JUANJO BASTERRA, PERIODISMO Y COMPROMISO 

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Debido a la polémica suscitada tras el despido del grupo NAIZ-GARA del periodista Juanjo Basterra, y que él mismo hiciera público, nos ponemos en contacto con él para extraer algunas de las claves de dicho despido en la siguiente entrevista.

Juanjo Basterra, periodista, siempre ha estado considerado como un altavoz clave tanto para los sectores más rupturistas, como para las reivindicaciones del mundo obrero y las movilizaciones se estuviese o no de acuerdo con sus posiciones políticas.

Por supuesto y como no podía ser de otra manera, nuestra web está abierta a cualquiera de los aludidos como al propio grupo y su dirección a que expliquen su versión respecto a este tema en este mismo espacio.

Entrevista realizada por Mikel Labeaga, militante Antikapitalistak.

—-Al hacer público tu despido en GARA-NAIZ, hablabas de claras desavenencias con la manera de gestionar el grupo por parte de la dirección actual. ¿Piensas que el mantener una posición en ocasiones crítica con la línea editorial del periódico ha podido ser determinante en tu despido?

Supongo que todo ha influido. La realidad es que GARA/NAIZ me ha despedido con el conocimiento directo del sindicato LAB, aunque lo niegue. Con 57 años y con una antigüedad de 21 años y 6 meses en GARA, después de una larga trayectoria profesional, primero en EGIN, y después en GARA/NAIZ. He sufrido persecución y represalias durante los últimos años por parte de la Dirección de Gara/Naiz. Apartado de manera fulminante de la sección de Ekonomia, donde trabajé desde 1991 (primero en Egin y después en Gara) en represalia por no aceptar despidos dentro de la empresa en mi etapa de delegado sindical, así como por no estar de acuerdo en la manera de proceder de la dirección desde hace algo más de una década.

Los últimos años me apartaron a la sección de Agenda, que, en mi caso, era una manera de ponerme una mordaza, aunque no lo consiguieron. La única manera que han tenido de llevarlo adelante ha sido con el despido. Sí despido, porque algunas personas están insinuando que me ido por voluntad propia. No y no. Digo gestión como un kortijo (con “k”, que son muy vascos) porque a un grupo de privilegiados y privilegiadas, que caen muy bien a la dirección, obtienen todos los parabienes.

Tengo que recordar que el 15 de julio de hace 22 años, el juez Baltasar Garzón siguiendo las tesis del Gobierno Aznar cerró EGIN. La consecuencia directa fue que a decenas de trabajadores y trabajadoras nos quedamos en la calle, además de suponer un ataque contra la libertad de expresión. Hoy, 22 años después, algunos de quienes sufrieron aquella situación, la han tomado como ejemplo y me han enviado a la calle. Así es, después de 21 años y seis meses de antigüedad en GARA/NAIZ (Baigorri Argitaletxea SA) me han despedido por decisión de Iñaki Soto, director de Gara, Iñaki Altuna, director de Naiz, y Juan Pedro Plaza Lujanbio (consejero delegado de Baigorri Argitaletxea, del grupo EKHE). Quien algún día fue víctima, hoy se ha convertido en verdugo. Actúan de igual forma como señala el dicho: “los mismos perros con distinto collar.

——¿Crees que tu firme posicionamiento en defensa de las movilizaciones del mundo obrero, aun cuando se alejaba de la línea discursiva del medio, te ha podido perjudicar? 

Lo que tengo claro es que siempre he intentado defender a los más débiles. Trabajando en la sección de Ekonomia, la realidad es que la clase trabajadora, los y las excluidas y las y los pobres son quienes se llevan la peor parte. Con mis errores y aciertos he estado con las y los oprimidos. Dar voz a las movilizaciones obreras, en contra del neoliberalismo o contra la desigualdad económica y social han sido y son las principales guías por las que me he regido en mi vida laboral durante más de 30 años, así como en la defensa de la salud de la clase trabajadora, porque muchos centros de trabajo y muchas condiciones de trabajo se convierten en las tumbas de muchos y muchas trabajadoras.

Desde mis inicios en el periodismo con la reconversión industrial en Laudio y Aiaraldea en los años ochenta del siglo pasado, con Aceros de Llodio del grupo Sidenor, de Tubacex, Altos Hornos y Fundix (Gasteiz), o Mercedes Benz con sus continuos problemas, Babcock Wilcox, La Naval o la ACB (Arcelor Mittal) de Sestao, entre otras, mi atención y mi lucha siempre ha estado al lado de los trabajadores en defensa del empleo y el futuro industrial de Euskal Herria que, por desgracia, se está perdiendo. Aunque GARA /NAIZ nació para dar ‘voz a los sin voz’, como rezaba en su libro de estilo inicial, la realidad es que desde hace años el giro de 180 grados hace irreconocible ese objetivo.

¿Opinas que existe algún tipo de sesgo ideológico a la hora de producirse los reajustes de plantilla en el periódico? 

En otros casos, no sé. Como siempre, la ocultación es la madre de la actuación entre quienes dirigen GARA / NAIZ. En mi caso, sí. Las razones económicas se esgrimen en el despido objetivo que inicialmente me propusieron que, tras el rechazo inicial amparado por el sindicato BAT, se recondujo a un despido improcedente con indemnización, pero sin posibilidad de vuelta al puesto de trabajo. No es por dificultades económicas insisto, porque, aunque se argumenta esa posibilidad y se nos dice a finales de junio que entre enero y febrero han perdido 50.000 euros y de seguir esa trayectoria terminarían perdiendo 300.000 euros este año, lo que “abocaría a la Empresa a su liquidación”, la realidad es que a quienes nos han despedido somos los que más antigüedad tenemos dentro de la empresa, es decir quienes salimos más caros. Y, por dejar claro también, no es un plan de prejubilaciones, como algún sindicato ha insinuado para intentar evitar críticas en su contra por desamparar a los y las trabajadoras, puesto que hay trabajadoras y trabajadoras con la misma o mayor edad que en mi caso que siguen en GARA/NAIZ. Caza de brujas o como se le quiera de denominar, sí. Está claro.

——- ¿Piensas que la posición de LAB en este asunto se enmarca dentro de una hoja de ruta con marcada línea política más que en una defensa al uso de los derechos de un trabajador? ¿Y qué puedes contarnos de una formación sindical como BAT?

Sí, a tu primera pregunta, desde hace años, desde que EH Bildu tocó poder y donde liberados de LAB participaron. BAT (Behargile Asanblearioen Taldeak) comenzó cuando LAB despidió    por discrepancias a Txema López Sabando, que fue durante más de una década liberado en LAB. Entonces, en 2012, siete afiliados y afiliadas plantearon la posibilidad de crear un sindicato nuevo, lo valoraron y registraron el sindicato para poder defender los derechos de la clase trabajadora en todo Euskal Herria. Actualmente son más de 70, con un futuro por ir conquistando en la defensa de la clase trabajadora.

——-¿Qué reflexiones haces a cerca de los últimos comicios en una parte de Euskal Herria? ¿Crees que al margen de la abstención ha habido sectores críticos que han podido abandonar el nuevo proyecto político de la coalición abertzale al no sentirse representados?

Si tenemos en cuenta que 1 de cada 2 votantes no lo ha hecho (49,22%), es evidente que el malestar va en aumento elección tras elección. Lo de recuperación de EH Bildu tengo más dudas. Algunos hablaban de dato histórico, pero hace dos elecciones al Parlamento de Gasteiz obtuvieron más votos. Por lo tanto, cada uno se consuela con lo que quiere. Cierto. Pero la realidad está demostrando que el modelo de concertación que utilizan para hacer frente al PNV no da resultados porque sigue afianzándose en el poder con políticas neoliberales y despreciando a la clase trabajadora y a las personas excluidas y pobres, a pesar de que muchas de estas personas votan al PNV, un contrasentido que la oposición no ha sabido romper por su modelo de complacencia.

——- ¿Piensas que con tu marcha de GARA los sectores más langiles de trabajadores y trabajadoras quedan un poco más huérfanos de ese altavoz tan reivindicativo que tenían en ti dentro del periódico? 

Quien siga el periódico cada día lo puede comprobar. Lo primero que hizo el actual director de GARA, Iñaki Soto, cuando llegó fue suprimir la página de salud laboral que durante más de una década estuvo saliendo prácticamente todos los lunes. Era una referencia, incluso algún centro de formación la tenía como elemento didáctico y siempre contó con el apoyo de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que destacan que era el único periódico que mantenía en su paginación el apoyo a la salud de los trabajadores.

——- ¿Piensas que existe un espacio a la izquierda de EH BILDU y de Elkarrekin Podemos, donde los sectores más combativos tengan cabida a la hora de organizarse como sujeto político?

Supongo que sí, por lo menos es lo que quiero creer. Hay que dar con la fórmula, porque está claro que ni el giro socialdemócrata de EH Bildu ni el conglomerado de Elkarrekin Podemos están cuajando como alternativa a la centroderecha vasca, representada por el PNV.

¿Qué piensas acerca de que las organizaciones de izquierdas en la C.A.V.miren en demasía al PNV sin plantear una alternativa clara y una oposición sin ambigüedades?

Sí, puede verse de esa manera. Pero si queremos construir una Euskal Herria socialista e independiente, debemos dejar de remar junto a Madrid.

——-Respecto a la situación de reflujo combativo que sufre Euskal Herria y el desenlace del proces catalán, ¿Crees que la estrategia pasa por unir fuerzas con otros sectores rupturistas del resto del Estado, logrando de ese modo correlaciones más favorables? ¿Y si así fuera, cómo piensas que debería articularse? 

El futuro está por establecer. Creo que es necesario hacer mucha pedagogía y formar a la población. Lo que tengo claro es que la clase obrera debe ser el sujeto fundamental para lograr la independencia. Por eso, la tarea será ardua, pero necesaria. Desde luego, quienes ocupan los grandes sillones, muy bien pagados, en el Parlamento de Gasteiz no están por esa labor. Han tenido tiempo suficiente, pero la realidad de demuestra que se han avanzado hacia el poder neoliberal, que destruye a la clase obrera. Por lo tanto, se impone un giro de 180 grados, aunque los actores actuales que ocupan esas instituciones no abordan ese giro. Está claro.

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