LA CONSULTA POPULAR FRENTE AL PELOTAZO URBANISTICO

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Neskutz Rodriguez
<Concejala de Herriaren Eskubidea y miembro de Antikapitalistak>   

Durango es conocido en Euskal Herria especialmente por su Azoka anual de diciembre y su característico olor.

Sin embargo, a partir del 14 de marzo, será conocido también porque mediante una consulta popular, la ciudadanía hemos dicho que SÍ a la paralización de un pelotazo urbanístico de 5 torres de 18 plantas en el centro del pueblo.

¿Pero cuándo y cómo comenzó esta operación?

El proyecto denominado por Gobierno Vasco como “Operación Durango” comenzó en 2005. Hacía ya varios años que las personas de Durango exigíamos a las instituciones que nos dieran una solución a las vías del tren, porque además de que dividían el municipio en dos, generaban gran inseguridad por los constantes fallos que se producían en el funcionamiento de las barreras.

Por aquella época, la empresa pública ETS (Eusko Trenbide Sarea) reconocía que las instalaciones del tren estaban obsoletas y la infraestructura viaria no satisfacía la capacidad que el servicio demandaba.

Ese fue el pistoletazo de salida del soterramiento del tren. Un soterramiento que comenzó con un presupuesto de 80 millones de euros y terminó en 2012 con un coste de más de 270 millones de euros.

Cuando finalizó el soterramiento en 2012, el entonces consejero de vivienda, obras públicas y transporte, Iñaki Arriola (PSE), presumía de que era la mayor inversión realizada en una infraestructura viaria de la red propia.  Lo que nos ocultó en ese momento, era que pretendían vincular el coste de un servicio público a un pelotazo urbanístico privado. Fue un proyecto ideado en despachos por el PNV, y continuado con alguna pequeña modificación por el PSE, en el que pretendían convertir suelo público en suelo privado.

Durante varios años, de 2012 a 2017, el proyecto urbanístico planificado en plena burbuja inmobiliaria quedó en stand by. Pero en 2017 el PNV y PSE, que gobernaban tanto en Durango como en Gobierno Vasco, decidieron darle impulso y firmar un convenio para seguir con la urbanización. En ese convenio, que ha sido judicializado y declarado nulo de pleno derecho, el ayuntamiento de Durango perdonaba 4,2 millones de euros a Gobierno Vasco como contrapartida de las obras y desmantelamiento realizados en el terreno que ocupaban las vías del tren.

Cuando salió a la luz ese convenio y la apuesta por PNV de PSE de retomar la construcción de las 5 torres de 18 plantas en el corazón de Durango, una gran parte de la ciudadanía de Durango se indignó y se implicó para pedir al ayuntamiento que paralizara la construcción de las torres y realizara un proceso participativo para decidir conjuntamente qué hacer en esos terrenos públicos. Así surgió la plataforma “Erabaki”. El lema de la plataforma era “Queremos decidir”.

Desde 2017 a 2109 se realizaron manifestaciones multitudinarias en Durango para hacer ver al gobierno del PNV y PSE que Durango quería decidir sobre ese espacio público, que las torres iban a condicionar el paisaje urbanístico y no satisfacían las necesidades reales del municipio. Además, la plataforma recogió casi 4000 firmas (más del 10% exigido por ley) para que se dieran los primeros pasos para realizar una consulta popular.

Hasta que no se produjo el cambio de color en el ayuntamiento todo fueron piedras en el camino. Cuando llegamos Herriaren Eskubidea, candidatura municipalista, y EH Bildu al gobierno, fue una de las primeras medidas que tomamos. Poner en marcha la consulta. Después de aprobar por unanimidad la pregunta que se realizaría en la consulta en pleno, la remitimos al Consejo de Ministros de Madrid (PSE+UP). Tampoco allí nos lo pusieron fácil. Hubo algún que otro intento de retrasar la respuesta, pero finalmente dieron luz verde a que Durango realizara la consulta popular.

Y tras un largo proceso y una pandemia global de por medio, por fin pusimos fecha. El 14 de marzo de 2021.

Y el pasado domingo fue el día de la celebración de la primera consulta popular organizada por el Ayuntamiento de Durango. A pesar del boicot a la participación en la consulta promovido por PNV y PSE, los resultados fueron un éxito. Un 28,55% de la población nos acercamos a votar. La respuesta fue rotunda. El 94% votamos a favor de paralizar el proyecto y comenzar un proceso participativo.

Más allá del resultado de la votación, lo que nos dice esta consulta es que queremos pasar a ser sujetos activos en la política municipal. Queremos decidir sobre nuestros proyectos estratégicos. No queremos ser meras espectadoras entre periodos de cada proceso electoral y dejar que los acuerdos se hagan en despachos.

La consulta de Durango ha puesto en evidencia el modelo de gestión urbanístico de PNV y PSE. Vincular el coste de las obras de los servicios públicos a especulación urbanística para privatizar suelo público.

A partir de ahora nos toca negociar con Gobierno Vasco, que ya ha insinuado que no se van a quedar sin sus beneficios económicos. Pero vamos con el apoyo del mandato popular. Con el apoyo de un pueblo que se ha movilizado, que ha hablado y dice NO a la construcción de 5 torres de 18 plantas. Un Durango que dice NO al pelotazo urbanístico.

Porque lo que ha quedado claro es que la democracia representativa se ha quedado caduca. Es hora de dar pasos firmes y reales hacia una democracia participativa.

Confiamos en que la Consulta Popular del 14 de marzo de Durango sirva de ejemplo para muchas más.

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