1-. Los últimos acontecimientos acaecidos en Catalunya en los últimos días son verdaderamente preocupantes. La suspensión del autogobierno en Catalunya mediante la aplicación de un 155 “duro”, los encarcelamientos de Jordi Cuxart y Jordi Sánchez, la más reciente entrada en prisión de 8 de los consellers de la Generalitat (incluido Oriol Junqueras vicepresidente de la misma) así como la orden de detención de Puigdemont y los 4 consellers que se encuentran en Bruselas, nos sitúan ante una escalada represiva sin precedentes. El encarcelamiento de más de la mitad de un gobierno elegido democráticamente por el pueblo catalán, es más propio del Franquismo que la del estado supuestamente democrático que nació de la mal llamada transición.
2.- Esta actuación represiva tiene un solo objetivo: negar la capacidad de decidir de la ciudadanía catalana. El 1 de Octubre vivimos un ejemplo magnífico de lo que un pueblo organizado que ha decidido autodeterminarse es capaz de hacer. A pesar de la enorme presión previa ejercida por el estado con alto grado de inseguridad respecto a lo que iba a pasar, con una represión el mismo 1-O que generó más de 800 heridos donde la policía se dedicó a cerrar colegios y requisar urnas, más de dos millones de catalanes y catalanas salieron a votar y ejercer en la práctica este derecho. No lo olvidemos, esto es lo que más temen las fuerzas reaccionarias del estado y contra esta irrupción de los de abajo, es en última instancia contra lo que están actuando.
3.- No podemos ser equidistantes a la hora de repartir culpas ante esta situación. Ha sido la actitud del Estado Español y la triple alianza del llamado bloque constitucionalista, con su negación constante, la que ha generado un panorama como el actual. La estrategia del régimen pasa en estos momentos por cerrar la crisis abierta no solo por el movimiento soberanista catalán, sino también por el 15M. Un nuevo pacto por arriba entre las élites que no dé salida a ninguna de las demandas expresadas en estos años de grandes movilizaciones y con el riesgo de perpetuar este nivel de represión constantemente. Una involución autoritaria del estado es lo que tenemos a la vista.
4.- Ante este panorama las personas que queremos cambiar el mundo de base no podemos mantenernos indiferentes. Si pierde Catalunya perdemos todas. Ya ha habido amenazas de aplicación del 155 a otras comunidades autónomas, como si una espada de Damócles pendiera sobre el cuello de otras regiones desobedientes y la represión corre riesgo de cronificarse. Esta represión no preguntará si uno es independentista o no, afectará a todo aquel que planteé una alternativa diferente a las oligarquías dominantes en cualquier ámbito. Creemos que la solución a todo esto pasa por más democracia y no por menos. Creemos que la necesidad de empezar a plantear procesos constituyentes en plural, procesos que sean capaces de encontrar una solución a la triple crisis social, territorial y democrática que sufre el Estado Español. Ésta es una tarea que no puede esperar mucho más, ya que la alternativa que nos ofrecen desde el régimen es desoladora.
5.- Por todo ello llamamos a la ciudadanía de Euskal Herria a ser parte activa en la solución y participar en todas las movilizaciones y manifestaciones que se convoquen en defensa del derecho a decidir y en contra de la represión, empezando por las que se celebran este fin de semana en Bilbo y en Iruñea.