La crisis sanitaria en Italia continúa, la reacción está a la ofensiva

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(Franco Turigliatto)

La situación italiana se caracteriza por la persistencia de la pandemia (y por su gestión por parte del gobierno) y por la ofensiva de las fuerzas patronales contra las clases trabajadoras en el campo del empleo y los salarios para concretar los proyectos de reestructuración industrial del “Plan de Recuperación”.

En cuanto a la pandemia, los resultados de los dos gobiernos (Conte y Draghi) que se han sucedido en los últimos dos años son totalmente negativos, ya sea porque las “zonas rojas” no se establecieron a tiempo, o porque los cierres se abandonaron demasiado pronto y todas las actividades productivas se volvieron a poner en servicio gradualmente para garantizar la recuperación de las ganancias, pero también porque no se han tomado las medidas necesarias para recuperar  el sistema sanitario, los centros de estudio, los transportes, en gran parte destruidos por los recortes presupuestarios de los años precedentes.

El primero de los negacionistas es el gobierno

El gobierno utiliza hoy el establecimiento y la gestión del “Pase Verde” [Bajo esta medida, las y los empleados se verán obligados a estar vacunados contra el coronavirus con al menos una dosis, o si no es el caso, presentar una prueba PCR negativa realizada en las 72 horas previas o haber pasado la enfermedad en los últimos tres meses ndt] para tratar de descargar el desastre producido por su política sobre la responsabilidad individual de cada persona y permitir que las y los capitalistas tengan nuevos medios de chantaje contra las y los trabajadores.

La retórica del gobierno y los medios sobre la “seguridad” es pura hipocresía porque debido a la precariedad, al aumento ininterrumpido de los ritmos de trabajo, a la eliminación por parte de la patronal de las medidas de seguridad, todos los días hay trabajadores y trabajadoras que pierden la vida en su lugar de trabajo.

El primer negacionista es el gobierno y su acción contradictoria, con la imposibilidad de que un millón de personas migrantes obtenga la vacuna, y la opción compartida con otros gobiernos europeos de salvar las ganancias de las Grandes Farmaceúticas evitando el levantamiento de patentes y, por lo tanto, el acceso a las vacunas para la mayoría de la población mundial.

Por otra parte, la casi totalidad del personal que trabaja en los sectores de la salud y educativo ha sido vacunado y el porcentaje del conjunto de la población que ya ha recibido la segunda dosis es muy elevado.

Las y los reaccionarios salen a la calle

En esta situación, no debe haber malentendidos con respecto a las manifestaciones de “No Vax”: son manifestaciones en las que se expresan ideologías reaccionarias, defendiendo falsas libertades individuales, mientras que las libertades colectivas y una visión solidaria de la sociedad se niegan radicalmente incluyendo, por lo tanto, los derechos individuales y, en primer lugar, el derecho a la vida; están organizadas por fuerzas de extrema derecha o directamente fascistas, con el apoyo más o menos enmascarado de otras fuerzas de la derecha; las y los participantes provienen principalmente de los sectores sociales de la pequeña o media burguesía, en particular el sector del comercio y la restauración, caracterizados por un profundo individualismo. La presencia de fuerzas de extrema izquierda que se hacen ilusiones sobre los beneficios que podrían obtener de estas manifestaciones es completamente marginal.

Por el contrario, las principales fuerzas de la izquierda radical están llevando a cabo tanto una campaña para denunciar las políticas gubernamentales como una campaña para garantizar el acceso a las vacunas para todas y todos, incluidas las personas migrantes; también participan activamente en la campaña europea “No a los beneficios a costa de la pandemia” que pide el levantamiento de las patentes sobre las vacunas.

Luchas en las empresas

Vamos a nuestro segundo punto: el 30 de junio el gobierno puso fin a la congelación de los despidos (que sin embargo no había impedido que un millón de personas perdieran su empleo), aceptada vergonzosamente por la dirección de las principales centrales sindicales y asistimos a un fortalecimiento de la ofensiva patronal contra el trabajo: muchas empresas han decidido cerrar y deslocalizar sus producciones. Entre ellas, el GKN Florencia(componentes automotrices), que emplea a más de 500 trabajadores y cuyas producciones alimentan al grupo Stellantis (Grupo automotriz resultante de la fusión del grupo PSA y Fiat Chrysler Automobiles).

Esta empresa es propiedad de Melrose, un fondo de inversión británico que decidió cerrarla aún cuando es tecnológicamente avanzada y no estaba en crisis. Las y los trabajadores, con un nivel de conciencia sindical excepcionalmente alto, no han cedido, no solo han exigido garantías sociales sino que han ocupado la fábrica convocando una asamblea general permanente; han exigido la reapertura del establecimiento – diciendo de inmediato que podían reiniciar la producción – la denegación de cualquier despido y el mantenimiento de todos los derechos adquiridos. Al enfrentarse al gobierno y a Confindustria (CEOE italiana), están luchando por una ley real contra las deslocalizaciones y han redactado su propio proyecto de ley. Han sabido lograr una fuerte solidaridad en toda la Toscana, pero también a nivel nacional. Su llamamiento, “¡Insorgiamo!” (Levantémonos), que utiliza el lema de la insurrección de la Resistencia en Florencia (El 11 de agosto de 2021, el día en que Florencia celebró el 77 aniversario de la Liberación del nazismo-Fascismo, los trabajadores de GKN y la Asociación Regional de Partidarios se manifestaron juntos en la plaza central de la ciudad), está dirigido a las y los trabajadores de toda Italia: levantémonos todos y todas para defender los derechos laborales, para recuperar los derechos que están arrebatándonos. Esta lucha se ha convertido en un hecho político nacional y el sábado 18 de septiembre vivirá un nuevo momento decisivo con la manifestación nacional en Florencia.

Los sindicatos de base, a su vez, están preparando una huelga nacional para el 11 de octubre con una plataforma para defender el empleo, los salarios y los derechos sociales. La esperada victoria de la GKN y el éxito del 11 de octubre pueden cambiar positivamente el equilibrio de poder entre clases, en una situación que, en general, sigue siendo muy difícil para las clases trabajadoras.

17/09/2021

Traducción: F.E. para antikapitalistak.org

 

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