VALORACIÓN DE ANTIKAPITALISTAK ANTE LAS ELECCIONES DEL 12-J

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Extremo centro y abstención; este podría ser el resumen de una campaña sin pulso y un día de votación falto de emoción.

47% de abstención, es decir, casi 1 de cada 2 ciudadanas no acudieron a las urnas, marcando un récord histórico en la CAV y reafirmando la tendencia de la última década. Las causas las podemos encontrar por una parte en la enorme crisis de salud pública de los últimos meses, con un repunte de casos COVID19 a escasos días de la votación, generando que mucha gente se haya quedado en casa por el riesgo de contagio. Por otra parte, las fechas estivales han propiciado que parte de la ciudadanía estuviera de vacaciones. Pero sobre todo no podemos obviar la razón política, la desafección en la izquierda y su incomparecencia e incapacidad de armar un proyecto que se conciba por parte de las clases populares como alternativa real que pueda poner en cuestión ese “extremo centro” que representa la hegemonía del PNV junto con el apoyo socioliberal del PSE-EE.

La gran derrotada ha resultado Elkarrekin Podemos, con una debacle que se ha sustentado en varias razones. La renuncia a ser alternativa impugnatoria al régimen tanto en el Estado como en la CAV y que se encuentra ahora subordinado completamente al PSOE, siendo máxima expresión de esto el gobierno de coalición estatal. Ha renunciado a cualquier tipo de propuesta rupturista y en Euskadi su implantación y territorialidad es aún más endeble que en otros territorios del estado. Con errores estratégicos como aprobar los presupuestos neoliberales del tándem PNV-PSE o alinearse con la patronal y partidos del régimen en la convocatoria de huelga general, ha perdido sus raíces en la clase trabajadora, sus vínculos con los movimientos sociales y las calles. Sin proyecto, referentes, discurso ni propuesta propia vasca, sumado a una candidatura que no ha sabido conectar con las clases populares del país, ha resultado en que la mayoría de sus anteriores votantes les hayan abandonado. Hoy en día no despierta ningún tipo de ilusión.

EHBildu asciende en un contexto de elevadísima abstención. La única formación que ha conseguido sumar electores y el que más escaños sube. Ha aprovechado parte del hundimiento de EP, consiguiendo a la vez movilizar al electorado propio que había caído en desencanto y/o había preferido otras opciones durante el ciclo institucional del 15M. Nos preocupa el triunfalismo con que ha asumido esta importante subida, pero que lo deja lejos de los mejores números de la izquierda abertzale. Su incremento de 25.000 votos se ha dado en parte rentabilizando la caída de Elkarrekin (aunque más de 50.000 votos de este último se han vuelto a la abstención) y lo cierto es que se refuerza el extremo centro reencarnado entre PNV y PSE, con nulas posibilidades de hacer política social en el parlamento vasco. La desafección de una parte importantísima de las clases populares, del pueblo de izquierdas, es un hecho real. Y esta cuestión también debería preocupar a la dirección de EHBildu.

Nos preocupa la desorientación estratégica de sus dirigentes en campaña, que bien apelaban al tripartido de izquierdas, hacían guiños a su vez al “acuerdo entre abertzales”. ¿Es posible para la dirección de EHBildu un acuerdo de país con el PNV, partido representante del capital y la burguesía vasca?

El haber resaltado ser la fuerza más votada entre menores de 45 y que los valores que defiende la coalición son cada vez más los valores del país (declaración que ya se ha dado en esta formación varias veces), recuerdan demasiado a las sentencias realizadas por dirigentes de Podemos hace no mucho y que hoy han caído en saco roto. La historia nos ha demostrado demasiadas veces que no es lineal, ni una lenta acumulación de fuerzas mecánica y gradual. Nuestra realidad ahora es que vamos a tener que tragar con el gobierno del “extremo centro” vasco durante 4 años más, y la gestión neoliberal que aplicaran para hacer frente a la crisis que viene.

El gran triunfador de las elecciones es el régimen bipartido vasco, el “extremo centro”, pese haber perdido casi 55.000 apoyos. Una comodísima mayoría absoluta. Han sobrevivido al ciclo institucional del 15M y han recuperado y consolidado sus posiciones tanto PNV y en menor medida PSE. Vía libre parlamentaria a las políticas neoliberales contra las trabajadoras vascas.

La extrema derecha PP+C’s y Vox han obtenido malos resultados. Más de 50.000 votos menos para la derecha españolista pese al escaño alavés de Vox debido a la bajísima participación. Hará ruido, pero en el corto plazo no tendrá audiencia en Euskadi, pese a que su escaño puede serles mucho más útil al sur del Ebro en su estrategia de tierra quemada. Sin embargo, este tipo de giro ultra sí que le pasa factura al PP, dejándose 50.000 votos y 4 asientos en el parlamento vasco.

Las tareas de la izquierda rupturista vasca siguen vigentes y con aún más urgencia. La construcción de una alternativa de clase real al de la burguesía vasca. Desde los pueblos y los barrios de Euskal Herria, pero capaz de tejer alianzas y coordinar luchas y movilizaciones con los demás pueblos y trabajadoras del estado. Una alternativa radicalmente democrática, feminista, ecosocialista, soberanista e internacionalista. O articulamos esa alternativa; ligada a los movimientos y procesos de lucha reales, ensanchando y desbordando las estrechas vías institucionales, compartiendo camino con gentes y tradiciones diversas… o las posibilidades de acabar con el extremo centro vasco serán escasas. Es la propuesta que lanzamos desde Antikapitalistak.

 

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