Comunicado de Anticapitalistas
La situación que se está viviendo en estos días en el Sahara Occidental es de una enorme gravedad y supone un salto cualitativo y un hecho histórico ante el que no podemos permanecer impasibles.
En estos 45 años, Marruecos no ha cumplido en ningún momento con los Acuerdos de Paz y los Derechos Humanos. La ocupación ilegal del territorio, el bloqueo a la celebración del referéndum, las violaciones de Derechos Humanos contra la población saharaui y el expolio de sus recursos naturales son buena muestra de ello. Desde hace tres años, a estos incumplimientos se suman las obras de una carretera que cruza el paso del Guerguerat, incumpliendo una vez más los acuerdos de 1991, con la intención clara de exportar las mercancías fruto del expolio del territorio ocupado.
Activistas y población civil saharaui protestaban pacíficamente desde hacía tres semanas en dicho paso cuando el ejército de Marruecos les atacó, a lo cual respondió legítimamente el Ejército de Liberación Popular Saharaui para proteger a sus ciudadanos. Esto supone de facto el mayor acto bélico por parte de Marruecos desde el alto el fuego.
Desde Anticapitalistas, mostramos nuestra más enérgica condena este nuevo ataque a los Derechos Humanos y de ruptura del alto el fuego por parte del régimen marroquí, así como reconocemos el derecho del pueblo saharaui y del Frente Polisario, como sus representantes, a la legítima defensa de su población, de su territorio y del derecho de autodeterminación, al que le asiste toda la legalidad internacional y los Acuerdos de Paz.
España no es un agente neutral en este conflicto. España es responsable político de la situación y es además la potencia administradora del Sahara Occidental, como así ha reconocido la ONU. Por tanto, el gobierno español no puede seguir manteniendo una falsa impostura de neutralidad ante la situación de los últimos días. El comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores apelando a que la ONU garantice el respeto del alto el fuego mientras se lleva casi treinta años obviando e incumpliendo el compromiso de realizar un referéndum de autodeterminación como recoge los acuerdos de 1991, es un posicionamiento que de facto le sitúa con el régimen marroquí y contra el derecho internacional.
Esto se suma a otras acciones de este gobierno que en menos de un año ha dejado claro su posicionamiento con el régimen marroquí, siguiendo la tónica de los diferentes gobiernos españoles en los últimos cuarenta y cinco años desde los llamados acuerdos de Madrid. El regalo de material policial, a través de una fundación del MAEC, al régimen marroquí o las visitas de la Ministra a Rabat en plena polémica por la soberanía de las aguas saharauis son una muestra de ello.
En momentos como estos es donde se debería de notar la presencia de ministros de UP, forzando al gobierno a dar pasos para dejar de ser un problema como hasta ahora y convertirse en parte de la solución al problema político en el Sahara. Pero por el contrario, tanto Podemos como IU y sus ministros se han conformado con declaraciones genéricas que no condenan el ataque marroquí al pueblo saharaui. Por ello exigimos al Gobierno español la condena inmediata de la ruptura del alto el fuego por parte de Marruecos, que asuma su papel como potencia formalmente administradora del territorio y se garantice el respeto de los derechos humanos, sociales y económicos del pueblo saharaui como un paso previo a asegurar una solución justa, pacífica, democrática y duradera a este conflicto que pasa ineludiblemente por el respeto al derecho a la libre determinación del pueblo saharaui.
La imposibilidad de alcanzar una solución pacífica y, por ende, el retorno a un conflicto armado es hoy en día un escenario demasiado plausible. En caso de que se produzca las responsabilidades habrá que buscarlas entre quienes no han hecho nada o directamente han puesto palos en las ruedas de un proceso de descolonización incompleto que todavía tiene un referéndum y muchas deudas pendientes. Y que nadie se escude en una comunidad internacional sin nombres y apellidos.
Desde Anticapitalistas reiteramos nuestro compromiso con el derecho de autodeterminación del Pueblo Saharaui y trabajaremos en las próximas semanas, junto al movimiento solidario y al Frente Polisario, en organizar una respuesta ciudadana en nuestro país que presione al Gobierno para cambiar su posición y acabar con el apoyo histórico que todos los gobiernos hasta la fecha, sin excepción, han brindado al régimen marroquí y la ocupación.