Ene 8, 2023 | CABECERA, INTERNAZIONALA, INTERNAZIONALISMOA
<Gideon Levy /Haaretz>
Estas elecciones deberían poner fin a la mentira de que las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) son un ejército moral. Las y los soldados y comandantes que votan masivamente por un partido que, en Europa, se consideraría neo-nazi, definen la imagen del ejército. Desde que los colonos tomaron el control de los puestos de mando del ejército, principalmente en Cisjordania, las FDI, que siempre han sido políticas, se han vuelto más de derechas que nunca.
Dos de cada 10 soldados votaron a favor del sionismo religioso, la lista que incluye al partido Otzma Yehudit de Itamar Ben-Gvir. Dos de cada 10 soldados son kahanistas. Dos de cada 10 soldados están a favor de la transferencia, la anexión, la muerte a los terroristas, la muerte a las y los árabes.
Dos de cada 10 soldados creen que pertenecen a una nación superior y que las y los palestinos no tienen aquí ningún derecho. También piensan que todo les está permitido a los soldados, que siempre tienen derecho a disparar para matar, que los árabes solo entienden la fuerza y la humillación, que no son seres humanos. Dos de cada diez soldados son kahanistas, pero entre los soldados que sirven en Cisjordania, este número es mucho mayor. En la brigada Kfir, y en particular en su batallón Netzah Yehuda, ciertamente hay más kahanistas que en la policía fronteriza, la unidad 8200 de inteligencia militar o el escuadrón Golden Eagle de la Fuerza Aérea israelí.
No es irrazonable pensar que aproximadamente la mitad de las y los soldados que sirven en la ocupación votaron por Otzma Yehudit al depositar su papeleta favorable al Sionismo religioso. Para ellos, la decisión no es solo teórica. No solo creen en Ben-Gvir, sino que practican lo que predica. Esto es lo que hace que su elección sea tan horrible. La ventaja, sin embargo, del éxito electoral de Ben-Gvir es que hace que la verdad salga a la superficie. Se acabó el tiempo de las historias de soldados atormentados por sus acciones. Todo lo que siempre hemos sospechado sobre el comportamiento brutal, a veces bárbaro, de los soldados de las FDI, los miembros de la policía fronteriza y la policía israelí ha sido confirmado por el recuento de votos. Los votantes de Ben-Gvir en las FDI son una de sus mayores fuentes de apoyo.
Cualquiera que ve el comportamiento de las y los soldados en los territorios solo puede sorprenderse de que Otzma Yehudit no haya obtenido el 100% de sus votos. Ben-Gvir les insta a conducirse como miembros de unidades de asalto [Ndlt: referencia a las secciones de asalto alemanas de la 1a Guerra Mundial y a las SA de la 2a Guerra Mundial] y se lo agradecen en las urnas. No necesitan entrenamiento, no ven nada malo en ser un soldado de asalto, especialmente cuando las reacciones de sus comandantes a sus acciones van desde la indiferencia hasta el aliento.
No hay que equivocarse: las y los soldados rasos no fueron los únicos que votaron por Ben-Gvir, algunos de sus comandantes también lo hicieron. El intento de afirmar que los soldados votaron en contra de sus comandantes (Yoav Limor, Israel Hayom, 4 de noviembre) sigue siendo un esfuerzo desesperado para dar un carácter aséptico y embellecer al alto mando, tan brillante e iluminado.
Coged, por ejemplo, al comandante de la brigada regional Menashe, el coronel Arik Moyal, un colono de Tapuah que pidió golpear a los “maleantes” del campo de refugiados de Jenin a puñetazos en la cara, ¿a favor de quién ha votado?. ¿Y el ex comandante de la brigada regional de Samaria, el coronel Rey Zweig, que dijo a los estudiantes de la Yeshiva Alon Moreh que el movimiento de colonización y el ejército son “una y la misma cosa”? No importa cómo votaron, su espíritu es el de Ben-Gvir; el tiempo, como decía el eslogan de su campaña, es, entre todas las unidades FDI en los territorios, el tiempo de Ben-Gvir. Las y los soldados que se mantienen preparados durante los pogromos, e incluso ayudan a los autores de estos actos, son prueba del espíritu de las FDI. El hecho de que el Alto Mando acepte tranquilamente los acontecimientos de los últimos meses, incluidos los asesinatos de decenas de adolescentes y niños pequeños, al conformarse con las mentiras y los intentos de encubrimiento de la unidad portavoz de las FDI, solo demuestra que Ben-Gvir es la verdadera cara de las FDI en Cisjordania. Las elecciones lo confirmaron.
Estas elecciones deberían poner fin a la mentira de que las FDI son un ejército moral. Las y los soldados y comandantes que votan masivamente por un partido que, en Europa, se consideraría neo-nazi, definen la imagen del ejército. Desde que las y los colonos tomaron el control de los puestos de mando del ejército, principalmente en Cisjordania, las FDI, que siempre han sido políticas, se han vuelto más de derechas que nunca.
El hecho de que quienes están en la cúspide no hayan levantado un dedo durante todos estos años – y mucho menos después del caso Elor Azaria, el último soldado que fue sometido a juicio en las FDI por homicidio involuntario, no les exonera de su responsabilidad en este deslizamiento hacia la derecha. Cuando las o los soldados no son procesados por homicidio, incluso cuando las pruebas lo reclaman a gritos, y cuando las reglas de intervención no solo se relajan, sino que en la práctica se cancelan por completo – cuando matar está permitido e incluso es deseable – se fomenta el espíritu de Meir Kahane. El jefe de Estado Mayor Aviv Kochavi y el resto del alto mando puede mirar a otro lugar y recitar nobles declaraciones sobre los principios, pero son responsables del establecimiento de un nuevo ejército en los territorios, el ejército de Ben-Gvir, el ejército más peligroso de Israel.
05/01/2022
https://www.france-palestine.org/L-armee-de-Ben-Gvir-en-Cisjordanie
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p style=”text-align: justify;”>Traducción: F.E. para antikapitalistak.org
Ene 3, 2023 | CABECERA, INTERNAZIONALA, INTERNAZIONALISMOA
<Jean-Pierre Perrin>
El régimen, que ha elegido el terror y endurece constantemente sus amenazas, repatría milicias chiítas afganas y pakistaníes del frente sirio. En cuanto a la protesta, las manifestaciones se han vuelto más esporádicas.
El 18 de julio de 2022, el diputado de Teherán y ex ministro de Cultura Mostafa Mir-Salim abogó por que su hijo Mehdi fuera perdonado por sus “errores” y “debilidad”. El joven, reveló en una entrevista con la agencia Tasmine (relacionada con los guardianes de la revolución), había sido condenado a cinco de prisión. El motivo, sus vínculos con la organización de oposición de los mujahidines del pueblo y una potencia extranjera, probablemente Israel.
En otras palabras, acusaciones de espionaje, punibles por la pena capital, un castigo al que el hijo del dignatario iraní, al parecer, había sido condenado inicialmente. Sin duda, las relaciones de su padre le permitieron escapar de esta condena. Solo permanecerá en la prisión de Evin, cerca de Teherán, durante doscientos días. Más tarde será amnistiado.
El 14 de diciembre, menos de cinco meses después, es un discurso completamente diferente al del perdón el que pronuncia el diputado de Teherán. Hablando sobre el levantamiento nacido de la muerte a golpes de la joven kurda Mahsa Amini, el 14 de septiembre, se indignó de que la ejecución de los “amotinados” detenidos no fuera lo suficientemente rápida: “Creo que el período entre la detención y la ejecución de los que están detrás de los disturbios es demasiado largo. Deben ser ejecutados entre cinco y diez días después de su detención”.
La declaración de este antiguo diplomado – en mecánica y aerotecnia – de la Universidad de Poitiers es más que la simple opinión expresada por un hombre que actúa como un monigote dentro del régimen – como ministro de cultura, ha cerrado muchos periódicos reformistas y ha hecho aplicar una censura implacable contra cineastas y escritores. Esta declaración proviene de un hombre que fue jefe de Estado Mayor del guía supremo Ali Khamenei, candidato a las elecciones presidenciales de 2017 y que también es miembro del Consejo de discernimiento, una poderosa institución encargada en particular de arbitrar los conflictos entre los diferentes órganos de la República Islámica.
Habiendo sido publicada por muchos medios estatales, tiene valor de advertencia y da testimonio de la determinación del poder iraní no solo de la elección del terror sino también de su voluntad de agravarlo aún más si el movimiento continúa.
Otra señal de que el régimen no se está debilitando es la declaración de Mohammad Jafar Montazeri, el fiscal general de la República Islámica, encargado de perseguir a las y los manifestantes. A finales de diciembre se refirió a las declaraciones que había hecho y que habían sido la base de la noticia falsa sobre la abolición de la policía de costumbres. Esta vez, su declaración no es ambigua: “No usar el hijab [velo islámico – ndlr] es un delito flagrante, el hijab es obligatorio por ley y no es una opción personal”.
Signos de fatiga de las fuerzas de seguridad
Pero esta determinación proclamada de castigar cada vez más no impide que las fuerzas de seguridad comiencen a mostrar signos de fatiga ante el levantamiento que ha durado más de cien días, lo que no tiene precedentes en Irán desde la revolución islámica.
– Así es como el régimen ha empezado a traer en avión del frente sirio, congelado durante muchos meses, a los mercenarios que desplegó para apoyar al régimen de Bashar al-Assad, en particular las brigadas Liwa Zainebiyoun, formadas por chiítas paquistaníes, y Liwa Fatimiyoun, formadas por hazaras chií afganos, para desplegarlas sobre el terreno iraní, en particular en la provincia de Sistan-Baluchistán, donde la situación es particularmente tensa.
Según la web Intelligence Online, algunas unidades de Hachd al-Chaabi, la Movilización Popular, una amplia coalición de milicias chiítas iraquíes incluso han llegado recientemente a Irán por medios terrestres.
– Hay que añadir combatientes del Hezbolá libanés, trasladados desde mediados de noviembre a Teherán y Kurdistán desde Beirut por la aerolínea privada iraní Meraj Airlines. También según Intelligence Online, Zeinab Soleimani, la hija del difunto Qassem Soleimani, el jefe de la Fuerza al-Qods, la unidad de intervención exterior de los pasdarán (guardianes de la revolución) asesinado en enero de 2020 por un dron estadounidense en Bagdad, incluso donó 2,5 millones de dólares para alentar a Hezbolá a unirse a los pasdarán.
La ficción de la alternancia
Junto a la represión sin piedad, como lo demuestran cientos de condenas en cadena a fuertes penas de prisión, más de cincuenta condenas a la pena capital y más de cuatrocientos muertos por bala o golpes, el régimen se esfuerza por mantener la ficción de una posible alternancia dentro del sistema entre conservadores y reformistas.
De ahí el regreso a la escena política de Mohammad Khatami, el ex presidente de la República Islámica (de 1997 a 2005), elegido para jugar esta carta cuando desde 2009 se le había prohibido hablar en los medios de comunicación debido a su apoyo a la “revolución verde”, el importante movimiento de protesta provocado por la reelección amañada del ex presidente Mahmoud Ahmadinejad.
En una toma de posición inesperada, transmitida el 6 de diciembre por la agencia de noticias estudiantil iraní, el ex líder de las facciones reformadoras expresó su apoyo al lema “Mujeres, vida, libertad”, calificándolo de “hermoso mensaje” que “muestra un movimiento hacia un futuro mejor”. También se pronunció en contra de las detenciones de estudiantes cuando se había cuidado de no defenderlos cuando ya se habían rebelado bajo su mandato, en 1999 y 2000. Esta vez, incluso pidió a las autoridades que les tendieran la mano.
Aún así, su mensaje se ha vuelto totalmente inaudible para el conjunto del movimiento, cuya cohesión se basa en la voluntad común de derrocar al régimen. Lo es aún más porque el ex presidente había afirmado, unas semanas antes, en la prensa reformista, que un “derrocamiento (de este régimen) no era posible ni deseable”.
“Los manifestantes no prestaron atención a las declaraciones de Khatami, dice una iraní residente en París en contacto con los círculos disidentes de Teherán. “Ni siquiera hablaron de eso. Los temas que abordan son muy diferentes. Uno de sus principales interrogantes es la falta de apoyo de los países occidentales: se preguntan por qué no retiran a sus embajadores”.
Majidreza Rahnavard, condenado a muerte
También son las imágenes de la muerte de Majidreza Rahnavard, el segundo manifestante ejecutado por “enemistad hacia Dios”, ampliamente difundidas por el régimen en las redes sociales, lo que tienen presente. El joven, tenía 23 años, fue ahorcado públicamente el 12 de diciembre, a las cuatro de la mañana, en la viga de una grúa, en una plaza de Machhad, la gran ciudad santa del noreste de Irán, de donde proceden el actual presidente iraní Ebrahim Raïssi y el Guía de la revolución islámica Ali Khamenei.
Poco antes de su ejecución, había aparecido en un video rodeado de guardias encapuchados, con los ojos cegados por una venda y el brazo izquierdo en cabestrillo, visiblemente roto o herido, probablemente para castigarlo por llevar un gran tatuaje que representa al león y el sol, los dos grandes símbolos de Irán antes de la revolución islámica, recuperados por los monárquicos. Una corriente que el joven obviamente apoyaba: “una generación que nunca te ha visto se ha enamorado de ti”, había escrito en su cuenta de Instagram dirigiéndose al hijo del Shah, que reside en los Estados Unidos.
En este mismo video, absolutamente glacial, podemos ver y escuchar al joven condenado a muerte pronunciar sus últimas voluntades: “No quiero que se llore, ni que se rece ni que se lea el Corán. Simplemente, sed felices y tocad música”. Destinado a ser transmitido en la televisión estatal, como muchas confesiones de manifestantes detenidos y obtenidas muy frecuentemente bajo tortura, el video no parece haberlo sido en última instancia y no se sabe si su aparición en las redes sociales es fruto de una fuga o de una manipulación del régimen.
Las últimas palabras del joven, que pueden ser asimiladas a una blasfemia por los religiosos, sorprendieron aún más a los iraníes porque proviene de una modesta familia piadosa, como indica su nombre, que su madre está estrictamente velada y que su ciudad, Machhad, es muy religiosa, en particular debido a la peregrinación a la tumba de Reza, el octavo imán histórico del chiísmo, que acoge entre 12 y 15 millones de visitantes al año.
“Por supuesto, lo que dijo antes de morir hizo ruido en Irán”, subraya Siavosh *, un activista contactado por un canal secreto en Teherán. Algunos piensan que no pedir oraciones en su tumba atestigua un cambio de mentalidad en la nueva generación. Dicho esto, no sabemos si los responsables de su ejecución le obligaron a pronunciar estas palabras. “Una forma de decirle a la población: ”“Es un hereje el que ejecutamos”“. Hay que subrayar que sus “últimas palabras” se difundieron ampliamente, pero no el resto de la entrevista. Por eso sigo creyendo que pensaban que las palabras de Majidreza reducirían su popularidad”.
El objetivo no parece haber sido alcanzado: el nombre del joven torturado era coreado el lunes 26 de diciembre en una manifestación en Karaj, en los grandes suburbios de Teherán. “La muerte de Majidreza fue desgarradora, pero no más que la de otros, como Navid Afkari [un joven campeón de lucha ejecutado en una prisión de Chiraz el 12 de septiembre de 2020, tras una manifestación antigubernamental, ndlr.], o más tarde, la propia Mahsa Amini. Un shock siempre parece pesar menos, cuando se suma a un precedente ”, agrega Siavosh.
Signos de agotamiento del movimiento
Sin embargo, las ejecuciones y las condenas a muerte pesan sobre el movimiento que hoy muestra signos de agotamiento. Es difícil decir si la huelga general de tres días, a principios de diciembre, fue un éxito. Pero, obviamente, no fue seguida por otras como debería haber sido.
Siavosh está de acuerdo: “Si en el lado del régimen vemos signos de fatiga, por nuestro lado, las protestas decaen. La fatiga es muy real y podemos estar en parte en una situación de fracaso.
En cuanto a las huelgas, ya que Irán no tiene mucha experiencia, nunca he tenido grandes esperanzas en ellas. Sin embargo, fueron más seguidos de lo que esperaba, pero menos que en cualquier sociedad donde se admita su práctica”.Sin embargo, agrega el activista, “si las manifestaciones callejeras se han vuelto más esporádicas, puedo percibir que nuevas capas de la sociedad se nos unen. Como algunos círculos religiosos, o algunos militares. Pero estos últimos serán, por supuesto, la última capa de la sociedad en ceder. Según mis observaciones personales, al menos el 10% de los empleados del gobierno que tienen responsabilidades a niveles medios o superiores prácticamente ya no siguen las órdenes. O no creen que tengan que hacerlo, o simplemente no pueden …”.
28/12/2022
https://www.mediapart.fr/journal/international/281222/iran-le-pouvoir-fatigue-le-soulevement-s-essouffle
https://www.europe-solidaire.org/spip.php?article65186
<
p style=”text-align: justify;”>Traducción: F.E. para antikapitalistak.org