreza coinciden con las regiones donde preponderan pueblos indígenas y comunidades afro descendientes (…). Adicionalmente, el índice de desempleo a nivel nacional en el trimestre febrero-abril 2021fue de 15.1%8. Según lo informado por el Estado, el desempleo ha afectado particularmente a mujeres con una tasa del 19,9% (8.3% más en comparación con los hombres) y jóvenes con una tasa del 18,1%”. 4

Los resultados en la gestión sanitaria de la pandemia fueron y siguen siendo igualmente desastrosos. En las estadísticas internacionales que contabilizan el número de fallecidos a causa del Covid 19 Colombia, presentaba a finales de Junio de este año el mayor número de muertos por millón de habitantes: “Según las estadísticas obtenidas por la Universidad de Johns Hopkins Colombia, registra el índice de muertes por millón de habitantes más alto del mundo en el mes de junio, con 12,5 decesos. Le siguen Botswana con 9,42, Brasil con 8,83 e India, con 1,02.Es decir, la tasa de muertos por millón de habitantes que registra Colombia es diez veces mayor que la de la India, un país que vive una tragedia inenarrable cuyos horrores tienen conmovido al mundo. Estas cifras que ya son una tragedia tampoco alcanzan a reflejar la verdadera desgracia que vive Colombia, un país que se acostumbró a no inmutarse con la muerte –una herencia maldita que nos dejó la guerra– y que además está gobernado por un presidente aún más insensible que sus gobernados… 5

El número de muertos contabilizados desde el inicio de la pandemia ya llegó a 123.200 con un promedio de fallecidos, que durante el tercer pico de la misma el cual terminó hace dos semanas , llegó a registrar 550 por día, la mayor parte de ellos por obvias razones en las franjas pobres de la población. . El número de contagiados ya está acercándose a los 5 millones de personas.

Durante ese tercer pico de la capacidad de los hospitales y de las Unidades de Cuidados intensivos (UCIs) estuvo desbordada. . “El colapso sostenido de los servicios de urgencias que superan el 200 % de su capacidad, y en Cuidado Crítico, de más del 100 por ciento en ciudades como de Bogotá, Cali y Medellín, así como en los departamentos de Antioquia, Casanare y Santander…”. 6 Si bien en la actualidad el tercer pico de la pandemia ha cedido lo que viene ocurriendo en otros países y los informes de los salubristas apuntan a que con el arribo de la versión delta del virus estaremos en un nuevo pico hacia finales de septiembre.

El plan de vacunación aún no llega a una franja importante de la población y muchos de los vacunados esperan la segunda dosis. Un fracaso que comenzó con la incondicionalidad gubernamental al “bigpharma” por cuanto el gobierno de Duque incondicional a la diplomacia imperial negó el apoyo a las peticiones lideradas por la India y Suráfrica ante la OMC, acompañadas por otros 99 países, la mayoría de ellos periféricos, para que mientras durara la pandemia se suspendiera la propiedad intelectual sobre tecnologías, medicamentos y vacunas contra el virus. 7

Luego aceptó en las negociaciones con el “bigpharma” las cláusulas de confidencialidad y de responsabilidad exigidas como requisito, previo al suministro. Como ya es suficientemente conocido, las de confidencialidad imponen un manejo secreto sobre los precios para obtener ventajas en las negociaciones bilaterales y las de responsabilidad les niegan a los ciudadanos la posibilidad de ejecutar acciones judiciales en caso de que ocurran trastornos de salud.

Recientemente y por un “error involuntario” de trámite interno  de uno de los funcionarios del Consejo de Estado que colocó los contratos con Pfizer y AstraZeneca, en la página web de ese alto tribunal la “opinión pública” pudo conocerlos“. Con la primera se realizó un acuerdo en Febrero de este año para adquirir 9’999.990 millones de dosis por valor, cada una, de 12 dólares y con el compromiso de un pago anticipado de casi 20 millones de dólares. Y en el caso del contrato con AstraZeneca, este fue para 9’984.000 de dosis de la vacuna, cada una por 6 dólares: “AstraZeneca suministrará las dosis totales al comprador a un precio que excluye impuestos indirectos igual a 59 millones de dólares…». 8 Una vez publicitados y ante el reclamo airado de los directivos de ambas farmacéuticas que llegaron hasta el punto de amenazar con suspender los suministros, el gobierno envió delegados a buscarlos excusándose con el compromiso de que ese tipo de errores no volvería a repetirse. Un gesto público de incondicionalidad al capital corporativo transnacional. 9
Esta incondicionalidad a las transnacionales farmacéuticas no impidió que  Colombia quedara colocada en uno de los últimos lugares en la fila de la distribución de las vacunas. Ante el atraso en la implementación del plan nacional de vacunación el equipo gubernamental de Duque debió acudir a abrir de nuevo canales diplomáticos con el gobierno Biden para solicitarle una parte de un excedente de vacunas que en Estados Unidos estaban a punto de vencerse por el rechazo de una franja de la población a utilizarlas. 10 Hace unas pocas semanas la Embajada norteamericana en Colombia publicitó la entrega el 25 de Julio de 3.5 millones de dosis  de la vacuna contra el Covid 19 Moderna las que se sumaron a los 2.5 millones de vacunas del laboratorio Johnson &Johnson que fueron entregadas el 1 de Julio. 11 Aún así el plan de vacunación sigue incompleto.

Un gobierno ilegítimo intentando prolongar el plan de ajuste

En medio de este escenario de agravamiento de las precarias condiciones de vida de la mayoría de los colombianos el anterior Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla 12 comenzó a anunciar desde comienzos del otra reforma tributaria regresiva argumentando que era necesaria para cumplir con las exigencias de las calificadoras de riesgo que debía cumplirse cualesquiera fueran las consecuencias, en un país que ha conocido reformas de este tipo cada año y medio desde hace dos décadas, las cuales han sido delineadas bajo el sesgo neoliberal de castigar fiscalmente a las capas medias y pobres dejando intactos patrimonios familiares de los ricos y superricos, al igual que sus dividendos empresariales justificándolo en el manido argumento de la necesidad de favorecer la gran inversión y sus supuestas bondades.

El mecanismo jurídico utilizado para favorecerlos es el de las exenciones. Las estadísticas lo explicitan “El conglomerado integrado por el 1% de las empresas con mayores patrimonios declarados ante la DIAN (aproximadamente unas 44.000 personas jurídicas ), concentra una cifra superior al 80% de las exenciones (…). En lo referente a las personas naturales: La tributación impacta en menos del 4% del ingreso bruto al equivalente al 1% más rico de las personas naturales En 2018 estas exenciones sumaron $27 billones respecto al impuesto de renta para naturales y jurídicos, Equivalente cercano a 3 puntos del PIB…”. 13

Mientras tanto gran parte de la población experimentaba el aumento de la pobreza causado por la cuasi parálisis económica que produjo la pandemia acompañada del fracaso de un sistema de salud mercantilizado que le negó atención médica a pesar de que diariamente conformaba un número creciente de fallecidos . Debe agregarse el despotismo gubernamental que en un primer momento exigió encierros programados para el “autocuidado” a hogares que en muchas zonas del país viven hacinados y carentes de servicios esenciales para luego ante las presiones de los gremios económicos, lanzarlos a la calle desprotegidos, sin ayudas oficiales y con desempleo e informalidad crecientes.

La crisis de legitimidad del gobierno de Duque completó el cuadro. Un Presidente que llegó hace tres años al Palacio de Nariño (sede presidencial en Bogotá) apoyado por los clanes mafiosos locales y nacionales y por las redes clientelares requiere devolverles favores entregándoles el “botín burocrático” para que continúen sus actividades. A ello se suman las consecuencias de la privatización del Estado implementada por las reformas neoliberales que desplazaron la inversión pública hacia la contratación con grupos empresariales, dando lugar al surgimiento de un circuito de negocios que se pacta en los acuerdos ocultos de los “lobbies corporativos” entre el gran capital nacional e internacional y la burocracia estatal,  utilizando las ventajas de una banca “a la sombra” que obtiene ´provecho de la desregulación de capitales lo que a diario produce espectáculos de corrupción .

El uribismo y el gobierno de Duque no ha sido la excepción ha sido emblemático en este tipo de comportamientos Casi que a diario los colombianos recibimos informaciones sobre escándalos de corrupción, desfalcos y peculados en la contratación pública. evidencias de dádivas presupuestales o de los gremios económicos a los congresistas previas a la aprobación de leyes, favores políticos y coimas en las grandes licitaciones como en los casos de Odebrecht, Reficar, que terminaron por registrar pasivos de millones de dólares en el presupuesto público y recientemente, para citar tan solo otro ejemplo, el contrato del Ministerio de las TIC asignado para colocar internet en zonas rurales vulnerables por un monto $70.000 millones, y cuyo anticipo terminó en un paraíso fiscal.

Esta corrupción viene acompañada de impunidad. La mayoría de los procesos judiciales en contra de los responsables terminan en absoluciones o en vencimiento de términos. El control presidencial sobre las clientelas políticas, el Congreso, la Fiscalía y los organismos de control permite a quienes se apropian de manera clientelar del patrimonio público actuar a su antojo. Dilatar procesos y hasta escoger la jurisdicción más favorable tal y como lo hizo el propio Álvaro Uribe para evadir la competencia de la Corte Suprema en el proceso que cursa en su contra por soborno de testigos es una práctica recurrente de estos personales  clientelares, lo que de paso, explicita la bancarrota de la Rama Judicial. Tanta ostentación de cinismo con los dineros públicos fue una afrenta indignante para una población cada vez más empobrecida a la que, como si fuera poco, se le anunciaban más castigos tributarios.

El estallido social del 28 de Abril

El 28 de Abril el Comando Nacional Unitario convocó a una jornada nacional de protesta rechazando la propuesta de Reforma Tributaria que anunció el gobierno de Duque. Esa convocatoria terminó convirtiéndose en un estallido popular prolongado en el tiempo durante varias semanas, inusitado en la historia de las protestas sociales en el país. Fue la continuidad de la gran movilización nacional del 21 de noviembre del 2019 y de la que ocurrió en Bogotá el 21 de septiembre del 2020 como rechazo a los desmanes de la policía distrital pero a mayor escala Eses día Aproximadamente unas cinco millones de personas desfilaron por las calles de 600 municipios del país incluyendo zonas rurales lo que, una diferencia con respecto a las movilizaciones de Noviembre del 2019, que ocurrieron principalmente en las grandes ciudades. 14 Luego siguieron las concentraciones en barrios populares en las ciudades principalmente en Cali.

El comando Nacional de paro estaba conformado por las centrales sindicales que existen en el país (CUT, CGT, CTC) a la que se sumaron confederaciones de pensionados FECODE, Dignidad Agropecuaria.: Cruzada Camionera y organizaciones estudiantiles (ACREES y UNEES) Las centrales sindicales le habían presentado un pliego al gobierno desde mediados del 2020 que incluía reivindicaciones similares a las que antecedieron las jornadas de finales del 2019. En la medida en que acercaron otras organizaciones sociales el pliego llegó a sumar más de un centenar de reivindicaciones que combinaban propuestas de transformación del modelo económico y del régimen político con las corporativas propias de cada una de las organizaciones que lo componían. En los hechos quedó confirmado que la orientación predominante del comando de paro pertenecía a la dirección de las centrales bajo un sesgo corporativo que lo aisló desde un principio de la revuelta popular que ya transitaba por las calles. El punto de quiebre fue el Primero de Mayo; mientras que las protestas ya contabilizaban los primeros muertos causados por el terror de Estado, particularmente en Cali, las centrales sindicales definieron desfiles virtuales conmemorativos. Contrario a esa orientación las marchas fueron multitudinarias y dos días después cayó la reforma tributaria. Luego renunció el Ministro de Hacienda y posteriormente el Congreso suspendió el trámite de la reforma a la salud diseñada para favorecer a los grupos financieros que controlan el mercado de la salud. El comando nacional de paro no puede atribuirse estas derrotas institucionales.

Esta fractura entre el sindicalismo y las barriadas populares urbanas tiene varias explicaciones:

– La primera de ellas remite a la imposición por parte de las elites neoliberales de una correlación de fuerzas a su favor tanto en el plano nacional como internacional, desde los inicios de la década del ochenta como elemento necesario en el desarrollo de una nueva forma de acumulación de capital. Esto tuvo como correlato la precarización internacionalizada del trabajo asalariado, lo que en la región fue acompañado de la destrucción de la infraestructura industrial surgida durante el período de la sustitución de importaciones y el tránsito a la reprimarización de las economías. En el caso colombiano este giro neoliberal estuvo acompañado de una “guerra sucia” en contra de los trabajadores y las organizaciones populares que acompañó a la “guerra contrainsurgente” desarrollada por el Estado durante las últimas décadas lo que reportó un costo humano significativo. . El departamento de Derecho Humanos de la CUT ha registrado una cifra cercana a los 3.000 asesinatos de afiliados de esa central desde su fundación en 1989.

– La destrucción por parte del neoliberalismo de las anteriores formas colectivas de la solidaridad de clase y de sus expresiones sociales (la presencia de los asalariados en los barrios citadinos) lo que condena al trabajador contemporáneo a una “individuación vulnerable y a la desafiliación social”. 15 En los países periféricos en dónde opera una informalidad, creciente, la “uberización” generalizada del trabajo en las franjas juveniles y un enorme ejército de reserva, esa subsistencia individualizada deviene en desesperanza.

– Ante la incapacidad de respuesta de las actuales direcciones sindicales frente a la ofensiva neoliberal optaron por refugiarse en el corporativismo., en la posibilidad de obtener resultados posibles y de preservar el “estatus especial” de dirigentes que les permite mantener fueros y permisos sindicales separándose de los afiliados una evidencia más del fracaso de las delegaciones representativas en las sociedades contemporáneas. En muchos países de la región y es el caso colombiano la columna vertebral de ese sindicalismo .lo constituyen los trabajadores estatales principalmente el gremio de los maestros. FECODE con sus 300.000 afiliados es la organización sindical más grande del país y cumple un papel de primer orden en la CUT; sus pliegos petitorios giran exclusivamente en torno a lo gremial e incluso en sus publicaciones ya no queda rastro del “movimiento pedagógico “ con el que establecieron diálogos con la academia y las comunidades educativas en los años ochenta..

Un sindicalismo de estas características se encuentra muy lejano de las aspiraciones de las poblaciones marginadas que habitan en la geografía cada vez más desigual de las ciudades mercantilizadas en beneficio de los inversionistas inmobiliarios y de los grupos financieros. Esa cartografía local compuesta por familias que a pesar de sus enormes esfuerzos cotidianos en el mundo de la informalidad no alcanzan a pagar alquileres y servicios públicos, tenderos asfixiados por la usura bancaria, dependientes de talleres de mecánica, por panaderos, peluqueros, por universitarios graduados sin esperanza de trabajo, por adolescentes que carecen de las necesidades básicas más elementales y , que en muchos casos ni siquiera aparecen registrados en los programas de focalización . Estos “condenados de la tierra,” cada vez más empobrecidos, no hacen parte de las preocupaciones en las mesas de negociación sindical.

La separación entre el comando nacional de paro y las barriadas urbanas determinó una de las características del levantamiento popular del 28A. No se trató de un paro de la producción sino de una revuelta popular que acudió a la barricada y al bloqueo de calles para expresar su indignación ante el actual estado de cosas. Cuestionó  los espacios de la dominación urbana, retardó la circulación y la “realización” del capital que en el caso de Cali la ciudad en dónde la protesta alcanzó el nivel más alto de confrontación tenía una ventaja adicional para quienes ejercían este tipo de protesta, su cercanía a Buenaventura el puerto más importante del país sobre el océano Pacífico  decisivo para el comercio internacional marítimo. 16 Más aún en Cali esa confrontación espacial tomo una forma descentralizada, bloqueos por localidades en 27 puntos de resistencia, precisamente en las zonas más pobres de la ciudad.

Surge entonces la pregunta del por qué el paro tomó esa forma de ocupación urbana. La respuesta a esta particularidad la pudimos escuchas de los propios voceros comunitarios y de las líderes de las primeras líneas

Ellos declararon públicamente tanto en entrevistas como en diálogos informales el estar cansados de organizar desfiles, así fueran multitudinarios, ante las instalaciones de la gobernación y de la alcaldía sin que las autoridades locales se dieran por enteradas. Por lo que el bloqueo era necesario para que los escucharan. Un argumento contundente que confirma que el bloqueo de calles para la protesta popular urbana constituye un mecanismo de presión  de un espectro amplio y plural de la población para obtener resultados. Por ello no pueden condenarse de antemano Hacerlo significa abandonar a los pobladores urbanos a la pasividad ya la resignación. Es cierto que el bloqueo de calles puede perder legitimidad social si se prolonga innecesariamente en el tiempo tal y como ocurrió en Cali después de varias semanas debido a las tensiones que existían en las primeras líneas. Pero ello no invalida ese método de lucha. Lo mismo podría predicarse eventualmente de una huelga indefinida.

Los bloqueos aparecieron en varias ciudades aunque sin la continuidad y fuerza convocante que tuvieron en Cali. Igualmente, durante el llamado paro nacional hubo bloqueos en carretera de camioneros o de campesinos y pobladores rurales como en el caso del sur del Huila. Estos bloqueos en carretera tienen antecedentes. Fueron utilizados por las mujeres de los corteros de caña de manera esporádica en las entradas de los ingenios azucareros para acompañar la huelga de sus esposos a mediados del 2008. Durante el paro cívico de Buenaventura, en el 2017, la población bloqueó en las afueras de la ciudad la carretera que conecta a Cali y al centro del país. Pero quienes cuentan con el mayor número de bloqueos de este tipo  son los indígenas del norte del Cauca organizados gremialmente en a ACIN, Han sido innumerables las tomas que realizan sobre la carretera panamericana para obligar a los gobiernos a iniciar negociones cada que presentan un pliego reivindicativo, siguiendo una tradición de, los indígenas que habitan en los diversos países del continente.

Lo novedoso de la protesta en Cali fue el hecho de que los bloqueos ocurrieron dentro de la ciudad y de manera descentralizada en las localidades pobres acompañados de barricadas que protegieron a lo que de manera transitoria surgió como “territorios autónomos” en esos mismos sitios. La respuesta al por qué la revuelta tomó esa forma descentralizada también la entregaron los voceros de las comunidades, “Por la solidaridad y la seguridad que ofrecen los barrios”. Esa seguridad que fluyó en el acompañamiento de familiares y vecinos  cuando llegó la hora del combate desigual con las fuerzas policiales. Esa solidaridad que quedó graficada en el ejercicio de la “olla comunitaria” una manera colectiva de apoyar diariamente al movimiento rebelde y de resolver el problema del hambre a muchos de los habitantes de las barriadas.

* Daniel Libreros Caicedo, docente  e  investigador de la Universidad Nacional y militante del Movimiento Ecosocialista /Colombia.   

Notas:

 
  1. “La concentración y composición de ingresos de las personas naturales en Colombia” Revista Sur,: Luis Jorge Garay Salamanca y Jorge Enrique Espitia Zamora, en https://www.sur.org.co/la-concentracion-y-composicion-de-ingresos-de-las-personas-naturales-en-colombia/, Octubre 5 del 2020. 
  2. Dinámica de las desigualdades en Colombia. En torno a la economía política en los ámbitos socioeconómico, tributario y territorial”, Luis Jorge Garay y Jorge Enrique Espitia Zamora, 2019, en https://libreria.desdeabajo.info/index.php?route=product/product&product_id=188 
  3. El caso del Plan de ayuda al empleo-PAE- es  significativo. “Sin embargo, la situación cambia si se analizan los datos frente a todas las empresas que hay en Colombia. En las grandes, el 80% de estas obtuvieron el beneficio, ya que según Confecámaras son en total 3.851 grandes compañías. En contraste, solo el 9% de las Mipymes accedieron al PAEF hasta noviembre, (…) el listado de las empresas de categorías “grandes” y “muy grandes” recibieron recursos del Programa del Gobierno Nacional, con el cual se ha subsidiado la nómina de 139.032 compañías en Colombia para mitigar la crisis provocada por la pandemia” “Sigue la W, Febrero del 2021” , en https://www.wradio.com.co/noticias/actualidad/los-grandes-grupos-economicos-que-recibieron-ayudas-durante-la-pandemia/20210222/nota/4111515.aspx  De otra parte los bancos tuvieron la posibilidad de utilizar esos recursos sin ningún tipo de limitación, hasta para reestructurar carteras. 
  4. “Observaciones y recomendaciones-visita de trabajo a Colombia”, Comisión Interamericana de Derechos Humanos-CIDH-, Junio del 2021, en https://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/ObservacionesVisita_CIDH_Colombia_SPA.pdf 
  5. Marìa Jimena Dussán, “Iván Duque y la lucha contra la Covid: la historia de un fracaso”, El País de Madrid., 30 de Junio del 2021 en https://elpais.com/opinion/2021-06-30/ivan-duque-y-la-lucha-contra-la-covid-la-historia-de-un-fracaso.html 
  6. “Alianza por la Salud y la Vida indica que los servicios de urgencias superan el 200% de su capacidad” en https://www.edicionmedica.com.co/secciones/profesionales/alianza-por-la-salud-y-la-vida-indica-que-los-servicios-de-urgencias-que-superan-el-200-de-su-capacidad-1343 
  7. Esta asimetría en el suministro de las vacunas que grafica las diferencias en el mercado de la salud entre países metropolitanos y tercermundistas fue calificada por el director general de la Organización Mundial de la (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus,  como un fracaso moral catastrófico hace varios meses, “Debo ser franco: el mundo está al borde de un fracaso moral catastrófico, y el precio de este fracaso se pagará con las vidas y el sustento de los países más pobres», alertó Tedros en el discurso de apertura del Comité Ejecutivo de la OMS, que se reúne a lo largo de los próximos nueve días…” . “Vacuna contra el coronavirus: la OMS advierte que el mundo está al borde de un «fracaso moral catastrófico», en https://www.bbc.com/mundo/noticias-55712748 
  8. “Error del Consejo de Estado puso en evidencia precios de las vacunas”, Portafolio, Agosto 11 del 2021, en https://www.portafolio.co/economia/gobierno/error-del-consejo-de-estado-puso-en-evidencia-precio-de-las-vacunas-555005 
  9. “La Secretaría Jurídica de Presidencia y los abogados del equipo jurídico de gestión de riesgo se encuentran reunidos con farmacéuticas porque tenemos que evaluar de cara a una publicación, si se realizan los contratos y que afecte el acuerdo de confidencialidad, cuáles pueden ser los impactos en términos de despacho o cualquier otra situación salieron en el tema de vacunas”, aseguró el director….” Portal de Caracol radio, Agosto 10 del 2021, en https://caracol.com.co/radio/2021/08/11/politica/1628641319_626094.html 
  10.  Desde su posesión Biden no se había entrevistado con Iván Duque a causa del malestar que produjo desde  la campaña presidencial norteamericana la adhesión pública del uribismo con la candidatura de Trump particularmente en el Estado de Florida. La salida del anterior embajador Francisco Santos precedió a la entrevista que fue realizada en la tercera semana de Junio.

    Sobre el tema de los excedentes de vacunas en el país del Norte, ver, “Baja la demanda y sobran vacunas contra el Covid 19 en E.E. U.U.”, “Estados Unidos tiene un excedente de vacunas cada día más grande, con fechas de expiración cercanas y una demanda baja, mientras que el mundo en desarrollo pide a gritos por mas dosis nuevos brotes del virus (..) Millones de dosis de la vacuna de Johnson &Johnson iban a expirar a fin de este mes antes de que el gobierno extendiese otras seis semanas su fecha de vencimiento, pero algunos funcionarios dicen que será difícil usarlas todas para cuando venza ese nuevo plazo….”, en https://gestion.pe/mundo/eeuu/baja-la-demanda-y-sobran-vacunas-contra-el-covid-19-en-eeuu-noticia/?ref=gesr 

  11. La Embajada de los Estados Unidos de América en Bogotá, Colombia, anuncia la donación del Gobierno de Estados Unidos de 3,5 millones de dosis de la vacuna Moderna al Gobierno de Colombia como parte de los esfuerzos mundiales de la Administración Biden-Harris para combatir la pandemia de COVID-19. Las vacunas donadas llegarán a Bogotá el 25 de julio y representan una contribución valorada en aproximadamente 52,5 millones de dólares

    Esto se suma a los 2,5 millones de dosis de vacunas de Johnson & Johnson que Estados Unidos donó a Colombia el 1 de julio, para un total de 6 millones de dosis, que permitirán a Colombia inmunizar a 4,25 millones de personas. Esta donación convierte a Colombia en el mayor receptor de donaciones de vacunas de Estados Unidos en la región, tanto en términos de dosis totales como de personas inmunizadas…”, https://co.usembassy.gov/es/estados-unidos-dona-35-millones-de-vacunas-moderna-a-colombia/ 

  12. Uno de los episodios más sonados en los días previos al paro y que fue divulgado masivamente en las redes sociales causando gran indignación, fueron las declaraciones de Carrasquilla en las que ante una pregunta periodística no supo responder el costo de una docena de huevos, uno de los productos básicos de la canasta familiar. Más allá de este fiasco ante los medios de comunicación lo que grafican estas declaraciones es la separación abismal  de la tecnocracia neoliberal globalizada, sector clave en las actuales decisiones políticas de los Estados y con los problemas cotidianos de las poblaciones resultado, a su vez,  de la división entre trabajo intelectual y material resultado en esta época,  en niveles superlativos. Esto tiene su correlato teórico en la economía neoclásica. El pensador socialdemócrata alemán Erhard Eppler, uno de los pioneros en la reflexión ecologista desde comienzos de los años setenta, ha indicado que quizá el acontecimiento más importante de la historia moderna haya sido la liberación de la economía de todas las ataduras sociales, políticas y morales. Tras esta «revolución» teórica -consumada en simultaneidad con los comienzos de la Revolución Industrial-, se consideró que el desarrollo y el crecimiento de la economía sólo había de responder a sus propias leyes: a sus criterios de productividad, eficiencia y rentabilidad. La crisis ecológica muestra a las claras los desastrosos efectos de esa violencia teórica y de las prácticas que la acompañaron…”“La crítica ecosocialista al capitalismo “Revista Integra Educativa V6 N3, La Paz, Diciembre del 2013, en http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1997-40432013000300008 
  13. Datos tomados de “Dinámica de las desigualdades en Colombia. En torno a la economía política en los ámbitos socioeconómico, tributario y territorial”,  “Editorial desde abajo”, Luis Jorge Garay y Jorge Espitia, 2019.

    Hasta las Instituciones Financieras Internacionales lo reconocen. “En relación con la inequidad, el Banco Mundial y la (OCDE) han señalado que el sistema tributario del Estado de Colombia no introduce cambios en la distribución de los ingresos, medido a través del índice de Gini, lo que es considerado un indicador de regresividad impositiva. Además, presenta un gasto social relativamente bajo…” Citado en las observaciones de la CIDH. 

  14. «Informe de la Junta Directiva de la CUT sobre el Paro Nacional del 28 de Abril » 
  15. Richard Sennett ha desarrollado esta caracterización a propósito del trabajo contemporáneo particularmente en su libro, ”La corrosión del carácter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo”,  Anagrama, 2016 
  16. La violencia con que fueron reprimidos los bloqueos en Cali y en el centro del Valle, Buga y Tuluá, está relacionada  en parte con la necesidad de recuperar el tránsito carretero de mercancías que salen de Buenaventura 

Solidaridad con el pueblo afgano

Desde la invasión en 2001, EE UU ha gastado cada día 300 millones de dólares en la pretendida “reconstrucción” de Afganistán. Calificar de fracaso la salida implica asumir que la ocupación tuvo en algún momento por objetivo la estabilidad institucional del país, la mejora de los derechos de su población o la consecución de objetivos como paz, bienestar o democracia. Sin embargo, nada de esto estuvo nunca en la agenda invasora, más allá de la propaganda y del soft power que suele acompañar cualquier injerencia exterior.

El rechazo frontal al regreso de los talibanes y el necesario abordaje de la urgencia humanitaria desencadenada no deberían ocultar el desastroso balance de la ocupación ni reconvertir en “menos malo” el reciente periodo de injerencia exterior. 20 años de ocupación dejan más de 100.000 civiles muertos, millones de personas desplazadas dentro y fuera del país, una economía destruida, una deuda externa abismal y la mitad de la población en situación de pobreza. Las pocas infraestructuras y avances positivos quedan ahora bajo mano de los talibanes. Con su desastrosa ocupación militar, el imperialista ha contribuido a crear la antesala del terror fundamentalista que ahora se abre. Urge romper las dinámicas internacionales que, en Afganistán o en Europa, pretenden limitar el campo de lo posible a la dicotomía tramposa entre capitalismo neocolonial y repliegue reaccionario.

Muchos países europeos, como el Estado español, apoyaron en 2001 la invasión estadounidense de Afganistán y han acompañado y legitimado la ocupación durante estas dos décadas. El seguidismo europeo ni siquiera le ha valido un asiento en la mesa de negociaciones entre EE UU y los talibanes. La creciente pérdida de peso de la UE en el tablero internacional se suma al rechazo e incapacidad de EE UU para ejercer de dirección política de la globalización neoliberal y muestra el agotamiento de la gobernanza “multilateral” vigente durante las últimas décadas. Un escenario global más fragmentado, imprevisible y espasmódico abre la puerta a nuevas dinámicas y desafíos también para las fuerzas transformadoras y clases populares de todo el planeta.

Como muestra de su incapacidad internacional e hipocresía estructural, la Unión Europea solo parece preocupada por la posible crisis migratoria que pueda generar la llegada de los talibanes. La preocupación por la situación de la población afganas, especialmente las mujeres y menores, contrasta con el cierre de fronteras, la militarización de las rutas migratorias y la criminalización de quienes buscaban refugio en Europa durante todos estos años huyendo de lugares como Afganistán. Desde la ultraderecha hasta el extremo centro neoliberal, las élites europeas no han tardado en pedir el fortalecimiento urgente de los mecanismos de la Europa Fortaleza ante la posible llegada de solicitantes de asilo desde Afganistán, mientras se prestaban rápidamente a dialogar con el nuevo régimen talibán (en contraste con las reticencias a reconocer a gobiernos electos en otras regiones del mundo, como América Latina, cuando estos no defienden los mismos intereses estratégicos). El cinismo es otro fantasma que también recorre Europa.

Los pueblos se liberan solos y son los únicos que pueden romper la triada gordiana de injerencia exterior, tiranías locales y fanatismo sin fronteras que atraviesa el mundo. Ni la clásica real politik conservadora ni el multilateralismo naïf neoliberal confían ni han otorgado nunca un mínimo de protagonismo a las fuerzas sociales locales. La geopolítica realmente existente se construye de espaldas a los pueblos. Urge construir un internacionalismo desde abajo y de las y los de abajo que haga bandera de la solidaridad entre los pueblos frente a las alianzas y disputas entre élites y oligarquías globales, regionales y locales.

En ese sentido, hacemos un llamamiento a la solidaridad activa con el pueblo afgano, condenado a sufrir la miseria, el saqueo, al analfabetismo, el patriarcado y la violencia contra las mujeres por los tiranos locales y los imperialistas extranjeros. Exigimos al gobierno español y la UE que abra las fronteras y garantice vías seguras a las refugiadas y refugiados afganos, sin distinciones: es la mínima responsabilidad que puede asumirse después de haber sido cómplices del desastre provocado.

Dos siglos de transformismo al estilo italiano

(Hélène Marra)

Los fracasos y secretos de Estado, la plaga de las mafias, la corrupción generalizada y la brecha sistémica entre el Norte y el Sur hacen de Italia una especie de laboratorio político europeo.

La geografía de la votación de marzo de 2018 confirmaba la persistencia de esta anomalía con un Sur que plebiscitaba al Movimiento 5 Stelle (M5S) y un Norte en el que triunfaban la Lega de Matteo Salvini y el centro-derecha, mientras que el Partido Demócrata perdía su electorado incluso en regiones tradicionalmente rojas[1].

Compromiso histórico, Penta Partido[2], coaliciones entre la derecha y la izquierda parlamentarias: durante dos siglos, un escurridizo tejido de alianzas ha seguido entretejiéndose indiferente a las necesidades expresadas por las masas populares del país. El riesgo, en Italia como en otros lugares, es el de un colapso del sistema sin que las y los trabajadores puedan construir una verdadera alternativa política para reemplazar la democracia burguesa.

La amplificación del sentimiento de desafección que las clases trabajadoras sienten cada vez más hacia las instituciones de la democracia representativa se puede atribuir en parte a las estrategias y prácticas políticas asociadas con el concepto de «transformismo». Para Antonio Gramsci, el transformismo implica «el desarrollo de una clase dominante cada vez más amplia […] con la absorción mediante métodos diversos pero eficaces, de elementos activos provenientes de grupos aliados e incluso grupos adversarios que parecían enemigos irreconciliables[3]«.

El objetivo principal del transformismo es asegurar el liderazgo político a través de la absorción de las élites de los grupos enemigos que se encuentran destruidos y domesticados a través del juego de alianzas.

Esto explica la forma en que se produjo la dinámica del Risorgimento italiano[4] como una «revolución sin revolución»,  no implicando pues un levantamiento o un cambio real en las condiciones de vida de las masas campesinas, especialmente en el sur de Italia.

La hegemonía consiste precisamente en la construcción y el ejercicio de una dirección política, intelectual y moral. En Italia, ha sido gracias al transformismo como la hegemonía de las y los «moderados» se ha construido y mantenido a lo largo del tiempo.

Esto no se reduce a las prácticas políticas de una izquierda pervertida a los ideales de la derecha, es el signo de la hegemonía de una fracción conservadora de la burguesía que «dirige», incluso cuando no «domina», incluso cuando es la fracción progresista la que está en el poder.

La génesis de la Liga del Norte

La hegemonía de la facción conservadora se explica en particular por la naturaleza compacta de la burguesía industrial en el norte de Italia. Esto también puede explicar el éxito logrado por la Liga del Norte, el partido más antiguo de la mayoría actual del gobierno, que sobrevivió a la crisis de principios de la década de 1990 causada por el proceso «manos limpias» que barrió casi toda la clase dirigente de la época (constituida en particular por la Democracia Cristiana y el Partido Socialista Italiano).

Por lo tanto, el surgimiento de la Liga Norte puede interpretarse como una respuesta a la crisis de los partidos tradicionales y al vacío representativo, político y cultural, que dejaron. Su génesis está íntimamente vinculada a las visiones delirantes de su creador, Umberto Bossi. En 1979, seducido por el programa autonomista del Val d’Aosta e inspirado por la nueva Liga Véneta, Bossi fundó la Unión Lombarda del Noroeste, luego, en 1982, la Liga Autonomista Lombarda. Su ideología resulta de un extraño remix que mezcla federalismos italianos, suizos y estadounidenses, la defensa del dialecto y referencias a Rousseau, Kant o Proudhon.

A finales de la década de 1980, la Liga del Norte se basó en el repertorio de la tradición, tanto real como imaginaria, para construir una nueva entidad cultural: «la Padania». Uniendo las regiones ricas de la llanura del Po, esta comunidad artificial es construida sobre la idea de la superioridad económica del Norte sobre el Sur. Su fundamento teórico se basa en la división estereotipada entre dos identidades culturales y sociales: por un lado, el industrial laborioso del Norte y, por otro lado, el terrone (cerca de la tierra, campesinado) del Sur que vive con poco y no tiene propiedad de los medios de producción. El proyecto de autonomía federal de Padania, que se construye en paralelo con el desarrollo de la Unión Europea, asume entonces los rasgos racistas de una negación del reparto de las riquezas con las poblaciones del Sur.

Tras de una frágil alianza con la coalición liderada por Forza Italia de Silvio Berlusconi, la Liga del Norte accede al gobierno en 1994. Desprofesionaliza el lenguaje de la política utilizando un tono relajado con acentos a veces vulgares (¡cómo olvidar las declaraciones sobre la dureza del falo del pueblo Padanio!). Esto le permite conseguir un acercamiento con el pueblo que al mismo tiempo está garantizado por la entrada de categorías socioprofesionales que generalmente están subrepresentadas en las instituciones (pequeños empresarios, comerciantes o artesanos), así como jóvenes de profesiones liberales que contrarrestan la fuerte presencia de altos funcionarios de la administración pública[5]. El tejido de las pequeñas unidades industriales y las y los trabajadores por cuenta propia es de hecho una particularidad del capitalismo «familiar» italiano. Bossi se convierte así en el portavoz de este área, que se siente económicamente fuerte pero políticamente marginal[6].

La Liga Norte se convierte entonces en el lugar de encuentro y agrupamiento entre católicos integristas, ultraliberales y secesionistas en busca puntos de referencia identitarios y culturales en un mundo globalizado.

El transformismo de la Liga Salvini

Fue con la dirección de Matteo Salvini, a partir de 2013, como la derechización del partido se acentuó y estabilizó. La nueva estrategia de la Liga (el Norte desaparece de su nombre) tiene como objetivo afirmar la identidad, el carácter nacionalista y xenófobo para expandir su presencia a todo el territorio nacional. Inspirada por el movimiento neofascista del tipo FN, La Liga pasó gradualmente de una ideología europeísta y federalista (en efecto, la pequeña patronal del Norte se había beneficiado de la devaluación de la lira y el cambio al euro) a una identidad nacionalista y euroescéptica. Cuando asumió la dirección del partido, Matteo Salvini describió la moneda única europea como un «crimen contra la humanidad[7]«.

Pero este posicionamiento se dejó de lado rápidamente. Tras el éxito electoral de las elecciones legislativas de 2018, la Liga se está transformando, llegando a un acuerdo con el partido del cómico Beppe Grillo y luego se disfraza de una componente «euro-responsable» del actual gobierno técnico guiado por el ex número uno del Banco Central Europeo Mario Draghi.

Con el pacto de gobierno firmado con el M5S después de las elecciones generales, la Liga negocia leyes racistas para reservar plazas de guardería para los italianos y se asegura el control de las fronteras.

El caso de la Lega Norte ilustra un complejo proceso de construcción simbólica de un «pueblo» (regional o nacional) y categorías de «otros» polisémicos (el Sur, inmigrantes, Europa) y variables según reconfiguraciones y cuestiones políticas[8]. A la vez que se basa en los residuos malolientes del fascismo, la Liga pasa de defender una identidad regional y federal contra el gobierno central de la «Roma ladrona» a la celebración de la identidad nacional. La extrema fluidez de su discurso e ideología le permite, por lo tanto, posicionarse como una nueva fuerza de la derecha italiana y extender su influencia a todo el territorio.

El MoVimiento 5 estrellas, el alter-ego «progresista» de la Liga

Alter-ego «progresista» de La Liga para alguna gente, una nueva Democracia Cristiana para otra, el Movimiento de 5 Estrellas nació del fuerte movimiento de decepción con la política del centroizquierda italiano y el hundimiento del sistema de alternancia.

Se trata de otra figura política camaleónica que ha iniciado un proceso de normalización en los últimos años. Desde la denuncia de la «casta» y los llamamientos a un referéndum para la salida del euro, el movimiento se está posicionando como un nuevo actor en la estabilidad del orden capitalista y burgués del país. De las declaraciones de rechazo categórico de cualquier alianza con los partidos tradicionales, no queda mucho. De acuerdo con la tradición del transformismo italiano, el M5S está ahora listo para cualquier tipo de acuerdo político.

La génesis del M5S se remonta a principios de la década de 2000, cuando el cómico Beppe Grillo se embarcó en la creación de colectivos locales que coordinaban reuniones ciudadanas a través de la red social MeetUp. Como en el caso de Bossi o Salvini, tenemos aquí a una figura que es ajena a la política tradicional aunque conocida por el público en general gracias a sus espectáculos.

El paso de la pequeña pantalla a la arena política le da cierta legitimidad a Grillo, que implementa una estrategia digital eficaz que le permite simular una conexión directa entre el «hiperlíder» y su «superbase» de usuarios, hombres y mujeres, ciudadanos-internautas[9]. En 2005, Grillo lanzó su blog de contrainformación administrado por la compañía de Gianroberto Casaleggio, futurólogo y cofundador del movimiento. En 2007, organizó el V-Day (donde el V se refiere tanto a la famosa «V de Vendetta» como al «Día del Vaffanculo»). Este evento tuvo como objetivo recoger firmas para la ley de iniciativa popular «Parlamento Limpio» con el fin de expulsar del Parlamento a los convictos.

El movimiento utiliza dispositivos digitales para construir su discurso e imponerse como un sujeto político antisistema. Una vez más, se trata de una retórica anticorrupción que quiere desconectarse de las divisiones políticas tradicionales. La estrategia del movimiento se articula en torno a la tensión entre la creación de un contradiscurso mediático y político y la liberación de la palabra ciudadana. La oferta de participación digital del blog luego se trasladó gradualmente a una plataforma dedicada (Rousseau) siempre administrada por la familia Casaleggio. El hijo del empresario, Davide Casaleggio, se hizo cargo de la gestión del proyecto tras la muerte de su padre en 2016. La institucionalización del movimiento fue de la mano con el proceso de domesticar la participación de las y los activistas. Supervisados y sujetos a las decisiones y preselecciones de la cumbre, los formatos de «democracia digital» se reducen al «participacionismo» de principio. Normalmente, las decisiones ya están tomadas cuando se envían preguntas a activistas que nunca han contradicho la línea del líder. El conflicto actual entre Grillo y el ex Primer Ministro Giuseppe Conte fue una vez más una oportunidad para demostrar la naturaleza ilusoria de la participación en línea. Se convoca una comisión de siete personas sabias (elegidas entre las y los representantes electos) para evaluar el nuevo estatus, actualmente mantenido en secreto, propuesto por Conte. Después de esta primera fase de negociaciones en la cumbre, se llevará a cabo una votación en la plataforma Rousseau. La plataforma desempeña en última instancia un papel periférico frente al marco legislativo oficial.

 

¿Una contrarrevolución?

 

Como en el caso de La Liga, el pueblo de Grillo es un sujeto amplio compuesto por «ciudadanos honestos», por ¡»inteligencias colectivas» capaces de encontrar soluciones a los males de la sociedad italiana!. Las estructuras socioeconómicas y los conflictos de clase se difuminan en favor de un discurso tecno-determinista donde Internet se considera una fuente directa de cambio y emancipación. El M5S aboga por entrar en una era post-ideológica en la que los partidos y los organismos intermediarios son reemplazados por grupos de ciudadanos activos conectados a la red. Esto recordará a algunos lectores la propaganda de los primeros momentos del macronismo.

 

Al integrar un polo conservador y autoritario con una retórica «progresista» que aboga por la organización horizontal y participativa[10], la franquicia 5 Estrellas funciona como un acelerador del proceso de despolitización y mercantilización de las sociedades. La fluida retórica del Movimiento de las 5 Estrellas y de la Liga, por lo tanto, da la ilusión de que los intereses de los jefes se pueden conciliar con los del mundo del trabajo. Los dos sujetos políticos nacieron y se difundieron en el contexto de la economía de mercado, que determina sus valores y lógicas de acción y colisión con las élites. A la vez que se presentan como nuevas formas partidistas que quieren romper con las ideologías de los partidos de masas, terminan restableciendo una legitimidad al sistema moribundo del Estado neoliberal. Lejos de constituir fuerzas de oposición, participan en una transformación que solo es aparente y terminan por acentuar el alejamiento y la desilusión de las masas populares respecto a la política. Borradas por una retórica falsa y enfrentadas a falsos enemigos, éstas no permanecerán en silencio por mucho tiempo.

16/07/2021

Revista L’Anticapitaliste n° 127 (julio de 2021)

https://lanticapitaliste.org/actualite/international/deux-siecles-de-transformisme-litalienne

Traducción: F.E. para antikapitalistak.org

[1]      CAVALLARO, Matteo, Giovanni DIAMANTI et Lorenzo PREGLIASCO (2018), Una nuova Italia, Dalla Comunicazione ai risultati, un’analisi delle elezioni del 4 marzo, Rome, Castelvecchi.
[2]      Fuerza política compuesta por los partidos  PSI, DC, PPI, Parti Républicain (PRI) et PSDI (Partido Socialista Démocratico Italiano) en los años 90, NDLR
[3]      Antonio Gramsci, Cahiers de prison, cahier 19, § 24, Gallimard, 1991, traduction de Claude Perrus et Pierre Laroche.
[4]      Proceso de unificación de Italia en la segunda mitad del siglo XIX NDLR.
[5]      Barberis Corrado. 1992, La Classe politica municipale, Milan : Franco Angeli.
[6]      Diamanti Ilvo. 2003, Bianco, rosso, verde… Mappe e colori dell’Italia politica, Bologne : Il Mulino.
[7]      https://www.ansa.it/web/notizie/rubriche/politica/2013/12/15/Lega-Salvini-contro-euro-Crimine-contro-umanita-_9781968.html
[8]      Gilles Ivaldi et Maria Elisabetta Lanzone, « De l’usage politique du peuple Padano », Cahiers d’études romanes, 35 | 2017, 505-520.
[9]      Gerbaudo, P. (2019), The Digital Party. Political Organisation and Online Democracy, London, Pluto Press.
[10]    CARUSO, Loris (2017), « Digital capitalism, populism, and the end of politics. The case of the Italian Five-Star Movement », Politics & Society, 45(4) : 585-609.