Guerra en Ucrania: solidaridad con la resistencia ucraniana, contra todos los imperialismos

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Buró Ejecutivo de la Cuarta Internacional

24 de mayo de 2022

1. Estado de la guerra

. Hoy se cumplen tres meses de la invasión de Ucrania por las tropas de Putin. El ejército ruso ha ocupado partes del territorio, sobre todo en el este y el sur del país, al tiempo que ha sufrido una grave derrota en la región de Kiev.
. La población ucraniana ha opuesto una resistencia fenomenal y masiva, incluyendo lucha armada y no armada, el ejército, las fuerzas de defensa territorial, organizaciones de la sociedad civil y nuevas formas de auto-organización. Han recibido envíos de armas, ayuda humanitaria e inteligencia de países de la UE y la OTAN. Los primeros éxitos de esta resistencia han radicalizado las esperanzas ucranianas de derrotar al agresor ruso. Los ciudadanos de las regiones ocupadas siguen manifestándose en contra de la ocupación, hay informes de actividades partisanas en algunas zonas.
. Las muertes de los soldados de ambos bandos se cuentan por decenas de miles, así como las de civiles ucranianos. Los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas son múltiples y probados, como en Bucha, Irpin y otras ciudades. El asedio de las ciudades por parte del ejército ruso ha provocado deliberadamente la muerte de miles de habitantes por privación e inanición, especialmente en Mariupol. Doce millones de habitantes han sido desplazados, cinco millones a otros países europeos.
. El conflicto ha causado destrucción material masiva por los bombardeos indiscriminados de zonas civiles y militares, algunas ciudades han sido casi arrasadas.
. A principios de abril, Vladimir Putin decidió un reajuste de la ofensiva con el objetivo de anexionar todo el Donbass y la ciudad industrial y portuaria de Mariupol, así como el mayor territorio posible en el sur, en el Mar Negro. Pero también en estas regiones, la población ucraniana sigue resistiendo.

2. Nuestra posición: apoyo a la lucha ucraniana por la autodeterminación y la independencia en un contexto de lucha interimperialista.

. La invasión de Putin es una guerra de agresión, cuyo objetivo es someter el territorio ucraniano al control ruso, como parte del retorno de un proyecto imperialista gran ruso.
El pueblo ucraniano está librando una lucha de liberación nacional contra la invasión. Apoyamos su derecho a resistir, incluso militarmente, y nos solidarizamos con su decisión de hacerlo. Defendemos su derecho a armarse y, por tanto, a recibir las armas necesarias para resistir contra un ejército mucho más poderoso.
. Esta guerra se desarrolla en el contexto de una lucha inter-imperialista renovada. En esta guerra, el imperialismo occidental, representado por la OTAN y la UE, ha tomado partido y apoya financiera y materialmente a la resistencia ucraniana. Esto ha reforzado claramente la resistencia y ha mejorado sus perspectivas.
. Denunciamos el objetivo evidente de los dirigentes de Estados Unidos y de la UE de transformar la guerra en función de sus propios intereses: la perspectiva de una segunda pesadilla de Afganistán para Rusia abre ya enormes oportunidades para el aumento de los presupuestos militares, el despliegue de nuevas tecnologías militares, la expansión de la OTAN y la mejora de la posición geoestratégica mundial de Estados Unidos. Pretenden utilizar el campo de batalla de Ucrania para la realización de sus objetivos geopolíticos.
. Por ahora, las dos potencias imperialistas, Rusia y la OTAN, han evitado cualquier confrontación directa que pudiera derivar en una guerra inter-imperialista. A ninguna de las partes le interesa tal escalada, pero podría ser el resultado de una espiral incontrolada. Tal escenario de guerra mundial es un peligro objetivo en la fase imperialista del capitalismo. Sería catastrófico para la humanidad y el planeta, y nos oponemos a cualquier escalada que pueda transformar esta guerra en un enfrentamiento inter-imperialista directo.
. Como revolucionarias e internacionalistas afirmamos que la salida a la lógica del conflicto y la escalada inter-imperialista es la resistencia de los pueblos desde abajo; por la autodeterminación y contra las invasiones extranjeras. La decisión del pueblo ucraniano de resistir ha bloqueado la rápida anexión que pretendía Rusia. La derrota del invasor ruso a manos del pueblo ucraniano sería el mejor escenario para las luchas por la autodeterminación y contra los imperialismos de todo tipo. El refuerzo de la resistencia ucraniana y de los movimientos anti-guerra en Rusia (y Bielorrusia) son dos factores necesarios para que este escenario se realice.
. La invasión de Putin ha dado un gran impulso a la agenda de expansión de la OTAN, con Suecia y Finlandia solicitando su entrada. Nos oponemos a esta dinámica: rechazamos la lógica de los bloques militares y trabajamos por un nuevo concepto trans-europeo de seguridad basado en la autodeterminación, las relaciones igualitarias entre los pueblos, incluida Rusia, los tratados urgentes de desnuclearización y la disolución de la OTAN y la OTSC.
. Del mismo modo, rechazamos los tratados y las instituciones y políticas financieras de la UE, y denunciamos la forma en que se utilizan para someter a los países de la periferia de Europa a relaciones neocoloniales. Las contradicciones entre la demanda ucraniana de una integración europea “rápida y justa” y la realidad de los criterios de la UE deberían ayudarnos a plantear la necesidad de nuevos tratados para unas relaciones europeas basadas en la cooperación y no en la competencia de mercado, el dumping fiscal y social.
. Nuestro objetivo es construir un movimiento desde abajo, por una paz justa y duradera, en solidaridad con la lucha del pueblo ucraniano y ruso contra la invasión de Putin y las estrategias de la OTAN, por una paz justa y por la autodeterminación de Ucrania.
. Exigimos la transferencia urgente de los presupuestos militares hacia las necesidades vitales de una transformación ecosocialista del mundo basada en la justicia social y medioambiental y contra todas las relaciones neocoloniales.

3. Tendencias políticas en Ucrania.

. Zelensky y su gobierno son una fuerza neoliberal, ligada a sectores de la oligarquía ucraniana. Su inesperado éxito electoral en 2019 se produjo sobre la base de las críticas a la corrupción y las esperanzas de una solución pacífica a la guerra híbrida que ha resultado en más de 15.000 muertes desde 2014, y en el contexto de una profunda crisis de todos los partidos políticos asociada a los crecientes conflictos sociales y actividades de la sociedad civil.
. La población ucraniana está unida para resistir a la invasión rusa por todos los medios. Muchos militantes socialistas y anarquistas se han unido a las fuerzas de Defensa Territorial. Como militantes internacionalistas, apoyamos a las compañeras que han tomado esta decisión.
. Al mismo tiempo, la población ucraniana se está auto-organizando para prestar apoyo a las víctimas de la guerra. Se han puesto en marcha iniciativas populares para proporcionar acogida, viviendas sociales y guarderías a los refugiados y desplazados internos, para ofrecer asistencia sanitaria gratuita, tanto mental como de otro tipo, transporte y muchas otras cosas. Estas iniciativas son un experimento de nuevas formas de organización social, que podrían romper con la regresión neoliberal de los últimos 20 años; pero siguen enfrentándose al régimen político y económico dominante que protege a los oligarcas.
. Muchas mujeres se han ofrecido como voluntarias para el servicio militar. Como dicen las feministas ucranianas, saben qué tipo de futuro ofrece el régimen de Putin a las feministas y al colectivo LGBT. Por eso su primera opción es luchar por su derrota.
. En la fase actual de la guerra, es la población ucraniana de habla rusa la que más está sufriendo a manos del ejército ruso. Esto desmiente cualquier afirmación de Putin de que la “operación” pretende proteger a las minorías nacionales. Apoyamos el derecho de las poblaciones a la autodeterminación democrática en ausencia de coerción nacional o extranjera.
. La construcción de una identidad nacional ucraniana es una tendencia política dominante, una resistencia históricamente progresiva contra siglos de dominación rusa. Este sentimiento también ha tomado a menudo el color del anticomunismo, también debido a la opresión durante el periodo de la URSS. Esto sólo puede ser superado por un movimiento democrático radical para consolidar una Ucrania pacífica. La resistencia popular y la victoria contra la opresión nacional rusa deberían permitir una apropiación colectiva de las interpretaciones conflictivas de las páginas negras de la historia ucraniana por parte de los historiadores y las diferentes corrientes políticas, abordando todas las opresiones y crímenes del pasado. Pero eso también necesita la consolidación de una Ucrania de posguerra libre del capitalismo oligárquico y de políticas socialmente destructivas.
. Está claro que el contexto de violencia y de aumento del sentimiento nacional provocado por la invasión es favorable a la ideología “antirrusa” y nacionalista de extrema derecha. Al mismo tiempo, el compromiso masivo de la población rusófona y romaní en la defensa del país, así como la movilización directa en la resistencia armada y no armada, crea un potencial para una resolución más progresiva de las cuestiones culturales y lingüísticas que han sido explotadas por la extrema derecha en los últimos años.
. En el contexto de guerra y belicismo, el régimen de género tiende a adoptar formas más patriarcales, que sitúan a las mujeres en el campo de los cuidados y a los hombres en la primera línea, y aumenta los comportamientos sexistas, violentos y reaccionarios (contra las mujeres y el colectivo LGBT). Desde 2014, el peso de la reproducción social en una sociedad profundamente neoliberal ha recaído cada vez más en las mujeres a medida que se han ido despojando de las prestaciones sociales. Esto forma parte del contexto de la industria masiva de vientres de alquiler que se ha desarrollado en Ucrania. Desde la invasión rusa, el uso de la violación y la violencia sexual como armas de guerra ha dejado a las mujeres con secuelas traumáticas, incluyendo embarazos no deseados, para los que no pueden acceder a una atención adecuada. Apoyamos a los colectivos feministas que trabajan para ayudar a las mujeres en todos los complejos traumas a los que se enfrentan.
. En este contexto se creó la nueva ONG Sotsialnyi Rukh (“Movimiento Social”). Apoyamos su orientación, que incluye críticas abiertas a las medidas de emergencia de guerra y a las reformas de la legislación laboral que facilitan el despido de los trabajadores, a la no aplicación de la legislación laboral y a un sistema jurídico y una administración pública corruptos que permiten a los oligarcas y otros capitalistas evitar el pago de salarios e impuestos y vulnerar la legislación medioambiental. Están construyendo una resistencia popular contra el invasor que se basa en la solidaridad con las luchas de las trabajadoras y en las luchas igualitarias (feministas, antirracistas, antisexistas) del pueblo. Promueven una importante campaña por la anulación de la deuda externa de Ucrania.
. Los sindicatos independientes de trabajadoras son también un factor clave para construir la resistencia, así como una alternativa al proyecto burgués y neoliberal para Ucrania.
. Los vínculos de estas fuerzas progresistas (en particular los sindicatos y las feministas) con el movimiento anti-guerra en Rusia y Bielorrusia serán esenciales para abrir alternativas progresivas a los conflictos y acuerdos inter-imperialistas dominantes.

4. El clima político en Rusia y el movimiento antiguerra

. La reactivación del imperialismo gran ruso tiene también consecuencias políticas dentro del Estado ruso. Putin está aprovechando su “operación especial” orwelliana para sofocar aún más a la sociedad rusa. Su política es tan agresivamente ideológica (nacionalista gran rusa y “antinazi”) como sistemáticamente represiva. Quiere acabar con cualquier oposición interna a largo plazo.
. La educación y los medios de comunicación han sido reformados para promover valores autoritarios e imperialistas y suprimir la disidencia. Los sindicatos independientes y las redes de activistas, los activistas LGBT y los ecologistas se enfrentan a una mayor represión.
. Estas tendencias regresivas están llevando al régimen ruso hacia el neo-fascismo, en el que los procedimientos democráticos formales se suprimen gradualmente.
. A pesar de ello, algunos sectores de la sociedad rusa han demostrado un gran valor al oponerse a la guerra de Putin. En los primeros días de la guerra, se reunieron manifestaciones espontáneas en muchas ciudades rusas para oponerse a la invasión. Éstas fueron severamente reprimidas. Muchos individuos siguen protestando y han sido multados, encarcelados e intimidados en sus lugares de trabajo y estudio.
. Algunos soldados se niegan a participar en esta llamada “operación especial”, y la deserción y las rupturas de disciplina afligen al ejército ruso. La mayoría de los soldados que sirven y mueren en Ucrania proceden de las minorías étnicas de Rusia, que tienen menos oportunidades de empleo y tienen menos posibilidades de evitar el servicio militar.
. En la actualidad, el pequeño movimiento feminista está desempeñando un papel clave en la denuncia de la invasión y en la solidaridad con Ucrania, contribuyendo a la coordinación de iniciativas en todo el país.
. El movimiento de las madres de los soldados es también un factor importante, que da voz a quienes critican la guerra y la propaganda de Putin.
. Mientras tanto, las acciones de sabotaje, no claramente atribuidas, también se lo ponen difícil al Estado ruso y demuestran que hay más oposición a la guerra de la que se expresa públicamente.
. También se ha producido un impresionante sabotaje de la logística rusa en Bielorrusia. El régimen de Minsk ha reclasificado este sabotaje como terrorismo, lo que conlleva la pena de muerte. Los activistas bielorrusos también apoyan a los desertores rusos y se manifiestan en contra de la colaboración o la futura participación de Bielorrusia en la invasión rusa. Los sindicatos independientes, que han liderado las protestas contra la guerra, han sido severamente reprimidos, y su capacidad de funcionamiento está en entredicho.
. La izquierda socialista y revolucionaria de Rusia, y en particular el Movimiento Socialista Ruso, tienen un importante papel que desempeñar, construyendo una oposición militante al régimen de Putin, estableciendo vínculos de solidaridad con los militantes ucranianos y de todo el mundo. Se enfrentan a una creciente represión y tienen que trabajar de forma semi-clandestina.
. Algunos socialistas, feministas y otros activistas han tenido que abandonar el país, pero siguen trabajando desde el exilio para construir una alternativa radical en Rusia. Nos comprometemos a apoyarlos.

5. Nuestras tareas fuera de Ucrania y Rusia.

. Como fuerzas de la izquierda radical, expresamos y organizamos nuestro apoyo a la resistencia armada y no armada ucraniana, al tiempo que nos mantenemos independientes y críticos con nuestros gobiernos y su programa y motivaciones imperialistas. No obstaculizamos ninguna iniciativa que contribuya a reforzar la resistencia autónoma del pueblo ucraniano.
. Participamos en movilizaciones en solidaridad con la lucha ucraniana y contra la invasión de Putin, tratando de conectar con las personas refugiadas y con la gente que está indignada por la agresión, llevando nuestras consignas e ideas contra todos los imperialismos, por el socialismo y la autodeterminación.
. Apoyamos y construimos iniciativas desde abajo que brindan ayuda material y humanitaria a Ucrania.
. Denunciamos las políticas que pretenden aprovecharse de la guerra de Ucrania para favorecer los intereses del imperialismo occidental. Nos oponemos a todos las condicionalidades impuestas por los gobiernos occidentales para aprovecharse de la situación y subordinar a Ucrania a su esfera de influencia económica y militar.
. Nos oponemos al aumento del gasto militar, que forma parte de una agenda de aumento del militarismo que precede a la invasión de Putin. Nos oponemos a la OTAN y a la OTSC, estamos por su disolución, por que cada país abandone estas alianzas y nos oponemos resueltamente a su expansión.
. Expresamos y organizamos nuestra solidaridad con las personas refugiadas provenientes de Ucrania, pidiendo el fin de todas las discriminaciones y una política de fronteras abiertas para los migrantes y refugiados de todos los orígenes. El exilio forzoso de la población ucraniana ha sido recibida con una gran solidaridad popular y autoorganizada en los países vecinos, en particular en Polonia. El actual trato de la UE a las refugiadas ucranianas debería adoptarse como práctica habitual para todas las nuevas solicitantes de asilo.
. Apoyamos las acciones directas contra los oligarcas rusos. Están protegidos por la opacidad y la injusticia del sistema financiero mundial, el secreto bancario y la fuga de capitales institucionalizada y la evasión fiscal, de la que se aprovechan todas las oligarquías, incluida la ucraniana. No apoyamos las sanciones a largo plazo destinadas a “desangrar” o debilitar a Rusia, que se traducen en un aumento de la pobreza de la población rusa.
. Combatimos cualquier tipo de rusofobia, que confunde al pueblo o la cultura de Rusia con las acciones de su gobierno.
. Señalamos la contradicción entre el apoyo a la lucha ucraniana por parte de los gobiernos occidentales y su complicidad con la opresión del pueblo kurdo por parte de Turquía y del pueblo palestino por parte de Israel y de todas las demás naciones oprimidas del mundo.

6. Nuestros principales lemas y reivindicaciones

. Por la derrota de la invasión rusa. Tropas rusas fuera de Ucrania.
. Apoyo a la resistencia ucraniana, en todas sus formas.
. Por la cancelación inmediata de la deuda ucraniana.
. ¡Abajo Putin! Apoya al movimiento antiguerra ruso. Solidaridad y estatus de refugiado para todos los desertores del ejército ruso.
. Contra el expansionismo e intervencionismo de la OTAN y de la OTSC. Contra todos los bloques imperialistas.
. Solidaridad con las refugiadas de todos los orígenes y prestación de la ayuda práctica necesaria a corto y largo plazo, teniendo en cuenta que la gran mayoría son mujeres y niños.
. Por una transición a las energías renovables que acabe con las dependencias y chantajes de los productores de petróleo y gas. Transferencia de los presupuestos militares a la inversión en una rápida descarbonización de la economía bajo control popular.
. Por una Europa socialista libre de bloques militares y de todas las relaciones neocoloniales. Por una alternativa revolucionaria ecosocialista a la explotación capitalista y a la destrucción de la vida en nuestro planeta.

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