Gran Bretaña: la ola de huelgas sigue creciendo

Terry Conway//

Casi medio millón de trabajadores de seis sindicatos iniciaron acciones de huelga en toda Gran Bretaña el 1 de febrero como parte de la mayor ola de huelgas en más de una década.

Funcionarios, profesores, conductores de trenes y profesores de escuela, hombres y mujeres, han dejado sus herramientas de trabajo. No sólo montaron piquetes en sus lugares de trabajo, sino que también participaron en vibrantes manifestaciones y concentraciones en los centros de las ciudades. Las acciones tenían dos objetivos: hacer avanzar los conflictos sobre salarios y condiciones de trabajo y oponerse a las leyes antisindicales aún más duras que el gobierno conservador británico está haciendo aprobar por el Parlamento de Westminster.

Acciones, huelgas, manifestaciones

A pesar de que los principales medios de comunicación, muy a menudo favorables al gobierno británico, han atacado a las y los huelguistas durante meses y han intentado desesperadamente encontrar a la supuesta “gente normal” que se supone que estaría en contra de las huelgas, éstas siguen siendo extremadamente populares.

Hay muchas informaciones de padres y alumnos que se unen a los piquetes en las escuelas. Los estudiantes también se unieron a los piquetes y a las protestas en los campus de Gran Bretaña. Los grupos de solidaridad de estudiantes en huelga están empezando a ser parte de la vida en los campus y a plantear la cuestión del impacto del aumento del coste de vida en un millón de estudiantes, que es en gran parte invisible en la actualidad.

Las marchas del 1 de febrero fueron recibidas por las bocinas de los autobuses y coches en señal de apoyo y por las personas que salían de su lugar de trabajo y de su casa para aplaudir. Cada vez más trabajadores y trabajadoras reconocen que la crisis del coste de la vida es un ataque contra cada una y cada uno de nosotros, ya sean trabajadores o desempleados, de todas las generaciones.

Las cifras de participación en los eventos son impresionantes. 40.000 en Londres, 9000 en Oxford, 7000 en Bristol, 1000 en Cardiff, 2000 en Leeds, 4000 en Manchester, 1000 en Glasgow, 2000 en Leeds… No es Francia, pero es la mayor participación en manifestaciones entre semana en mucho tiempo.

Esto es solo el comienzo…

Tan importante como la participación, la mentalidad: la determinación de que las demandas salariales están totalmente justificadas y que los servicios han sido devastados durante más de una década. El “proyecto de ley de servicio mínimo”, el nombre oficial del proyecto de ley antisindical, es una broma de mal gusto en un país en el que las leyes existentes son tan draconianas.

Los principales medios de comunicación británicos están repitiendo que en 2011 el doble de trabajadores y trabajadoras llevaron a cabo acciones de huelga contra los ataques a las pensiones del sector público. Pero las dos situaciones no son comparables. La mayoría de las y los trabajadores sabían en ese momento que la acción de 2011 no era más que una protesta simbólica. Por el contrario, el 1 de febrero es parte de una ola de acciones que se ha extendido durante siete largos meses para algunos sindicatos, y que quizás no haya alcanzado su punto culminante.

Y si seis sindicatos organizaron huelgas importantes el 1 de febrero, esto no incluye a todos los que actualmente participan en programas de acción de las y los asalariados. Ningún sindicato de salud estaba en huelga ese día, pero los cuatro principales sindicatos llevarán a cabo acciones en Inglaterra esta semana: solo habrá un día en el que no habrá huelga de trabajadores de la salud.

Para todos los sindicatos que estuvieron presentes el 1 de febrero, este día forma parte de una serie de huelgas. Se trata de otro día de acción coordinada, quizás a principios de marzo. La moral es más alta después del 1 de febrero que antes. Más de un millón de trabajadores tienen actualmente mandatos de huelga, muchos están considerando un mayor nivel de coordinación en el futuro.

Hebdo L’Anticapitaliste – 648 (09/02/2023)

https://lanticapitaliste.org/actualite/international/grande-bretagne-la-vague-de-greves-continue-se-developper

Traducción: F.E. para antikapitalistak.org

Gran Bretaña:Lo que nos jugamos el día de acción del 1 de febrero

Terry Conway//

La batalla de las organizaciones de la clase obrera en Gran Bretaña contra el gobierno reaccionario de los Tories tiene un nuevo objetivo esta semana. El Trade Union Congress (TUC), al que pertenece la abrumadora mayoría de los sindicatos del país, pide un día nacional de acción el 1 de febrero. El objetivo principal de este día no son los salarios, sino los proyectos del gobierno para introducir leyes antisindicales aún más draconianas que las que ya existen.

El impacto de las leyes existentes se demostró con los resultados de una votación a favor de una acción de huelga por reivindicaciones salariales la semana pasada. Uno de los sindicatos de profesores, el NAS / UUWT, ha publicado resultados que muestran que nueve de cada diez miembros votantes apoyan la huelga, pero no pueden convocar a sus miembros a la huelga porque solo el 45% votó. Aunque es un porcentaje más alto que el que a menudo se obtiene en las elecciones parlamentarias, la ley actual no les permite iniciar una huelga.

La huelga es necesaria

Los conservadores ahora proponen ir más allá y han introducido una nueva ley que les permitirá imponer “servicios mínimos” en una serie de sectores, de una forma que minaría fundamentalmente el derecho de huelga de millones de trabajadores. El subjefe del Partido Laborista, no muy radical, lo apodado “el proyecto de ley sobre el derecho a despedir a las enfermeras”.

Por lo tanto, es importante que el TUC haya declarado un día de acción el 1 de febrero, pero decepcionante que, hasta ahora, solo un sindicato nacional haya declarado que llamaría a la huelga ese día. El sindicato de la función pública, PCS, ha convocado a más de 100.000 miembros en 124 servicios gubernamentales. Todavía hay tiempo para que otros se le unan, con una huelga, que será necesaria, a un nivel sostenido, para revertir la situación y no el tipo de acción legal y de cabildeo en el que el TUC parece pensar.

¿”Diálogo social?

Pero hay razones para preocuparse por la estrategia y la orientación política no solo del TUC sino también de los sindicatos locales y de rama. Un ejemplo es uno de los mayores sindicatos británicos, Unison. Se ha ejercido una presión importante sobre el gobierno, incluso por parte de algunos de sus propios diputados, por el hecho de que, durante la creciente ola de huelgas, se negara a reunirse con los sindicatos o, cuando lo hizo, se negara a que el actual ciclo de negociaciones salariales formara parte de la agenda.

El lunes 9 de enero, finalmente se celebró una reunión con los sindicatos de salud y los ministros, y por separado con las y los trabajadores del transporte y la educación. Circulaban rumores de que el gobierno podría proponer una suma global para los trabajadores de la salud. No lo hizo, sino que sugirió que la única forma de conseguir dinero extra era que los empleados trabajaran más duro. Dado que la crisis en el sector de la salud se ve agravada por una enorme rotación de personal, a su vez debido no solo a los bajos salarios sino también a una carga de trabajo insostenible, no es de extrañar que la mayoría de los sindicatos hayan considerado esta propuesta como un insulto.

Desafortunadamente, esta no fue la respuesta del negociador de Unison, que fue mucho más positivo, afirmando que el tono del gobierno había cambiado. El tono no paga las facturas, tampoco lo hacen los aplausos durante la pandemia. Pero dado que, aunque la izquierda ganó el control del ejecutivo nacional de Unison en junio de 2021, el secretario general y los altos ejecutivos están a la derecha, esto no sorprendió a la izquierda británica.

A medida que la crisis continúa y se profundiza, la necesidad de construir una organización democrática de izquierda que se organice en los lugares de trabajo rara vez ha sido tan urgente.

19/01/2023

Hebdo L’Anticapitaliste – 645 (19/01/2023)

Traducción: F.E. para antikapitalistak.org

DOSSIER GRAN BRETAÑA II

“Las enfermeras están en huelga por el bien de todos”

Por Taj Ali

[El secretario de Estado de Salud, Steve Barclay, no deja de proclamar que las huelgas pueden poner en peligro a los pacientes, él, que rechazó cualquier negociación con el secretario del Royal College of Nursing (sindicato de las enfermeras), Pat Cullen. Cabe recordar que el RCN no había iniciado un movimiento de huelga durante 106 años. Y esto después de una amplia votación entre sus miembros. En cualquier caso, el ministro de Finanzas Jeremy Hunt rechaza cualquier aumento salarial que permita hacer frente a la inflación. Sin acuerdo, tras los dos días de huelga de este lunes 19 y martes 20 de diciembre, se llevará a cabo una nueva movilización en enero. Taj Ali explica lo que alimenta la huelga: los efectos de la crisis financiera y humana del NHS (Servicio Nacional de Salud), planificada desde hace años por los gobiernos conservadores. Red. A l´Encontre]

Desde los carteros hasta las y los trabajadores de ambulancias, desde los conductores de autobuses hasta la policía fronteriza, es más fácil preguntarse quién no está en huelga estos días. Cuando las y los trabajadores han experimentado un largo período de estancamiento salarial y la peor reducción del nivel de vida desde la década de 1950, era solo cuestión de tiempo que proclamaran que demasiado es demasiado.

La actual ola de huelgas, la más grande en tres décadas, no sale de la nada, se ha preparado durante más de una década. Y no se trata solo de salarios ridículos. Nuestros servicios públicos, maltratados y magullados por más de una década de austeridad, están de rodillas. Y quienes los usan también están al borde del abismo. Quienes han presidido estos recortes han hablado en los últimos días de la seguridad pública. Pero la verdad es que el público ha sido puesto en peligro todos los días que las y los conservadores han estado en el poder.

El NHS (Servicio Nacional de Salud) no está a punto de romperse, ya está roto. A finales de octubre, más de 7 millones de personas esperaban poder comenzar un tratamiento de rutina, una lista de espera récord en los hospitales que suman más que toda la población de Dinamarca. En Inglaterra, en urgencias, sólo el 68,9% de los pacientes son examinados en cuatro horas. En comparación, en 2009, solo el 4% de los pacientes esperaba más de cuatro horas en urgencias. Este gobierno ha ido más allá reduciendo irresponsablemente los servicios sociales para adultos [cuidados en el hogar que limitan las hospitalizaciones], una política nefasta que ha tenido un efecto de arrastre para nuestros hospitales y su personal.

El estrés y el agotamiento profesional debidos a la acumulación de retrasos en el NHS se agravan por una década de reducción de salarios. Hoy en día, las enfermeras ganan 5000 libras [5740 euros] menos al año en términos reales que en 2010. Y para las matronas y el personal paramédico, esta cifra es de más de 6000 libras. La actual ola de huelgas en varios sectores no es una coincidencia: un nuevo análisis del Trade Union Congress reveló que 2022 fue el peor año para el crecimiento de los salarios reales en casi medio siglo [véase el artículo publicado antikapitalistak.org https://www.antikapitalistak.org/dossier-gran-bretana/ ].

El NHS se encuentra en medio de una crisis de reclutamiento y conservación de agentes, con un un número de personal peligrosamente bajo en todos los sectores. No hace mucho tiempo, las enfermeras recién diplomadas tenían una red de apoyo a su alrededor, colegas experimentados a los que recurrir y recursos para hacer el trabajo. Hoy en día, a menudo, desde el principio se tiran a la piscina, a veces teniendo que asumir la responsabilidad de un servicio completo o emprender procedimientos complejos en ausencia de cualquier colega experimentada.

Una de cada nueve enfermeras dejó el NHS el año pasado y solo el 21% de las enfermeras dicen que hay suficiente personal para hacer su trabajo correctamente. Es una profecía auto-realizadora: las enfermeras se van en masa, mientras que las que permanecen en una profesión subfinanciada, carente de personal y, por lo tanto, agotadora, son más susceptibles de acabar haciendo lo mismo. Con un personal recién diplomado que se supone que interviene por encima de su nivel efectivo de competencia, el deterioro de la atención al paciente es una evidencia.

Tres de cada cuatro unidades organizativas del NHS afirman que cada vez hay más enfermeras que acuden a los servicios de salud mental debido al estrés, el endeudamiento y la pobreza. ¿Cómo pueden las y los profesionales de la salud proporcionar una atención de calidad a sus pacientes cuando su propia salud está amenazada? Este entorno, sometido a una fuerte presión y con pocos recursos, simplemente no es seguro, ni para el personal ni para las y los pacientes.

Desmoralizados y abatidos, las y los conductores de ambulancias no tienen más remedio que ponerse en huelga en un intento desesperado de salvar su servicio. Al igual que las enfermeras, fueron aclamados como héroes en el apogeo de la pandemia, luchando en primera línea para salvar la vida de los demás. Sin embargo, hoy se sienten culpables de hacer huelga por un gobierno que ha presidido 12 años de recortes en el servicio y en su salario

El impacto es evidente para todos. Solo el mes pasado, 41.000 pacientes se expusieron a riesgos potenciales mientras esperaban demasiado tiempo antes de ser ingresados en urgencias o simplemente para que una ambulancia se presentara para rescatarles. De estos 41.000 pacientes, 5.000 fueron puestos en peligro o sufrieron un “perjuicio grave”, incluida la muerte, el número más alto jamás registrado.

Las y los agotados conductores de ambulancia ya han advertido de que la escasez de personal y los retrasos de varias horas en la entrada de los hospitales harán que el número de muertes de pacientes aumente este invierno. Un tercio de los conductores de ambulancias entrevistados por el sindicato GMB este verano cree que los retrasos en la intervención han provocado la muerte de un paciente.

Los ministros del gobierno que expresan su falsa preocupación por la seguridad pública conceden irónicamente un punto importante: nuestros servicios públicos se derrumbarían de la noche a la mañana sin el trabajo de los trabajadores y trabajadoras mal remunerados que constituyen la columna vertebral de estos servicios. Hay una contradicción fundamental en los términos. No se puede pretender que estos trabajadores son demasiado importantes para permitirse hacer la huelga, pero no demasiado importantes como para que se les pague adecuadamente.

Es hora de que sean tratados con el respeto y la dignidad que merecen, por el bien de todas las personas que dependen de los servicios públicos. La verdad es que estas huelgas se producen precisamente por preocupaciones de seguridad pública. El público solo puede estar seguro si quienes están en primera línea para cuidarle cuando sea necesario pueden trabajar en las mejores condiciones posibles. Por eso luchan las y los trabajadores en huelga. (Opinión publicada en The Independent, el 18 de diciembre de 2022).

https://alencontre.org/europe/grande-bretagne/royaume-uni-les-infirmieres-font-greve-pour-notre-bien-a-tous.html

Traducción: F.E. para antikapitalistak.org

Ampliación de los movimientos de huelga en el Reino Unido

<Thierry Labica>/

La muerte de la reina Isabel II y el duelo nacional que siguió habían dado lugar a la suspensión de unos movimientos de huelga muy dinámicos desde principios del verano de 2022. ¿Conseguirían las luchas recuperarse una vez pasado el momento de la genuflexión nacional?

¿Y qué suscitaría, además, la confusión que se produjo en la cúspide del poder durante las caóticas semanas del mandato de Liz Truss y la focalización mediática ahora totalmente orientada hacia las intrigas institucionales de una nueva sucesión en el cargo de primer ministro?

Luchas que se extienden

Lejos de lo que se podía temer, “asfixia”, cansancio y desánimo, pérdida de visibilidad, pesadez de la organización de nuevos procedimientos de votación (para declarar una huelga, obligatorios cuando el último es de más de seis meses), las luchas del mundo laboral no solo se han reanudado, sino que se han extendido y acentuado.

Las organizaciones líderes desde hace varios meses siguen siendo combativas. Este es el caso del sindicato de trabajadores postales (CWU) cuyos miembros votaron, a más del 91%, la organización de nuevas huelgas en la Post Office (Correos) (mandato válido para los próximos seis meses, por lo tanto). Además, ya están programadas seis jornadas para diciembre (incluidos los 23 y 24) en Royal Mail (115.000 carteros y carteras).

Hay que decir que la empresa (Royal Mail) está poniendo por su parte: 758 millones de ganancias en 2021-2022, 567 millones distribuidos a las y los accionistas cuando la inflación supera el 11%, y plantea una oferta de “recuperación” salarial del 7%… ¡en dos años! Tomando como pretexto las pérdidas atribuidas a los días de huelga, desde mediados de octubre, la empresa ha llegado a amenazar con eliminar 10.000 puestos de trabajo para agosto de 2023.

Por razones comparables (ofertas salariales ridículas, destrucción de puestos de trabajo), la movilización continúa entre el personal ferroviario (RMT con “sí” en el 91,7%) y entre los ferroviarios (Aslef) cuya huelga del 26 de noviembre debe afectar a once operadores ferroviarios. A menor escala, lo mismo ocurre con el personal de tierra del aeropuerto de Heathrow, con los 950 conductores de autobuses de la empresa Abelio (sindicato Unite) que anunciaron diez días de huelga en noviembre-diciembre, y hasta los cincuenta empleados (Unite) de Funeralcare, fabricantes de ataúdes con sede en Glasgow (casi dos semanas en octubre-noviembre).

Enfermeras, bomberos, universidades…

Sin embargo, las cosas toman un giro más masivo cuando la huelga se vota mayoritariamente entre los y las 300.000 enfermeras del RCN (Royal College of Nurses), por primera vez desde su creación en 1916 (el retroceso salarial ya es del 20% en diez años), así como entre los 100.000 funcionarios públicos del PCS (Servicios públicos y comerciales) donde la huelga fue votada al 86,2%, o incluso en las universidades donde, como resultado de un “aumento” del 3%, 70.000 personas (sindicadas en la UCU) repartidas en 150 establecimientos han votado la huelga (tres jornadas a finales de mes) en más del 80%. Aquí también, mientras la precariedad se ha vuelto crónica y los descensos salariales son considerables, los presidentes de universidad distribuyen alrededor de 45 millones de libras al año en un sector que obtuvo unos ingresos récord de 41.100 millones el año pasado.

Los bomberos (de la FBU) han rechazado la propuesta de aumento del 2%, y se está votando el mandato para futuras huelgas.

En el horizonte, la inflación se anuncia como un poco más grave (7,4% previsto para 2023). Los anuncios presupuestarios del 17 de noviembre, a pesar de algunos ajustes aparentes, prometen un empeoramiento continuo de la situación para la gran mayoría de la población, a la que se le va a obligar a tapar un agujero de 54 mil millones de libras esterlinas. Es en este mismo contexto en el que el gobierno adopta una nueva ley anti-manifestación (Public Order Bill) y el Partido Laborista continúa excluyendo a su izquierda, en particular la sindical.

L’Anticapitaliste – 638 (24/11/2022)

https://lanticapitaliste.org/actualite/international/royaume-uni-extension-des-mouvements-de-greves-au-royaume-uni

Traducción: F.E. para antikapitalistak.org