DOSSIER GRAN BRETAÑA II

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“Las enfermeras están en huelga por el bien de todos”

Por Taj Ali

[El secretario de Estado de Salud, Steve Barclay, no deja de proclamar que las huelgas pueden poner en peligro a los pacientes, él, que rechazó cualquier negociación con el secretario del Royal College of Nursing (sindicato de las enfermeras), Pat Cullen. Cabe recordar que el RCN no había iniciado un movimiento de huelga durante 106 años. Y esto después de una amplia votación entre sus miembros. En cualquier caso, el ministro de Finanzas Jeremy Hunt rechaza cualquier aumento salarial que permita hacer frente a la inflación. Sin acuerdo, tras los dos días de huelga de este lunes 19 y martes 20 de diciembre, se llevará a cabo una nueva movilización en enero. Taj Ali explica lo que alimenta la huelga: los efectos de la crisis financiera y humana del NHS (Servicio Nacional de Salud), planificada desde hace años por los gobiernos conservadores. Red. A l´Encontre]

Desde los carteros hasta las y los trabajadores de ambulancias, desde los conductores de autobuses hasta la policía fronteriza, es más fácil preguntarse quién no está en huelga estos días. Cuando las y los trabajadores han experimentado un largo período de estancamiento salarial y la peor reducción del nivel de vida desde la década de 1950, era solo cuestión de tiempo que proclamaran que demasiado es demasiado.

La actual ola de huelgas, la más grande en tres décadas, no sale de la nada, se ha preparado durante más de una década. Y no se trata solo de salarios ridículos. Nuestros servicios públicos, maltratados y magullados por más de una década de austeridad, están de rodillas. Y quienes los usan también están al borde del abismo. Quienes han presidido estos recortes han hablado en los últimos días de la seguridad pública. Pero la verdad es que el público ha sido puesto en peligro todos los días que las y los conservadores han estado en el poder.

El NHS (Servicio Nacional de Salud) no está a punto de romperse, ya está roto. A finales de octubre, más de 7 millones de personas esperaban poder comenzar un tratamiento de rutina, una lista de espera récord en los hospitales que suman más que toda la población de Dinamarca. En Inglaterra, en urgencias, sólo el 68,9% de los pacientes son examinados en cuatro horas. En comparación, en 2009, solo el 4% de los pacientes esperaba más de cuatro horas en urgencias. Este gobierno ha ido más allá reduciendo irresponsablemente los servicios sociales para adultos [cuidados en el hogar que limitan las hospitalizaciones], una política nefasta que ha tenido un efecto de arrastre para nuestros hospitales y su personal.

El estrés y el agotamiento profesional debidos a la acumulación de retrasos en el NHS se agravan por una década de reducción de salarios. Hoy en día, las enfermeras ganan 5000 libras [5740 euros] menos al año en términos reales que en 2010. Y para las matronas y el personal paramédico, esta cifra es de más de 6000 libras. La actual ola de huelgas en varios sectores no es una coincidencia: un nuevo análisis del Trade Union Congress reveló que 2022 fue el peor año para el crecimiento de los salarios reales en casi medio siglo [véase el artículo publicado antikapitalistak.org https://www.antikapitalistak.org/dossier-gran-bretana/ ].

El NHS se encuentra en medio de una crisis de reclutamiento y conservación de agentes, con un un número de personal peligrosamente bajo en todos los sectores. No hace mucho tiempo, las enfermeras recién diplomadas tenían una red de apoyo a su alrededor, colegas experimentados a los que recurrir y recursos para hacer el trabajo. Hoy en día, a menudo, desde el principio se tiran a la piscina, a veces teniendo que asumir la responsabilidad de un servicio completo o emprender procedimientos complejos en ausencia de cualquier colega experimentada.

Una de cada nueve enfermeras dejó el NHS el año pasado y solo el 21% de las enfermeras dicen que hay suficiente personal para hacer su trabajo correctamente. Es una profecía auto-realizadora: las enfermeras se van en masa, mientras que las que permanecen en una profesión subfinanciada, carente de personal y, por lo tanto, agotadora, son más susceptibles de acabar haciendo lo mismo. Con un personal recién diplomado que se supone que interviene por encima de su nivel efectivo de competencia, el deterioro de la atención al paciente es una evidencia.

Tres de cada cuatro unidades organizativas del NHS afirman que cada vez hay más enfermeras que acuden a los servicios de salud mental debido al estrés, el endeudamiento y la pobreza. ¿Cómo pueden las y los profesionales de la salud proporcionar una atención de calidad a sus pacientes cuando su propia salud está amenazada? Este entorno, sometido a una fuerte presión y con pocos recursos, simplemente no es seguro, ni para el personal ni para las y los pacientes.

Desmoralizados y abatidos, las y los conductores de ambulancias no tienen más remedio que ponerse en huelga en un intento desesperado de salvar su servicio. Al igual que las enfermeras, fueron aclamados como héroes en el apogeo de la pandemia, luchando en primera línea para salvar la vida de los demás. Sin embargo, hoy se sienten culpables de hacer huelga por un gobierno que ha presidido 12 años de recortes en el servicio y en su salario

El impacto es evidente para todos. Solo el mes pasado, 41.000 pacientes se expusieron a riesgos potenciales mientras esperaban demasiado tiempo antes de ser ingresados en urgencias o simplemente para que una ambulancia se presentara para rescatarles. De estos 41.000 pacientes, 5.000 fueron puestos en peligro o sufrieron un “perjuicio grave”, incluida la muerte, el número más alto jamás registrado.

Las y los agotados conductores de ambulancia ya han advertido de que la escasez de personal y los retrasos de varias horas en la entrada de los hospitales harán que el número de muertes de pacientes aumente este invierno. Un tercio de los conductores de ambulancias entrevistados por el sindicato GMB este verano cree que los retrasos en la intervención han provocado la muerte de un paciente.

Los ministros del gobierno que expresan su falsa preocupación por la seguridad pública conceden irónicamente un punto importante: nuestros servicios públicos se derrumbarían de la noche a la mañana sin el trabajo de los trabajadores y trabajadoras mal remunerados que constituyen la columna vertebral de estos servicios. Hay una contradicción fundamental en los términos. No se puede pretender que estos trabajadores son demasiado importantes para permitirse hacer la huelga, pero no demasiado importantes como para que se les pague adecuadamente.

Es hora de que sean tratados con el respeto y la dignidad que merecen, por el bien de todas las personas que dependen de los servicios públicos. La verdad es que estas huelgas se producen precisamente por preocupaciones de seguridad pública. El público solo puede estar seguro si quienes están en primera línea para cuidarle cuando sea necesario pueden trabajar en las mejores condiciones posibles. Por eso luchan las y los trabajadores en huelga. (Opinión publicada en The Independent, el 18 de diciembre de 2022).

https://alencontre.org/europe/grande-bretagne/royaume-uni-les-infirmieres-font-greve-pour-notre-bien-a-tous.html

Traducción: F.E. para antikapitalistak.org

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