Franco Turigliatto
Giorgia Meloni, líder del partido de extrema derecha Fratelli d’Italia (“Hermanos de Italia”), dirige el nuevo gobierno italiano con una fuerte mayoría parlamentaria, a pesar de que la coalición de derechas obtuvo solo el 44% de los votos. Está decidida a lograr una verdadera restauración conservadora e identitaria utilizando los poderes políticos e institucionales de los que dispone.
Es un gobierno de mediocres, reaccionarios y postfascistas declarados, de personajes (11 de 24) ya presentes en los gobiernos anteriores que corresponden en su mayor parte a la realidad política, ideológica y material de la derecha, de esta “pequeña Italia” mezquina y pequeño burguesa que viene de lejos pero que al mismo tiempo está bien arraigada en los dispositivos del poder capitalista tanto nacional como internacional.
El Ministerio de Economía ha sido confiado a Giorgetti, de la Lega (la Liga de Salvini), un hombre de confianza de los patronos del Norte; el Interior va a Piantedosi, que inmediatamente hizo aporrear a las y los estudiantes de la Universidad de Roma. El nombramiento de Eugenia Roccella, enemiga jurada de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, para el “Ministerio de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades”, es una verdadera declaración de guerra dirigida a los derechos de las mujeres; Marina Calderoni, asesora de empresas en materia de políticas laborales, se convierte en la nueva ¡ministra de Trabajo! El líder de la Liga, Matteo Salvini, el perseguidor de las y los migrantes, es ahora el vicepresidente del gobierno; el otro vicepresidente es Antonio Tajani de Forza Italia, un colaborador de Berlusconi; en Justicia, es Carlo Nordio, un magistrado conservador elegido en las listas de Fratelli de Italia.
Meloni completa su obra maestra nombrando a su alter ego, Guido Crosetto, presidente de las industrias militares y espaciales y gran comerciante de armas, como ministro de Defensa. Su otro hombre de confianza, que es su cuñado, Francesco Lollobrigida, hereda la Agricultura.
“Dios, patria, familia y empresa”
En el debate parlamentario que precedió al voto de confianza en el nuevo gobierno, el líder del M5S (Movimiento de 5 estrellas), Giuseppe Conte, declaró que el discurso de Giorgia Meloni constituía un “plan ambicioso de restauración de la identidad de la sociedad tanto en el terreno de los derechos civiles como en el de volver a los modelos sociales reaccionarios expresados por la tríada “dios, patria, familia””. Es una afirmación verdadera aunque reductora porque, en el proyecto de la derecha post-fascista, no solo encontramos un grave ataque a los derechos civiles sino también una amenaza contra los derechos económicos y sociales de la clase trabajadora.
Se debe añadir una cuarta deidad a la tríada: la empresa. Esta diosa impone la continuidad total con las políticas económicas neoliberales, asegurada por la propia Giorgia Meloni, que aclaró que las actividades empresariales de los patronos no deben verse obstaculizadas y que el lema del gobierno será “no molestar a los que quieran hacer”. La lista de medidas a favor de las y los capitalistas, ya sean pequeños, medianos o grandes, es muy larga: desde el “impuesto plano” hasta los recortes de impuestos y cotizaciones, pasando por la liberalización de la circulación de dinero líquido, lo que abre la puerta a la evasión fiscal y todo tipo de fraudes.
“Libertad, libertad, libertad”, recitó Meloni; debería haber añadido “para explotar”.
No hay atención, por el contrario, para los cinco millones de muy pobres, para la magnitud del desempleo y la precariedad, por los bajos salarios y las pensiones diezmadas por la inflación que subió al 12%. En cambio, se proponen los ingresos del presidencialismo y de la “autonomía diferenciada” de las regiones que harán que el sistema sea aún más desigual.
El papel imperialista de Italia se confirma, apoyándose en la presencia de tropas italianas en muchos países del mundo para defender sus intereses. Sin embargo, este papel está estrechamente relacionado con la coalición imperialista occidental liderada por Estados Unidos, y el nuevo gobierno garantiza una adhesión completa a la OTAN y un apoyo total a los proyectos de rearme.
En continuidad con los valores del fascismo, se trabaja no solo para fortalecer la patria sino también la familia, en particular con un apoyo y una protección enérgicos de la familia tradicional y “un plan masivo para redescubrir la belleza de la paternidad”.
Después de una experiencia inédita de tres años de pandemia que ha causado 180.000 víctimas y con un sistema de salud nacional colapsado, el gobierno no está planteando ninguna inversión en el sector de la salud y parece querer renunciar a cualquier medida significativa para combatir una epidemia que sigue presente mientras los procesos de privatización del hospital público continúan acelerándose.
El intento de borrado de la historia y de las luchas emancipadoras
Meloni realiza una recreación descabellada de la temida década de 1970, olvidando por completo los terribles atentados perpetrados por los fascistas para detener el auge del movimiento obrero. Quiere borrar la historia de las grandes luchas sociales y democráticas y hacer desaparecer el pensamiento antifascista y los ideales de libertad e igualdad que han constituido un sentido común ciudadano en la opinión pública italiana, una cultura social y política que las derechas siempre han odiado y combatido.
Durante años, la clase dirigente y los medios de comunicación a sueldo de sus intereses han tratado de hacer olvidar la historia de las luchas sociales y obreras para hacerlas retroceder y derrotar al movimiento de las y los trabajadores; al unirse a las doctrinas neoliberales, las fuerzas de centro-izquierda también han contribuido a realizar este propósito.
Hoy en día, la historia exige rendir cuentas ante el ascenso de la extrema derecha que, beneficiándose de un proceso de banalización, cree que puede reunir las condiciones para su propia venganza: la de una restauración identitaria, “soberanista” y nacionalista del país. Todo lo que queda es luchar hasta el final contra este gobierno de los patronos.
2/11/2022
Hebdo L’Anticapitaliste – 635 (03/11/2022)
Traducción: F.E. para antikapitalistak.org