Madrid 19-21 de febrero ¿Un plan B para Europa?

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Entre los días 19 y 21 de febrero se desarrollarán en Madrid unas jornadas por un Plan B para Europa. Un llamamiento que, encabezado por gente como Varoufakis, Ada Colau, Lola Sanchez y Miguel Urbán entre otros muchos, pretende construir una alternativa por una Europa alternativa. En este evento convergerán iniciativas como la Conferencia Plan B organizada por Jean Luc Mélenchon, Oskar Lafontaine y otros en París, y también el DieM25 lanzado por Yannis Varoufakis el 9 de febrero en Berlín.

Hablar del Plan B es hablar de Grecia, del OXI, de la negativa a capitular frente a las exigencias de la Troika, de la voluntad de no someterse a unas instituciones europeas que han dado la espalda a sus pueblos. Cuando Tsipras y la mayoría de Syriza huyendo de las temidas consecuencias de una posible salida de Grecia del Euro afirmaron que no había alternativa, Vaurofakis dijo: “yo tengo un plan B”. Aunque ya miembros del comité central de Zyriza pedían este plan alternativo desde el triunfo electoral de enero del 2015. El plan B era la esperanza cuando el plan A, es decir la posibilidad de convencer a las instituciones europeas de la justicia de las demandas del pueblo griego, se había demostrado una quimera.

Lo sucedido en Grecia tiene todos los ingredientes de una dura derrota, de una nueva derrota de las clases populares a manos de los de siempre. Una nueva derrota que se parece tanto a viejas derrotas, aunque cada fracaso es siempre distinto, los fracasos sin lucha los peores. Pero tenemos que redimir las derrotas en apuestas de futuro, aprendiendo de ellas. El plan B para Europa es una de esas apuestas..

Una apuesta que busca una alianza de todos los pueblos para construir un alternativa a las políticas de austeridad. Una propuesta que rechaza que en esta Europa no tenga cabida ninguna alternativa a las políticas dominantes en los países de la Eurozona. Un plan que no acepta que el destino sea enfrentarse a la repetición del dilema “Memorándum” o “Grexit”, o expulsión de la UE, sino que cree que la respuesta es “Con Grecia” y “Austerexit”.

En estos encuentros se pretende el movimiento antiausteridad haga balance de su estrategia y aprender de los errores cometidos en el último período especialmente del caso griego. La primera lección es la base de partida del “plan B” la falta de un movimiento internacional efectivo de apoyo al gobierno griego facilitó el escenario que condujo a la firma del tercer memorándum en Grecia. Por lo tanto, hay que construir un movimiento europeo. Estamos huérfanos de una campaña unitaria europea en contra de las políticas de austeridad. Este debe ser el primer paso para crear un nuevo espacio de confluencia estable de movimientos y fuerzas políticas continentales. Porque tenemos que tener preparada una alternativa a nuevos chantajes, que eviten que se pueda pensar que capitular es la única salida a las imposiciones de los más fuertes parapetados tras las instituciones europeas y la mayoría de los gobiernos de la Eurozona

En segundo lugar es necesario plantearse posibles negociaciones con la troika desde posiciones de fuerza, adoptando medidas como una suspensión del pago de la deuda (reconocido por informes de la UNCTAD como la única manera efectiva que tiene un país un país deudor de hacer comenzar un proceso de reestructuración) o la declaración de una parte de la deuda como ilegítima (cuestión para la cuál el comité de la Verdad impulsado por Zoe Konstantopoulou en el parlamento griego proveyó todos los argumentos económicos, legales, políticos y morales necesarios).

Hay otras preguntas que es necesario responder, preguntas como que hacer ante el previsible estrangulamiento financiero que puede imponer el Bando Central Europeo, y quizás la cuestión mas espinosa, ¿es la salida del Euro un tabú o en algún momento ser la opción preferible para poner la economía al servicio de la mayoría de la población?. Sin embargo el debate no se sitúa en una u otra moneda, sino en quien controla el sistema monetario.

Por lo tanto, basta de lamentos, hay que pasar a la acción, a tejer espacios reales de coordinación entre distintos movimientos. Organizaciones sociales, ecologistas, feministas, políticas y sindicales que estamos luchando por salir de la asfixia de la deudocracia, de una austeridad sin fín y sin límites. Sin ninguna ilusión en una UE que ha dado suficientes muestras de su naturaleza pero imaginando y avanzando hacia un nuevo proyecto europeo de y para las clases populares

No se trata de crear un partido europeo, sino de crear un espacio de confluencia capaz de generar una agenda común que pueda combatir las políticas de austeridad y democratizar radicalmente las instituciones europeas. En ese camino en los próximos días tenemos una cita imprescindible en Madrid, donde se va a debatir con muchos de los protagonistas de las luchas y movimientos que han tenido lugar en los últimos año. Aunque se trata de un empeño a largo plazo, no hay tiempo que perder y hay que comenzar a construir este nuevo movimiento europeo desde abajo. Por eso, el encuentro de Madrid debe ir seguido por la creación de comités de apoyo e iniciativas locales, territoriales y sectoriales que acompañen este proceso. A esta tarea invitamos a todos los lectores de esta publicación.

Koldo Smith. Laura Perez Ruano. Pamplona

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