NPA: ¿Un paso atrás para los pasos hacia adelante?

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<Antoine Larrache>

France, Paris, 2022-11-19. NPA procession with Philippe Poutou. Demonstration against sexual and sexist violence. Photograph by Martin Noda / Hans Lucas
France, Paris, 2022-11-19. Cortege du NPA avec Philippe Poutou. Manifestation contre les violences sexuelles et sexistes. Photographie de Martin Noda / Hans Lucas

Así que el congreso del NPA se tradujo en una separación. Una situación lamentable, pero inevitable, que queremos que sea el comienzo de un nuevo impulso para el NPA.

La situación se había vuelto insostenible desde hace varios años. Se suele decir que un partido solo puede basarse en una “comprensión común de la situación y las tareas”: desde este punto de vista, las posiciones estaban cada vez más alejadas. En cuanto al análisis de la situación, las divergencias eran muy importantes, al subestimar las y los camaradas el peligro fascista inscrito en la situación y sobreestimar la magnitud de las movilizaciones y el nivel de conciencia del proletariado.

Discrepancias insolubles

En lo que se refiere a las tareas del periodo para las y los revolucionarios, las divergencias son aún más fuertes. Por un lado, el análisis que hacemos del retroceso de la conciencia de clase nos lleva a considerar que una resuelta política de frente único es absolutamente necesaria. Así, debemos ser capaces de intervenir en los debates que actualmente sacuden a La Francia Insumisa sobre la cuestión de la violencia contra las mujeres y la ausencia de democracia interna. Esta crisis está en gran parte relacionada con la relación de esta organización con las instituciones. Para intervenir con sus activistas, necesitamos ser percibidos como socios, no como adversarios.

En cuanto a la movilización necesaria en las próximas semanas para las pensiones y los salarios, contra el “trabajar más para ganar menos”, debemos combinar un resuelto trabajo a favor de la unidad de las organizaciones con la construcción de procesos de autoorganización en la base, realmente unitarios, que no reagrupen solo a los elementos más militantes, al tiempo que avanzamos consignas de ruptura con el poder de la burguesía

Este tipo de política se había vuelto imposible de discutir con las fracciones (Anticapitalismo y revolución, La Chispa, Democracia Revolucionaria, Socialismo o Barbarie) que componen la plataforma C del Congreso.

Por otro lado, las divergencias se habían vuelto casi ingestionables en todo lo relacionado con las cuestiones políticas que salen de la relación directa capital / trabajo, revelando una visión obrerista de las fracciones. Así, nosotras y nosotros consideramos que debemos construir los movimientos ecologista, feminista, LGBTI y antirracistas por sí mismos, defendiendo nuestra visión de clase y nuestro proyecto revolucionario, pero entendiendo que en sí mismos llevan elementos de subversión del sistema que son positivos para el género humano y las luchas del proletariado. La ecología sin anticapitalismo no es jardinería, es una forma de radicalización que lleva a comprender las consecuencias del sistema y a combatirlas.

Finalmente, a nivel interno, la situación se había vuelto insostenible, con conflictos muy fuertes sobre temas muy importantes. Así, las fracciones se opusieron a la implementación de un trabajo específico sobre la violencia de género y sexual en el partido, se opusieron a las orientaciones propuestas sobre las luchas feministas y LGBTI. Finalmente, su funcionamiento paralelo permanente las constituía de hecho en organizaciones separadas, con su propio reclutamiento, sus propias cotizaciones, sus propias publicaciones.

Continuar el NPA

Así que la situación no es sencilla, y habría sido mucho más favorable para la construcción de una organización revolucionaria sólida lograr llevarse bien. Pero las fracciones rechazaron cualquier cuestionamiento de su funcionamiento paralelo. Por lo tanto, fue necesario sacar las consecuencias y tomar la, dolorosa, iniciativa de la separación. Pero la política no puede construirse sobre lamentaciones, hay que considerar los elementos positivos que nos rodean. El NPA continúa, en torno a la columna vertebral que lo hace vivir desde hace años, en torno a sus publicaciones (semanal, revista, página web…), sus portavoces reconocidos, en torno a la mayoría de sus comités, sus comisiones. Como tal, es esclarecedor que la separación no cambia nuestra capacidad para publicar nuestro material, ya que las fracciones ya eran exteriores al partido.

Se puede esperar que los diferentes grupos revolucionarios existentes formen, como decía LO en un momento, diferentes fracciones de un mismo partido revolucionario. Pero sin olvidar que miles de revolucionarias y revolucionarios también están fuera de las organizaciones de tradición trotskista, en la UCL, en Ensemble, en la Izquierda ecosocialista, a título individual en La Francia Insumisa, en las organizaciones sindicales, entre quienes se movilizan en la lucha contra la violencias sexistas y sexuales, en los movimientos antirracistas y ecológicos y que será en la acción concreta donde se producirán las dinámicas de la construcción de un partido revolucionario amplio.

La situación del capitalismo es tal que probablemente estamos en los albores de nuevas explosiones sociales: es entonces cuando tendremos que ser capaces de llevar nuestra visión del capitalismo y la lucha por la revolución y el comunismo, con consignas transitorias, siendo capaces de vincularnos a las luchas de las masas. Esperemos que todas las corrientes de la izquierda anticapitalista y revolucionaria sepan entonces, en lugar de competir y construir cada una su pequeño grupo, superar sus divergencias para defender una política común, vinculada a las luchas que el proletariado estará realmente dispuesto a llevar a cabo.

Revista L’Anticapitaliste n°141 (diciembre de 2022)

https://lanticapitaliste.org/actualite/politique/npa-un-pas-en-arriere-pour-des-pas-en-avant

Traducción: F.E. para antikapitalistak.org

 

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