EL INCREMENTO DEL SALARIO MINIMO NO DESTRUYE EMPLEO

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OPINION

Carlos Lasarte, economista, Antikapitalistak//

Como siempre la subida del salario mínimo ha suscitado las críticas de empresarios y de sectores conservadores. El argumento es el habitual: el incremento del salario mínimo destruye empleo. Su referencia es la doctrina neoclásica y neoliberal. ya que es lo que dice la teoría lo repiten en todo momento y lugar.

No importa que los hechos empíricos y los análisis realizados al respecto desmientan tal afirmación. Entre los trabajos realizados destacar los del premio Nobel David Card. La buena estadística económica de Estados Unidos y la situación de subida del salario mínimo en algunos estados del país mientras en otros no lo hacía permitió que comparar ambas situaciones. La conclusión a la que llegó es que la subida del salario mínimo no tiene una influencia negativa en el nivel de empleo.

La economía es compleja, por la cantidad de variables a tener en cuenta. Una variable fundamental es la demanda efectiva. No hay duda que un incremento del salario mínimo incrementa la demanda efectiva. Quienes lo reciben tienen un nivel de vida bajo y un incremento de los ingresos se destina íntegramente a algún tipo de consumo, no lo ahorran. El mayor importe del salario mínimo percibido por sus perceptores se destina íntegramente a un mayor consumo. El incremento de esta demanda efectiva es positivo, porque fomenta la actividad de la economía en general. Así el incremento del salario mínimo es positivo para la economía. El estudio encargado por el actual gobierno a una comisión de expertos afirma que las ventajas (incremento de la demanda y posterior creación de empleo, así como la disminución de la desigualdad) son superiores a sus inconvenientes (reducción del empleo).

Dado el actual nivel de vida no se pueden cubrir las necesidades básicas (alimentación, vivienda, educación, etc.) con el salario mínimo, que acaba de subir a 1.080 € en 14 pagas. No se puede considerar que sea un salario digno para llevar una vida normal. Sin embargo, es el salario percibido por 2.500.000 de trabajadores, más del 10% de los asalariados. Carece de toda lógica que haya trabajadores que teniendo una jornada completa no perciban un salario digno y suficiente para vivir. Además, esta problemática está muy afectada por el género y la edad. Las mujeres y los jóvenes son más afectados tanto por la subida del salario mínimo, al ser quienes perciben ingresos inferiores, y quienes más tienen una jornada parcial.

Además, el incremento del 8% no compensa a los trabajadores afectados por tal subida. Ese ha sido el porcentaje de la inflación media, pero hay que tener en cuenta que la inflación de los productos de alimentación ha sido el doble. Estos sectores de menores ingresos son los que mayor porcentaje de sus ingresos deben dedicar a la alimentación. Por ello el incremento real de precios para este sector inferior es superior a la inflación media. Así, tal incremento significa un descenso del salario real para estas personas, porque la composición de su cesta de la compra es diferente a la cesta de la compra media. La alimentación tiene un mayor peso en estas personas y por ello su inflación particular ha sido superior a la media.

Este empecinamiento de los empresarios con la crítica de la subida del salario mínimo contrasta con su propia práctica. En las empresas del IBEX35 la subida del salario de los altos ejecutivos del IBEX35 ha sido del 30-50% y han repartido dividendos como no lo habían hecho antes. Por contrario, la subida salarial de los asalariados se queda muy lejos del incremento del IPC. Con ello los salarios reales disminuyen y la desigualdad no deja de crecer. Todo ello acentua la polarización de la sociedad.

 

Para terminar ofrezco datos sobre la evolución del salario mínimo y del empleo. La conclusión es que no se observa ninguna correlación entre el incremento del salario mínimo y el retroceso del empleo. En algunos ejercicios esa correlación es positiva, mientras que en otros es negativa. El dato más significativo es el del año 2019 en el que hubo un incremento del salario mínimo del 22% (pasando de 735,90 € a 900,00 €) y el incremento del empleo registrado fue del 2% (de 19.564.600 a 19.966.900 trabajadores). La correlación que sí se observa es que cuando hay un incremento significativo del PIB también se produce un incremento del empleo.

 

 
AÑO
 
SMI
%-INC
SMI
 
IPC
%SMI-
%IPC
 
EMPLEO
% INC
E MPLEO
%-INC
SMI
CORRELACION
*
% INC
PIB
ene-04 460,50       17.740,50        
2004 490,80 6,58% 3,20% 3,38% 18.490,80 4,23% 6,58% + 3,10%
2005 513,00 4,52% 3,70% 0,82% 19.509,20 5,51% 4,52% + 3,70%
2006 540,90 5,44% 2,70% 2,74% 20.195,40 3,52% 5,44% + 4,10%
2007 570,60 5,49% 4,20% 1,29% 20.717,90 2,59% 5,49% + 3,60%
2008 600,00 5,15% 1,40% 3,75% 20.055,30 -3,20% 5,15% 0,90%
2009 624,00 4,00% 0,80% 3,20% 18.890,40 -5,81% 4,00% 3,80%
2010 633,30 1,49% 3,00% -1,51% 18.674,90 -1,14% 1,49% 0,20%
2011 641,40 1,28% 2,40% -1,12% 18.153,00 -2,79% 1,28% -0,81%
2012 641,40 0,00% 2,90% -2,90% 17.339,40 -4,48% 0,00%   -2,96%
2013 645,30 0,61% 0,30% 0,31% 17.135,20 -1,18% 0,61% -1,44%
 
2014
 
645,30
 
0,00%

1,00%
 
1,00%
 
17.569,10
 
2,53%
 
0,00%
   
1,38%
2015 648,60 0,51% 0,00% 0,51% 18.094,20 2,99% 0,51% + 3,84%
2016 655,20 1,02% 1,60% -0,58% 18.508,10 2,29% 1,02% + 3,03%
2017 707,70 8,01% 1,10% 6,91% 18.998,40 2,65% 8,01% + 2,90%
2018 735,90 3,98% 1,20% 2,78% 19.564,60 2,98% 3,98% + 2,35%
2019 900,00 22,30% 0,80% 21,50% 19.966,90 2,06% 22,30% + 1,98%
 
2020
 
950,00
 
5,56%

0,50%
 
6,06%
 
19.344,30
 
-3,12%
 
5,56%
 
 
-10,80%
2021 950,00 0,00% 6,50% -6,50%          
sep-21 965,00 1,58%   1,58% 20.184,90 4,35% 1,58% + 5,00%
2022 1.000,00 3,63% 5,70% -2,07% 20.463,90 1,38% 3,63% + 2,70%

* Correlación: + positiva (incremento del salario mínimo y del empleo), – negativa (incremento del salario mínimo y descenso del empleo).

Elaboración propia con datos del INE

La creación y destrucción de empleo está vinculada a la evolución del ciclo económico. En momentos de bonanza económica se crea empleo y éste disminuye cuando se produce el momento de la crisis. Además, lo que se pierde con una crisis no se termina de recuperar con el siguiente momento de bonanza, con un empeoramiento progresivo de la situación. Por la dinámica económica que rige el capitalismo la persistencia de estos ciclos son inevitables e inherentes al capitalismo. Por ello es fundamental que se produzcan movilizaciones en defensa de los intereses de los trabajadores. Con objetivos de mejora de sus condiciones a corto plazo, que nos vayan preparando para luchar por un cambio de sistema y una sociedad sin clases, única solución definitiva a tales problemas.

 

 

 

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